martes, 24 de septiembre de 2013

LA REBELIÓN DE JUAN PABLO PRIMERO ► El Papa: “El actual sistema económico nos está llevando a la tragedia” | Sociedad | EL PAÍS

El Papa: “El actual sistema económico nos está llevando a la tragedia” | Sociedad | EL PAÍS

El Papa: “El actual sistema económico nos está llevando a la tragedia”

Bergoglio, de visita en Cerdeña, improvisa una oración: “Trabajo, trabajo, trabajo. Los ídolos del dinero nos están robando la dignidad”


El Papa, a su llegada a Cagliari. / ALBERTO PIZZOLI (AFP)

El papa Francisco tiene miedo de que sus palabras suenen a rollo falso y macabeo. “No quiero ser un funcionario de la Iglesia que viene y os da ánimos con palabras vacías, dichas con una sonrisa”. Por eso, nada más llegar esta mañana a Cagliari, capital de Cerdeña, y escuchar a tres de las víctimas de la crisis –un parado, un pastor y una empresaria— quejarse de que la falta de trabajo les está robando la esperanza, Jorge Mario Bergoglio decidió saltarse el discurso que traía escrito: “Perdonad si estas palabras son un poco fuertes, pero digo la verdad: la falta de trabajo te lleva a sentirte sin dignidad. ¡Donde no hay trabajo no hay dignidad! Y esta tragedia es la consecuencia de un sistema económico que ha puesto en el centro a un ídolo que se llama dinero”.

Ya para entonces, el Papa había arrancado aplausos y lágrimas a las decenas de miles de personas que abarrotaban las inmediaciones de la basílica de la Virgen de Bonaria –advocación que dio nombre a la ciudad de Buenos Aires– hablándoles del sufrimiento de sus padres al llegar a Argentina: “Me siento muy cercano a los que atraviesan una situación de sufrimiento, a tantos jóvenes sin trabajo, a las personas apuntadas al desempleo o con trabajos precarios, a los empresarios y comerciantes que tienen que hacer muchos esfuerzos para salir adelante. Es una realidad que conozco bien porque vengo de Argentina. Yo no la he sufrido, pero mi familia sí. Mi padre, de joven, se fue a Argentina lleno de ilusiones por buscar un futuro en América. Y sufrió la terrible crisis de los años 30. ¡Perdió todo! ¡No había trabajo! Yo no lo he visto, porque no había nacido todavía, pero he escuchado en casa hablar de todo este sufrimiento”.

Me siento muy cercano a los que atraviesan una situación de sufrimiento,
Fue entonces cuando, ya olvidados los papeles, Francisco confesó su temor a ser tenido por un charlatán piadoso y formuló una promesa: “Debo daros ánimo. Pero soy consciente de que también debo hacer todo lo posible para que esta palabra --¡ánimo!—no sea una bella palabra dicha de pasada. Quiero que este encuentro me empuje a hacer todo lo posible como pastor y como hombre”.

Y como pastor de la Iglesia y como hombre que en estos momentos lleva tras de sí toda la atención mediática mundial, Jorge Mario Bergoglio lanzó una andanada a los líderes políticos y económicos: “El actual sistema económico nos está llevando a una tragedia. Vivimos las consecuencias de una decisión mundial, de un sistema económico que tiene en el centro a un ídolo que se llama dinero. Pero Dios ha querido que en el centro estén el hombre y la mujer y que lleven adelante al mundo con su propio trabajo. ¡Pero aquí manda el dinero! ¿Y qué sucede? Para defender a este ídolo se amontonan todos al centro y caen los últimos, caen los ancianos, porque en este mundo no hay un puesto para ellos. Se trata de una eutanasia escondida: no los cuidamos, no los tenemos en cuenta…”.

Los sistemas injustos quieren robarnos la esperanza
Y de pasar de hablar de los ancianos con lástima, el papa argentino pasó a hablar de los jóvenes sin esconder la rabia: “Fijaos, en un mundo donde los jóvenes –¡dos generaciones de jóvenes!– no tienen trabajo, no hay futuro. ¿Por qué? Porque no encuentran su dignidad. Este es vuestro sufrimiento. Y esta es la plegaria que estáis gritando: ¡trabajo, trabajo, trabajo! Es una oración necesaria. Trabajo quiere decir dignidad, trabajo quiere decir llevar el pan a casa, trabajo quiere decir amar”. Francisco volvió a clamar –ya lo hizo durante el viaje a Río de Janeiro– contra “la cultura del descarte” que deja fuera de sus planes a los jóvenes y a los ancianos.

El Papa, que el pasado mes de julio eligió la isla de Lampedusa como su primer viaje en Italia y arremetió contra “la globalización de la indiferencia” ante el drama de la inmigración, ha elegido otra isla, Cerdeña, como su segundo viaje hacia la periferia, esta vez hacia la periferia del desempleo y la desesperanza. Al final de su encuentro con los representantes del mundo del trabajo –o de la falta de él--, Francisco improvisó una oración que era también una queja y una exigencia a un Cristo al que nunca le faltó el jornal: “¡Señor, míranos! Mira esta ciudad, esta isla. Mira nuestras familias. Señor, a ti nunca te faltó el trabajo, eras carpintero, eras feliz. Señor, nos falta el trabajo. Los ídolos quieren robarnos la dignidad. Los sistemas injustos quieren robarnos la esperanza. Señor, no nos dejes solos. Ayúdanos a ayudarnos entre nosotros, a olvidar el egoísmo. Señor Jesús, a ti no te faltó el trabajo, enséñanos a luchar por el trabajo”.


el dispreciau dice: este dispreciau, como buen dispreciau, está invadido de locuras, tantas son que me he vuelto ininputable... por ello puedo decir lo que sigue... la historia oficial dice una cosa, pero la historia que no se escribe dice otra bien distinta... Juan Pablo I llegó al Papado para producir un giro brutal en las concepciones dogmáticas del Vaticano anti Dios, sacar a la institución Iglesia Católica de las manos del demonio que vende solidaridad a cambio de pobrezas, que vende compasión a cambio de dignidades ajenas, que vende misericordia a cambio de vejaciones y avasallamientos de los derechos... o lo que es lo mismo, llegó al Vaticano para quebrar mil años de desaciertos, mil años de oscurantismos, mil años de mentiras, mil años de inquisiciones... desde luego, los mecanismos ocultos del poder, o bien, los mecanismos del poder oculto, se lo devoraron antes que pudiera decir/hacer algo... porque no era conveniente para las mafias externas e internas que viven del tráfico de personas, de órganos, del narcotráfico y del narcolavado, de la prostitución, y de otras corrupciones del poder... codicias, avaricias, angurrias, vanidades, soberbias, envidias... la historia dirá que, curiosamente, murió de muerte natural... mientras que la verdadera historia dirá, en voz baja, que fue asesinado. En realidad Juan Pablo I llegó al Papado para gestar un quiebre... como siempre, ganó el demonio que vive en el Vaticano negando a Dios y sus obras. Hoy, mucho después de aquel asesinato, llega Francisco I... con una realidad mucho peor que aquella... más corrupción, más perversión, más cinismo, más hipocresía, más mentira, más poderes ocultos enquistados para defender lo que a estas alturas ya es indefendible, esto es el demonio haciendo ostentación de poder en la Tierra humana. Francisco I es argentino, sobreviviente a todas las paradojas y a todas las contradicciones que se puedan imaginar, pero como todo argentino padeciente, llega al Vaticano a sabiendas que "todo está podrido, aunque no todo está perdido"... y que, dada la circunstancia, bien vale el sacrificio que la coyuntura demanda, ya que, vivo o muerto, el cambio se producirá de igual forma. Esto es que la Iglesia renacerá de sus cenizas, con Dios adentro, o sus cenizas se dispersarán con el demonio dentro... pavada de tema, no?... como sea, el mundo humano está tan podrido que el olor ya alcanza los confines del espacio sideral... y dado que Francisco I sabe de esto, es que ha entendido que el cambio será con él y de su mano, o será sin él y de la mano de Dios. Tal vez haya recibido efluvios de Juan Pablo I, pero dadas las discreciones, nunca se sabrá si Juan Pablo I se le apareció en sueños anticipándole lo arduo de su tarea. Lamentablemente para el demonio y sus huestes, el cambio los está atropellando y se los devorará... porque la Iglesia es de Dios y debe regresar a sus fuentes. La ayuda de Juan Pablo I no se hará esperar... y la de los demás Papas que no transigieron con la barbarie, tampoco... por ende, Francisco I tendrá ayuda inmaterial para cumplir con el cometido. Tal como él mismo dice, la tragedia gestada y orquestada desde los mecanismos humanos del poder, está por estas horas al límite de llevarse puesta a toda la humanidad, cristiana, judía, musulmana, budista, o del color que Usted quiera... y claro está, no es bueno que la compasión se mienta, como tampoco lo es que la solidaridad se mienta, o que la misericordia sea una entelequia de libros... como tampoco es bueno que la Tierra esté llena de pobres, esclavos, sometidos, abusados, vejados, violados y negados por los poderes vigentes. ¿qué hará Francisco I ?...  pondrá al descubierto todo lo podrido... y una vez expuesto, ya no habrá regreso a las insolencias demoníacas que visten al mundo. Una vez más, la humanidad es una sola, negra, blanca, amarilla, roja, sabra, da igual... no sirve un mundo con pocos ricos y muchos pobres... como tampoco sirve un mundo sin ideas ni ideales... como tampoco sirve un mundo de ideologías mentidas... como tampoco sirve un mundo de marginados e indigentes... como tampoco sirve un mundo de condenados por antojo de unos pocos en uso y abuso de su poder imperial y corporativo... y como en todo cajón de manzanas, lo podrido... hay que desecharlo, antes que pudra al "todo de todos", y entonces no quede nada para salvar. ¿se entiende?. SEPTIEMBRE 24, 2013.-

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