ENTREVISTA | Petros Márkaris
Justicia griega; no lo intenten en casa
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- Es lo que recomienda el gran autor de 'negrazos' griegos a sus lectores
Cuatro, tres, dos, uno... ¡aaaacción! Todo a punto para que caiga en nuestras manos el segundo título de la denominada 'Trilogía de la Crisis' que protagoniza el comisario Jaritos y publica en España Tusquets. Y llega con un título de lo más descriptivo: 'Liquidación final' y una advertencia en la solapa: "Se desaconseja imitar los hechos narrados en esta novela". ¡Alabado sea Dios! Se aplica el bueno de Petros Márkaris en contar el devenir cotidiano del desmantelamiento del llamado estado del bienestar y Grecia se convierte en la Arcadia Infeliz e Reindignada de este cuento chino que llaman crisis. Si Europa fue antaño una princesa fenicia a la que raptó Zeus, ahora no es más que una mucama a la que toca hacer la cama a Angela Merkel por 400 'lereles' al mes. Malestar en estado puro. Y Márkaris ha optado por contárnoslo de pe a pa.
Aprendamos una nueva lección de macroeconomía rebozada en harinas negropoliciales a la mayor gloria de San Petros Bendito. Ahí va el argumento de esta novela, tan adictiva como una pipa de repleta de 'crack', tal como consta en su contra. "Mientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis solo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empobrecimiento de la situación. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la acción y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo está patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios."
Petros Márkaris. Un 'crack' que fuma en pipa. Polifemo en 'zapas' de deporte que trasiega whisky con hielo mientras paladea cada una de sus respuestas. Escritor de novela negra al uso, y abuso, de las maneras mediterráneas cuyo testigo en su día dejó Manuel Vázquez Montalbán. Guionista oficial de Theo Angelopoulos (que el Señor tenga en su seno). Premio Pepe Carvalho 2012. Autor de un ensayo, 'La espada de Damocles', que pone en solfa a los culpables de esta ruinosa situación a la que nos han llevado banqueros y políticos corruptos. Y, por encima de todo, papá putativo de pasma más íntegro y perspicaz que hoy por hoy, aunque sea en la pura ficción, recorre las calles de Atenas: Kostas Jaritos. El malhumorado y a ratos espídico Kostas Jaritos. Sabueso de pasado 'azuloscurocasinegro' que se relaja leyendo, y releyendo, diccionarios como el Dimitrakos. Quizá sea ese el salvavidas de la literatura. Reducirla a la lectura de diccionarios y la prosa precisa de tochos enciclopédicos.
"Se desaconseja imitar los hechos narrados en esta novela". Ahí queda eso. Guiño irónico aparte, conviene quedarse con el reverso más jodido de este explícito mensaje.
"Espero que mis lectores no piensen que la única salida consiste en salir a la calle a 'cargarse' a los corruptos", confiesa Márkaris. "Hay que entender en todo momento que se trata de una solución desesperada. Sería catastrófico tomar una decisión así. El hecho de que yo no lo hiciera no quiere decir que no entienda que alguien pudiera hacerlo en la realidad. Entiendo a la persona que pueda llegar a hacerlo dentro de un clima de desesperación. Hay dos cosas que no podemos controlar: la desesperación y nuestro instinto de supervivencia".
Pregunta.- ¿Llegará un momento, de seguir esto así, que su argumento deje de ser una ficción?
Respuesta.- No sé si podría ocurrir realmente. Pero intuyo que es el deseo de muchos griegos. 90 de cada 100 personas no llegarían a matar por desesperación. Pero me preocupa ese otro diez por ciento. Me da miedo. El problema es que si hablas con cualquier policía te dirá que nueve de cada diez asesinos han rebasado ese límite. Ahí está el peligro. Nos empujan a superar esos límites. De ahí el éxito de los nuevos nazis, de Amanecer Dorado, en mi país.
P.- ¿Qué tal anda de salud la novela negra europea?
R.- Bien. Muy bien. Vive un momento excelente. Hay dos formas de hacer novela negra en Europa, la del norte y la del sur. Tienen unas diferencias impresionantes unas con otras. La novela negra del sur, en general, es mucho más humana. Habla de políticas, mafias y realidades que siempre están relacionadas con el país donde transcurre. Sin embargo, la del norte nos habla del ocaso de sociedades ideales, utópicas, que no existen. Los suecos pensaban que vivían en una sociedad ideal hasta el 86, cuando mataron a Olof Palme. A partir de ahí entendieron que lo suyo no era una sociedad idílica. Por eso los crímenes que narran sus autores son mucho más violentos que los nuestros. El sur ha conocido esa violencia política y social mucho más que el norte. Aquí sabemos que muchas veces las personas son víctimas de esta violencia. Esa es la gran fuerza del sur. No tenemos un ideal de sociedad.
el dispreciau dice: ¿literatura?, ¿novela?... apenas un eco de la temible realidad que nos circunda. La tragedia griega actual, contemporánea, comenzó cuando Grecia se integró a la Unión Europea... lo demás fue un concierto entre políticos incapaces (¿corruptos?) y sus socios, las corporaciones bancarias depredadoras de futuros, voluntades y esfuerzos sociales. La verdadera tragedia griega se inicia cuando el oportunismo político desconoce o ningunea o burla o como quiera llamarle... a las pautas culturales, sociales y antropológicas, de una sociedad (la griega) que tiene miles de años en danza. Claro está, en la Europa Medieval, los griegos no son prioridad de nadie... y bien que te lo dicen soto voce... pero da la causalidad (ninguna casualidad) que lo mismo están cursando con españolitos y portuguesitos, italianitos y otros tantos dejados de la mano del Dios de las barbaries... y así la vamos andando... de mal en peor, aún cuando te den el NOBEL por todo aquello no hiciste, que ni siquiera sos... ya estamos hartos que nos tomen el pelo... qué joder. Noviembre 10, 2012.-
Aprendamos una nueva lección de macroeconomía rebozada en harinas negropoliciales a la mayor gloria de San Petros Bendito. Ahí va el argumento de esta novela, tan adictiva como una pipa de repleta de 'crack', tal como consta en su contra. "Mientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis solo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empobrecimiento de la situación. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la acción y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo está patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios."
Petros Márkaris. Un 'crack' que fuma en pipa. Polifemo en 'zapas' de deporte que trasiega whisky con hielo mientras paladea cada una de sus respuestas. Escritor de novela negra al uso, y abuso, de las maneras mediterráneas cuyo testigo en su día dejó Manuel Vázquez Montalbán. Guionista oficial de Theo Angelopoulos (que el Señor tenga en su seno). Premio Pepe Carvalho 2012. Autor de un ensayo, 'La espada de Damocles', que pone en solfa a los culpables de esta ruinosa situación a la que nos han llevado banqueros y políticos corruptos. Y, por encima de todo, papá putativo de pasma más íntegro y perspicaz que hoy por hoy, aunque sea en la pura ficción, recorre las calles de Atenas: Kostas Jaritos. El malhumorado y a ratos espídico Kostas Jaritos. Sabueso de pasado 'azuloscurocasinegro' que se relaja leyendo, y releyendo, diccionarios como el Dimitrakos. Quizá sea ese el salvavidas de la literatura. Reducirla a la lectura de diccionarios y la prosa precisa de tochos enciclopédicos.
"Se desaconseja imitar los hechos narrados en esta novela". Ahí queda eso. Guiño irónico aparte, conviene quedarse con el reverso más jodido de este explícito mensaje.
"Espero que mis lectores no piensen que la única salida consiste en salir a la calle a 'cargarse' a los corruptos", confiesa Márkaris. "Hay que entender en todo momento que se trata de una solución desesperada. Sería catastrófico tomar una decisión así. El hecho de que yo no lo hiciera no quiere decir que no entienda que alguien pudiera hacerlo en la realidad. Entiendo a la persona que pueda llegar a hacerlo dentro de un clima de desesperación. Hay dos cosas que no podemos controlar: la desesperación y nuestro instinto de supervivencia".
Pregunta.- ¿Llegará un momento, de seguir esto así, que su argumento deje de ser una ficción?
Respuesta.- No sé si podría ocurrir realmente. Pero intuyo que es el deseo de muchos griegos. 90 de cada 100 personas no llegarían a matar por desesperación. Pero me preocupa ese otro diez por ciento. Me da miedo. El problema es que si hablas con cualquier policía te dirá que nueve de cada diez asesinos han rebasado ese límite. Ahí está el peligro. Nos empujan a superar esos límites. De ahí el éxito de los nuevos nazis, de Amanecer Dorado, en mi país.
P.- ¿Qué tal anda de salud la novela negra europea?
R.- Bien. Muy bien. Vive un momento excelente. Hay dos formas de hacer novela negra en Europa, la del norte y la del sur. Tienen unas diferencias impresionantes unas con otras. La novela negra del sur, en general, es mucho más humana. Habla de políticas, mafias y realidades que siempre están relacionadas con el país donde transcurre. Sin embargo, la del norte nos habla del ocaso de sociedades ideales, utópicas, que no existen. Los suecos pensaban que vivían en una sociedad ideal hasta el 86, cuando mataron a Olof Palme. A partir de ahí entendieron que lo suyo no era una sociedad idílica. Por eso los crímenes que narran sus autores son mucho más violentos que los nuestros. El sur ha conocido esa violencia política y social mucho más que el norte. Aquí sabemos que muchas veces las personas son víctimas de esta violencia. Esa es la gran fuerza del sur. No tenemos un ideal de sociedad.
el dispreciau dice: ¿literatura?, ¿novela?... apenas un eco de la temible realidad que nos circunda. La tragedia griega actual, contemporánea, comenzó cuando Grecia se integró a la Unión Europea... lo demás fue un concierto entre políticos incapaces (¿corruptos?) y sus socios, las corporaciones bancarias depredadoras de futuros, voluntades y esfuerzos sociales. La verdadera tragedia griega se inicia cuando el oportunismo político desconoce o ningunea o burla o como quiera llamarle... a las pautas culturales, sociales y antropológicas, de una sociedad (la griega) que tiene miles de años en danza. Claro está, en la Europa Medieval, los griegos no son prioridad de nadie... y bien que te lo dicen soto voce... pero da la causalidad (ninguna casualidad) que lo mismo están cursando con españolitos y portuguesitos, italianitos y otros tantos dejados de la mano del Dios de las barbaries... y así la vamos andando... de mal en peor, aún cuando te den el NOBEL por todo aquello no hiciste, que ni siquiera sos... ya estamos hartos que nos tomen el pelo... qué joder. Noviembre 10, 2012.-
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