El Gobierno lanza un contrato de aprendizaje diseñado para los 'ninis'
El nuevo modelo se dirige a jóvenes sin cualificar de 16 a 30 años, que tendrán que dedicar un 25% o 15% del tiempo a formación
A los tres años, la relación laboral se convertiría en indefinida
Báñez: "Esto no es un contrato basura como los de otras épocas"
El País Madrid 8 NOV 2012 - 14:42 CET
El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto que pretende implantar en España un esquema de formación profesional dual -por desarrollarse entre las empresas y el centro educativo- inspirado en el que se aplica en Alemania. Fátima Báñez, ministra de Empleo, señaló que el objetivo es la generación "nini", que ni estudia ni trabaja; dadas las elevadísimas tasas de paro entre los jóvenes que no tienen formación. Un millón de jóvenes que no han terminado la secundaria se encuentran en paro este año, según datos de la EPA.
El nuevo contrato de formación y aprendizaje tendrá una duración mínima de un año y máxima de tres años, pasado el cual se convierte en indefinido. El objetivo son jóvenes entre los 16 y 30 años, aunque Fátima Báñez dijo que la edad máxima se rebajará en el futuro a 25. Y destacó que el contrato tendrá la máxima protección social, incluida la cobertura por desempleo. "No se trata de un contrato basura como en otras épocas de este país", dijo, en velada alusión al plan de empleo juvenil de Felipe González que desembocó en la huelga general de 1988
La primera parte del texto, la del contrato para la formación y el aprendizaje, elaborado por el Ministerio de Empleo, regula un modelo alternativo a la educación reglada, que compatibiliza la formación con el trabajo, de manera que permite que un trabajador sin título pueda convalidar sus conocimientos con créditos de módulos de Formación Profesional de grado medio o superior.
La segunda parte, inspirada en el modelo alemán y desarrollada por el Ministerio de Educación, establece las bases de la Formación Profesional Dual en el sistema educativo, combinando los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa y en el centro de formación. Serán las administraciones educativas autonómicas las encargadas de firmar convenios con las empresas donde los alumnos reciban formación práctica y remunerada.
El tiempo de formación es un mínimo del 25% de la jornada durante el primer año; en los siguientes, del 15%. Los centros en los que podrá impartirla serán los de formación profesional existentes, los del sistema educativo general o la propia empresa si tiene un centro formativo homologado por el Inem. También estará prevista la formación a distancia por medios telemáticos y la empresa tendrá que designar un tutor responsable del itinerario formativo. Báñez detalló que es un contrato "fuertemente incentivado" con el objetivo de atajar la elevada tasa de paro entre jóvenes menos formados. Se bonificará el 100% de la cotización social a empresas hasta 250 trabajadores o 75% en las mayores. Si al terminar el contrato pasa a indefinido seguirá bonificado, en mayor medida si beneficia a una mujer.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que por primera vez formación y empleo "se articulan de manera coherente". Entre los objetivos, señaló "que haya más coherencia entre oferta y demanda, la entrada desde edad más temprana en las empresas y la adaptación del modelo a lo que funcionan bien en otros países de la Unión Europea"
La aplicación de una FP dual es un tema recurrente, en los programas electorales —el PSOE también hablaba de ella en el suyo—, ensayado también en autonomías como el País Vasco.
Según los expertos, el sistema alemán es de muy difícil implantación en España, porque requiere un número muy alto de empresas dispuestas a asumir una parte importante de su coste. En febrero, el ministro de Educación, José Ignacio Wert pareció rebajar su ambición: "Proponemos prestar apoyo al desarrollo de programas piloto [...] para ser capaces de construir un modelo de formación dual que, no nos engañemos, probablemente no pueda ser generalizado". Ayer afirmó que los programas piloto, más de un centenar en distintas autonomías, están funcionando de forma "extraordinaria".
¿Cómo es el modelo alemán? En realidad, la FP alemana está dividida en tres: más o menos la mitad de los estudiantes están en ese sistema dual; un 20% en la FP reglada con prácticas al final de los estudios (igual que en España) y el 30% están en heterogéneos programas de transición para que los alumnos con dificultades se reenganchen en alguno de los anteriores (algo así como los programas cualificación inicial y las casas taller españolas).
Mientras la FP dual está centrada en la industria y el comercio, la reglada completa el círculo con sectores como la educación, las sanidad o los servicios sociales. Esta segunda opción, aunque aún minoritaria, va ganando fuerza, explica el especialista alemán Hans-Peter Füssel en un reciente artículo. Pero, sin duda, la fortaleza de su sistema sigue siendo la parte dual, con una larguísima tradición dentro del potentísimo sector empresarial del país.
José Ignacio Wert reconoció que Alemania tiene un tejido empresarial más potente que el español, dominado por las pymes. Por eso miró a Suiza, que tiene una estructura más similar y donde las pequeñas y medianas empresas también recurren a este tipo de contrato. Suiza tiene la tasa de paro juvenil más baja de Europa: un 3,5%.
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