EDITORIAL
El drama del consumo droga en la provincia
Miércoles 19 de Enero de 2011 |
En diciembre de 2008, salió a la luz que en los barrios de la Costanera, ubicado en ambas márgenes del río Salí, los chicos que comenzaban a drogarse a los 10 años, parecían "cadáveres caminantes", según testimoniaban sus madres, que vivían con dramatismo cómo sus hijos se autodestruían, y se sentían impotentes para combatir a los "transas" que eran los que les vendían el paco. Las mujeres comenzaron su lucha pública en enero de 2009, luego de que asesinaran a un joven cuando intentaba comprar drogas. Desde entonces exigen respuestas al Estado. Las que logran convencer a algún chico que deje de consumir, buscan ayuda para internarlo en algún centro religioso fuera de la provincia porque, en Tucumán, sólo hay sólo centros ambulatorios y uno para internación en Las Moritas, cuya capacidad es sólo para 21 pacientes que no tengan causas penales.
Un juez de menores dijo que la situación es dramática y que reciben entre ocho y diez casos diarios de chicos que tienen un alto grado de adicción al paco. Sostuvo que en 2009, lo visitaron funcionarios del Siprosa y se comprometieron a a trabajar en conjunto para ver qué destino les daban a los pacientes agudos. Desde entonces aún aguarda una respuesta concreta. El magistrado afirmó que los hospitales Obarrio, Avellaneda e institutos privados ayudan, pero con eso no alcanza porque ofrecen tratamientos ambulatorios y hay casos de chicos que se están muriendo y necesitan un lugar para ser internados.
Desde 2009 un grupo de seminaristas de la parroquia ubicada en La Costanera comenzó a trabajar con la gente y visita la casa de los vecinos para escuchar sus necesidades. El vicario general de la arquidiócesis dijo que la realidad de los jóvenes es muy dura; no hay espacio para ellos en el barrio y es difícil conseguir lugares en los que puedan hacer cosas recreativas para alejarse de las sustancias. Señaló que esta situación, unida a la pobreza extrema en la que viven, torna muy compleja la problemática. Expresó que las áreas que más deben reforzarse en estos barrios tienen que ver con la salud y el desarrollo social.
La ministra de Desarrollo Social desmintió a las madres que en La Costanera no se haya hecho nada. Habló de la formación de una mesa de gestión en la que los vecinos discuten sus necesidades y destacó que desde hace más de un año funcionan tres talleres recreativos como parte del Programa Vida, que ayudan a los chicos a mantener su tiempo ocupado y a alejarse de las drogas. Por otro lado, les brindan a las madres asistencia económica para trasladar a sus hijos a otras provincias, donde funcionan centros de internación de adictos.
Lo más asombroso es que en abril pasado, la Legislatura sancionó por unanimidad la primera ley general para la prevención y asistencia a las adicciones. Entre sus puntos salientes proponía, desde una manera integral, abordar la investigación, el tratamiento y la reinserción social, entre otros aspectos, con especial detenimiento en programas para los presos y los menores en conflicto con la Justicia. Se debía conformar el Consejo Provincial de las Adicciones con representantes de todos los sectores del Estado que les compete intervenir en la problemática: Educación, Salud, Seguridad, Desarrollo Social, ONG, universidades. Sin embargo, no entró en vigencia porque la Secretaría de Prevención de las Adicciones no constituyó el consejo.
Es inexplicable que una herramienta fundamental para combatir este flagelo social que está enfermando a una parte de nuestra niñez y juventud en toda la provincia, siga durmiendo en un cajón. O la clase dirigente vive en otra provincia o país o la indiferencia por el sufrimiento del prójimo es enorme o los intereses creados son demasiados poderosos. No se entiende semejante dilación.
La Gaceta - El drama del consumo droga en la provincia
el dispreciau dice: produce estupor ver como el estado está ausente para aquello que le conviene. Le conviene acrecentar la pobreza, y hace todo para que ello suceda... le conviene acrecentar la inseguridad, y hace todo para que ello suceda... le conviene depredar los recursos naturales, y hace todo para que ello suceda... le conviene desintegrar la salud pública, y hace todo para que ello suceda... le conviene destruir la educación pública, y hace todo para que ello suceda... y por qué no, le conviene imponer y diseminar el consumo de estupefacientes, y hace todo para que ello suceda. Eso que hace el estado ausente, se traduce como "terrorismo de estado" ya que ese mismo estado invade la propiedad privadsa a través de mecanismos de poder, sometiendo las voluntades públicas y deformando los valores sociales, sumiendo a la sociedad en un burn out que no es reversible. Para ello cuenta con socios temibles. En primer lugar cuenta con una clase política que respalda la conducta global, mirando siempre para otro lado. Imponiendo criterios facilistas y falaces tales como transferir las urgencias a la necesidad de renovar autoridades políticas dentro del marco democrático, las que luego de ser elegidas propondrán el eterno más de lo mismo... No es lo único. Detrás cuenta con la apoyatura gerenciadora de todas las fuerzas de seguridad del país, incluyendo en policías y demás... todas encolumnadas junto con una jurisprudencia falsa que protege a los malos en desmedro de los buenos, imponiendo una vez más la plena vigencia del anti-valor y el exterminio de las garantías constitucionales, esas que se dibujarán cada vez que la víctimas reclamen, para luego acordar con los medios el instalar las dudas suficientes como para deformar su calidad de víctima y salvaguardar los intereses supremos de la caja y luego, inmediatamente, poner a resguardo los "trabajos" de los delincuentes, que seguirán libres y protegidos. Todo empeora cuando las víctimas de este juego macabro son niños y adolescentes cuyos cerebros se están vaciando. Pasan a pertenecer al submundo del hampa y se someten de por vida a ser manipulados por el estado omnipotente, lleno de fantasmas e incapaces y negligentes... De este modo, Argentina está vacía de futuro. Cada día que pasa los ciudadanos se ven disminuidos en sus destinos, al tiempo que el estado está cada vez más ausente, empleando para ello a gobernadores socios de "amigos" de lo ajeno... intendentes funcionales al narcotráfico y el narcolavado... y una vez más, el conjunto de variables que no ven secuestros, no ven vejaciones, no ven violaciones, no ven desapariciones, no ven nada. Nuevamente se instala la visión del "terrorismo de estado", ése que consume a las falsas democracias. Argentina es un buen ejemplo y le ha facilitado el trabajo al narcotráfico que se ha instalado con fuerza extrema, aportando dineros para salvar empresas y modelos quebrados a cambio de consumir almas endebles. Esta inducción de calamidades tiene nombres y también apellidos, bien conocidos. Sucede que la clase política, se caracteriza por estar vacía de neuronas y llena de avaricias que se han transformado en angurrias de poder y de dinero. La corrupción domina y es suficientemente entretejida como para brindar seguridad a la "gran falacia" que vende ilusiones a cambio de dignidades. Pero la mayor parte de la sociedad argentina ya no está en capacidad de establecer dónde radica la diferencia, y la hoguera que creó el estado ausente la consume, así no más. Mientras cada uno se guarda en lo que queda de su derecho ciudadano, el estado ausente y sus mecanismos destructores avanzan hacia el exterminio definitivo del estado de derecho. Así como hubo un década donde se confundieron ideas con ideologías, asesinando a las primeras y dejando vivas a las segundas... hoy transitamos una etapa donde se impone el exterminio de las voluntades individuales y sociales... no crea el pueblo argentino que esto es diferente a un campo de concentración, pero peor aún, no crea el pueblo argentino que esto es distinto a la filosofía del exterminio que caracterizó el siglo XX. Cuidado. Enero 19, 2011.-
Cancer Nanotechnology
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