domingo, 30 de enero de 2011

La Gaceta - Del Central Park al parque 9 de Julio

EDITORIAL
Del Central Park al parque 9 de Julio
Domingo 30 de Enero de 2011 |


Los hombres del pasado tenían conciencia de la importancia de los espacios verdes como lugares ideales para el esparcimiento, donde se podía permanecer alejado de los ruidos urbanos y gozar del contacto con la naturaleza. Ese espíritu llevó a los candidatos a gobernar la alcaldía de Nueva York en 1850 a proyectar la construcción de un parque que en la actualidad, recibe 25 millones de visitantes al año. En 1856 se pagaron 5,5 millones de dólares por una extensión de tierra que entonces estaba llena de granjas y campamentos de colonos, y que era utilizada mayoritariamente como basurero y dos años después, Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux ganaron el concurso para la erección del Central Park. En 1857 se presentaron 35 planos al concurso convocado por la ciudad donde el ganador fue el Greensward Plan, de Frederick Law Olmsted y el arquitecto Calvert Vaux.

El paseo público ubicado en el corazón de Nueva York ocupa 3.4 kilómetros cuadrados (340 hectáreas) y recorre 50 manzanas, comprendido en un rectángulo de 4 kilómetros de largo por 800 metros de ancho. Tiene varios lagos y estanques de apariencia natural y un reservorio de 43 hectáreas con una pista de atletismo que lo rodea, caminos extensivos, plazuelas y dos pistas de patinaje de hielo. En 1959, el director y productor teatral Joseph Papp pidió que se construyera un anfiteatro. En 1962 Papp inauguró el Teatro Delacorte, con capacidad para 2.000 personas, donde se realizan desde entonces los festivales veraniegos de "Shakespeare en el Parque". La Filarmónica de Nueva York brinda un concierto al aire libre cada verano en el Great Lawn (un óvalo de césped que alberga ocho canchas de béisbol) y la Ópera del Metropolitan interpreta dos óperas. También se montan recitales de otros géneros musicales.

Tucumán no fue menos -en ese entonces- que su colega norteamericana. En 1898, Alberto León de Soldati presentó un proyecto a la Legislatura para la creación del parque 9 de Julio, cuya inauguración se concretó el 23 de setiembre de 1908, durante la gobernación de Luis Nougués. Se expropiaron 400 hectáreas, cuya mayor parte estaba cubierta por pantanos. Fue el arquitecto francés Charles Thays quien se ocupó de su diseño. Por iniciativa de Juan B. Terán se adquirieron en Europa más de 60 réplicas de esculturas famosas como la Venus de Milo. En 1962 se proyectó la construcción de un anfiteatro, pero la obra se fue postergando y modificando en el tiempo hasta que, finalmente, en setiembre de 1976 se inauguró el Palacio de los Deportes, que fue empleado durante algún tiempo para espectáculos musicales. Por la falta de uso y por el abandono, el auditorio techado comenzó a deteriorarse.

Si se lo restaurara convenientemente y se diera solución al problema acústico, el Palacio podría cumplir una función cultural muy importante durante el verano, similar a la del Teatro Delacorte. Se podría montar un festival con un repertorio que fuera desde Shakespeare y Molière hasta Vacarezza, Discépolo y dramaturgos locales. La Provincia cuenta con un cuerpo estable y hay decenas de grupos independientes de teatro que podrían sostener una programación durante enero y febrero. El auditorio es techado de manera que las lluvias estivales no serían un inconveniente. Se llegaría al público en forma masiva (tiene capacidad para 5.000 personas), brindándole clásicos del teatro universal. También podrían realizarse allí espectáculos musicales. Hasta se podría explotar como una atracción turística en la ciudad que durante el verano tiene escasas opciones culturales.

Tucumán tiene lo necesario. Sólo se necesita amor por la cultura y el deseo de educar entreteniendo al pueblo, como alguna vez logró el ciclo "Teatro en la calle" que impulsó la Municipalidad capitalina en el retorno de la democracia.
La Gaceta - Del Central Park al parque 9 de Julio


el dispreciau dice: entre las inconductas propias de la política y sus expresiones degradantes de la condición humana están aquellas relacionadas con el conocimiento y con el medio ambiente, ambos polos desconsiderados hasta el hartazgo y exacerbados a través de decisiones que evidencian un "temible complejo de inferioridad" que demanda ser compensado con desprecios y atropellos a los ciudadanos comunes (mortales, como suelo llamarlos). Para la clase política todo aquello que representa conocimiento, cultura, formación, información cualificada, es mala palabra porque revela "pensamiento" colectivo y ello es altamente peligroso, ya que puede despertar a la rebelión en masa. Así lo entendían las dictaduras militares de cualquier tiempo, el propio imperio del balcón con personajes de caricatura devenidos en estadistas, las frivolidades manzaneras de la década infame y sus fantasmas devenidos en héroes de cómic, y desde luego se extiende hasta aquí donde se habla de ciencias, conocimientos, cultura y numerosos etcéteras, para lo cual el estado ausente compra las dignidades de artistas y de investigadores, que cambian figuritas por cámara y mediatismos
baratos... cosa que no hace ni a la cultura, mucho menos a las ciencias, nada que ver con el conocimiento y sólo se limita a ofrecer "circo" a una masa informe y deforme por inducción estatal... esto se traduce en: "te destruyo la educación pero te someto a través de vanalidades"... curiosamente, detrás de discursos sobre la defensa del medio ambiente, los intendentes suelen arrasar con cualquier ártol, bosque, espacio verde, monte, selva, siempre argumentando razones de estado, las que desde luego son mentiras mucho menos que piadosas, y que sólo pretenden favorecer la depredación y la corrupción de la caja política. No hay diferencia entre este estado ausente y aquellas dictaduras militares, a ninguno (por caso) les ha importado el país como prioridad estratégica y junto con ello han desconocido a la ciudadanía como un todo. Aquellos con uniforme solían no escuchar y no atender, nada diferente a lo que sucede ahora. En ambos planos anidaba y lo hace la soberbia recalcitrante, propia de los pobres de alma. Podrán ir a la iglesia a poner rostro de circunstancia, pero eso no los hace santos y ni siquiera los acerca a Dios, aún cuando los "miseros" piensen o digan lo contrario, ya que ellos mismos fabrican y viven de las pobrezas de los otros sin dar nada a cambio... En este concierto, una vez más desafinado y común a las barbaries medievales, Argentina se debate entre la obsecuencia y la mentira donde el ninguneo está a la orden del día. Caminar por la Argentina implica revelarse a sí mismo que gobernadores e intendentes, así como sus lacayos los legisladores de cualquier orden y factor, son funcionales a la destrucción sistemática del medio ambiente tanto como de la destrucción de la educación pública... si quieres educación, deberás pagarla... si quieres salud, deberás pagarla... y si no tienes o no dispones para ello, deberás asumir que el estado existe para "cobrar" y "facturar", depredar, robar, punir, asaltar, nunca para proveer, mucho menos para asistir a nadie... Así las cosas, comparar el verdadero primer mundo con esto pretendientes a dioses es parte de la entelequia argentina de creernos siempre más que los demás... No es el que el primer mundo esté mejor que nosotros, por el contrario, están peor que aquí porque la corrupción es mayor, aunque más sofisticada y enaltecida por los mecanismos del poder... El atropello al medio ambiente fue creado por aquel primer mundo donde la prioridad está en el banco, nunca en las gentes y jamás en sus suelos, aires y aguas... Por ello, los aprendices de brujos, pretendientes del poder supremo, con escaso tiempo para ejercer sus depredaciones, no escatiman esfuerzos en llevarse puesto cuanto encuentran a su paso. La lamentable consecuencia es igual allá que aquí, aunque justo es reconocer que difieren los escenarios... allá todo es bello y ordenado... mientras que aquí, la basura nos tapa, los cartones nos caracterizan, y las miserias crecen y nos exaltan, revelando dónde estamos en verdad. Entre dicotomías y paradojas la sociedad humana de mortales pasa desapercibida para la clase política, aquí o en Rusia, allá o en Europa, en las antípodas o en los Estados Unidos de Norteamérica... mientras ello ocurre, el verdadero problema, aquel por el que no se hace nada, crece y ése, justamente ése, será el que determinará el quiebre, cambio, o como se lo quiera llamar... aún cuando los ignorantes no lo quieran admitir. Enero 30, 2011.-

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