Buenos días, Victor Norberto (el dispreciau):
Hoy se me han quitado las ganas de desayunar. Te acompaño y hablamos, pero se me ha cortado la digestión con esta noticia que me trae el director de Actuall, Nicolás de Cárdenas, a la mesa de la redacción y que hoy te adelanto por ser suscriptor de El Brief. Bueno, te acompaño con una manzanilla -que no sé si tiene evidencia científica, pero a mí me sienta divinamente cuando me duele la barriga-.
Los políticos usan a la mujer, te digo porque es la conclusión a la que hemos llegado en Actuall tras saber que las pulseras telemáticas para el control de los agresores que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su feminista radical María Teresa Fernández de la Vega pusieron en marcha cuatro años después de aprobada la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género (LOIVG) ¡NO FUNCIONAN!
Según nos cuenta De Cárdenas en esta pieza informativa de hoy, la gestión de las pulseras telemáticas como elemento de protección de mujeres amenazadas por varones es "el elemento material, objetivo y cuantificable que demuestra que los gobiernos de España no tienen la menor intención de proteger efectivamente a las mujeres en situación de riesgo", tal y como señala un informe que recoge Actuall.
El caso es que las 3.000 pulseras telemáticas se compraron en 2008 con tecnología obsoleta, están infrautilizadas y son por tanto, en su mayoría, inservibles. Casi dos tercios no funcionan por irreparables o porque han sido extraviadas o robadas.
¿Por qué creo que De La Vega es una feminista radical? Porque impuso la agenda de género a Zapatero, quien llegó a declararse feminista, y convirtió en ley la ideología de ‘género’.
Los logros históricos de las feministas en materia de igualdad son incuestionables, pero no podemos ir a la deriva de un feminismo radical que considera que por proponer derogar la ley soy fascista y estoy en contra de que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres. Este feminismo radical resulta totalmente rancio en el año 2019. ¡Claro que creo en esto!
Me pregunto, ¿no hay mayor igualdad que equiparar a hombres y mujeres ante la ley? Todos debemos tener las mismas garantías ante la ley, cosa que no está ocurriendo, tal y como se ha constatado, en el actual marco legislativo.
La violencia de ‘género’ discrimina al varón. Hay hombres violentos y fuertes y existen mujeres violentas más fuertes que algunos hombres. La ley no contempla la presunción de inocencia del varón, ni protege, por ser varones, a niños, jóvenes, hombres o ancianos de sus maltratadores, que -en ocasiones- son mujeres. Además, en lo que se refiere al castigo penal al autor de un delito, el mismo hecho tiene una pena distinta para varones que para mujeres.
Además. ¿protege la ley de violencia de género a todas las mujeres españolas? La respuesta en que no. Si la violencia se produce entre lesbianas, la mujer no está amparada por esta ley porque la violencia no viene de la mano de su pareja varón. Si la violencia es de un hijo a su madre, tampoco. Tampoco se juzgaría mediante la Ley Orgánica Integral de Violencia de Género (LOIVG) la violencia de madres hacia sus hijas.
Hay que acabar con la lacra de la violencia machista. Los medios de comunicación tienen que hablar de las mujeres que son asesinadas o maltratadas por sus parejas o ex parejas, pero no puede haber un silencio informativo cuando son los varones quienes sufren la violencia de las mujeres.
¡Pedir su derogación no implica un recorte en los derechos de las mujeres!
Todas las conductas violentas en el hogar son reprobables y algunas son criminales, pero tenemos que educar en el respeto a hombres y mujeres por igual y tenemos que derogar esta ley y sustituirla por una contra la violencia intrafamiliar o doméstica.
Asimismo, mediante esta ley se juzgan casi todos los casos de violencia del hombre hacia la mujer. Pero no todos ellos están motivados por el odio del varón hacia la mujer por su condición de ser mujer; muchos provienen de un conflicto por una causa específica y no porque el agresor sea misógino.
Además, como no sabemos cuántos géneros hay porque habría que aplicar esta clasificación a la ley. ¿Sería violencia de género que una mujer, hormonándose en su tránsito a ser varón, golpeara a su pareja hembra? ¿Sería violencia de género que un varón de género fluido agrediera a su pareja hembra? ¿Cómo saber si en el momento de la agresión era varón o hembra? No interesa hablar del número de ‘géneros’ -que ya no sabemos ni por cuántos van- porque no se puede aplicar a las leyes.
Y de las denuncias falsas, hablamos otro día.
Feliz sábado.
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