viernes, 17 de agosto de 2012

CARCOMIENDO AL CIUDADANO || Senadora María Eugenia Estenssoro » Archivo del weblog » La prensa en riesgo

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La prensa en riesgo

Por María Eugenia Estenssoro / 14 de August de 2012

Comparto el artículo que la Senadora Nacional Norma Morandini publicó hoy en el diario La Nación

Los periodistas no son empleados públicos
por Norma Morandini | Para LA NACION



“¿Por qué el primer acto de las tiranías es imponer la censura? Precisamente para cancelar la crítica, el control y las limitaciones al poder que entrañan esas críticas y ese control. La historia de la Argentina está atravesada por ese gesto torpe y brutal que es cancelar la libertad de expresión, consagrada ampliamente por la normativa universal de los tratados internacionales de derechos humanos y por nuestra Constitución. Nuestra herencia autoritaria distorsiona ese derecho: se sabe ejercer el poder, pero no sabe gobernar con el poder de la ciudadanía.

“¿Por qué la actividad periodística está tan protegida constitucionalmente? Desde 1948, cuando en su artículo 19la Declaración Universal de los Derechos del Hombre consagró como derecho que ninguna persona puede ser molestada o perseguida por la libertad del decir, toda la normativa internacional que los países democráticos han ido incorporando a sus Constituciones han profundizado esa protección. Un periodista no está obligado en los tribunales a revelar cómo consiguió la información; se derogaron los llamados delitos de prensa como el desacato y la calumnia y la injuria; la cláusula de conciencia con la que cuentan en la mayoría de los países democráticos los protege de los cambios editoriales de las empresas.

“¿Por qué semejante protección? No porque los periodistas sean privilegiados, sino porque sirven a un bien superior: el derecho de las sociedades a ser informadas. De modo que la información es un derecho que los gobernantes democráticos están obligados a garantizar. La información no debe ser una mercancía, pero tampoco propaganda de los gobiernos.

“Pero si el periodista no puede ser censurado previamente porque se admite la responsabilidad ulterior, debe saberse también que la única limitación a la libertad de expresión es la responsabilidad. No son las leyes las que reglamentan la ética de los periodistas, sino los códigos deontológicos que se dan a sí mismo los periodistas en el mundo democrático desarrollado. Un debate incipiente entre nosotros pero que impulsa FOPEA, el principal foro de periodistas de nuestro país, y debiera ser materia de estudio en las escuelas donde se forman los periodistas.

“Las organizaciones de periodistas -de las que tuve el honor de formar parte-, al igual que las de derechos humanos, fueron contrariando el miedo que había en la sociedad y ganando para todos espacios de justicia y libertad. Así, hubo organizaciones en nuestro país que consiguieron para la prensa la eliminación de la figura del desacato y los delitos de calumnias e injurias cuando las expresiones se refieren a asuntos de interés público.


“En ese sentido, vale preguntarse quién se ocupa de las cuestiones de interés público, si no es la prensa. Y es ahí donde debiéramos debatir: ¿qué es de interés público, las mentiras de alcoba de un funcionario o las mentiras en lo que nos es común a todos, la política? Cuando hablamos de la prensa, debemos pensar en el valor del término y no en periodistas concretos que a veces nos molestan por lo que leemos en un diario, escuchamos en la radio o vemos por televisión. La prensa es la que actúa de mediadora entre el Estado y la ciudadanía; por eso se habla de “medios”. El “cuarto poder” no se le debe adjudicar a la prensa, sino a lo que debe servir, la ciudadanía.

“En nuestro país, la herencia autoritaria no erradicó la confusión entre prensa y propaganda, empresa con prensa y, lo que es más grave, equipara a un periodista con un funcionario público. Los periodistas no son empleados públicos, sino servidores del público, la ciudadanía. No son empleados del poder, sino empleados de la ciudadanía.

“Hoy se nos enrostra que existe libertad de decir; sin embargo, no se reconoce como censura el hecho de que desde el poder se distribuya la publicidad oficial de manera discrecional, se niegue la información pública -inherente a una democracia transparente- y, sobre todo, perviva la concepción antidemocrática de creer que es el gobernante el que concede la palabra y no que la libertad de expresión es inherente a la condición humana. A no ser, claro, que se viva bajo una tiranía.

Si los argentinos no sabemos defender la libertad que nos corresponde por derechos constitucionales, nos terminaremos arrodillando como esclavos ante los que exhiben la fuerza porque carecen de razón. Es un momento crucial para que demostremos nuestro compromiso con la democracia, no con las personas concretas. Hoy es Clarín y LA NACION, mañana puede ser cualquier periódico que moleste al poder. Los diarios no son mercancías. Portan valores simbólicos, culturales. Portan libertad, la que deben tener los ciudadanos para decidir si leen o no esos diarios.

Vivimos un momento bisagra entre consolidar la democracia o retroceder a los casilleros del autoritarismo que recorren nuestra historia reciente, y por eso nadie puede eludir la condena a los ataques a la prensa sin correr el riesgo de tornarse cómplices de esa concepción antidemocrática que confunde prensa con propaganda, escribas del Gobierno con periodista. Quien no aprecia la libertad termina actuando como un esclavo.”.



(El resaltado es mío)


.el dispreciau dijo:

  1. Mi estimada Senadora Nacional María Eugenia Estenssoro: transitamos horas donde todo se muestra alterado, lo suficientemente alterado como para tergiversar valores y perspectivas, y confundir las visiones ciudadanas. Todos, de una u otra formas colaboramos para que así sea, y ello no se muestra sólo en nuestro país, sino en todo el mundo, incluyendo en ello a los supuestos líderes de la democracia. ARGENTINA no escapa a dicho concierto desconcertante de trágicas contradicciones. La información está hoy más manipulada que nunca antes… manipulada por visiones antojadizas, y antes de ello, manipulada por conveniencias sectoriales de personas, empresas bajo la tutela de corporaciones, e incluso por mecanismos donde una significativa porción del periodismo, descalifica intencionalmente a las víctimas para salvaguardar los intereses de los victimarios. El periodismo muestra lo que le conviene al "negocio" y su relato se condice o se calibra con éste (negocio) y sólo con él, por ende el mensaje desciende hacia la gente mostrando "verdades" a escala o apenas reflejos de ellas...
  2. El periodismo entonces, deja de cumplir su rol social y pasa a ser funcionalmente operativo a aquellas conveniencias y sus otros intereses que denigran la condición humana de las personas según los oportunismos de poderes ocultos. La visión es entonces aberrante… el estado ausente no hace nada por nadie… y el cuarto poder hace lo propio, usando y abusando de las miserias humanas manipuladas injustamente para su propio provecho. En general, cuando el que usa y abusa de la información permanece impune, se sabe seguro y protegido por las corporaciones que publican lo que se les antoja según "venda espacios o no"... dejando poco lugar para la noticia en sí misma... y más tarde ofreciendo versiones sesgadas de relatos que pocas condicen con el mensaje original y sus sentidos y sentimientos. Dicha manipulación prioriza la conveniencia de la empresa editorial por sobre la noticia en sí misma, lo que sigue es más aberrante aún, cuando el protagonista cumplió con su tarea de exposición, se transformará en doble víctima, la de su circunstancia y la de la manipulación de los medios.
  3. Así como el mundo humano está atrapado por las desidias de economías perversas, también lo está de las ideologías perimidas, que dicen defender un modelo republicano y/o democrático a partir de la manipulación de los derechos ciudadanos de los “otros”, en beneficio de unos pocos. Argentina no es la excepción a dicho paisaje… el poder en cualquiera de sus formas miente despiadadamente y las gentes sobreviven como pueden… bajo el signo de una inseguridad fabricada desde el estado ausente y sostenida por los medios corporativos, ya que a ambos les conviene la discrecionalidad de la justicia… bajo el signo de una "justicia" disfrazada de derechos humanos pero vestida de clara “injusticia” hacia las víctimas genuinas… bajo el signo de una economía sustentable que mantiene esclavizada a toda una sociedad, salvaguardando los intereses de unos pocos “amigos” del poder, que siempre se quedan con la tajada de rey… bajo el signo de una educación pública arrasada y derruida… bajo el signo de una salud pública carcomida desde el mismo estado ausente que declama una cosa para luego hacer otra distinta. En dicho concierto, el periodismo que se exhibe da pena y produce vergüenza ajena, sea de la ideología que se quiera… ya que cuando se hace necesario defender permanentemente una posición, dicha posición es eminentemente débil y forzada. Esta batalla de conveniencias no le hace bien al país, y mucho menos a su sociedad… No está claro que los periodistas sean censurados, ya que en los medios se apela a cuanta argucia hay para manipular los contenidos... curiosamente, los periodistas que responden a corporaciones de medios, sólo hacen lo que indican los propietarios de los mismos (medios), y no lo que profesionalmente corresponde. Los ejemplos son muchos, tantos que avergüenzan al ciudadano... de allí en más nada es creíble.
  4. Cuando el estado político despierte de su ausencia, así como cuando los medios lo hagan de sus conveniencias, recién allí comenzaremos a tomar entidad de “nación”… algo que los argentinos recitamos… pero que en verdad no sabemos de qué se trata, comenzando por la propia clase política que ha perdido la capacidad de lectura de los mensajes que se envían desde la condición ciudadana, y siguiendo por el periodismo oportunista, al que la víctima le importa un bledo, sea quién sea.
  5. ARGENTINA es un país de sordos, donde los ciegos son excluídos y expulsados del modelo... el estado ausente no ve ni tampoco escucha, ya que se mueve explicando sus "sensaciones", que nada tienen que ver con la realidad. Cuando me refiero al "estado ausente", hablo de toda la clase política, funcionarios políticos y hasta la propia función pública, una verdadera máquina de impedir que se burla de cualquiera en nombre de un patria virtual... nada distinto a lo que cursa en las corporaciones de medios, donde todos mienten según los intereses que defienden. Traducido: el ciudadano argentino no le importa al estado ausente y mucho menos a los medios periodísticos... alcanza con pretender leer un diario (si es que así se les puede calificar)... o simplemente, prender el televisor.
  6. El éxito de cualquier ESTADO... pasa sólo por los anónimos y desconocidos... cuando logren entender eso, entonces sí seremos una verdadera ARGENTINA.
  7. Más aquí o más allá, la disputa entre el Poder Ejecutivo Nacional y el Grupo Clarín aparece como inoportuna, más que inoportuna anacrónica, más que anacrónica ridícula, más que ridícula patética... en dicha pelea, sólo se denigra a la ciudadanía argentina, más allá de cualquier razón. Y el problema reside en las partes, ambas.
  8. Dicho sea de paso, lamento que haya ejercido censura sobre mi comentario en su blog, ello demuestra que Usted tampoco concibe la libertad del pensamiento.
    Un cordial saludo
    el dispreciau (harto de los ninguneos de intendentes, gobernadores, funcionarios públicos, y militantes que se creen dueños de la vida de los demás [mortales])

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