martes, 28 de agosto de 2012

CUANDO SE TERMINAN LAS PALABRAS ► Comunidad El Pais » El Pobrecito Hablador » ¿Insumisión, objeción o desobediencia civil como armas contra la oligarquía financiera?

Comunidad El Pais » El Pobrecito Hablador » ¿Insumisión, objeción o desobediencia civil como armas contra la oligarquía financiera?

Sobre el autor de este blog

Salvador Moreno Valencia (Setenil de las bodegas 1961 -Cádiz-) de formación autodidacta, escribe poesía, novela, relato y artículos de opinión.
Dirige la revista LetrasTRL, es editor de El Diario de Alvaeno y fundador de Ediciones Alvaeno.
Su primer libro "Una puerta en el laberinto" se publicó en 2004, año en el que ocurre el acontecimiento más importante de su vida: el nacimiento de su hijo Leo Zacarías.
Desde entonces ha publicado trece libros.
En marzo de 2011 su libro Hilos rotos para una marioneta fue finalista del I Casting Literario organizado por OnLine Studio Productions para la App Store.
En el mismo mes de marzo se publica su novela Santa Compaña que ha estado durante el 2011 entre los diez libros más vendidos de Casa Eolo libros.
Más información sobre el autor: http://alvaeno.com/salvabiografia.htm

El Pobrecito Hablador
A Larra




28 Ago 2012

¿Insumisión, objeción o desobediencia civil como armas contra la oligarquía financiera?

Escrito por: Salvador Moreno Valencia el 28 Ago 2012 - URL Permanente
Por Peter Magnus

Esta semana quiero seguir haciendo un llamamiento a todos los ciudadanos afectados por las políticas económicas neoliberales que impone la oligarquía financiera que está asestando un duro golpe a la clase obrera, a todos los cuerpos de funcionarios, a los parados, a los jubilados, a todo lo público en favor de sus intereses mercantilistas, usureros y mafiosos. Es hora de levantarse, de erigirse contra el oligopolio que sin escrúpulos usando artimañas pretende acabar con la poca democracia que todavía queda en algunos rincones del planeta.
Pero es aquí en España donde mi interés se centra, entre otras cosas, porque es mi tierra, es mi hogar, es mi vida y no quiero que me arrebaten ninguna de las tres: Tierra, hogar y vida.
Haré referencia a la decisión tomada por el colectivo médico en el que más de mil quinientos de ellos se han declarado insumisos ante la ley con la que el PP pretende privar de un derecho elemental, como es la atención sanitaria, a una parte de la ciudadanía que reside en España “irregularmente”. ¿Por qué existen en el siglo veintiuno personas “ilegales”, “irregulares”? Muy sencillo: porque al oligopolio le conviene la mano de obra barata y pagar en dinero negro. Pero ¿Quiénes son ese oligopolio? Muy sencillo: las grandes empresas que pertenecen a una minoría que se ha enriquecido, y que se enriquece, a costa de crear miseria, de especular con todo lo que tiene a su alcance: seres humanos, tierra, alimentos, hipotecas, transportes, petróleo…
Pero además de los médicos, la red pública la integran otros profesionales: administrativos, enfermeros, técnicos de laboratorio... Si todos ellos se autodenominaran objetores, insumisos, desobedientes civiles, y crearan una red paralela al sistema que pretende obligarlos a perder todos sus derechos no ya como ciudadanos, sino como seres humanos. Por ejemplo si tenemos en cuenta el código deontológico médico*, estaríamos ante la clave que impide aplicar la ley que pretende privar a miles de seres humanos del derechos a Sanidad gratuita.
Leamos un extracto del juramento de Hipócrates, y una oración de Maimónides, para saber de qué estamos hablando:
“JURAMENTO DE HIPÓCRATES:
ME SERVIRÉ, según mi capacidad y mi criterio, del régimen que tienda al beneficio de los enfermos, pero me abstendré de cuanto lleve consigo perjuicio o afán de dañar. Y CADA VEZ QUE entre en una casa, no lo haré sino para bien de los enfermos, absteniéndome de mala acción o corrupción voluntaria.”
“ORACION DE MAIMONIDES
Oh Dios, llena mi alma de amor por mi arte y por todas las criaturas. Que no admita que la sed de ganancia y el afán de gloria me influencien en el ejercicio de mi arte, porque los enemigos de la verdad y del amor de los hombre podrían fácilmente hacerme abusar y apártame de hacer bien a tus hijos.
Sostén la fuerza de mi corazón para que esté siempre pronto a servir al pobre y al rico, al amigo y al enemigo, al bueno y al malo. Haz que no vea en el hombre más que al que sufre.
Que mi espíritu se mantenga claro en el lecho del enfermo, que no se distraiga por cualquier pensamiento extraño, porque grandes y sublimes son los progresos de la ciencia que tienen como finalidad conservar la salud y la vida de todas las criaturas. Haz que mis pacientes tengan confianza en mí y en mi arte y que sigan mis consejos y prescripciones.
Aleja del lecho de mis pacientes a los charlatanes, al ejército de parientes que dan mil consejos y a aquéllos que saben siempre todo; porque es una injerencia peligrosa que, por vanidad, hace malograr las mejores intenciones y lleva muchas veces a la muerte.
Si los ignorantes me censuran escarnecen, otórgame que el amor de mi arte, como una coraza, me torne invulnerable, para que pueda perseverar en la verdad sin atender al prestigio, el renombre y a la edad de mis detractores.
Otórgame, Dios mío, la indulgencia y la paciencia necesaria al lado de los pacientes apasionados o groseros. Haz que sea moderado en todo, pero insaciable en mi amor por la ciencia. Aparta de mí la idea de que lo puedo todo.
Que pueda hoy descubrir en mi saber cosas que ayer no sospechaba, porque el arte es grande pero el espíritu del hombre puede avanzar siempre más adelante.”
Si hemos de tener en cuenta estos textos, hay que reconocer que el gobierno del PP –fiel lacayo de la oligarquía mundial-, está cometiendo un grave delito que atenta contra la Salud Pública, por tanto debemos denunciarlo por atentado a esa Salud Pública. Y esta guía que a continuación transcribo lo especifica bien claro:
GUÍA DE ÉTICA MÉDICA**
Capítulo II
PRINCIPIOS GENERALES(Las negritas son mías).
Artículo 5
1.‐ La profesión médica está al servicio del ser humano y de la sociedad.
Respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad son los deberes primordiales del médico.
2.‐ El médico debe atender con la misma diligencia y solicitud a todos los pacientes, sin discriminación alguna. 3.‐ La principal lealtad del médico es la que debe a su paciente y la salud de éste debe anteponerse a cualquier otra conveniencia. El médico no puede negar la asistencia por temor a que la enfermedad o las circunstancias del paciente le supongan un riesgo personal.
4.‐ El médico jamás perjudicará intencionadamente al paciente. Le atenderá con prudencia y competencia, evitando cualquier demora injustificada en su asistencia.
Creo que estos seis puntos de la guía no dan lugar a las dudas, y somos los ciudadanos los que debemos, junto a los médicos, en este caso, denunciar los ataques que mediante decreto ley pretenden llevar a cabo estos políticos sin escrúpulos. Y en “éstos políticos” no hay una generalización, estas dos palabras señalan a un tipo de políticos corruptos cuyos intereses propios están por encima de los del pueblo, no todos los políticos son corruptos, y no vamos a caer en las propuestas que corren por las redes de que debemos acabar con las “clase política”, si lo hacemos solo conseguiremos una cosa: UNA DICTADURA.
Motivos no nos faltan para NO seguir tolerando este asalto, esta estafa, este robo que están perpetrando esos oligopolios con la connivencia de ésos políticos, en contra de las clases menos favorecidas: ¿Siempre han de pagar los inocentes?
Sin duda doy mi apoyo a las acciones que está llevando a cabo el SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores/as), porque nos está demostrando que se puede luchar y que se pueden conseguir cambios si todos nos unimos en la lucha.
Pero para que las cosas cambien tendremos que seguir unos pasos; he tomado este texto de Marisa Peña, Profesora de Lengua castellana y Literatura en Madrid que nos invita a reflexionar y a tener las cosas claras para que la revolución fragüe:
“Sin ideología, sin política (apelando al sentido etimológico de la palabra que nos legaron los griegos), no puede haber revolución. La revolución no es sólo protesta y pataleo, no es sólo correr hacia delante. Debe haber un objetivo claro, una concepción del mundo, de la economía, del reparto de la riqueza, de las estructuras sociales, de cómo organizar la despensa, la escuela, la justicia, las materias primas, la tecnología, la energía, la alimentación, el acceso al trabajo o a la vivienda, y todo eso es política. Sin un cambio de mentalidad económica y social no habrá verdadera revolución sino una puesta a punto del engranaje. Estamos a la deriva del capitalismo como estructura económica que maneja todos los hilos y establece todas las relaciones. Sólo un cambio profundo en las estructuras económicas y en nuestra forma de consumir y relacionarnos podrá empujar el barco hacia nuevas playas. La ideología es el andamiaje y los cimientos de la revolución, sin ella el edificio no podrá ser construido con éxito ni podrá perdurar.
**GUÍA DE ÉTICA MÉDICA

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