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Japón sitúa a Fukushima al nivel de Chernóbil
El primer ministro niega haberse retrasado en reconocer la magnitud real de la tragedia.- El OIEA considera los incidentes en los reactores 1, 2 y 3 como un solo accidente.- El ministro de Ciencia y Tecnología reconoce que hay estroncio, un metal que provoca leucemia, en el suelo y las plantas alrededor de la central.- Un nuevo terremoto afecta a la central, aunque sin provocar daños
RAFAEL MÉNDEZ | Tokio (Enviado Especial) 12/04/2011
Japón ha tardado un mes en admitir la realidad del accidente de Fukushima. Esta madrugada (hora española), el Gobierno de Tokio ha admitido que el desastre merece un 7 en la escala de sucesos nucleares (en la escala internacional del 0 al 7 de accidentes nucleares INES, por sus siglas en inglés) debido a los altos niveles de radiación detectados tras las fugas de la central. El salto de 5 a 7 sitúa el accidente en el nivel de Chernóbil, ocurrido hace 25 años, el único precedente. La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa (NISA) ha reconocido el cambio de nivel porque la emisión de yodo radiactivo ha sido de decenas de miles de terabequerelios, un nivel que ha considerado como un 10% de la emisión de Chernóbil.
Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología japonés ha confirmado que se han encontrado pequeñas cantidades de estroncio, un metal altamente radiactivo que puede provocar leucemia, en la tierra y plantas alrededor de la central. Estas partículas se unen a otros elementos encontrados en las mediciones de los alrededores de la central, como el yodo, el cesio y el plutonio.
Pese a tardar un mes, en su primera comparecencia tras la elevación de la categoría del accidente, el primer ministro japonés, Naoto Kan, ha rechazado que haya habido un retraso en reconocer la magnitud real de la tragedia y ha negado que se infravalorase lo sucedido. Kan ha vuelto a demandar más información a Tepco, y le ha pedido que muestre sus planes para controlar la situación, pero ha enviado un mensaje pretendidamente tranquilizador: "la planta de Fukushima se está estabilizando paso por paso". Sin embargo, y pese a que ayer decidieron evacuar una zona más amplia afectada por los escapes radiactivos de la central, Kan ha dicho que está descendiendo el escape de partículas radiactivas y ha pedido a los japoneses que, poco a poco, se vayan incorporando a la vida normal, después de pedirles, como medida para reconstruir el país, que consuma los productos de las zonas devastadas por el terremoto, informa Kyodo.
Mientras tanto, un portavoz de la compañía que gestiona la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha reconocido a la agencia local de noticias Kyodo News, el temor de la compañía a que las filtraciones de materiales radiactivos superen en el futuro a las que se produjeron en 1986 en Chernóbil. "La filtración de radiación no se ha detenido completamente", ha dicho este portavoz.
Y por su parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha confirmado en un comunicado la nueva valoración del accidente, mientras que en el mismo comunicado considera que los daños sufridos en los tres primeros reactores se consideran ahora como un solo incidente, incidente que merece la calificación de nivel 7, informa Efe. Hasta ahora, los daños sufridos en esos reactores estaban considerados como incidentes separados, calificados con un 5. Mientras tanto, la unidad 4 de Fukushima permanece en el nivel preliminar 3 de la escala. El OIEA, además, añade que la nueva calificación "requiere aplicar amplias y planeadas contramedidas".
Mientras Japón lucha contra el desastre nuclear un mes después del gran terremoto, la tierra continúa temblando. Esta madrugada (hora española) han sido dos: el primero, que se ha sentido principalmente en Tokio, ha sido de magnitud 6,4 en la provincia de Chiba, según informó la agencia metereológica nipona, una intensidad que no activó la alerta de tsunami pero que hizo temblar los edificios de Tokio; el segundo, en los alrededores de Fukushima, de magnitud 6,3.
La NISA cree que la mayor parte del material radiactivo liberado en la atmósfera desde Fukushima Daiichi proviene del reactor 2, que el 15 de marzo sufrió una explosión de hidrógeno cerca de la piscina de supresión, en la base del reactor, que dañó la vasija de contención que protege el núcleo. Eso desató una fuga masiva de materiales radiactivos en el reactor, que se cree ha experimentado una fusión parcial de las barras de combustible, según la agencia nuclear, informa Efe.
Fukushima no es un "accidente sin impacto significativo", como declaró Tokio durante semanas; tampoco es un "accidente con riesgo fuera del emplazamiento", como mantuvo durante un mes. Fukushima es "un accidente grave", un nivel siete. Los expertos internacionales insistían desde hace semanas en que el accidente debía ser calificado, como mínimo, como un nivel 6 en la escala internacional INES. Hasta ayer, Japón aún mantenía el nivel 5, similar al accidente de Three Mile Island, en Harrisburg (Estados Unidos, 1979, en el que apenas hubo escape.
Pese a elevar la gravedad, NISA ha insistido en separar el accidente del de Chernóbil: "Hay muchas diferencias", señaló el portavoz de NISA, entre ellas que aún se puede trabajar junto a la central nuclear o que la emisión al exterior es significativamente menor. La estimación de que lo emitido por Fukushima es un 10% de Chernóbil ya la dio el instituto de radiología francés el 24 de marzo.
El organismo de control japonés ha dicho además que sus cálculos preliminares señalan que la cantidad de exposición externa a la radiación de Fukushima ha alcanzado el límite anual de un milisievert en zonas situadas a más de 60 kilómetros al noroeste de la planta y a unos 40 kilómetros en dirección suroeste. En el radio de 20 kilómetros de zona de exclusión, ampliado ayer por el Gobierno, la cantidad de radiación varía de uno a 100 milisieverts por hora, mientras que en la zona comprendida entre los 20 y los 30 kilómetros de la central, la cantidad se reduce a niveles inferiores a 50 milisieverts.
Que en Iitate, un pueblo de 7.000 habitantes a 40 kilómetros al noroeste de la nuclear, hay altos niveles de contaminación no es ninguna sorpresa. El 25 de marzo, dos semanas después del tsunami, los partes del Gobierno japonés ya detectaban una contaminación por cesio -137 en el suelo de 163.000 bequerelios por kilo (500 veces más de lo permitido en la UE). El cesio-137 tarda unos 300 años en desaparecer.
Ampliación de la zona de exclusión
La central nuclear de Fukushima retrocedió ayer durante 49 minutos al punto de partida, a la crítica situación que vivió tras el tsunami justo un mes antes. Un terremoto de magnitud 6,6 en la escala de Richter a 68 kilómetros de Fukushima dejó a la planta sin suministro eléctrico y sin refrigeración entre las 17.16 y las 18.05 (hora local japonesa). La pérdida de energía externa tras el tsunami del 11 de marzo dejó a cuatro de los seis reactores de la central en tan mal estado que, tras treinta días de trabajo, Japón no logra controlarlos ni aventura cuándo podrá llevarlos a una parada fría. La refrigeración es esencial para enfriar el combustible del reactor y de las piscinas y evitar así la fusión del núcleo.
Según Tepco, cuando retomó la inyección de agua dulce los cuatro reactores más afectados seguían estables. El problema es que casi nadie sabe a ciencia cierta eso qué significa, porque los datos de la central son escasos. El Congresista demócrata Edward J. Markey mostró la semana pasada en Washington un correo electrónico que le había enviado la Agencia Nuclear de EE UU (NRC) según el cual temía que el núcleo del reactor dos estuviese fundido y hubiera salido de la vasija. Ese panorama es peor que el que presentan las autoridades japonesas, aunque la NRC matizó después que no tenía claro si eso había ocurrido. La situación refleja la incertidumbre en la que aún se mueven los expertos.
Ingenieros de todo el mundo escudriñan los datos que Japón hace públicos para intentar aventurar cuál puede ser la situación en el interior de los reactores. La NRC tiene expertos en Japón desde el primer día y la Embajada estadounidense en Tokio recomienda a sus ciudadanos que se mantengan a 80 kilómetros de la central (para enojo del Gobierno japonés) y les ha repartido pastillas de yoduro potásico. El yoduro potásico a altas dosis satura el tiroides e impide la absorción de yodo radiactivo.
Por otro lado, el Ejecutivo anunció que se pondrá serio con los residentes que, ignorando la recomendación, siguen en la zona de exclusión. Desde el 13 de marzo, las autoridades japonesas han medido la radiación a 131.604 personas. De ellas, 102 presentaron contaminación en la ropa, pero ninguna contaminación corporal por encima de los límites. En Iitate y Kawamata se han realizado mediciones en 946 niños para estudiar la acumulación de yodo radiactivo en su glándula tiroides, sin que se hayan detectado niveles superiores a los fijados por Japón, según el Consejo de Seguridad Nuclear. "Nos parece bien esta decisión, pero deberían haberla tomado antes", explicó por teléfono Greg McNevin, del equipo de Greenpeace en Japón. No es la primera vez que la realidad obliga a corregir las optimistas previsiones del Gobierno de Tokio.
La organización afirma que la gente que aún vive alrededor de Fukushima podría recibir una dosis de radiación de cinco milisievert al año, "que fue el umbral de evacuación en Chernóbil". Las mediciones muestran que la dispersión de las partículas radiactivas no es uniforme. Aunque los vientos dominantes van hacia el Pacífico, hay una lengua de contaminación hacia el noroeste, que es la que engloba a Iitate.
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¿Qué es la escala INES?
La escala Internacional de Eventos Nucleares clasifica la gravedad de los accidentes del 0 al 7.- Japón iguala la catástrofe de Fukushima, un mes después, a Chernóbil, el peor accidente de la historia
EL PAÍS - Madrid - 12/04/2011
Japón ha tardado un mes en darle a la catástrofe de la central nuclear de Fukushima la valoración 7, la mayor en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (International Nuclear Event Scale, INES), una clasificación que hace el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) desde 1990.
http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/201103/15/internacional/20110315elpepuint_1_Pes_PDF.pdf
La escala INES tiene 7 niveles (de "sin significación para la seguridad" a "accidente grave") y se aplica para "comunicar al público de manera rápida y coherente la importancia desde el punto de vista de la seguridad de sucesos asociados a las fuentes de radiación", según recoge la web del OIEA. Esta escala se aplica a cualquier hecho relacionado con las instalaciones nucleares, además del transporte, almacenaje y uso de material radiactivo. Fue creada por un grupo de expertos de los países miembros del OIEA, convocados por primera vez por el propio organismo y la OCDE en 1989. Desde entonces, quedó establecido como grupo permanente y tiene reuniones técnicas dos veces al año. Es un grupo abierto a la participación de todos los Estados miembros del OIEA que lo deseen y de participación voluntaria.
En Fukushima, el Gobierno japonés tardó en darle una valoración al accidente, y la primera que le dio fue 4. Esto provocó la protesta francesa, cuyos expertos elevaron el nivel de peligrosidad a 6 en dicho primer momento. La valoración japonesa situaba lo ocurrido en Fukushima, consecuencia del peor terremoto y posterior tsunami registrado en este país, por debajo del accidente que tuvo lugar en la central de Three Mile Island, ocurrida en 1979 en EE UU, valorada como de nivel 5. Este accidente, que no provocó víctimas mortales pero sí tuvo consecuencias económicas y mediaombientales, redujo notablemente la confianza de la población en las centrales nucleares. El grado 4 de gravedad es, asimismo, el mismo que se adjudicó al accidente de Tokaimura en 1999 -considerado hasta ahora el peor desastre nuclear de Japón- en el que dos trabajadores de la planta de uranio murieron y 440 personas quedaron afectadas por las radiaciones.
Días más tarde, el Gobierno japonés elevó lo ocurrido en Fukushima al nivel 5, un punto por debajo de la valoración francesa. El nivel 6 es, según el INES, un "accidente importante", solo alcanzado en dos ocasiones. En ambos casos se trata de centrales de la antigua Unión Soviética: el primero, menos conocido, fue la explosión en el complejo nuclear de Kyshtym (Mayak,Rusia) en 1957, en el que murieron varios cientos de personas y que permaneció oculto durante 30 años. El segundo fue la catástrofe de Chernóbil, que en 1986 alcanzó el máximo nivel de la escala INES (el 7).
Algunos especialistas consultados por EL PAÍS señalaban, después de este cambio en la valoración, que lo normal es que en un primer momento el Gobierno actuase de manera prudente, y daban por supuesto que el nivel de gravedad del accidente se iba a elevar oficialmente en algún momento. La segunda subida en la valoración se ha producido hoy, un mes después del accidente, cuando aún no se tiene controlada la central y se sigue trabajando tanto en la refrigeración de sus reactores como en evitar nuevos escapes de gases radiactivos. El radiobiólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Eduard Rodríguez-Farré, calificó lo ocurrido en Fukushima, cuando aún se consideraba un accidente de nivel 6, como "un Chernobil a cámara lenta".
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el dispreciau dice: son muchas las cosas que me unen con Japón, sentimientos que no se han esfumado y que permanecen al modo de un lazo invisible que se extiende desde Argentina hasta allá, en Osaka... mi admiración profunda hacia una cultura que se renueva a sí misma más allá de los honores y las glorias del pasado, construyendo futuro con genio. El destino quiso golpear a una de las sociedades más respetables de la Tierra, del mundo humano, no porque las demás no lo sean, por el contrario algo hay en Japón que distingue a las gentes y sus sentimientos, algo que no se puede explicar con palabras sencillamente porque no las hay. Hoy Japón está arrasada y agobiada por un hecho natural que se veía venir pero que el poder no quiere atender... esto es, que el Océano Pacífico se está quebrando tal lo hizo en otras oportunidades llevándose a sus abismos a millones de almas envueltas en un torbellino de lavas y agua salada. Se repite el momento y se repite la historia, con otro paisaje. El corazón de la Tierra está agitado y el hombre no quiere verlo, no quiere asumirlo y es así que el mundo humano se acerca rápidamente a una paradoja que lo tendrá como protagonismo de recuerdos ahogados y de afectos olvidados. No hay argumentos ni discursos que puedan detener lo que está por ocurrir... tampoco podrán los poderes salir a defenderse de las desconsideraciones públicas... las centrales nucleares ya deberían estar apagadas en todo el planeta Tierra, hoy mismo, sin demora alguna. Los Chernobyles prometen repetirse y diseminarse porque los suelos están regresando a la era de las inestabilidades, esta vez inducida por un hombre soberbio y necio que no quiere entender el mal que está produciendo en su propia casa, un mal que ameritará la participación de cosas impensables hace apenas un día. No hay peor terrorismo que aquel que fabrica la impericia y la necedad... y hoy, Abril 12 de 2011 nos acercamos a una catástrofe mayúscula que supieron inducir los desatinos de las ciencias vendidas a las conveniencias que otrora hicieron explosiones nucleares en el propio Pacífico sin atender las advertencias de los sensatos, que fueron denigrados por sus reflexiones jamás atendidas. Japón me duele y la Tierra me duele, mucho, ya que el ser humano, los muchos como suelo llamarnos, estamos en el borde de un abismo desconocido fabricado por la incapacidad de los pocos para pensar en la comunidad, en el conjunto, sin banderas y sin fronteras, como debe ser. Japón enfrenta un Chernobyl en cadena... pero no sólo Japón está caminando por el filo de la navaja, la Tierra como un todo está haciendo lo mismo... No hay peor apocalipsis (revelación) que aquella que no se quiere ver y es así que hemos llegado a ella por decisión de los poderes ausentes que nos caracterizan como raza, plena de bronces, carente del espíritu adecuado al grupo, a la tribu, al conjunto. ¿Qué sigue?... difícil saberlo, fácil intuirlo... La OCDE ya debería haber tomado la decisión de apagar todas las centrales nucleares, pero se trata de una decisión terminal, imposible en la cabeza de las soberbias y ello aventa males mayores, los que vienen. El hombre está asistiendo al fin de la era de las soberbias de los pocos, y esto es evidentemente irreversible, lástima que haya tenido que suceder en mi amado Japón... lástima. Abril 12, 2011.-
Envenenamiento por radiación - Wikipedia, la enciclopedia libre
Tabla de niveles de exposición y síntomasLas dosis-equivalentes se indican en sieverts. Los síntomas corresponden a una irradiación de todo el cuerpo con una dosis promedio igual al valor indicado.
0,05 a 0,2 Sv: sin síntomas. Algunos autores consideran que existe riesgo potencial de cáncer o alteraciones genéticas, aunque no hay consenso en este tema.
0,2 a 0,5 Sv: no aparecen síntomas sensibles. El número de glóbulos rojos disminuye temporalmente.
0,5 a 1 Sv: enfermedad por radiación leve produciendo dolor de cabeza y mayor riesgo de infección. Puede producir esterilidad masculina temporal.
1 a 2 Sv: envenenamiento ligero por radiación, mortandad del 10% después de 30 días (DL 10/30). Los síntomas típicos incluyen náuseas suaves a moderadas (probabilidad del 50% con 200 rad), con vómitos ocasionales, comenzando de 3 a 6 horas después de la irradiación y pudiendo durar hasta un día. Esto es seguido por un anastasis de 10 a 14 días, después de la cual surgen síntomas como malestar general, anorexia y fatiga (probabilidad del 50% con 200 rad). El sistema inmunitario permanece deprimido, con riesgo elevado de infección. Es común la esterilidad masculina temporal.
2 a 3 Sv: envenenamiento severo por radiación, mortandad del 35% después de 30 días (DL 35/30). Son comunes las náuseas (100% con 300 rad), con un riesgo del 50% de probabilidad de producir vómitos con 280 rad. El inicio de los síntomas se produce entre 1 y 6 horas después de producida la irradiación y dura de 1 a 2 días. Después de eso, se produce un anastasis de 7 a 14 días, después de lo cual aparecen los siguientes síntomas: pérdida de pelo por todo el cuerpo (probabilidad del 50% con 300 rad), fatiga y malestar general. Se produce una pérdida masiva de leucocitos, aumentando enormemente el riesgo de infección. Se puede producir esterilidad femenina permanente. La convalecencia puede llevar de uno a varios meses.
3 a 4 Sv: envenenamiento severo por radiación, mortandad del 50% después de 30 días (DL 50/30). Con dosis de 200 a 300 rad puede producir hemorragias en boca, bajo la piel y los riñones (probabilidad del 50% con 400 rad) en el periodo post anastasis.
4 a 6 Sv: envenenamiento agudo por radiación, mortandad del 60% después de 30 días (DL 60/30). La mortandad aumenta desde el 60% con 450 rad hasta el 90% con 600 rad (a menos que exista un cuidado médico intensivo). Los síntomas comienzan a la hora y media o dos horas después de comenzada la irradiación y duran hasta 2 días. Después de esto, se produce un anastasis de 7 a 14 días, después de lo cual aparecen los mismos síntomas producidos por exposiciones a irradiaciones de 300 a 400 rad, con intensidad aumentada. La esterilidad femenina es común en este punto. El periodo de convalecencia puede durar de varios meses a un año. Las causas primarias de muerte (generalmente de 2 a 12 semanas después de producida la irradiación) son las infecciones y las hemorragias internas.
6 a 10 Sv: envenenamiento agudo por radiación, mortandad del 100% después de 14 días (DL 100/14). La supervivencia depende de los cuidados médicos intensivos recibidos. La médula se destruye parcial o totalmente, por lo que se hace necesario un trasplante de médula. El tejido gástrico e intestinal se ve seriamente dañado. Los síntomas comienzan de 15 a 30 minutos después de la irradiación y duran hasta 2 días. Posteriormente, se produce un anastasis de 5 a 10 días, después de lo cual la persona afectada fallece de una infección o hemorragia interna. La recuperación tomaría varios años y probablemente nunca sería completa.
10 a 50 Sv: envenenamiento agudo por radiación, mortandad del 100% después de 7 días (DL 100/7). Una dosis de este nivel conduce a síntomas espontáneos después de 5 a 30 minutos. Después de una gran fatiga e inmediatas náuseas causadas por la activación directa de los receptores químicos del cerebro por la irradiación, hay un período de varios días de bienestar. Después de esto, la muerte de las células de los tejidos intestinales y gástricos, causando diarrea masiva, hemorragias internas y pérdida de agua, conduce al desequilibrio agua-electrolito. La muerte se produce con delirios y coma debido a la interrupción de la circulación. La muerte es inevitable (con el nivel de conocimientos en medicina actual); el único tratamiento que se puede ofrecer es la terapia del dolor.
50 a 80 Sv: se produce desorientación y coma inmediato en segundos o minutos. La muerte se produce a las pocas horas por colapso total del sistema nervioso.
関東各地の環境放射能水準の可視化:micro sievert
関東各地の環境放射能水準の可視化:micro sievert
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