REPORTAJE: Catástrofe en Japón
Medio siglo de 'zona cero' en pleno corazón de Japón
Decenas de miles de personas deben reemprender su vida lejos de casa
FERRAN BALSELLS - Barcelona - 03/04/2011
La crisis radiactiva -aún incontrolada- quedará previsiblemente acotada en torno a Fukushima; pero será catastrófica. Una zona de entre 20 y 25 kilómetros a la redonda de la nuclear, con ramificaciones al noroeste del país que distan hasta 50 kilómetros de la planta atómica en las que el viento ha depositado más radiactividad, quedará inutilizada por cerca de medio siglo: entre 50 y 60 años, advierten los expertos.
La baja radiactividad queda muy lejos de alcanzar niveles letales pero la radiación, potencialmente cancerígena a largo plazo, recomienda alejarse de Fukushima: tierra ya inservible para cultivar, imposible para vivir. "Se podrá acceder a algunas zonas pero pasar allí largas temporadas es inconcebible", advierte el doctor Thomas Jung, de la Oficina Federal para la Protección de la Radiación del Gobierno alemán.
Entre 80.000 y 150.000 habitantes se verán forzados a reemprender su vida lejos de casa, pronostica Jung. "Falta ver cuanta radiactividad se asienta en la zona", subraya Hans Vanmarcke, del Centro de Investigación Nuclear belga. "El viento puede dispersarla pero la nuclear sigue liberando gases radiactivos".
Entre ellos, por orden de presencia en el aire, yodo, cesio y plutonio. Este último se ha detectado en cantidades ínfimas: emite radiactividad durante miles de años y es el más agresivo para la salud, pero solo si se inhala. Su presencia es desastrosa a nivel local pero es pesado -una explosión podría diseminarlo, pero no el viento- y sus efectos se prevén relativamente controlables. El yodo, muy volátil y que libera radiactividad durante casi tres meses, desaparecerá a corto plazo. El peligro es el cesio, también volátil y que pierde una cuarta parte de radiactividad al cabo de 64 años. Penetra en el organismo sin necesidad de inhalarlo: irradia desde la distancia. "Es el mayor problema, obligará a desalojar la zona por 50 años, quizá más", calcula Vanmarcke.
El umbral de peligrosidad son los 100 milisieverts (mSv): dosis a partir de la cual se incrementa entre el 1% y el 5% el riesgo de desarrollar cáncer a largo plazo. Unos 50 kilómetros al noroeste de la central se han registrado esta semana 0,8 mSv por hora; unos mil al año. En la planta se han registrado mil mSv por hora, dosis letal tras seis horas de exposición. "Toda esta franja quedará afectada en distinta magnitud", señala Jung. Esta oscilará entre zonas clausuradas, despobladas y otras áreas con restricciones para actividades como la agricultura. "Siempre que no se agrave la situación de los reactores", avisa el profesor.
Medio siglo de 'zona cero' en pleno corazón de Japón · ELPAÍS.com
el dispreciau dice: ahora el mundo enfrenta aquello que no sabe de las radiaciones. Ahora comienza la verdadera historia del desarraigo y una nueva escalada de mentiras para distorsionar la realidad de la contaminación producida por la impericia de los intereses del hombre. No hay más que agregar. Todo está dicho y es evidente de cara al futuro. En este punto ya no caben más engaños a la opinión pública ni tampoco la manipulación de la información... Chernobyl está vivo y lo estará aún cuando la humanidad pueda desaparecer... nada distinto a Fukushima. Triste imagen de resultado de las ciencias vendidas a las conveniencias... ¿dónde está la propiedad intelectual de los irresponsables?. Las evidencias son inapelables, una vez más. Abril 03, 2011.-
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Catástrofe en Japón
Japón advierte que controlar la radiación llevará varios meses
Hallados muertos dos trabajadores de la central de Fukushima.- Los dos operarios estaban desaparecidos desde el 17 de marzo.- 21 trabajadores sufren alteraciones genéticas por la radiación.- Tepco fracasa en su intento de sellar la grieta del reactor 2 con hormigón
AGENCIAS - Tokio - 03/04/2011
Mientras los técnicos luchan contrarreloj para sellar la brecha abierta en el reactor número dos de la central que filtra radiactividad al mar, esta madrugada (hora española) los operarios que se juegan la vida día a día han recibido un duro golpe. Los dos trabajadores que realizaban operaciones de contención en la central nuclear que se encontraban desaparecidos desde el pasado 17 de marzo han aparecido muertos en el interior de la central, según ha informado la Tokyo Electric Power Company (Tepco), la compañía nacional energética encargada de la gestión de la planta, tal y como recoge la agencia de noticias japonesa Kiodo.
Esta tragedia humana se une al último revés que ha sufrido el operativo desplegado en la central. Tepco ha informado que no ha podido sellar con hormigón la brecha descubierta ayer en el reactor 2 y por donde se filtra radiactividad al mar. Los técnicos de la operadora japonesa intentarán ahora tapar la brecha con polímero en polvo, que tiene un gran poder absorbente. Vista la marcha de los trabajos en la planta, el portavoz Edano ha admitido que todavía "se tardarán meses" en controlar la radiactividad que emana de la central de Fukushima.
Preocupación por los trabajadores
Son muchos los peligros a los que se enfrentan unos trabajadores que ya son considerados héroes por la sociedad japonesa. De ahora en adelante formarán parte de los estudios con que los científicos tratan de precisar cómo incide en la salud la exposición a dosis bajas de radiactividad: al menos 21 operarios pertenecientes al retén que permanece en Fukushima para intentar controlar los reactores de la planta ya sufren una aceleración en el ritmo de alteración del ADN por efecto de la radiación. Así lo informó ayer el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que detalló por primera vez el número de trabajadores de Fukushima que ya han recibido una dosis superior a los 100 milisieverts (mSv), el umbral a partir del cual se considera que la radiactividad afecta la salud, informa Ferran Balsells
Estas 21 personas han aumentado la probabilidad de padecer cáncer a largo plazo entre el 1 y el 5%, según los expertos. "Ahora mismo, en su sangre ya puede detectarse el incremento de modificación del ADN. Requieren un seguimiento intensivo para ver como evolucionan al cabo de los años y las décadas", advierte el profesor Francesc Barquinero, biólogo y experto internacional en radiobiología que colabora con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Las alteraciones del ADN son un mecanismo natural: el organismo humano las genera en un orden de entre una y dos alteraciones cada 2.000 células. Tras recibir una dosis de 100 mSv, el organismo multiplica ese ritmo por cinco: produce entre cinco y diez alteraciones cada 2.000 células. Y estas células que realizan alteraciones tras haber recibido radiactividad tienden al error: se multiplican replicando el código genético con ligeros desajustes que pueden propiciar un proceso cancerígeno. En estos casos, la enfermedad suele tardar entre cinco y diez años en concretarse.
La situación de los empleados ilustra la complejidad de cómo la radiactividad afecta al organismo: libera energía en el interior del cuerpo desajustando el funcionamiento normal de las células. Es el único fenómeno que puede medirse; una vez recibida esa energía las consecuencias se mueven entre la probabilidad y la incertidumbre, hasta el punto de que no pueden descartarse otros efectos todavía desconocidos de la exposición a bajas dosis de radiactividad. "Solo sabemos lo que hemos podido aprender básicamente de los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, de Chernóbil", detalla Barquinero. "Y a partir de ahora... de lo que les ocurra a los empleados que trabajan en Fukushima".
Nuevo balance de fallecidos
Una madrugada más (hora española), los datos de la policía nipona sobre la cifra de víctimas recuerda la crudeza del terremoto y el posterior tsunami del pasado qq de marzo. El último recuento oficial, eleva hasta 12.009 los muertos y a 15.472 los desaparecidos.
Mientras hoy es el tercer y último día de operación de las autoridades niponas y estadounidenses para buscar a los desaparecidos en las zonas más devastadas continua. Por ahora los datos no son muy esperanzadores para todos aquellos familiares que esperan recuperar los cuerpos de sus seres queridos para incinerarlos, como manda la tradición en el país. Hasta entrada la noche del sábado sólo se había conseguido recuperar 66 cadáveres.
La situación en muchas ciudades del noroeste del país sigue siendo dramática. Las autoridades de Minami Sanriku, una de las más afectadas por el tsunami, evacuará a 1.100 personas a otras localidades. Más de 9.400 residentes se encuentran alojados en los refugios improvisados en la ciudad
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domingo, 3 de abril de 2011
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