PANORAMA TUCUMANO
Una lupa sobre la América oculta
Viernes 8 de Octubre de 2010 | En todas las historias de ficción que componen la obra de Mario Vargas Llosa se refleja el drama histórico de Latinoaméricanora.
Editora de Educación y Cultura
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En la década de 1970, cuando ni la televisión ni internet constituían "amenazas" que turbaran el encuentro con el libro, leer la obra de Mario Vargas Llosa, como la de Gabriel García Márquez o la de Manuel Scorza o Carlos Fuentes (entre otros autores latinoamericanos), implicaba encarar un viaje iniciático al corazón más oculto de esta parte del continente. Un viaje en el que a cada viajero-lector le acompañaba una "lupa" que ayudaba a desnudar la desmesura de una América latina mágica, hasta entonces escondida por la matriz racionalista y europea que había marcado el surgimiento de muchos de los estados nacionales que en este 2010 están cumpliendo sus bicentenarios. Países que, como la Argentina, se soñaron "cien por ciento blancos y europeos".
La lupa provista por Vargas Llosa permitió revelar (mediado por relatos en los que los temas suelen ser la corrupción institucional en sus distintas variedades, la crítica a la moralina y al autoritarismo castrense, político y policial) el poder que tiene la literatura para "contar la historia".
El boom y las aulas
Provistas de esa "lupa", generaciones de universitarios de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT (no sólo de Literatura, sino también de Filosofía, guiados por Genié Valentié, para quien lo mágico y lo real eran uno), se asomaron a la dimensión mítica de América latina.
En este siglo XXI, los escritores del llamado "boom" y vecinos siguen siendo estudiados en las aulas de la UNT y en las clases de literatura en el secundario. Sin embargo, en ese ring de la "literatura que se lee en la escuela", Gabriel García Márquez, con su Macondo y sus niños cola de chancho que terminan con la saga de los Buendía -y hasta Juan Rulfo, con su "Pedro Pàramo"- le gana en popularidad a Vargas Llosa.
Es de suponer que el flamante Nobel emparejará las cosas, ya que el premio de la academia sueca actúa todos los años como una prodigiosa estrategia de márketing en la industria editorial; y que la "lupa" de la escritura de Vargas Llosa les permitirá a los nuevos lectores (jóvenes o no) disfrutar de los mundos cambiantes que ha ido recreando el autor a lo largo de cinco décadas.
El Vargas Llosa de los años 70 es el del folletín (la hilarante "Pantaleón y las visitadoras"); el de las tribulaciones amorosas y endogámicas del escritor adolescente, en "La tía Julia y el escribidor"; el escritor que pinta a sus personajes con trazo fino, el que siempre aporta una pincelada de sátira, aun cuando lo que se narra es un episodio de la tragedia latinoamericana; el denunciante de la corruptela que se mueve en torno de la maquinaria de las dictaduras ("Conversación en la Catedral"); el que pinta historias prostibularias y de contrabandistas ("La casa verde"); el que delata la rigidez implacable de la educación militar ("La ciudad y los perros").
El Vargas Llosa de los años 80 ya muestra el viraje político del intelectual desencantado con la izquierda, el del Perú acosado por la aventura guerrillera de Sendero Luminoso; el de "La historia de Mayta" y el de "Lituma en los Andes"; el de la crítica a los fanatismos y a los absolutos, en "La guerra del fin del mundo". El Vargas Llosa del año 2000 deslumbrará al lector con su "Fiesta del chivo", novela en la que narra la tragedia de las hermanas Cabral, acosadas por el dictador dominicano Rafael Trujillo.
Aunque "contaminadas de realidad", todas las novelas de Mario Vargas Llosa son (robándole el concepto a Nabokov) "cuentos de hadas", en el sentido de que la literatura es ficción.
Territorio enigmático
El mismo Nabokov (a quien los más jóvenes conocen por una distorsión pasteurizada de su clásica novela "Lolita") dijo alguna vez, en una de sus célebres clases de literatura europea, que acaban de ser editadas en español: "La ornamentación del lugar común incumbe a los autores de segunda fila: estos no se molestan por reinventar el mundo; sólo tratan de sacarle el jugo lo mejor que pueden a un determinado orden de cosas, a los modelos tradicionales de la novelística... El arte de escribir es una actividad fútil si no supone ante todo el arte de ver el mundo como el sustrato potencial de la ficción".
Esa descripción nabokoviana se ajusta en un todo al Vargas Llosa que ayer, a dos décadas del Nobel a Octavio Paz y a 28 años del Nobel a García Márquez, ha vuelto a recordarle al mundo que Latinoamérica es un territorio tan enigmático, tan complejo, que nadie sabe si lo que cuentan sus narradores es realidad o ficción.
La Gaceta - Una lupa sobre la América oculta
el dispreciau dice: podría hablar de esto o quizás de lo otro, de lo de más allá, de lo de más acá... pero a decir verdad me inquieta (como ciudadano, hombre, abuelo, etc.) lo que se avisora por estas horas en nuestra amada América Latina. Que la sociedad de un país deba reunirse en una plaza central (Plaza de Mayo) para reclamar seguridad y justicia, aparece como aberrante, tanto como el hecho de apreciar que a la clase política poco le importa todo lo que se reclama y mucho más lo que se dice... Argentina ya no tiene garantías constitucionales para sus ciudadanos (salvo que sean delincuentes, traficantes, violadores, etc.) como tampoco existe el derecho humano privado, el elemental ni el complejo... nos duele, pero es así. El avance feroz sobre la justicia, la académica, y sobre los medios de prensa, aparece como otra aberración incalificable... La inseguridad produce y dejará desolación, esto es miles víctimas que permanecerán en silencio porque nadie las atiende y tampoco a nadie le importa... ¿qué hay hoy de diferente respecto de lo mentado por los mesiánicos militares de los setenta?... nada, el terrorismo de estado es el mismo... el ciudadano no vale un centavo. Detrás, ¿qué le dejará al país este enfrentamiento con Papel Prensa y Clarín?... nada, del mismo modo que nada hicieron los montoneros por la Argentina y su gente, apenas demostrar que "eran más de lo mismo" pretendiendo el poder a cualquier precio para luego ejecutar corrupción y peores atropellos ideológicos y de conveniencias. Argentina sucumbe ante paradojas inaceptables... entre ellas, el empecinamiento en mentir en un mundo donde todo se sabe al instante. El Fondo Monetario Internacional es otra aberración de la naturaleza y enseña una vez más, los empecinamientos de los intereses de la Europa de la pos-guerra, que están muriendo, pero aún viven a costillas de las pobrezas crecientes de un mundo que ha perdido la chaveta... Todos los gobiernos poderosos someten a sus gentes a ser esclavos de sus impericias (las de los gobiernos), reclamando luego más sacrificios y más ajustes y más... delirios de una clase política y un sistema económico que están gotados y ya viciados de nulidad en su existencia. Lo de Alemania (país que amo), defendiendo lo indefendible, aparece como patético... al igual que las justificaciones que nacen cada segundo del ámbito de la Casa Blanca, o cualquier organismo internacional de esos que están pero no sirven para mucho (para no decir para nada). Este mundo, el humano, se ha quedado sin fronteras a expensas de negligencias políticas diversas, detrás han caído las banderas, y los ciudadanos humanos, mayormente pobres (2/3 de la humanidad está sumida y consumida por pobrezas negadas) se ven esclavizados por inconsistencias inducidas por falacias tales como "ley cerrojo", "ley mordaza", "ley de esto o aquello", figuras jurídicas inaceptables en esencia ya que los monopolios siempre se construyen al amparo de los amigos del poder, esto es de los propios estados políticos... Las grandes potencias de hoy, nos enseñan claramente todo lo que se ha hecho mal y empeorará a manos de peores incapacidades... y ello nos está acercando peligrosamente a una reacción en masa, en cadena, contraria a los desquicios del poder, una reacción que implantará la anarquía y exterminará a esta clase política, económica, empresaria y sindical que atormenta la vida de todos, sin proporcionar solución de fondo a nada. Siempre justificándose, siempre mintiendo, siempre dibujando resultados, siempre desmereciendo al prójimo... Hoy no hay diferencias entre el poder de Estados Unidos de Norteamérica, el de Alemania, el de China, incluso el de Rusia, cualquiera de ellos se sustentan en falacias reiteradas, la de obviar la realidad de sus propios ciudadanos... América hoy está oprimida por los atropellos de personalismos que se han adueñado de sus democracias. En tal sentido no hay diferencia alguna entre la barbarie de Venezuela y la de Bolivia, como tampoco la hay entre la Argentina y aquellas... y eso habla muy mal de la clase política de estas repúblicas en extinción. Octubre 08, 2010.-
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