[I]
El análisis
El riesgo de una lógica sectaria
Joaquín Morales Solá
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LA NACION
Miércoles 27 de octubre de 2010 | Publicado en edición impresa
La política argentina está entretenida con una fotogalería, fogoneada, sobre todo, por el kirchnerismo. Cientos de niños mueren de hambre en Misiones. Un muerto reciente clama una justicia que no llega. No importa. La única virtud del exceso es que, a veces, crea anticuerpos.
¿Volverá el oficialismo a construir historias a partir de una foto, como lo hizo insistentemente durante más de un lustro, después de que algunas fotos impertinentes le estallaron en las narices? Tal vez, ya no. La Presidenta se escandalizó en su inquieto Twitter por las fotos que se publicaron del barrabrava Cristian Favale, acusado de la cruel muerte de Mariano Ferreyra, junto con los ministros Amado Boudou y Alberto Sileoni. Es tan imposible como injusto imaginar a Boudou y a Sileoni armando una banda con la orden de matar. Esas fotos no los inculpan a los ministros, pero muestran el mundo en el que se movía un barrabrava dispuesto, por los menos, a golpear y a tirar piedras, según su propia confesión pública.
El Gobierno parece tener una generosa bolsa de trabajo para los cuentapropistas de la violencia. ¿Acaso Guillermo Moreno no anda rodeado de patovicas? ¿No hacía lo mismo el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime? ¿El canciller Timerman no se autodefinió como un barrabrava, quizá para tener siempre a mano la posibilidad de un empleo estatal? En ese universo, en el que la violencia es bien recibida, es donde deben inscribirse aquellas fotos inoportunas.
La Presidenta camina hacia la censura previa o a convertirse en la gran editora nacional. No le gustaron las fotos conocidas de sus ministros. Sin embargo, esas fotografías de ministros abrazados por el acusado de un crimen político hubieran sido noticia de primera plana en cualquier país del mundo. Guste o no.
Las fotos habrían sido, no obstante, una anécdota pasajera si el Gobierno no hubiera usado antes la infraestructura de los servicios de inteligencia para inculpar a Duhalde. Inculpación de la que se colgaron de inmediato desde Hugo Moyano hasta cuatro legisladores kirchneristas de la Capital, que firmaron un formal documento público contra el ex presidente.
"Culpar a un ex presidente de la Nación fue un lamentable trabajo sucio de los legisladores", resumió el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, que es, a pesar de todo, amigo de uno de ellos, el legislador Francisco Nenna. "La tarea sucia tiene un límite que no está dispuesto a pasar ni el filokirchnerismo", reconoció un funcionario de los Kirchner.
Fotos viejas
Timerman difundió en el acto una foto vieja, de hace 13 años, del actual jefe del bloque de diputados radicales, Oscar Aguad, en un acto protocolar en la que se lo ve cerca de Luciano Benjamín Menéndez. Aguad era ministro del entonces gobernador radical de Córdoba, Ramón Mestre. Timerman mismo debió explicar hace poco una foto suya de hace 34 años con el entonces presidente de la dictadura, Jorge Rafael Videla.
Quien esto escribe es también victima de una obscena manipulación de una vieja foto profesional de hace 34 años, en sus comienzos como periodista, en una poblada conferencia de prensa.
Una foto de la inauguración de Papel Prensa, en 1978, hace 32 años, es, según un reciente tweet de Cristina Kirchner, una prueba de la "apropiación" de esa empresa mediante delitos de lesa humanidad.
Timerman no consiguió solo la foto de Aguad. Los servicios de inteligencia lo proveyeron del material en el acto. La foto de Timerman con Videla no define la vida del canciller, que debió vivir luego el calvario del secuestro y la tortura de su padre, Jacobo Timerman.
Héctor Timerman es un mal canciller, pero no por obra de aquella foto color sepia, sino por lo que hace y dice ahora.
Circula también una foto de tiempos de la dictadura, de Néstor Kirchner junto al general Oscar Enrique Guerrero, mandamás de Santa Cruz. Aunque el caso de Kirchner, entonces un simple abogado y un político intrascendente, es menos explicable que el de Timerman (éste pertenecía a una importante familia periodística), lo cierto es que tampoco esa foto es una narración de la vida del ex presidente. Kirchner fue luego intendente de Río Gallegos; gobernador de Santa Cruz durante muchos años, demasiados, y presidente de la Nación y hombre fuerte del país durante los últimos siete años. Kirchner es lo que es por lo que construyó en estos años de poder que por aquella foto con un militar que pasó al olvido.
"Como un Dios injusto"
El patrullaje mediático del oficialismo se frena en seco cuando las fotos incluyen a sus prohombres. "El kirchnerismo es como un Dios injusto, que condena o castiga según sus propios intereses", deduce, no sin ironía, un legislador del propio oficialismo.
En efecto, "los FALCONiformes" de los que habla la Presidenta en su Twitter incansable, en obvia alusión a los autos Falcon de la dictadura, no es un sayo que le quepa a la prensa independiente, sino a los periodistas, programas de televisión y medios gráficos que dependen de la orden y del dinero del Gobierno. Son ellos los que han hecho de la manipulación, de la edición perversa y de la información reservada del Estado un uso sectario y partidista hasta en los medios públicos de comunicación.
¿Qué habría hecho ese patrullaje mediático del oficialismo si Cristian Favale hubiera aparecido en las fotos al lado de políticos opositores o de periodistas críticos? ¿Qué hubiera sido de esa infame tarea de repetir y repetir un rumor, hasta convertirlo en verdad, como lo denunció hace poco con valentía el periodista Jorge Lanata? ¿Qué hubieran tenido que hacer los involucrados, si no dar explicaciones inaudibles en medio de tanta repetición?
Nunca como ahora funcionó, con la misma eficacia, aquella triste frase que se deslizaba durante los años militares: "por algo será". La matriz autoritaria es, venga por derecha o por izquierda, siempre la misma.
Amado Boudou y Alberto Sileoni no tienen nada que ver con la muerte de Mariano Ferreyra; las fotos sólo mostraron en que ámbitos hay trabajo para los violentos, aunque esos ministros tampoco administran la contratación de barrabravas. El inservible intercambio reciente de fotos sólo tendría sentido si sirviera para poner fin a una saga en la que una fotografía antigua es usada para construir una historia o para inventar una vida.
El riesgo de una lógica sectaria - lanacion.com
el dispreciau dice: no queda mucho para agregar... ARGENTINA, su sociedad, su cultura, su historia, demandan una clase política a la altura de las circunstancias (hoy dista de estarlo)... una clase política que entienda que país "somos todos" y que si no se parte de un criterio integrador, las divisiones nos consumen. La sociedad está crispada y el poder político se ensaña con sus enemigos virtuales y reales, fabricando conflictos que además de dividir aguas están sumiendo a la Argentina en un caos, caldo de los peores cultivos. La violencia reina en las calles, en las villas, en la televisión, en sus noticieros, en la radio y los propios, en las escuelas y en los hospitales... existe violencia cuando se miente y mucha más cuando se desprecia o se deja de hacer o se acomodan los indicadores o cuando se atropella al derecho privado o cuando se buscan chivos expiatorios o cuando se hacen discursos descalificantes. Nada de esto le sirve a Argentina. Algún día se entenderá que las lanzas al viento, sólo traen dolor... a los pobres, indefensos, marginados, excluidos, es decir al 80% de la sociedad argentina, abandonada a su suerte por el propio estado "democrático". Octubre 27, 2010.-
miércoles, 27 de octubre de 2010
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