"Es la foto que define este momento"
Victor Bugge, fotógrafo de la Casa de Gobierno, explica lo que le generó esta imagen que recorre el mundo; cuenta que la cámara lo "protege" del dolor
Viernes 29 de octubre de 2010 | 13:43 (actualizado a las 14:20)
NOTA original:
"Es la foto que define este momento" - lanacion.com
el dispreciau dice: indudablemente una fotografía incunable, propia de manuales y libros de historia. Dos Presidentes en una misma sala, en soledad, recorriendo sus momentos, sus circunstancias. ¿Antología?... quizás. Posiblemente nunca más se repita que haya dos Presidentes, matrimonio, compartiendo el instante. Néstor Kichner se lleva un antecedente de oro, que lo destaca y lo define, no sabía jugar al golf, tampoco al truco, no al tenis, ni siquiera a la bolita... hechos menores que sí han caracterizado a la década infame y sus inmediatas consecuencias convergentes en un fatal 2001, su crisis, y una nueva consecuencia que creó un nuevo fantasma, que ya había pululado durante los noventa. Este Presidente, el que ya es espíritu, era pura actividad y más allá de las coincidencias y las disidencias de ideas, el pragma lo deja bien parado ante el estrado de la historia, muy bien parado porque aportó escenario para los jóvenes, que hoy por hoy ya es lo único que tiene importancia ya que el país será heredado por ellos. Su esposa, otra Presidente, tiene más habilidades, más dones y más inteligencia que aquel que se ha ido, tampoco le falta carisma, sí procede (al menos parece) dejándose llevar por ciertas conductas que no son fáciles de definir, pero ella es pura alma, se nota en sus ojos. Una vez más, tenemos diferencias ideológicas (no tanto) y de ideas (procederes), pero en verdad la gestión define perfiles y eso es respetable y entendible, quien está allí se debe a sus zapatos y a sus circunstancias. Espero que este drama se transforme en motor de talentos (que los tiene de sobra) y despierte a una nueva política, aquella que nació de la mano del que ya es espíritu. Ya que el sacrificio está en marcha, Argentina lo merece, mucho más su gente, ni que hablar su juventud, nuestros hijos, nuestros nietos. El espíritu que flota, ha creado un novedoso peronismo K, al tiempo que ha enterrado el falso justicialismo, ese que venía desde los setenta. Podrá gustar, podrá no gustar pero el peronismo de los noventa y el otro, el federal, son dos mentiras que enseñan la impresentabilidad de lo frívolo... el resto de la clase política es impresentable, salvo honrosas excepciones. El país necesita de planificación, de diseño, de concertación, y le doy una vez más la derecha a la Señora Presidente... "no hay con quién hablar"... realmente no lo hay. De allí la importancia de los jóvenes de cualquier índole y factor y sus potenciales contribuciones a un país cierto, vivible. Los viejos, los que nos estamos yendo, los que ya tenemos nuestras vidas transitadas, mejor o peor, queremos ver a los que nos siguen con las suficientes certezas como sostener en alto la celeste y blanca. Nuestra historia lo merece. Nuestro mañana, el suyo, también. Octubre 30, 2010.-
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