miércoles, 9 de diciembre de 2015

DESPISTE A LA BANQUINA Y MÁS ALLÁ

el dispreciau dice: los enfrentamientos y las divisiones vienen caracterizando a la Argentina, su sociedad civil, a sus estamentos políticos, mucho antes de esta última década, la ganada para pocos, la perdida para todo el resto...

esos mismos enfretamientos y esas mismas divisiones son las que habilitan a los unos a negar la existencia de los otros, y viceversa, haciendo un ejercicio chavista de democracias venidas a menos, acondicionadas a los antojos usureros del poder, de un poder que pareciera ser propiedad de unos pocos envueltos en mesianismos, endiosamientos y variadas formas de desprecios...

enfrentamientos y divisiones son los que dieron lugar a un "peronismo" anti-justicialista (sin justicia social para nadie, o bien, para pocos amigos de la obsecuencia del poder indigno)... enseñando que ante el poder, hay algunos que son más iguales que otros, y que algunos otros no son, siquiera, iguales a nadie...

esto le ha hecho muchísimo mal a la sociedad argentina toda, dando lugar a los enfrentamientos de la década del setenta que derivaron en una tragedia donde el país extravió su memoria, sus joyas, y sobre todo su dignidad social... 

Alfonsín fue un paradigma no valorado ni por propios ni por ajenos... y su partida dio lugar a un concierto de infamias que se extendieron desde 1990 hasta 2003... en los que Argentina retrogradó para favorecer los intereses de pocos políticos y empresarios elegidos para las fechorías tumberas que se fueron reproduciendo hasta llegar a un hoy donde la sociedad argentina está empobrecida y carente de pensamiento crítico suficiente como para alimentar las prudencias...

Cristina Fernández, contrariamente a lo declamado en sus discursos, ha propiciado la división (primero) y el enfrentamiento (después) para obtener los réditos propios del ·"divide y reinarás", aún cuando debajo y a los costados no quede más que un páramo desolado... léase, la Presidente, en vez de enseñar "grandeza", se despista en la curva de la historia y se estanca en el pasto... y con ella, aquellos que han hecho culto a la obsecuencia propia de la teoría del felpudo... 

la obsecuencia propia de la teoría del felpudo está lejos de representarse o de traducirse como "lealtad", sí como estupidez propia de la conveniencia y el interés de tomar ventaja de los que han ido quedando por el camino, despojados o muertos... no es buen ejemplo ni mejor modelo... pero indudablemente, quien está acostumbrado al cinismo sólo se viste con él...

Argentina, su sociedad y su cultura no necesita de este bochorno anti-democrático y de este mamarracho del poder enloquecido... la depresión post-poder conduce a la demencia... mal que le pese a quien sea... más tarde o más temprano se devora las esperanzas de los actores y muchas veces (no pocas) las de los expectadores, también...

Macri comienza su lapso con el pié izquierdo... poniendo en evidencia que la "grieta" dejó de ser tal para tomar entidad de abismo... y es sabido, que los abismos devoran a los que intentan surcarlos... 

una vez más, Argentina se despista hacia la banquina, mal... innecesariamente... por el sólo empecinamiento de las partes... que una vez más demuestran que para un "argentino" no hay nada peor que "otro argentino"... dicho ejemplo se arrastra desde hace dos siglos... y el poder no aprende... pero esta vez, en forma casi simultánea, todos los falsos populismos están caducando en las Américas... dejando en claro que no es bueno insultar la inteligencia pública ni tampoco la consciencia social... y tanto Cristina Fernández como Mauricio Macri no han hecho otra cosa que insultar al ADN argentino... para la posteridad. DICIEMBRE 09, 2015.-

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