viernes, 9 de mayo de 2014

BALCÓN ▼ “Es rídículo que los políticos gasten dinero en mítines” | Sociedad | EL PAÍS

“Es rídículo que los políticos gasten dinero en mítines” | Sociedad | EL PAÍS



“Es rídículo que los políticos gasten dinero en mítines”

El presentador transmitirá por quinta vez Eurovisión





Íñigo: "En otros tiempos la televisión se veía como un altar" /LUIS SEVILLANO


En los años setenta y ochenta era el periodista más popular de España. Por sus programas —con envidiables audiencias de 15 y 20 millones de espectadores— pasaban los personajes más rutilantes del momento: desde el premio Nobel de Literatura Alexander Solzhenit-syn hasta actores como Rita Hayworth,Charlton Heston y Sofía Loren. José María Íñigo (Bilbao, 1942) convirtió formatos como Directísimo y Estudio abierto en fenómenos de masas. “En otros tiempos, la televisión se veía como si fuera un altar. Proporcionaba celebridad inmediata. No daba prestigio, pero sí popularidad”, dice el periodista, que ha sido actor, locutor, crítico musical, editor de revistas de viajes, torero aficionado y ahora acaba de debutar como novelista conEl códice secreto de Platón, una historia de espías con la Guerra Civil como telón de fondo.
Es, además, curtido comentarista delFestival de Eurovisión (tarea que afronta por quinta vez este sábado), un espectáculo que siguen 200 millones de personas —“es como una Champions”— y al que TVE presenta a Ruth Lorenzo. “Es una desconocida absoluta. Sabe cantar, tiene buena voz y oficio. Ganar o perder es una lotería. Es como en el fútbol: vence quien más goles mete. Pueden ser chicas jóvenes o grupos melenudos”.
Salvo estas incursiones esporádicas, la relación de Íñigo con el medio que le dio una inmensa fama es la de mero espectador. “Solo veo series y películas. Los programas me ponen nervioso. Busco los defectos y no disfruto”. ¿Por qué sigue teniendo éxito la televisión? “No requiere esfuerzo. Un libro requiere, al menos, tenerlo en la mano”. Descontando los avances tecnológicos, asegura que los contenidos de antes tenían otra altura. “En la España más depauperada, entre col y col se hacían series de grandes literatos y se podía entrevistar a la gente de todo tipo sin ahondar en las vísceras”. Lo que no ha cambiado es el colosal poder del medio. Por eso, a las puertas de una campaña electoral se pregunta: “¿Cómo es posible que teniendo un arma como la televisión los políticos se gasten el dinero en mítines?”. Y se contesta: “Es puro narcisismo. Quieren verse ante una multitud que les aclama. No he visto cosa más ridícula”.
Su fórmula para conseguir traer a la España que salía de la dictadura a personalidades de primera fila era sencilla. “Les escribía una carta. No sabía las señas. Ponía Neil Armstrong. Cabo Cañaveral. Estados Unidos. Y llegaba. Ahora hemos perdido la confianza en las cartas”. El astronauta compareció en TVE 10 años después de pisar la Luna. Íñigo recuerda que solo pidió dos cosas: visitar el acueducto de Segovia y asistir a una corrida de toros. “Otros querían ir a un tablao flamenco o comer una paella. La costumbre de pagar a los entrevistados no existía”.
De todos los que desfilaron por sus programas, todavía en blanco y negro para la mayoría, el presentador cita al escritor ruso Solzhenitsyn. “El relato que hizo del Gulag y los campos de concentración de Siberia fue espectacular. Se me ponía la carne de gallina”. Aunque en la memoria de los españoles seguramente la imagen más viva sea la de Uri Geller, aquel excéntrico tipo que Íñigo descubrió en la portada deNewsweek y que se dedicaba, según decía, a doblar cucharillas con la mente. ¿Se lo creyó? “También hay personas capaces de sumar en segundos una pared llena de números”, dice enigmático.

el dispreciau dice: Mussolini y Hitler le enseñaron a las masas la importancia del "balcón" (te agrego Franco, me había olvidado de este inútil)... introduciendo la estrategia de los discursos que no dicen nada, de los discursos vacíos que desbordan de mentiras coincidentes con irrealidades, palabras al viento que se evaporan para no dejar nada... otros aprendieron la lección y siguieron el criterio... y lugo de los ejemplos... el discurso se hizo cosa común, hartante, indignante... cadenas nacionales... palabras y más palabras... promesas y más promesas que jamás se cumplirán... mentiras disfrazadas... yogo bonito... pero detrás nada... hoy, todos son Mussolini, o muchos más son Hitler, émulos de Perón y sus paradojas sociales... aprendices de Chávez... enseñando que la realidad los "atrasa"... que insisten con el modelo de algo que además de no servir no agrega valor social alguno, alimentando el agigantamiento de las deudas políticas, cada vez más atroces... ya no hay democracias... aún las mismas democracias se han transformado en dictaduras de corto plazo, imprevisibles, e impredecibles... no importa lo que diga el discurso, se hará exactamente lo contrario, y los ejemplos son tantos que apabullan, aquí como allá, allá como aquí... y Hitler está vivo en sus aprendices... solo que ahora han aprendido a comprar audiencias, entonces llevan a aplaudidores, que ríen siguiendo el cinismo que desciende desde los espíritus de gentes con poder pero sin valores... siguiendo la hipocresía que gesta el atropello y la violencia consentida... y alimentando las codicias de unos pocos mediante la dignidad de los ignorantes... y cada día que pasa se la ve peor, más Mussolini, y más Hitler, que aún retrogradando en ideologías perimidas regresan a ocupar espacios en el morbo humano desenfrenado, intolerante y discriminatorio, que pretende concentrar a los excluidos en ghettos que operen al modo de alfombras globales, donde se esconde la "basura" que ellos fabrican pero que no quieren ver, y de la que no quieren saber...

Mussolini... Hitler... Perón... Chávez... y la saga continúa... se insiste con el imperio del balcón, se insiste con el servilismo y la obsecuencia, la teoría de los felpudos... las democracias ya están desintegradas y sólo se prometen dictaduras de complacencia... si te gusta bien, y si no también... de allí la magnitud del divorcio entre la sociedad humana y los estados, y el consecuente divorcio entre sociedad humana y poder político o corporativo... por todo se ha vuelto tan increíble, que ya nada de nada es creíble... mientras las audiencias compradas aplauden lo que no escuchan... mientras las audiencias compradas aplauden lo que no entienden... haciendo de la vida un reality bien americano, insoportable, mentiroso hasta el tuétanos, que no es ni una tragedia griega y que no califica para espectáculo... ya que sólo traduce la violencia como ejercicio vital de subsistencia...

y el balcón está al caer... tanta es la mentira que se la han creído, o peor aún, han evaporado las verdades fundamentales...

y cuando ello ocurre... el final está justo allí, delante de la nariz del que lo quiera ver. MAYO 09, 2014.-

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