jueves, 15 de mayo de 2014

LA MÁQUINA DE IMPEDIR ▼ “Tenemos más libertad de prensa que democracia” | Sociedad | EL PAÍS

“Tenemos más libertad de prensa que democracia” | Sociedad | EL PAÍS



“Tenemos más libertad de prensa que democracia”

El exdirigente de los editores dice que los partidos impiden reformas esenciales

 Madrid 14 MAY 2014 - 20:11 CET
Crespo aprende suajili porque pasa temporadas en Kenia. /ÁLVARO GARCÍA
















Pedro Crespo de Lara (Cabezón de la Sal, Cantabria, 1935) ha sido muchas cosas importantes en la prensa, la abogacía y la universidad españolas, pero, si le pides un resumen sobre adónde hemos llegado, pone sobre la mesa una viñeta de Ballesta en la revista AEDE, que Crespo apadrinó cuando era secretario general de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), entre 1978 y 2000. En la viñeta, un hombre joven se dice, con la mano en la mejilla: “Soy licenciado de Ciencias de la Información y no se me ocurre nada”. Pedro Crespo recuerda este ballestapara expresar sus dudas sobre la treintena de facultades de Periodismo que cada año mandan al mercado a 10.000 titulados. “Mejor hubiera sido tener menos facultades y haber creado centros de tercer grado. Muchos periódicos lo han remediado con sus propios másters”.
Las otras dos viñetas son de Forges y se publicaron en 1975 enInformaciones, cuando Crespo era secretario general del famoso (y desaparecido) vespertino madrileño. En una, Forges alude a la mala fama de los periodistas: la canallesca, lo decían quienes odian la libertad de expresión tanto como los ladrones a los faroles. En cuclillas sobre un piano, un joven barbudo mira con compasión al padre encorbatado, que le reconviene: “O depones tu actitud o corro por el barrio la especie de que eres periodista”. La otra viñeta hablaba de la realidad del momento, con la caverna alegrándose de los atentados y persecuciones que acosaban a la profesión. Dos blasillos conversan, mientras pasean: “Hoy es la corrida de los periodistas”. “¿Por dónde los corren?”. “Por doquier”. Buen resumen del estado de la cuestión en una España en la que, como ironizó Gil de Biedma, a veces se piensa que de casi todo hace ya veinte años.
Crespo estudió aquella etapa en un libro que ya es un clásico en la literatura periodística, El artículo dos, sobre la siniestra Ley de Prensa e Imprenta promulgada en 1966 por Manuel Fraga cuando era el ministro estrella del dictador Franco. “Desde entonces, hemos alcanzado un grado de libertad de prensa muy alto, pero no disfrutamos de una verdadera democracia”, sostiene Crespo. Echa la culpa a los partidos, que se comportan como regimientos prusianos. “Tenemos una partitocracia gobernada por una élite profesionalizada, muy difícil de remover, que impide las reformas sustanciales porque antepone los intereses de partido al bien común”. ¿Remedios? Bastaría con que la prensa combata esos males “con el tino, el rigor y la profesionalidad” del pasado. “Entonces sí que volverían los ciudadanos a vibrar con el espíritu perdido de la transición”.
Desayunamos en el hotel Miguel Ángel, desde donde Crespo, que ha sido en dos ocasiones decano del Colegio de Abogados de Madrid, acude esa mañana al homenaje que le rinde la actual junta por servicios prestados en épocas turbulentas. Lleva en el bolsillo la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort. “Es bueno presumir cuando se han hecho tantas cosas y entre tantas dificultades”, ironiza. Gozosamente jubilado, acaba de publicar en La Esfera de los Libros el segundo tomo de sus memorias con el título Triunfó la libertad de prensa, edita sus poemas con el entusiasmo de un novato y aprende suajili porque vive con su mujer algunos meses al año en Malindi (Kenia), frente al océano Índico. El resto del tiempo lo reparte entre Madrid y Cantabria.

J. Abramson, en el centro, acompañada de B. Keller (dcha) y D. Buquet (izda). / AP

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el dispreciau dice: las corporaciones han perdido el rumbo, podría decirse que se fueron extraviando a partir del artilugio de la globalización gestado en los años noventa... y allí comenzaron a errarle al vizcachazo una vez tras otra... presupuestos virtuales acomodados a los deseos del imperio "ordenador" de mercados y consumos... mucho felpudo hecho funcionario bajo la premisa de la carencia de convicciones ("sí señor a como sea")... mucho negocio financiero de lavados varios y poca comprensión social, por ende ninguna integración... muchos dólares para nada... muchos euros para nada... mucha corrupción asociada a las mafias y a los poderes políticos circunstanciales... en definitiva, mucho verso y poco o ningún resultado... ningún valor agregado genuino desde 1990 hasta aquí... ¿aberrante?, demasiado...

desde luego entre las corporaciones que responden a un mismo "dueño" disfrazado de "yo no fui"... bajo los criterios del imperio... medieval y oscurantista... están las corporaciones de medios, que ocupan a diarios, revistas, radios, televisoras, pasquines, panfletos, y algunos etcéteras que reflejan las manipulaciones del poder... dichas corporaciones, de una u otra formas manipulan a la opinión pública de maneras sutiles, disponiendo siempre de un poder que no se ve desde la calle, pero que ejercen de modo genuino, auténtico, implacable... traducido, libertad de prensa no falta... pero dichas corporaciones no habilitan a sus editores a que tengan disponibilidad de consciencia, ya que cuando se oponen al "negocio" o sus principios, inmediatamente van a parar a la calle, dejando en claro que el que manda es el "imperio"... y punto... cuando se habla de imperio se refiere al negocio, a lo financiero, al lavado, al Fondo Monetario Internacional y sus recetas, a los bancos y sus hipotecas de vida y techos, a los avisadores siempre dispuestos a salir en cualquier foto, a los participantes de los hechos de prensa, y nuevamente, otros etcéteras implacables...

entiéndase entonces que la libertad de prensa es libre en tanto y en cuanto no se oponga al ángulo de los "negocios"... y en ello, convergen todos los poderes planetarios, ya que todos participan del "negocio" de una u otra formas...

democracias quedan pocas... casi ninguna podría decirse... ya que lo que se denomina "democracia" ha dejado de existir hace rato, ya que en ellas intervienen tremendas miserias humanas para nada distintas de las que exhiben las corporaciones en cualquier lugar del mundo humano... esto es que el oficialismo es funcional a la oposición y ésta, a su vez, lo es al oficialismo, en una asociación ilícita que se come a los ciudadanos y sus necesidades... quizás, el ejemplo de la Europa medievalizada de estas horas aparezca como un buen ejemplo, pero a decir verdad, la mentira es de tal magnitud que ya envuelve al planeta entero, haciendo de las democracias una verdadera máquina impedir cualquier justicia ciudadana, por ende tornándolas inservibles para los mortales, inviables, insoportables, e invivibles... ¿lamentable?, demasiado...

curiosamente, aquellas mentidas democracias transformadas en antojos dictatoriales de corto plazo, y las corporaciones lavadoras, son socias en la finalidad de crear un paisaje tipo desierto ante los ojos de cualquiera que no participe del juego... por ende, la mayoría de la humanidad está excluída de cualquier cosa... y cuando se dice "cualquier cosa" es todo lo que se pueda imaginar, creer, pensar, elucubrar, etc.

los estados ausentes se han convertido en una máquina de impedir... ya ningún ciudadano puede recurrir al estado para nada, ya que de hacerlo se verá sometido a miles de trámites que lo agotarán y lo harán morir en el intento, salvo que exista un especial interés político en que ello no suceda...

fin de fiesta ► las democracias no son tales, ya que los gobiernos apenas si ostentan un poder mínimo sobre el manejo de las variables, las que son prolijamente manipuladas desde afuera por agentes nocivos diseñados por las propias corporaciones que no tienen nacionalidad, no tienen frontera, no tienen bandera, y han hecho de las gentes un instrumento descartable, desechable, expulsable, excluíble a discreción de partes, partiendo siempre del principio de obsecuencia, o si Usted quiere de la teoría de los felpudos... esto es dejarse zapatear el coco, y adherirse a la despersonalización del "sí señor a como sea"... el resultado está a la vista de quien lo quiera ver: le han hipotecado el destino a TODA la HUMANIDAD... incluyéndose ellos mismos, incapaces de medir matemáticamente las consecuencias de sus negligencias e impericias... y curiosamente, otra vez, en este resultado... mucha culpa (responsabilidad) cae en las espaldas de los medios corporativos y sus periodismos de conveniencias. MAYO 15, 2014.-

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