La pobreza rebrota en Argentina
Después de una década de caída casi continua del número de marginados, la tendencia se revierte en 2013
La reciente devaluación agrava la miseria
ALEJANDRO REBOSSIO Buenos Aires 3 MAY 2014 - 22:21 CET
Un hombre empuja una carretilla en el barrio de La Carbonilla. / ENRIQUE MARCARIAN (REUTERS)
Los camiones vuelcan sacos de basura en el vertedero de Zárate, una ciudad industrial de 98.000 habitantes situada 95 kilómetros al norte de Buenos Aires. Una decena de hombres en situación de pobreza esperan sobre una alfombra de residuos, en medio de un olor nauseabundo y de millones de moscas a que caigan las bolsas para abrirlas después. Buscan calzado, ropa... lo que sea, todo lo que las clases medias descartan y que ellos intentan reciclar. También guardan comida para alimentar animales, ya sean perros o cerdos. “Acá vienen más o menos 70 personas todos los días. Cuando hay laburo [trabajo] afuera [del vertedero], hay menos que laburan adentro. Ahora hay más gente adentro”, reconoce un hombre de gorra que compra plásticos o metales a los que revuelven entre la basura. Los que sobreviven en la llamada quema, donde antes se incineraba basura y ahora se la comprime con grúas, parten al mediodía con objetos en sus bicicletas o motos de vuelta a sus casas, por el camino de tierra que va hasta la carretera 9, que une Buenos Aires con Rosario.
En la periferia de la capital o en Mar del Plata hay vertederos más concurridos, con cientos de personas que nunca dejaron de ir a pesar del retroceso de la pobreza en Argentina después la crisis de 2001-2002 y a partir de los gobiernos kirchneristas (desde 2003). Pero el actual aumento de la cantidad de pobres removiendo basura para sobrevivir coincide con la quiebra en la tendencia a la mejora social que había registrado este país en los últimos años, y el actual empeoramiento —sobre todo desde 2013 y en particular en 2014—, con la devaluación del peso de enero pasado y su impacto en una inflación que alcanza el 33% anual.
La pobreza había caído a la mitad durante el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), del 54% al 27%, de la mano de la recuperación de la economía, el empleo, los salarios y las pensiones. Pero desde 2007 las estadísticas oficiales de Argentina comenzaron a subestimar la inflación y, por consiguiente, la pobreza. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decía hasta la primera mitad del año pasado que solo el 4,7% de los argentinos estaba en situación de pobreza. En 2014, en un intento por corregir diversos desajustes económicos, reguló los datos sobre inflación. Se espera también desde hace dos semanas que haga lo mismo con los datos sobre la pobreza en la segunda mitad de 2013, pero postergó dar esa información con el argumento de que había cuestiones metodológicas por resolver a partir del nuevo índice de precios al consumidor (IPC).
Ahora proliferan diversos índices alternativos para medir la pobreza. Quizás entre los más ajustados a la realidad están los de la Universidad Católica Argentina (UCA) y los del Centro de Investigación y Formación de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), que responde al ala kirchnerista de este sindicato, pero que reconoció por última vez que en 2012 la pobreza era del 19,9%. Fuentes de la CTA destacan que prácticamente en cada uno de los primeros nueve años del kirchnerismo en el poder la pobreza bajó, con la excepción de 2008, en que se estancó, pero temen que su centro de investigación, que difundirá el indicador de 2013 la semana próxima, reconozca una subida porque la inflación superó el año pasado al alza salarial. Además, admiten que en el primer cuatrimestre de 2014 necesariamente la situación social empeoró porque los precios subieron aún más que las nóminas. “En el resto del año habrá que ver si baja la inflación o suben más los salarios”, comentan en medio de negociaciones paritarias en las que se pactan subidas salariales de entre el 29% y el 31%.
La UCA elabora dos cálculos sobre la pobreza. El más moderado advierte de que ya hace dos años comenzó a empeorar el panorama social, es decir, después de la reelección de Fernández y los posteriores controles cambiarios para evitar una devaluación, que finalmente ocurrió, y que ha impactado en la inflación y en un menor nivel de actividad económica (1% de expansión en el primer bimestre de 2014). El porcentaje de pobres, según el indicador más moderado de la Universidad Católica, se elevó del 22,9% en 2011 al 24,5% en 2012 y al 25,6% en 2013. Es decir, unos 10 millones de argentinos eran pobres el año pasado. La cifra habría crecido en 2014.
La difusión del dato de la UCA y los de otras fuentes que situaron la pobreza por encima del 30% llevaron a que diversos ministros del Gobierno de Fernández respondieran que la pobreza es mucho menor que en 2003. “¿Cómo es posible que haya la misma pobreza si se crearon casi seis millones de puestos de trabajo y junto con ello se desplegaron las políticas sociales de mayor cobertura en toda la historia argentina?”, argumentó el ministro de Economía, Axel Kicillof. De la mejora respecto de 2003 no caben dudas, pero el debate ahora es si la merma lograda en el Gobierno de Fernández ha sido de solo dos puntos porcentuales entre 2007 y 2013, bastante menor a la conseguida en ese periodo por Brasil, Venezuela, Uruguay, Colombia o Perú.
El obispo al frente de la Pastoral Social de la Iglesia argentina, Jorge Lozano, defendió la estadística de la UCA y dijo: “Desde 2008 [año que comenzó con un encarecimiento internacional de los alimentos, siguió con el conflicto agrario argentino y acabó con la gran recesión mundial] se detuvo la salida de personas de la pobreza e incluso hubo un leve incremento”. Y añadió: “A un sacerdote de mi diócesis [Gualeguaychú, provincia oriental de Entre Ríos] le pidieron ayuda para una familia. Entonces él les llevó dos litros de leche y llorando me contó que en esa casa hacía dos semanas que los niños no tomaban ese producto básico”. El rostro de la pobreza también se ve en el mismo Obelisco de Buenos Aires, donde habitantes de las villas o barrios de chabolas acampan desde hace dos semanas para reclamar viviendas dignas.
el dispreciau dice: el primer acto de esta tragicomedia eterna moviliza hacia la búsqueda de culpables... iniciativa característica del periodismo liviano que define a las pampas... que ha ido deformando a la opinión pública hacia los facilismos afines a los oportunismos que pintan cualquier paisaje argentino... y junto con ello un conjunto de apuros políticos asociados a intereses que terminan de dar forma a un abismo que se abre para recibir a los excluidos que se van cayendo del sistema por variados motivos...
el segundo acto enseña que el problema de las pobrezas, las marginaciones y las indigencias son un fenómeno global consecuente a la permanencia de los estados de crisis inducidos por y desde las recetas del imperio y sus socios corporativos... atados por siempre a favorecer a unos pocos en contra de las necesidades sociales... promoviendo lavaderos como los introducidos durante la década infame (1990-1999)... tejiendo una mediocridad que se ha ido extendiendo por las consciencias públicas y las inteligencias sociales, deformándole el coco a las gentes, y haciéndoles creer que los oportunismos resuelven las vidas de cada quién... alejándolos de los focos prudentes de la convergencia social... del compromiso social... de la cultura que unifica... entonces, algunos (tal vez un tercio de la sociedad) lo entienden y lo introyectan para integrar e integrarse... mientras que otros asumen el camino de los atajos buscando siempre echar culpas a algún desprevenido... dejando al menos un tercio de eternos reclamantes que no harán nada por nadie, ni siquiera por ellos mismos, pero vivirán justificándose con argumentos vacíos, tan vacíos como los discursos del extremo opuesto, que ha venido alimentando la tremenda deuda política acumulada durante el Siglo XX y lo que va del XXI...
como sea, el problema de la marginación es mundial... crece aquí... pero también allá... y la conducta humana es siempre buscar la paja en el ojo ajeno, sin aportar soluciones, sin resolver las ecuaciones ni atender las coyunturas, dejando a las gentes libradas a sus suertes y a sus propias miserias humanas...
nadie dice que la máquina de excluir nace y muere en el propio sistema instaurado por Bélgica y las trágicas recetas de un Fondo Monetario Internacional repleto de desquiciados, que se escudan en títulos y honores, pero que desconocen la evolución de las variables económicas según las matemáticas supremas, sus geometrías, y por consiguiente sus puntos de equilibrios multidimensionales, donde el corrimiento de los centros de gravedad, producen desplazamientos que destrozan sociedades enteras... entonces se imponen recetas que matan personas... entonces se imponen recetas que hipotecan futuros de otras personas... entonces se imponen recetas que inducen pobrezas crecientes que van derivando en frustraciones que desembocan en indigencias...
nadie atina a evaluar la gravedad de las ignorancias crecientes... esas que engendran peores violencias... que se van carcomiendo los valores sociales, haciéndoles creer a las personas que dichos valores son tan móviles como las éticas, habilitando entonces al enaltecimiento de las mentiras como necesidad social para la pronta supervivencia, las traiciones para justificar los atropellos, los robos para habilitar las falsas solidaridades, los asaltos a la dignidad para permitir las peores misericordias, y los cinismos que habilitan a las degradantes compasiones...
mientras ello sucede, en la Argentina... le echan la culpa a la Cristina... pero en realidad el problema no es de ella, y poco puede hacer para resolverlo, ya que el problema se concentra en la desintegración elaborada durante el siglo pasado, pero que encuentra antecedentes calamitosos en el anterior... donde las familias patricias eran las primeras en falsear la historia para ocupar un espacio social condenatorio de los prójimos... todo ello con la bendición inoportuna de una Iglesia pobre de valores y carente de éticas, pero siempre alerta para buscar culpables y quemar brujas... de allí que ARGENTINA haya llegado a una dictadura militar genocida bajo el paraguas de la santidad de una rara iglesia católica que roba a los pobres para luego traducir solidaridades... no es bueno el ejemplo, y al no serlo, la sociedad se cree que eso es bueno... porque los facilismos ayudan a no entender las circunstancias... y a realizar lecturas deformadas de cualquier realidad, o directamente, no realizar ninguna lectura y simplemente echar culpas al primero que se cruza...
la realidad humana mundial es que las sociedades se están desintegrando de la mano de un modelo económico dramático, agotado en sí mismo, perimido en sus criterios, que se ha comido a la civilización humana, dejando vivos a algunos "elegidos" del imperio, a algunos obsecuentes felpudos de las corporaciones del "sí señor", a los intereses de la mentida UE y sus visiones nazis del planeta humano globalizado, a los intereses de otras uniones imperiales de poca gente aprovechada de sus prójimos, y varios etcéteras cada uno más aberrante que el anterior, donde las variables conducen a la tragedia...
nadie habla de la deuda política del Siglo XX hacia la sociedad humana condenada a ser descartable por aquellas recetas demoníacas que salvan bancos y condenan personas...
nadie habla del imperio desquiciado por residuos secos de un nazismo que permanece vivo en los foros de Bruselas...
entonces, ¿cómo resolver la pobreza, cómo resolver la marginación, cómo resolver la indigencia, o peor aún, como revertir la ignorancia, si todos los mecanismos de poder están diseñados para devorar a las sociedades?... y la tragicomedia se vuelve tragedia de muchos, cada vez más, porque el sistema expulsa desde siempre... y jamás contribuye a sumar, a aglutinar, a desarrollar, a integrar... por el contrario, el sistema destruye... a pesar de los discursos, a pesar del G-8 y del G-20... a pesar de cualquier cosa que se recite...
en dicho concierto desconcertante, la sociedad humana involuciona rápidamente hacia la edad de piedra... ya que no se puede construir integración cuando la variable de cualquier ajuste es la propia gente... cuando esa misma gente es descartable o pasible de serlo para conveniencia de unos pocos que siguen actuando al modo de los reinos medievales, viviendo a costillas de las riquezas del Potosí, de los diamantes del África, o de lo que sea del Asia...
la realidad es que el imperio protege a las redes de narcoproducción y narcotráficos, porque necesita de los lavaderos para subsistir y mantener idiotas a las gentes...
la realidad es que el imperio protege a las redes de trata de personas, porque necesita del negocio de la prostitución, y de los tráficos de órganos, o de las esclavitudes denigrantes de la condición humana...
y curiosamente, el imperio sigue estando siempre en el mismo lugar y conducido siempre por las mismas familias, esas que fabrican conflictos para sostener sus respectivos poderes intactos...
y allí queda en claro que ARGENTINA es tan víctima de ello como cualquier otro país... y nuestras pobrezas no son más ni menos que equivalentes con las del resto de un mundo donde impera la mediocridad inducida como ejemplo necesario por un imperio que vive de la degradación humana... y esa evidencia... es inapelable ante los estrados de la historia humana. MAYO 04, 2014.-
el dispreciau dice: el primer acto de esta tragicomedia eterna moviliza hacia la búsqueda de culpables... iniciativa característica del periodismo liviano que define a las pampas... que ha ido deformando a la opinión pública hacia los facilismos afines a los oportunismos que pintan cualquier paisaje argentino... y junto con ello un conjunto de apuros políticos asociados a intereses que terminan de dar forma a un abismo que se abre para recibir a los excluidos que se van cayendo del sistema por variados motivos...
el segundo acto enseña que el problema de las pobrezas, las marginaciones y las indigencias son un fenómeno global consecuente a la permanencia de los estados de crisis inducidos por y desde las recetas del imperio y sus socios corporativos... atados por siempre a favorecer a unos pocos en contra de las necesidades sociales... promoviendo lavaderos como los introducidos durante la década infame (1990-1999)... tejiendo una mediocridad que se ha ido extendiendo por las consciencias públicas y las inteligencias sociales, deformándole el coco a las gentes, y haciéndoles creer que los oportunismos resuelven las vidas de cada quién... alejándolos de los focos prudentes de la convergencia social... del compromiso social... de la cultura que unifica... entonces, algunos (tal vez un tercio de la sociedad) lo entienden y lo introyectan para integrar e integrarse... mientras que otros asumen el camino de los atajos buscando siempre echar culpas a algún desprevenido... dejando al menos un tercio de eternos reclamantes que no harán nada por nadie, ni siquiera por ellos mismos, pero vivirán justificándose con argumentos vacíos, tan vacíos como los discursos del extremo opuesto, que ha venido alimentando la tremenda deuda política acumulada durante el Siglo XX y lo que va del XXI...
como sea, el problema de la marginación es mundial... crece aquí... pero también allá... y la conducta humana es siempre buscar la paja en el ojo ajeno, sin aportar soluciones, sin resolver las ecuaciones ni atender las coyunturas, dejando a las gentes libradas a sus suertes y a sus propias miserias humanas...
nadie dice que la máquina de excluir nace y muere en el propio sistema instaurado por Bélgica y las trágicas recetas de un Fondo Monetario Internacional repleto de desquiciados, que se escudan en títulos y honores, pero que desconocen la evolución de las variables económicas según las matemáticas supremas, sus geometrías, y por consiguiente sus puntos de equilibrios multidimensionales, donde el corrimiento de los centros de gravedad, producen desplazamientos que destrozan sociedades enteras... entonces se imponen recetas que matan personas... entonces se imponen recetas que hipotecan futuros de otras personas... entonces se imponen recetas que inducen pobrezas crecientes que van derivando en frustraciones que desembocan en indigencias...
nadie atina a evaluar la gravedad de las ignorancias crecientes... esas que engendran peores violencias... que se van carcomiendo los valores sociales, haciéndoles creer a las personas que dichos valores son tan móviles como las éticas, habilitando entonces al enaltecimiento de las mentiras como necesidad social para la pronta supervivencia, las traiciones para justificar los atropellos, los robos para habilitar las falsas solidaridades, los asaltos a la dignidad para permitir las peores misericordias, y los cinismos que habilitan a las degradantes compasiones...
mientras ello sucede, en la Argentina... le echan la culpa a la Cristina... pero en realidad el problema no es de ella, y poco puede hacer para resolverlo, ya que el problema se concentra en la desintegración elaborada durante el siglo pasado, pero que encuentra antecedentes calamitosos en el anterior... donde las familias patricias eran las primeras en falsear la historia para ocupar un espacio social condenatorio de los prójimos... todo ello con la bendición inoportuna de una Iglesia pobre de valores y carente de éticas, pero siempre alerta para buscar culpables y quemar brujas... de allí que ARGENTINA haya llegado a una dictadura militar genocida bajo el paraguas de la santidad de una rara iglesia católica que roba a los pobres para luego traducir solidaridades... no es bueno el ejemplo, y al no serlo, la sociedad se cree que eso es bueno... porque los facilismos ayudan a no entender las circunstancias... y a realizar lecturas deformadas de cualquier realidad, o directamente, no realizar ninguna lectura y simplemente echar culpas al primero que se cruza...
la realidad humana mundial es que las sociedades se están desintegrando de la mano de un modelo económico dramático, agotado en sí mismo, perimido en sus criterios, que se ha comido a la civilización humana, dejando vivos a algunos "elegidos" del imperio, a algunos obsecuentes felpudos de las corporaciones del "sí señor", a los intereses de la mentida UE y sus visiones nazis del planeta humano globalizado, a los intereses de otras uniones imperiales de poca gente aprovechada de sus prójimos, y varios etcéteras cada uno más aberrante que el anterior, donde las variables conducen a la tragedia...
nadie habla de la deuda política del Siglo XX hacia la sociedad humana condenada a ser descartable por aquellas recetas demoníacas que salvan bancos y condenan personas...
nadie habla del imperio desquiciado por residuos secos de un nazismo que permanece vivo en los foros de Bruselas...
entonces, ¿cómo resolver la pobreza, cómo resolver la marginación, cómo resolver la indigencia, o peor aún, como revertir la ignorancia, si todos los mecanismos de poder están diseñados para devorar a las sociedades?... y la tragicomedia se vuelve tragedia de muchos, cada vez más, porque el sistema expulsa desde siempre... y jamás contribuye a sumar, a aglutinar, a desarrollar, a integrar... por el contrario, el sistema destruye... a pesar de los discursos, a pesar del G-8 y del G-20... a pesar de cualquier cosa que se recite...
en dicho concierto desconcertante, la sociedad humana involuciona rápidamente hacia la edad de piedra... ya que no se puede construir integración cuando la variable de cualquier ajuste es la propia gente... cuando esa misma gente es descartable o pasible de serlo para conveniencia de unos pocos que siguen actuando al modo de los reinos medievales, viviendo a costillas de las riquezas del Potosí, de los diamantes del África, o de lo que sea del Asia...
la realidad es que el imperio protege a las redes de narcoproducción y narcotráficos, porque necesita de los lavaderos para subsistir y mantener idiotas a las gentes...
la realidad es que el imperio protege a las redes de trata de personas, porque necesita del negocio de la prostitución, y de los tráficos de órganos, o de las esclavitudes denigrantes de la condición humana...
y curiosamente, el imperio sigue estando siempre en el mismo lugar y conducido siempre por las mismas familias, esas que fabrican conflictos para sostener sus respectivos poderes intactos...
y allí queda en claro que ARGENTINA es tan víctima de ello como cualquier otro país... y nuestras pobrezas no son más ni menos que equivalentes con las del resto de un mundo donde impera la mediocridad inducida como ejemplo necesario por un imperio que vive de la degradación humana... y esa evidencia... es inapelable ante los estrados de la historia humana. MAYO 04, 2014.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario