Políticos de la izquierda alemana crean un movimiento para combatir a la extrema derecha
Sahra Wagenknecht, líder de Die Linke, encabeza la plataforma que aspira a aglutinar a votantes desencantados con los partidos
Berlín
Sahra Wagenknecht en el la presentación del movimiento Levantarse. A. BECHER EFE
Hacer política más allá o incluso a pesar de los partidos. La nueva política quiere echar raíces también en Alemania con el nacimiento de Levantarse, un movimiento que aspira a hacer sombra a una extrema derecha en expansión. Escuchar las preocupaciones de los ciudadanos cabreados que se han entregado a los brazos de los populistas de derechas y luchar por la justicia social como remedio a la xenofobia son los grandes ejes del movimiento que aspira a conquistar las masas y que este martes se ha presentado en Berlín.
TIEMPOS VOLÁTILES
Dieter Rucht es experto en movimientos de protesta y alerta de algunas de las dificultades con las que puede toparse el nuevo movimiento alemán. Explica que el tejido asociativo de la sociedad alemana ya es muy tupido y que los movimientos sociales existentes recelan de cualquier iniciativa que huela a partido político.
“En teoría, podría funcionar porque hay mucha gente en la izquierda que busca un lugar. El problema es que en la práctica nace de personas que no son grandes aglutinadores ni tienen tradición en los movimientos sociales. Buscan fuera el apoyo que no tienen dentro de su partido”, explica Rucht, sociólogo e investigador del Centro para la Investigación Social de Berlín (WZB), quien sin embargo es consciente de que asistimos a tiempos sociales y políticos altamente volátiles y que pocos podían imaginar que movimientos como los que cristalizaron en el 5 Estrellas en Italia, la Francia Insumisa o Podemos en España fueran a cosechar semejante éxito en las urnas.
La paradoja de esta iniciativa, que pretende ser de base, es que nace de abajo a arriba. Sahra Wagenknecht, jefa de filas de Die Linke, el partido a la izquierda de la socialdemocracia alemana, es la gran impulsora de la iniciativa que secundan casi un centenar de miembros de otros partidos e intelectuales y artistas. En la Red, Levantarse ha logrado el apoyo de 100.000 personas, según aseguran sus impulsores. Los partidos tradicionales a izquierda y a derecha, incluido el propio Die Linke, observan con escepticismo cuando no con desdén el nacimiento de una iniciativa que, temen, podría acabar por dividir aún más a la izquierda y acabar por hacer guiños a las pulsiones nacionalistas que piden limitar la entrada de refugiados.
Para Wagenknecht sin embargo, lo sucedido los últimos días en Chemnitz, la ciudad del este de Alemania escenario de marchas neonazis, es un ejemplo de que asistimos a una “crisis de la democracia” ante la que es necesario reaccionar con nuevas herramientas políticas. “Hemos visto suficiente. Queremos un contramovimiento para lograr un cambio político. El odio y las agresiones crecen. Hay que levantarse para decir que puede haber otro tipo de política”, aseguró la dirigente de Die Linke durante la presentación de la nueva plataforma en Berlín. “La gente ya no se siente representada por los políticos”, añadió la curtida política.
El triunfo de Alternativa por Alemania (AfD), que el pasado otoño entró por primera vez en el Parlamento con un 12,6% de los votos, y que sigue creciendo en las encuestas, ha dinamitado la estabilidad del panorama político alemán. Los dos grandes partidos, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de la canciller Angela Merkel, y el SPD atraviesan horas bajas y si hoy hubiera elecciones en Alemania las encuestas indican que ya no sería posible formar una gran coalición como la que gobierna en Berlín.
Ante el desgaste de los partidos tradicionales, Wagenknecht, cuestionada dentro de su propio partido, piensa que hay vida fuera de los carriles políticos al uso, como ha demostrado el éxito de movimientos similares en Francia, Reino Unido y también en España. “Hay que hacer algo nuevo, hace falta un nuevo comienzo”, aseguró durante la presentación de la plataforma, en la que se explicó que se trata de un movimiento proeuropeo, pero partidario de una UE “más democrática y más social y que no esté dominada por los lobbies empresariales en Bruselas”. Sus seguidores ofrecieron sin embargo poca concreción sobre un programa que informaron de que será elaborado por los que se sumen al movimiento.
Preguntada por la posibilidad de que Levantarse acabe convirtiéndose en otro partido político, Wagenknecht se limitó a decir que ahora de lo que se trata es de hacer crecer el movimiento neonato. No niega, sin embargo, que el objetivo último es lograr que los partidos de izquierdas (SPD, Los Verdes y Die Linke) sean capaces de ponerse de acuerdo y sumar una mayoría para gobernar. “Lo que cuenta es lo que nos une, dentro o fuera de un partido. Queremos superar las viejas divisiones”, según se puede leer en la página web del movimiento.
Representantes de los márgenes del partido socialdemócrata y Los Verdes, así como un artista y un representante de la sociedad civil, acompañaron a Wagenknecht en la presentación. Sus correspondientes formaciones no comparten sin embargo su interés en el nuevo movimiento social. “La suma de minorías de distintos partidos no va a crear un movimiento capaz de ganar mayorías sociales”, ha vaticinado Kevin Kühnert, líder de las poderosas juventudes socialdemócratas (Jusos), con gran predicamento entre las bases. “Lo que Wagenknecht y Lafontaine [Oskar, también dirigente de Die Linke] hacen no es ningún movimiento, sino una lucha de poder dentro de su propio partido” estimó en declaraciones a la prensa el secretario general del SPD, Lars Klingbeil.
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