Los países europeos podrán vetar los cultivos transgénicos en su territorio

La nueva normativa permitirá a los Estados miembros prohibir los organismos genéticamente modificados

IGNACIO FARIZA Bruselas 12 JUN 2014 - 13:33 CET

Los 28 Estados miembros podrán prohibir los cultivos transgénicos en su territorio. Tras cuatro años de intenso debate, el consejo de ministros de Medio Ambiente y Agricultura ha acordado este jueves que cualquier país de la Unión Europea (UE) pueda desmarcarse en la implantación de organismos genéticamente modificados, pese a que estos cuenten con la autorización de Bruselas. Para lograr el permiso de la Comisión Europea, los Estados deberán alegar razones de impacto ambiental, agrícola, socioeconómico o de gestión del territorio. El Ejecutivo comunitario espera que, al incrementar el margen de maniobra de los Gobiernos, la aprobación de Bruselas a nuevos cultivos transgénicos se desbloquee.

Cuando el texto aprobado hoy entre definitivamente en vigor, los Estados miembros podrán notificar a la Comisión Europea su deseo de ser excluidos del campo geográfico en el que se permite un nuevo cultivo transgénico que haya recibido el visto bueno de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (el organismo encargado de evaluar su impacto sobre la salud y el medio ambiente).

Las negociaciones, enquistadas por las demandas de los tres países más poderosos de la UE (Alemania, Francia y Reino Unido), quedaron definitivamente bloqueadas durante el proceso de aprobación de unanueva variedad de maíz transgénico —el Pioneer 1507—. En la votación en la que Bruselas pensaba lograr la luz verde a esta cepa, 19 de los 28 Gobiernos europeos se negaron a aprobarla y solo cinco —entre ellos el español— votaron a favor.

La decisión tomada hoy por los ministros de Medio Ambiente y Agricultura es de especial relevancia para España, el país europeo con mayor porcentaje de superficie de cultivo dedicada a los trangénicos (un 80%, según los cálculos del Ejecutivo comunitario). Para que el acuerdo se convierta en definitivo, aún debe recibir el visto bueno del recién elegido Parlamento Europeo en una votación que está prevista para otoño.

el dispreciau dice: el concierto de las químicas transgénicas es realmente desconcertante... produce un daño geométrico en la naturaleza no adaptada a químicas sintéticas que son apropiadas para los laboratorios pero nocivas para todo lo que tocan en la naturaleza, incluyendo en ello a los propios seres humanos, a los animales de consumo que a su vez dañan a los seres humanos, a las selvas, a los campos, a los bosques, a los animales que viven en libertad, a las aguas, a los aires, y a los propios suelos, ya que generan químicas in-metabolizables que producen daños geométricos que proceden en efectos dominó donde caen... desde luego, todo ello ha sido prolijamente manipulado por las ciencias de conveniencias, esas que alimentan las soberbias de las corporaciones, haciéndole creer al mundo humano que todo es "bueno"... o bien condicionando los consumos a aquello que se les antoja a esas mismas conveniencias desesperadas por seguir ocupando espacios a costillas de lavados y mentiras, mentiras y lavados, importándoles un bledo los efectos en el largo plazo... un largo plazo que para los seres humanos tanto como para la propia naturaleza es demasiado corto, traduciéndose en formas químicas que derivan en tumores líquidos o sólidos, o en afecciones de etiologías desconocidas. Cuando los hechos humanos producen daños a corto, mediano y/o largo plazos, sencillamente intoxican a la raza tanto como a todo lo que el humano necesita para vivir... siempre. JUNIO 12, 2014.-