jueves, 19 de junio de 2014

ROLES CAÍDOS, ROLES ASUMIDOS ▼ Un nuevo paradigma de paz | Opinión | EL PAÍS

Un nuevo paradigma de paz | Opinión | EL PAÍS

TRIBUNA

Un nuevo paradigma de paz

Estados Unidos ha perdido relevancia como líder mediador en los conflictos



El colapso de otro intento estadounidense más para mediar en un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos debiera dar lugar a algo más que acusaciones. Debiera estimular la reconsideración fundamental de un paradigma de conciliación —las negociaciones bilaterales directas, bajo la tutela de Estados Unidos— que hace ya mucho perdió su relevancia.
Si bien Estados Unidos continúa siendo un actor mundial indispensable, ya no está dispuesto a usar la diplomacia coercitiva en su cruzada por un nuevo orden. Pero no es solo cuestión de voluntad; Washington ha perdido su capacidad para intimidar a otros países, incluso a aliados y clientes, como Israel y la Autoridad Palestina. Tan solo en Oriente Medio, EE UU ha exigido al máximo sus capacidades en dos guerras controvertidas; fracasó reiteradamente en sus mediaciones de paz entre Israel y Palestina; distanció a las potencias regionales clave; y decepcionó en cuestiones como el programa nuclear iraní y la guerra civil siria. Todo esto ha reducido su capacidad para moldear el futuro de la región.
El problema no se limita a Oriente Medio. A pesar de su declarado giro estratégico hacia Asia, la Administración del presidente estadounidense Barack Obama ha hecho poco por ocuparse de los esfuerzos chinos, cada vez más agresivos, para reivindicar sus reclamaciones territoriales en los mares de China Meridional y de China Oriental, o las afrentas de Corea del Norte al statu quo en la península coreana. Si sumamos a eso la débil respuesta estadounidense frente a la anexión rusa de Crimea, no sorprende que los líderes israelíes y palestinos hayan desestimado sus tentativas de paz.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en su apuesta por un acuerdo palestino-israelí, actuó como si la resolución de conflictos pudiera lograrse mediante soluciones no coercitivas, que deriven de la buena voluntad de las partes relevantes. Según este enfoque totalmente ingenuo, el proceso de negociación funciona según su propia lógica incorporada, en forma independiente de las consideraciones de poder, coerción e influencia. Pero tratar a la fuerza y a la diplomacia como fases diferentes de la política exterior da a las partes negociadoras la sensación de que el poder estadounidense carece de propósito y determinación. La maduración diplomática a veces requiere que el mediador sea manipulador y ejerza presión.


Barack Obama ha hecho poco por ocuparse de los esfuerzos chinos



De hecho, los únicos intentos estadounidenses exitosos de diplomacia por la paz en Oriente Medio implicaron una combinación maestra de poder, manipulación y presión. El secretario de Estado, Henry Kissinger, la aplicó para conducir a Israel a acuerdos provisionales pioneros con Egipto y Siria, después de la guerra de Yom Kippur en 1973. El presidente Jimmy Carter la usó para concluir los Acuerdos de Camp David en 1978, que establecieron relaciones diplomáticas entre Egipto e Israel. Y el secretario de Estado James Baker la usó para superar la obstinación del primer ministro israelí Isaac Shamir durante la Conferencia de Paz de Madrid en 1991.
Si EE UU no es capaz de proporcionar esto en la actualidad, debe renunciar a su monopolio en la resolución de conflictos internacionales. Es hora de que reconozca que no puede, por sí solo, resolver el conflicto palestino-israelí, desactivar la disputa nuclear iraní, cambiar el comportamiento de Corea del Norte ni detener la guerra civil en Siria.
Durante las últimas dos décadas, el mundo se acostumbró a las coaliciones internacionales dirigidas por EE UU para la guerra en Oriente Medio. Estados Unidos ahora debe buscar un tipo de coalición diferente, una que busque la paz. Tal alianza implicaría una mayor participación de los otros tres miembros del así llamado Cuarteto de Oriente Medio —Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas— y de países árabes clave.
En este nuevo paradigma de paz, el conflicto palestino-israelí sería permeable a una solución verdaderamente internacional. Si el programa nuclear iraní requiere negociaciones con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania; y el conflicto de Corea del Norte requiere el así llamado diálogo de los seis, ¿por qué debiera la resolución del conflicto palestino-israelí dejarse exclusivamente en manos de EE UU?
Como si la profundidad y la duración del conflicto palestino-israelí no fueran suficientes para ameritar una solución internacional, también está la cuestión de la desconfianza palestina hacia Washington. Para los palestinos, EE UU —un aliado incondicional de Israel cuyos líderes tienen fuertes incentivos políticos internos para no desafiarlo— no puede actuar como mediador honesto en las negociaciones.
Las amenazas más formidables para Israel provienen de los Estados árabes

Bajo un paradigma verdaderamente internacional, los principios subyacentes a un acuerdo de paz —dos Estados a lo largo de la frontera de 1967 (con intercambios territoriales para dar cabida a los bloques de asentamientos israelíes), dos capitales en Jerusalén, una solución acordada al problema de los refugiados y robustos acuerdos de seguridad— podrían ser consagrados en una resolución del Consejo de Seguridad. Después de establecer los términos de un acuerdo justo, la alianza internacional —bajo el liderazgo estadounidense— podría diseñar una estrategia de implementación.
Tal enfoque internacional también requeriría un proceso de paz más amplio, orientado a lograr un acuerdo regional entre Israel y sus vecinos árabes. Esto es crítico, ya que el futuro estado palestino no podría ofrecer a Israel mucha seguridad. Incluso ahora, Palestina es un desafío relativamente menor para la seguridad israelí; las amenazas más formidables, que han persuadido a Israel de aumentar su poder militar considerablemente, provienen de los Estados árabes que lo rodean.
La promesa de un acuerdo regional que ofrezca a Israel la necesaria garantía de seguridad —sin mencionar un impulso considerable a su posición internacional— haría que las dolorosas concesiones, que incluyen compromisos sobre las fronteras y Jerusalén, críticas para la creación de un Estado palestino, fuesen más digeribles para los líderes israelíes. Quienes impulsaron la Iniciativa de Paz Árabe en 2002 entendieron esto; tal vez ahora EE UU llegue a apreciarlo también.
Shlomo Ben Ami, exministro de Relaciones Exteriores israelí, es vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz. Es autor de Scars of warwounds of peace: the israeli-arab tragedy (Cicatrices de guerra, heridas de paz: la tragedia árabe-israelí).

© Project Syndicate, 2014.

Traducción al español por Leopoldo Gurman.


el dispreciau dice: a alguien le convino la globalización, pero a otro le convino el caos mediante crisis a escala sembradas en lugares distantes, tal vez percibidos como no coincidentes, pero sí "coincidentes" para la finalidad oculta de intenciones perversas... asimismo, a alguien le conviene que árabes e israelíes vivan en un eterno conflicto que va más allá de lo bíblico... así como a alguien le sirve la zozobra de las gentes anónimas e inocentes, en Siria o en cualquier parte, ya que donde no hay conflicto se lo crea, y luego hay que sentarse a esperar los resultados de las escaladas donde las ignorancias confluyen a defender lo indefendible, para lo cual contarán con políticos dominados por corporaciones, respaldados por militares con vacíos ideológicos pero con necesidad de ocupar un espacio social que justifique su existencia... lo demás será sólo lo demás... y los resultados de esta estrategia está a la vista... todos contra todos en una historia de nunca acabar... donde las excusas abundan, tanto como los oportunismos para crear problemas donde no los había...

el imperio tiene alzheimer y sus neuronas no se conectan... de allí parezca zombi... y lo mismo sucede con el sueño americano devenido en pesadilla... y lo mismo ocurre en la China diversa y divergente, donde el comunismo del emperador partidario se olvidó de los chinos y sus cuitas... y lo mismo ocurre en el concierto desconcertante de una ex-unión soviética donde han aflorado todos los odios y las venganzas de modo simultáneo... dejando en claro que las uniones políticas no implican nunca uniones de necesidades de las gentes de las calles... ni aquí ni en ninguna parte...

el problema del imperio con demencia es peligroso para el mundo humano... ya que coloca a la Tierra globalizada bajo el imperio de las inconsistencias, dibujadas como hechos virtuales, ficticios, que jamás se traducirán en realidad alguna... y todo se pone en evidencia en el propio imperio de la unión europea devenida en un sueño trágico que se está cocinando al modo de una sopa que promete nuevos males y peores resultados, sociales claro está, ya que los inútiles de siempre... siempre se salvan... 

nadie se ha dado cuenta pero al imperio y sus socios en desgracia se les han caído los roles...

y como siempre sucede, los vacíos siempre son ocupados por alguien que llega por casualidad y se queda a esperar a ver qué pasa...

el imperio se ha vuelto globalmente déspota... y dado que su alzheimer avanza minuto a minuto, ya no tiene consciencia de nada, y procede a contramano de la historia, guardando sartenes en el freezer y echando culpas a los otros, creyendo que esos otros no se dan cuenta que está idiota, el imperio y sus imperiales corporativos... y la prueba más cercana es lo que está ocurriendo con la ARGENTINA condicionada por jueces que poco saben de justicia, y que mucho conocen la antigua estrategia de condicionar para someter... ninguno de ellos se ha dado cuenta que cuando las ecuaciones saturan sus variables matemáticas, se invierten los resultados, dejando en claro que esto de los bonos y los fondos buitres, no es otra cosa que una nueva Malvinas... financiera...

como sea o como se quiera, la confrontación como mecanismo de prevalencia... no da para más... las justificaciones bíblicas, de una Biblia mentida por la propia Iglesia Católica en sociedad con intereses hebreos ubicados en el lado oscuro de la tragedia humana global, tampoco... todo aquello que implica conflicto... guerra... guerrilla... atentado... terrorismo... es un artilugio diseñado para justificar la ausencia política de los estados "ausentes"... y los políticos del imperio siempre se han caracterizado por sus miserias humanas, y nunca por sus sapiencias... y esa sí que es una evidencia... que les pesa en sus consciencias... si es que las tienen... JUNIO 19, 2014.-


No hay comentarios: