Mujeres
Este espacio nace para contar los cambios que está aportando la mujer a un mundo en transformación, para detectar desigualdades y para albergar debates bajo esta premisa clave: una sociedad desarrollada y libre no puede funcionar si no permite idénticas oportunidades a la mitad de la población.
Hombres y mujeres sois bienvenidos.
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SOBRE LOS AUTORES
Tenemos diferentes puntos de vista, distintas edades, diversos perfiles. Somos un grupo de periodistas, especialistas y colaboradores coordinado por Ricardo de Querol y Ana Alfageme.
La discriminación empieza en las ratas de laboratorio
Por: Emilio de Benito | 06 de junio de 2014
La ciencia ha sido tradicionalmente un campo masculino. Y eso no ha dejado de tener consecuencias en la salud de la población. Tradicionalmente, los ensayos clínicos han reclutado más voluntarios que voluntarias, con lo que se ha estudiado mejor el efecto de las medicaciones en los hombres que en las mujeres. Esto está cambiando, y la Agencia del Medicamento de EE UU (FDA) hace tiempo que impuso una adecuada representación de ambos sexos en los ensayos. En 1993, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses, el equivalente al Ministerio de Sanidad, pero, a diferencia de este, principal motor de la investigación biomédica de la primera potencia científica del mundo, estableció la normativa correspondiente. 20 años después, se ha visto que eso no basta.
En un artículo que ha publicado Nature, Janine A. Clayton y Francis S. Collins han desvelado los planes para ir más allá. Porque la investigación de un fármaco no empieza cuando se le da en ensayos a los voluntarios. Antes de eso, en las fases que se llaman preclínicas, se ha probado en células y animales. Y la conclusión del artículo es que la paridad debe comenzar ya en esos momentos. No es un capricho de feministas exaltadas. Precisamente a ese nivel, en las etapas iniciales de los ensayos, es cuando más evidentes son las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
Yendo al nivel celular, la dotación cromosómica es diferente (las mujeres tienen una configuración XX en el par 23 y los hombres una XY). Obviamente, si una enfermedad está relacionada con los genes de esos cromosomas, se comportará de manera distinta entre los sexos.
El artículo de Nature abunda en esas diferencias. Por ejemplo, la esclerosis múltiple es más frecuente en las mujeres, aunque suelen tener formas menos graves de la enfermedad que los hombres. Tampoco su cerebro reacciona igual ante las drogas, algo que se comprueba ya en ratas –y ratos-. Y así se pueden obtener diferencias en múltiples enfermedades.
La solución es sencilla: que desde el origen de los tejidos, pasando por los animales de laboratorio hasta acabar con los ensayos en humanos, se tenga en cuenta la representatividad de ambos sexos, y se den los resultados desglosados. Y que no se dé preponderancia a lo masculino.
Pero si esto parece fácil, más complicado está conseguir la igualdad al otro lado del microscopio. Aunque en las facultades españolas ya hay más mujeres estudiantes de Medicina que hombres, ellos están aún más representados en la investigación. Y eso también tiene efectos en los resultados. No solo porque pueden tener campos de interés diferentes.
Otro estudio publicado en Nature Methods recientemente ponía de manifiesto otra desigualdad: los ratones de laboratorio no reaccionan igual cuando los manipula una científica que si lo hace un científico. Si los manejaba un investigador, se estresan más, lo que puede condicionar las conclusiones de muchos trabajos.
Este aspecto es mucho más difícil de solucionar. El mapa interactivo que ha publicado la web de divulgación científica destinada a países en desarrollo Scidev pone de manifiesto la diferente proporción de hombres y mujeres destinados a la ciencia.
Todos estos aspectos de desigualdad tienen una repercusión: las enfermedades se han estudiado, tradicionalmente, peor en mujeres que en hombres. Podría llamarse una discriminación de bata blanca.
el dispreciau dice: todos somos iguales y semejantes, tal vez equivalentes... pero no tanto... porque la discriminación y la intolerancia se exhiben como preceptos bíblicos, por ende aprendibles y ejercitables... de allí las violencias...
algunos son más iguales, a expensas de muchos desiguales... de allí la nacesidad de denigrar a la mujer, condicionándola desde lo político y empresario corporativo... haciéndola más descartable que al resto de los descartables, ya que el ejemplo siempre desciende, y cuando los estados ausentes se sustentan en la discriminación, lo que le sigue es la intolerancia... y el mundo humano es buen ejemplo de discriminaciones tanto como de intolerancias... siempre eclipsadas por las conveniencias mediáticas y los apuros endosados a las sociedades inconscientes, que no tienen tiempo de indignarse lo suficiente...
las ciencias de conveniencias, vendidas en esencia a las perversidades corporativas, no sólo han denigrado a las ciencias, haciendo de ellas un mero negocio, también han esclavizado a la investigación habilitando a manipular lo que se descubre y lo que se declara, de modo de "vender" y no más que eso... todo lo demás, es una excusa de cínicos...
el género está discriminado por ser tal... y "mujer" es una mala palabra en la mayoría de las lenguas... cuanto más antiguas peor... en occidente, el mayor cultor de las tragedias de la mujer es el propio Vaticano... en oriente, el mayor cultor de las tragedias de la mujer es la ignorancia de las clases políticas, cada vez más aberrantes...
cuando uno se adentra en los laberintos de las ciencias de conveniencias, comprueba que las mentiras abundan al tiempo que las verdades son demasiado escasas... y ello es consecuencia de cómo se gobiernan las mismas... curiosamente, varios pasos después... cuando llega la hora de los mercados... las propias corporaciones buscan a la mujer para venderle sus productos inservibles, ya que su opinión decide... y la paradoja está tan instalada en el inconsciente colectivo, que todo el mundo humano lo da por bueno...
los ensayos con medicamentos, han demostrado que los resultados terapéuticos en varones... son distintos a los que se presentan en las mujeres... varios centros científicos lo han anotado... pero ello nunca ha llegado al mundo humano, ya que antes de descender... ha sido prolijamente manipulado para que todo permanezca tal como está... mal... y desde luego, no es lo único...
algo anda mal en el coco humano... curiosamente anda mal en el coco varonil... tanto como en el coco de las mujeres que sustentan el poder y no se dan por aludidas de los gritos de sus congéneres... nadie oye... nadie ve... nadie entiende... pero todo se vende, y está bien que así sea... porque el imperio necesita de la tragedia en el destino ajeno, justamente para seguir siendo lo que es... nodo de cinismos... nodo de hipocresías... nodo de mentiras... nodo de discriminaciones e intolerancias...
con el tiempo, va quedando en evidencia, que el poder político tanto como el corporativo, son ejercidos por ratas inmundas, a veces hombres, a veces mujeres, que reniegan de su raza a partir de saberse diferentes y creerse superiores a los otros... y allí comienzan las pobrezas de las ignorancias... ya que título universitario no es sinónimo de ciencia, sí de conveniencia... ya que título universitario no es sinónimo de sapiencia, sí de "bronce"... ya que título universitario no es sinónimo de "persona", sí de mirar por sobre el hombre al prójimo... ya que título universitario no es sinónimo de idoneidad, sí de atropello...
el hombre desconoce que nace de madre, indefectiblemente... y olvida rápidamente a la propia...
la mujer omite que nace de su propio género, indefectiblemente... y rápidamente asume el rol de víctima...
más allá, la humanidad sigue siendo una sola, compuesta por hombres y mujeres... en el mismo plano de capacidades y posibilidades... y a estas alturas de la civilización humana, persistir con la ideas de la inquisición eclesiástica medieval... sólo conduce a renovadas tragedias y peores dramas, que siempre restan y dividen... mientras que nunca suman ni multiplican... a pesar de los beneficios corporativos. JUNIO 06, 2014-
el dispreciau dice: todos somos iguales y semejantes, tal vez equivalentes... pero no tanto... porque la discriminación y la intolerancia se exhiben como preceptos bíblicos, por ende aprendibles y ejercitables... de allí las violencias...
algunos son más iguales, a expensas de muchos desiguales... de allí la nacesidad de denigrar a la mujer, condicionándola desde lo político y empresario corporativo... haciéndola más descartable que al resto de los descartables, ya que el ejemplo siempre desciende, y cuando los estados ausentes se sustentan en la discriminación, lo que le sigue es la intolerancia... y el mundo humano es buen ejemplo de discriminaciones tanto como de intolerancias... siempre eclipsadas por las conveniencias mediáticas y los apuros endosados a las sociedades inconscientes, que no tienen tiempo de indignarse lo suficiente...
las ciencias de conveniencias, vendidas en esencia a las perversidades corporativas, no sólo han denigrado a las ciencias, haciendo de ellas un mero negocio, también han esclavizado a la investigación habilitando a manipular lo que se descubre y lo que se declara, de modo de "vender" y no más que eso... todo lo demás, es una excusa de cínicos...
el género está discriminado por ser tal... y "mujer" es una mala palabra en la mayoría de las lenguas... cuanto más antiguas peor... en occidente, el mayor cultor de las tragedias de la mujer es el propio Vaticano... en oriente, el mayor cultor de las tragedias de la mujer es la ignorancia de las clases políticas, cada vez más aberrantes...
cuando uno se adentra en los laberintos de las ciencias de conveniencias, comprueba que las mentiras abundan al tiempo que las verdades son demasiado escasas... y ello es consecuencia de cómo se gobiernan las mismas... curiosamente, varios pasos después... cuando llega la hora de los mercados... las propias corporaciones buscan a la mujer para venderle sus productos inservibles, ya que su opinión decide... y la paradoja está tan instalada en el inconsciente colectivo, que todo el mundo humano lo da por bueno...
los ensayos con medicamentos, han demostrado que los resultados terapéuticos en varones... son distintos a los que se presentan en las mujeres... varios centros científicos lo han anotado... pero ello nunca ha llegado al mundo humano, ya que antes de descender... ha sido prolijamente manipulado para que todo permanezca tal como está... mal... y desde luego, no es lo único...
algo anda mal en el coco humano... curiosamente anda mal en el coco varonil... tanto como en el coco de las mujeres que sustentan el poder y no se dan por aludidas de los gritos de sus congéneres... nadie oye... nadie ve... nadie entiende... pero todo se vende, y está bien que así sea... porque el imperio necesita de la tragedia en el destino ajeno, justamente para seguir siendo lo que es... nodo de cinismos... nodo de hipocresías... nodo de mentiras... nodo de discriminaciones e intolerancias...
con el tiempo, va quedando en evidencia, que el poder político tanto como el corporativo, son ejercidos por ratas inmundas, a veces hombres, a veces mujeres, que reniegan de su raza a partir de saberse diferentes y creerse superiores a los otros... y allí comienzan las pobrezas de las ignorancias... ya que título universitario no es sinónimo de ciencia, sí de conveniencia... ya que título universitario no es sinónimo de sapiencia, sí de "bronce"... ya que título universitario no es sinónimo de "persona", sí de mirar por sobre el hombre al prójimo... ya que título universitario no es sinónimo de idoneidad, sí de atropello...
el hombre desconoce que nace de madre, indefectiblemente... y olvida rápidamente a la propia...
la mujer omite que nace de su propio género, indefectiblemente... y rápidamente asume el rol de víctima...
más allá, la humanidad sigue siendo una sola, compuesta por hombres y mujeres... en el mismo plano de capacidades y posibilidades... y a estas alturas de la civilización humana, persistir con la ideas de la inquisición eclesiástica medieval... sólo conduce a renovadas tragedias y peores dramas, que siempre restan y dividen... mientras que nunca suman ni multiplican... a pesar de los beneficios corporativos. JUNIO 06, 2014-
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