250 millones de niños no adquieren las competencias básicas educativas
La Unesco estima en 94.000 millones de euros el coste anual de este problema global
EL PAÍS Madrid 29 ENE 2014 - 10:57 CET
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Una escuela en Nairobi (Kenia). / AP
La educación sigue siendo una materia pendiente. Al menos 250 millones de niños en todo el mundo, de los 650 millones en edad de educación primaria, no están adquiriendo las competencias básicas pese a que la mitad de ellos han estado escolarizados al menos cuatro años. Son datos recogidos en el undécimo informe de seguimiento al pacto global de Educación para Todos, publicado este miércoles por laUnesco, que estima en 94.000 millones de euros el coste anual de este problema.
A menos de dos años para que se cumpla el plazo fijado para la consecución de las metas del compromiso mundial, que pretendía brindar educación básica de calidad a todos los niños, jóvenes y adultos, la organización de naciones unidas considera "que no se alcanzará ni uno solo de los objetivos a escala mundial antes de que concluya 2015". Aunque valora los avances logrados en la última década, el informe señala que "la mejora de la calidad no ha seguido siempre el mismo ritmo que el aumento en el número de niños escolarizados".
Menos de la mitad de los infantes adquieren las nociones básicas en 21 de los 85 países sobre los cuales se dispone de datos completos, advierte la Unesco. De esas naciones, 17 están en el África Subsahariana, y los otros son India, Marruecos, Mauritania y Pakistán.
Los niños que viven en zonas desfavorecidas son los más afectados, dicen, debido a la escasez de docentes capacitados, infraestructuras al límite de sus posibilidades y el suministro insuficiente de materiales de enseñanza. "Las flagrantes disparidades entre los países muestran que el lugar donde nacen los niños determina sus oportunidades de aprender", señala el texto. "En América del Norte y Europa Occidental, el 96% de los niños llega al cuarto grado y adquiere el nivel de referencia mínimo de aprendizaje en lectura. En cambio, solo un tercio de los niños de Asia Meridional y Occidental, y dos quintos de los del África Subsahariana adquieren los conocimientos básicos".
En los países ricos, los niveles de aprovechamiento son generalmentemás altos, pero sus sistemas educativos tampoco responden como cabría esperar para los grupos más vulnerables. En Nueva Zelanda, por ejemplo, sólo dos tercios de los alumnos con menos recursos económicos alcanzaron los niveles mínimos de aprendizaje, frente al 97 % de los alumnos ricos. Los inmigrantes suelen estar también en desventaja. En Francia, más de 80 % de los alumnos de 15 años alcanzan los niveles mínimos en lectura, los inmigrantes no alcanzan el 60%.
"La crisis del aprendizaje no solo tiene un coste para las ambiciones futuras de los niños, sino también para las finanzas de los gobiernos". Si se considera el gasto únicamente por los alumnos que efectivamente aprenden, el precio de 250 millones de niños que no adquieren los conocimientos básicos equivale a 129.000 millones de dólares (94.000 millones de euros) —estima la Unesco— o, lo que es igual, al 10% del gasto mundial en educación primaria. La conclusión es que 37 países malgastan al menos la mitad de la cantidad que dedican a la enseñanza.
El informe deduce que los buenos maestros son la clave para lograr una mejora y se insta a los Gobiernos a que destinen a los mejores profesionales a la enseñanza de aquellos que más los necesitan. "Si no se atrae y se forma adecuadamente a un número suficiente dedocentes, la crisis del aprendizaje se prolongará durante varias generaciones y afectará más a los desfavorecidos",
el dispreciau dice: una de las maneras de segregar es mediante la educación... cuanto menos acceso de niño, más carencia de adulto... cuanta más alta la cuota, más selectividad... cuanto menos educación pública, más exclusión... cuanta más ignorancia, más condicionamientos de cara al futuro... cuanto más inequidades educativas, más predominio de las perversidades de los pocos... y así la venimos llevando, segregando... donde los niños no representan el futuro de la raza humana, sino que son una molestia que los estados ausentes ayudan a controlar al modo de rebaños que van siendo acondicionados para el sacrificio masivo... según de dónde provengan... según hijos de quién sean... según los recursos de la tierra que pisan y en la que nacen... léase, según... de modo de poder condicionar cualquier destino y cualquier futuro, preparándolo adecuadamente para ser esclavizado o exterminado según los criterios del imperio y el dueño del mundo, ése que no tiene escrúpulos, ni siquiera alma, un ser para el que todos son números e indicadores estadísticos de lo que se puede o de lo que no se puede, de lo que él quiere y se le antoja o de lo que él no quiere porque no se le antoja. Peores escuelas. Peores maestros. degradación por doquier... en este mundo nada es casual, por el contrario, las exclusiones están perfectamente diseñadas por y desde Bruselas y para todo el orbe humano... distribuyendo desprecios y xenofobias, acordes a las necesidades del imperio aberrante que ha hecho de la humanidad un curso descartable, donde la vida no vale nada y no guarda sentido alguno, si es que la víctima no se somete a ser vejada cada vez que al imperio se le ocurre. Los niños que van siendo descartados desde el comienzo de sus vidas, son muchos más que la cifra de 250 millones, ya que sea 1 ó 250 millones, o muchos más, como en verdad sucede, el problema se concentra en la exclusión que fabrica el sistema para descartar a seres humanos que le molestan. En realidad, una humanidad que parte del principio del descarte, deja de ser humanidad para convertirse en una sociedad de reptiles, dinosaurios que se devoran unos a otros por el simple placer de sentirse "repletos"... allí no caben ni las culturas ni tampoco los humanismos, no caben las filosofías ni tampoco las éticas, meros recitatorios que embaucan al inocente haciéndole creer que está a salvo de los depredadores, hasta que se da cuenta que es todo lo contrario, pero ya es demasiado tarde, porque va siendo masticado por el sistema. La pobreza diseminada por la superficie de la Tierra, tiene nombre y apellido, tiene responsable y victimario... y el sistema devorador es funcional a sus intereses devoradores... ya que su hambre demanda siempre el sacrificio de los prójimos... insisto, algo anda mal en coco humano, demasiado mal.
ENERO 29, 2014.-
el dispreciau dice: una de las maneras de segregar es mediante la educación... cuanto menos acceso de niño, más carencia de adulto... cuanta más alta la cuota, más selectividad... cuanto menos educación pública, más exclusión... cuanta más ignorancia, más condicionamientos de cara al futuro... cuanto más inequidades educativas, más predominio de las perversidades de los pocos... y así la venimos llevando, segregando... donde los niños no representan el futuro de la raza humana, sino que son una molestia que los estados ausentes ayudan a controlar al modo de rebaños que van siendo acondicionados para el sacrificio masivo... según de dónde provengan... según hijos de quién sean... según los recursos de la tierra que pisan y en la que nacen... léase, según... de modo de poder condicionar cualquier destino y cualquier futuro, preparándolo adecuadamente para ser esclavizado o exterminado según los criterios del imperio y el dueño del mundo, ése que no tiene escrúpulos, ni siquiera alma, un ser para el que todos son números e indicadores estadísticos de lo que se puede o de lo que no se puede, de lo que él quiere y se le antoja o de lo que él no quiere porque no se le antoja. Peores escuelas. Peores maestros. degradación por doquier... en este mundo nada es casual, por el contrario, las exclusiones están perfectamente diseñadas por y desde Bruselas y para todo el orbe humano... distribuyendo desprecios y xenofobias, acordes a las necesidades del imperio aberrante que ha hecho de la humanidad un curso descartable, donde la vida no vale nada y no guarda sentido alguno, si es que la víctima no se somete a ser vejada cada vez que al imperio se le ocurre. Los niños que van siendo descartados desde el comienzo de sus vidas, son muchos más que la cifra de 250 millones, ya que sea 1 ó 250 millones, o muchos más, como en verdad sucede, el problema se concentra en la exclusión que fabrica el sistema para descartar a seres humanos que le molestan. En realidad, una humanidad que parte del principio del descarte, deja de ser humanidad para convertirse en una sociedad de reptiles, dinosaurios que se devoran unos a otros por el simple placer de sentirse "repletos"... allí no caben ni las culturas ni tampoco los humanismos, no caben las filosofías ni tampoco las éticas, meros recitatorios que embaucan al inocente haciéndole creer que está a salvo de los depredadores, hasta que se da cuenta que es todo lo contrario, pero ya es demasiado tarde, porque va siendo masticado por el sistema. La pobreza diseminada por la superficie de la Tierra, tiene nombre y apellido, tiene responsable y victimario... y el sistema devorador es funcional a sus intereses devoradores... ya que su hambre demanda siempre el sacrificio de los prójimos... insisto, algo anda mal en coco humano, demasiado mal.
ENERO 29, 2014.-
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