Historias solidarias

Lunes 22 de octubre de 2012 | Publicado en edición impresa

Comunidad / Historias Solidarias

Hogar San José, un espacio dedicado a contener y educar

Recibe a niñas entre dos y dieciocho años y las acompaña en su crecimiento personal

Por Teresa Zolezzi | Fundación LA NACION

Elizabeth López llegó al Hogar San José cuando tenía catorce años, dejando atrás una dolorosa historia de maltrato familiar. "Yo era bastante rebelde, incluso un poco agresiva, pero acá me fui amansando. Al principio estaba cerrada y no quería encariñarme con nadie por miedo a que me lastimaran. Pretendía armar una coraza, pero no pude hacerlo, ya que tuve la suerte de conocer a personas muy buenas, que me enseñaron a confiar y a crear lazos de afecto", confiesa.

Hoy, a los 21 años, regresa de visita a este lugar, en la localidad de San Miguel, para agradecer y dar un abrazo a quienes tanto la ayudaron. Mientras acaricia a su hija Iara, cuenta que cuando pasa caminando por la vereda del hogar llora de alegría al descubrir cómo creció e incorporó valores que la acompañarán por siempre. "Soy lo que soy gracias a ésta que fue mi casa, donde me rodeé de amigas, tías, abuelas y madres", afirma.
Recorre cada rincón y se siente agradecida a la institución que le brindó todo lo necesario para alcanzar un desarrollo pleno. Actualmente, este espacio ofrece contención y cariño a 55 niñas, de dos a dieciocho años, que, como ella, fueron separadas de sus familias por encontrarse en situación de riesgo.
El hogar funciona desde 1930 y depende de la Asociación Civil Damas de Caridad de San Vicente de Paul, cuya misión se enfoca en la protección de la infancia y la ancianidad. Las chicas son derivadas por jueces de menores de diversos departamentos judiciales bonaerenses y aquí se les da la oportunidad de gozar de una vivienda digna, una adecuada alimentación, educación, salud y atención psicológica. Las edades de las beneficiarias son muy variadas, cada una con sus intereses y problemáticas propias del momento evolutivo que transitan.

Video: Historias solidarias: Hogar San José

"Entre los recuerdos más lindos que tengo, además de las charlas compartidas en las rondas de mate y los fogones, está el viaje que hicimos a Chapadmalal. Era la primera vez que conocía el mar y quedé fascinada", relata.
Durante su paso por este lugar, Elizabeth participó de distintas experiencias que la prepararon para la adultez, ya sea colaborando con las tareas domésticas o involucrándose en alguna práctica laboral. Asistió a cursos donde le enseñaron a desenvolverse laboralmente y realizó una pasantía como camarera de un bar en el Jockey Club de San Isidro. Estas vivencias le abrieron las puertas para trabajar más adelante en una pizzería, rotisería y ferias de ropa.
Al egresar del hogar, se casó con Josué, de quien está enamorada. El hecho de formalizar su amor fortaleció mucho el vínculo y sin duda la llegada de su hija consolidó la unión. "Su nacimiento fue un regalo maravilloso. Quiero ser una buena madre, darle todo lo que yo no pude recibir de pequeña. Y no hablo de lo material, porque eso va y viene, sino del amor. No pienso repetir historias, estoy decidida a mirar para adelante", sueña.
El Hogar San José requiere numerosas necesidades para su sostenimiento, como alimentos (especialmente leche), útiles escolares, elementos de higiene femenina y dos termotanques. Invita a quienes quieran sumarse como voluntarios para realizar alguna actividad recreativa, ya sea baile, música, teatro, festejar cumpleaños o jugar y acompañar a las niñas. Los interesados pueden contactarse al 4723 2019 / 1561583908 o por mail a jlamar@arnet.com.ar..