Un plato de comida caliente en el invierno

Voluntarios dan de comer por la noche a cerca de 70 personas que recolectan cartones en el barrio de Belgrano

Por Teresa Zolezzi | Fundación LA NACION

El frío no es un impedimento para que ellos decidan salir de la comodidad de sus casas y vayan al encuentro de los más necesitados. Abrigados con gorros, guantes y bufandas, llegan entusiasmados y alegres para brindar un plato de comida a los cartoneros en el barrio de Belgrano. "Cada voluntario tendrá una razón diferente para estar aquí, pero lo que a todos nos mueve es el amor que ponemos en esta tarea", afirma Andrea Soletic, coordinadora del Grupo Cartoneros de la parroquia San Benito.

Todos los lunes y miércoles se reúnen, a las 21, en la esquina de Moldes y Palpa para compartir algunos alimentos con cerca de 70 personas que trabajan en la calle juntando material de desecho. La mayoría de ellos viven en barrios carenciados del Gran Buenos Aires y tienen realidades muy duras. "Ellos están acostumbrados a ser invisibles y, en algunos casos, hasta mal mirados por parte de la sociedad. Por eso la idea es posibilitar el encuentro personal. Mientras cargan sus carretas con lo recolectado durante el día, charlamos e intercambiamos experiencias. Intentamos que puedan recibir nuestro amor y nosotros, el de ellos", sostiene Andrea.

Enseguida llega un voluntario que baja del auto una enorme vianda repleta de varios kilos de un rico guiso caliente. Al mismo tiempo se aproxima otro hombre cargando un cajón de manzanas para que no falte el postre. También se hacen presentes varias personas que llevan consigo termos con mate cocido y caldo. En minutos se completa el equipo, integrado por colaboradores de diferentes edades.

Los miércoles les ofrecen un plato preparado a base de arroz y carne que es elaborado por las hermanas benedictinas del Monasterio de la Epifanía, vecino a la parroquia San Benito, y los lunes les brindan una colación de acuerdo con las donaciones disponibles que logran conseguir ese día, tales como facturas, sopas, infusiones y jugos. Dentro del Monasterio de la Epifanía, la hermana Patricia, encargada de la cocina, es quien colabora con esta misión. "Todas las semanas voy al supermercado y selecciono cuidadosamente aquellos alimentos que se destacan por su calidad. Se trata de una receta especial, y es fundamental que el arroz no se pase", asegura.

Entre algunas de las personas beneficiadas se encuentra Roque, quien hace poco le obsequió a Andrea un botellón lleno de miel producida por él mismo. La agasajada confiesa: "Uno los ve con tantas necesidades materiales y que te quieran hacer un regalo, te conmueve. Por eso me daba cierto pudor aceptarlo, pero después me di cuenta de que él me lo quería obsequiar de todo corazón. Estas cosas suceden y, además de conmoverte, te hacen cuestionarte".

Para colaborar con el Grupo Cartoneros con donaciones o como voluntario, se puede llamar por teléfono al 4773-4605 o contactarse por mail a masoletic@hotmail.com .