jueves, 16 de diciembre de 2010

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La incapacidad de construir ciudadanía

Por María Eugenia Estenssoro / 15 de December de 2010
Los últimos acontecimientos sucedidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no han sido menores. Han demostrado la carencia de políticas necesarias para superar las dificultades que los ciudadanos sufren día a día, en especial, en materia de seguridad.


A continuación, transcribo el texto del proyecto Ley -y sus fundamentos- que presenté en el día de la fecha.

‘Artículo 1°: Sustituyese el artículo 7º de la Ley Nº 24.588, que será reemplazado por el siguiente:

“Artículo 7º: El Gobierno Nacional ejercerá en la Ciudad de Buenos Aires, mientras sea Capital de la República, sus funciones y facultades en materia de seguridad con la extensión necesaria para asegurar la efectiva vigencia de las normas federales.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ejercerá las funciones y facultades de seguridad en todas las materias no federales. El Gobierno nacional las seguirá ejerciendo hasta tanto aquel ejercicio sea efectivamente asumido por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Estado Nacional, celebrarán dentro de los 180 días corridos de publicada la presente, los convenios necesarios para la transferencia de las áreas de la Policía Federal Argentina correspondientes a Superintendencia de Seguridad Metropolitana y Superintendencia de Bomberos -con excepción de aquellas áreas o divisiones operativas que ejerzan funciones exclusivas al servicio del Gobierno Federal.

La Ciudad de Buenos Aires podrá integrar el Consejo de Seguridad Interior”.’

Los fundamentos

“Los trágicos sucesos acaecidos en el Parque Indo Americano de Villa Soldati, en la zona sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, exponen crudamente por un lado el estado de desesperación de familias que viven en un marco de emergencia habitacional, y por el otro evidencian palmariamente la crisis institucional y de convivencia ciudadana que afecta el contendido mismo de la democracia argentina.

parque-indo-americano“Por un una parte los enfrentamientos dolorosos del Parque Indoamericano, replicados más tarde en otros predios porteños y del conurbano, confirman el aumento de la pauperización de miles y miles de compatriotas, y de la precarización de su hábitat, en flagrante contradicción con estadísticas oficiales manipuladas con la banalidad propia del desafecto por el prójimo. Tales datos falsos revelan la miserable especulación política, una señal obscena de insolidaridad con el estado de necesidad extrema que afecta a los argentinos más humildes, y una burla a su demanda imperiosa de presencia estatal y de políticas públicas liberadoras del patrón clientelístico.

“La tergiversación de las estadísticas es también responsable de las muertes y los enfrentamientos entre vecinos que tanto angustia a todos los que habitamos el suelo argentino.

“También son responsables de la tragedia de la violencia de Villa Soldati las políticas clientelares que tanto la Ciudad y la Nación desarrollan en materia social y habitacional. En el caso de la Ciudad, desafectando partidas en materia habitacional de manera discrecional y canalizando esos fondos a obras menores alejadas de los enclaves más humildes, que adjudican al grupo de contratistas amigos del poder de turno. En el caso de la Nación, discriminando a la Ciudad en materia de políticas de vivienda social por contar con un gobierno circunstancial de otro signo político. Ambas políticas expresan la degradación del Estado y su incapacidad de construir ciudadanía y derechos en lugar de establecer intermediaciones parasitarias y punteriles, y de beneficiar a los que lucran políticamente con la desgracia de los más desprotegidos.

“Pero por otra parte, asistimos también a la bancarrota de una institucionalidad democrática que en materia de seguridad ciudadana es incapaz de asegurar las más básicas condiciones de convivencia pacífica. Queda expuesto así el carácter meramente publicitario y vacuo de la flamante Policía Metropolitana, cuando no su aprovechamiento para fisgonear y velar por interese familiares del elenco gubernamental local. Queda expuesta también la incapacidad y la negligencia del gobierno nacional para conducir una PF que en el territorio de la CABA sea capaz de prevenir primero y luego de actuar con la eficiencia en defensa de la legalidad indispensable, toda vez que al propio gobierno nacional no le interesa la suerte de la ciudad o pretende desentenderse especulando con que el costo político corra a cargo del gobierno local. A casi 15 años del reconocimiento formal de la autonomía porteña los intentos fracasados por (re)definir su contenido y alcance ponen en escena las tensiones que ese cercenamiento de potestades porteñas puede acarrear, cercenamiento que choca con el status quo intergubernamental en un sistema federal como el argentino. En materia de Seguridad, precisamente, los hechos de Villa Soldati, denuncian por sí mismos la crisis de institucionalidad y la disfuncionalidad -que ha cobrado vidas- entre un poder político local sin instrumentos para brindar seguridad a la ciudadanía y un poder político del orden nacional que conduce extraterritorialmente a la PF, la institución encargada de asegurar la convivencia a partir del monopolio legítimo de la fuerza armada.

“El doble comando de la Policía federal ha ocasionado solamente desprotección de la ciudadanía en todos los ámbitos desalojo-policiadel territorio de la Ciudad de Buenos Aires, en especial en aquellos enclaves y barrios más carenciados, los que sufren tanto el embate del narcotráfico ante la ausencia del Estado, como el de las mafias que lucran con la desesperación. La modificación de la denominada ley Cafiero, la Ley 24.588, al menos en materia del traspaso de aquellas instancias de la PF que dependen de la Superintendencia de Seguridad metropolitana, ya no puede seguir postergándose a favor de especulaciones y juegos de poder facciosos. Esta rémora del pasado que ha demorado proceso autonómico de la ciudad también es causante de la violencia y de las vidas que se han perdido en los enfrentamientos de Soldati.

“Es en este momento doloroso, que pudo haberse evitado, en que se derrumba la legitimidad del doble comando en materia de seguridad, y se evidencia brutalmente el límite de la tesis de la autonomía restringida, es urgente plasmar una modificación al art. 7° de la denominada Ley Cafiero, la Ley 24.588.
Desde 1997 fueron varias las propuestas que presentadas en el Congreso de la Nación para modificar o derogar determinados artículos que componen dicha Ley de Garantías. Sin embargo, fue sólo en agosto de 2007 a través de la ley 26.288 que se modificó únicamente el artículo 7° de la Ley 24.588, pero de una manera débil, incompleta, casi discursiva, sin el necesario traspaso de las comisarías, del comando radioeléctrico y de todos los efectivos policiales de calle. Se habilitó así la creación de una segunda institución policial que se superpone y compite con la PF en el mismo territorio.

“Por que creemos que el presente proyecto aporta a mejorar la calidad institucional de nuestro país, y está a la altura de parte de las soluciones de fondo que los hechos trágicos vividos demandan a la institucionalidad democrática, solicito a los y las señoras Senadores/as su aprobación.”.

Este post fue publicado por María Eugenia Estenssoro, el Wednesday 15 de December de 2010 a las 23:29, bajo la sección TAREA COMO SENADORA NACIONAL (2007-2013), Todas.
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el dispreciau dice: Mi estimada Señora SENADORA NACIONAL María Eugenia Estenssoro: todo parece indicar que la sociedad argentina está consumida por un estado ausente, siempre ausente, presente sólo para facturar impuestos, imponer cargas a la ciudadanía, pero nunca dispuesto a cumplir sus propias normas y ni siquiera a aceptar que este eterno “dejar hacer” fabrica y/o induce daños de cara al futuro, daños que finalmente nos alcanzarán a todos y cada uno de nosotros, ciudadanos, políticos y funcionarios. Desde una óptica propia de mortal, miserable mortal, no se llega a comprender cuál es el objetivo de esta anarquía inducida que favorece que todo esté desmadrado y que, oportunismos mediante, otros hagan uso de recursos que pagamos todos (los que podemos)… o bien cómo es que la parte de la sociedad argentina comprometida con el país, debe financiar los desatinos y las omisiones de un estado ausente. Cuando hago referencia al “estado”, me refiero a intendentes, gobernadores, legisladores, y desde luego funcionarios del ejecutivo nacional, y consecuentemente a una justicia que a veces aparece y otras tantas, desaparece y es como si no existiera. Indudablemente, ello es lo que hace la diferencia entre mortales, miserables mortales (nosotros los ciudadanos), y la clase política que vive en un Olimpo de irrealidades o virtualismos que colocan aberraciones delante de sus lentes… En este concierto de cosas inexplicables, es imposible no preguntarse a quién le conviene este modelo perverso que favorece la pobreza antes que el trabajo, el compromiso y el valor intrínseco. A quién le sirve el quiebre del estado de derecho y el avance sobre las diezmadas garantías constitucionales. O bien, dónde se concentran los oportunismos y las conveniencias de aquellos miembros de la clase política que toman como propios valores de la sociedad, adueñándose de terrenos, de espacios públicos, de tierras y otras tantas cosas que apabullan el morbo colectivo, disfrazando finalidades para nada altruistas, para nada sociales, para nada comunitarias. Lo de Villa Soldati me parece (en mi humilde y triste vision personal) patético, pero más aún me parecen patéticas las explicaciones emanadas de las autoridades políticas concertadas en este temible desencuentro… Más patéticas me parecen los comentarios periodísticos y más todavía las explicaciones de otros convidados de piedra de esos que nunca faltan a un convite de esta naturaleza, usualmente fantasmas que regresan cada tanto a buscar espacios traducidos en sillones que pagamos nosotros, los mortales. Pero nada justifica lo sucedido y mucho menos lo que parece que no dejará de suceder, a la vista que las pobrezas superan largamente a los incluidos y sus compromisos y que el país está dominado por un derecho ciudadano quebrado y usado antojadizamente por terceras conveniencias. Hoy, no hay diferencia entre las miserias expresadas en Jujuy, conducidas prolijamente con vaya a saber qué intencionalidades, o bien aquellas otras de Formosa, Chaco, u otra cualquiera. Siempre las víctimas propiciatorias del estado ausente, son más víctimas a manos de ese mismo estado que no halla respuestas a sus propias deficiencias de gestión. Argentina es algo semejante a un utopía paradójica que nadie puede explicar, pero que aún así sostiene una bandera, cumple con un bicentenario etéreo, sin siquiera tener una política de inmigración coherente para con sus fines. Insisto, el problema se concentra en la ausencia de un modelo de país cierto y genuino en la concepción política… luego de ello, la sociedad apenas si encuentra espacio para sobrevivir. Mi visión se concentra en el temible cinismo que se escurre por las puertas y ventanas de ministerios y cámaras legisativas, desde la propia cada rosada de vergüenza, donde no se atina a dimensionar el daño que se instala en la sociedad ante cada incoherencia que se implanta, disfrazada de oportunismos. Las conductas políticas son esencialmente disgregantes, incapaces de aglutinar, de unir, de amalgamar voluntades y esfuerzos. Tan acostumbrados están a diluir, dividir para reinar e imponer sus antojos, que no lograr visualizar el daño que producen e imponen. Cuando en una nación faltan capacidades convergentes, se conjunga un estado de disolución que aumenta proporcionalmente a la ausencia de esas mismas capacidades... Nada que Usted no sepa o no conozca. Un cordial saludo y más allá de ello, Feliz Navidad para Usted y familia... el dispreciau. Diciembre 16, 2010.-

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