miércoles, 29 de diciembre de 2010

SIGNOS Y SEÑALES - El año en el que la Tierra reveló su violencia - lanacion.com

El año en el que la Tierra reveló su violencia
Seth Borenstein y Julie Reed Bell
Agencia AP

Miércoles 29 de diciembre de 2010 | Publicado en edición impresa


NUEVA YORK.- Este fue el año en el que la Tierra contraatacó.

Terremotos, olas de calor, inundaciones, erupción de volcanes, supertifones, tormentas de nieve, aludes y sequías mataron a por los menos un cuarto de millón de personas en 2010, el año más letal en más de una generación. Este año murieron en todo el mundo más personas a causa de los fenómenos naturales que las que perdieron la vida como consecuencia de los ataques terroristas durante los últimos 40 años.

"Parecía una cosa tras otra y venían en oleadas", dijo Craig Fugate, que dirige la Agencia Federal de Alivio de Desastres Naturales norteamericana. En 2010 tuvo que abocarse a paliar las consecuencias de un número récord de desastres. "La expresión «un acontecimiento que se da cada 100 años» realmente perdió todo significado este año", sostuvo.

Y nosotros mismos somos los responsables de todo esto, según dicen los científicos y expertos en desastres. Aunque muchas catástrofes parecen producirse arbitrariamente y por azar, la mano del hombre hizo que éste fuera un año particularmente letal, costoso, extremo y raro en todo.

La mala calidad de la construcción y del desarrollo inmobiliario conspira para lograr que los terremotos sean más letales de lo que deberían ser. Cada vez más gente vive en la pobreza, en construcciones vulnerables, en las ciudades atestadas. Eso significa que cuando la tierra tiembla, los ríos se desbordan o se desatan los ciclones tropicales, más gente muere.

Los desastres de la Tierra, como terremotos o erupciones volcánicas, "son constantes regulares", dijo Andreas Schraft, vicepresidente de Riesgos Catastróficos de la gigantesca empresa de seguros Swiss Re. "Todos los cambios se producen a causa de la acción humana."

El terremoto de enero, que mató a más de 220.000 personas en Haití, es un perfecto ejemplo. Puerto Príncipe tiene el triple de población -gran parte de la cual vive en la pobreza- y más viviendas precarias que hace 25 años. De manera que si el mismo terremoto se hubiera producido en 1985, el total de víctimas hubiera sido probablemente de alrededor de 80.000, dijo Richard Olson, director de Reducción de Riesgos de Desastre de la Universidad Internacional de Florida.

En febrero, un terremoto 500 veces más fuerte que el que azotó a Haití se produjo en una zona de Chile menos poblada, con mejor construcción y no tan pobre. El sismo -y posterior tsunami- causó 1000 muertes.

Los científicos dicen que el clima de la Tierra también está cambiando por el calentamiento global, lo que ocasiona fenómenos climáticos extremos, como olas de calor e inundaciones.

En el verano, un fenómeno meteorológico generó un calor opresivo en Rusia, mientras que más al Sur provocó en Paquistán inundaciones que afectaron un área de 99.200 kilómetros cuadrados. Ese único sistema de calor y tormentas mató a casi 17.000 personas, más de las que fueron víctimas de todos los accidentes aéreos que se produjeron en todo el mundo durante los últimos 15 años.

"Es una forma de suicidio, ¿no? Construimos casas que nos matan. Construimos casas en zonas inundables, en las que terminamos ahogados", dijo Roger Bilham, profesor de ciencias geológicas de la Universidad de Colorado. "Es culpa nuestra no prever estos fenómenos."

Nadie tuvo que decirle a Vera Savinova, protegida por una máscara, la gravedad que podía revestir la situación. Es una mujer de 52 años, administradora de una clínica dental, que en agosto se refugió del calor récord, el esmog y los incendios de Moscú. "Creo que es el fin del mundo", dijo. "Nuestro planeta nos está advirtiendo lo que podría ocurrir si ignoramos las señales de la naturaleza."

La excesiva cantidad de fenómenos extremos que predominaron durante 2010 es una señal del calentamiento global causado por el hombre, sobre el que los científicos han estado advirtiendo desde hace tiempo. Calculan que la abrasadora ola de calor rusa -que marcó un récord nacional de 44°C- se produciría tan sólo una vez cada 100.000 años si no hubiera calentamiento global.

Los datos preliminares revelan que en 2010 hubo 18 países que rompieron sus récords del día más caluroso de la historia.

"La Tierra contraataca debido a las malas decisiones humanas", dijo Debarati Guha Sapir, director del Centro de Investigación en Epidemiología de Desastres Naturales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Es como si las políticas , tanto las del gobierno como las de desarrollo, ayudaran a la Tierra a reaccionar en vez de protegernos de ella."

El siguiente es un rápido repaso de los aspectos del nada normal 2010:

Los más mortales

Aunque el sismo de Haití, la ola de calor en Rusia y las inundaciones en Paquistán dejaron la mayor cantidad de muertos, terremotos letales también azotaron Chile, Turquía, China e Indonesia, en uno de los años de mayor actividad sísmica de las últimas décadas. Hasta mediados de diciembre se produjeron 20 terremotos de magnitud 7 o más, comparados con los 16 que son el promedio normal. Este año se han producido los terremotos más importantes, pero no es un año récord.

En 2010, las inundaciones mataron a más de 6300 personas en 59 naciones hasta septiembre, según datos de la OMS. En Estados Unidos, 30 personas murieron en Nashville, Tennessee, a causa de las inundaciones. Los países inundados incluyeron China, Italia, la India, Colombia y Chad. El supertifón Megi, con vientos de más de 250 kilómetros por hora, devastó las Filipinas y partes de China.

Hasta el 30 de noviembre, casi 250.000 personas habían muerto en desastres naturales, comparado con 15.000 en 2009, según Swiss Re. La OMS, que no ha actualizado sus cifras desde septiembre, informa apenas menos de 250.000 víctimas fatales. En comparación, las muertes causadas por el terrorismo entre 1968 y 2009 fueron menos de 115.000, según datos suministrados por el Departamento de Estado.

El último año en el que los desastres naturales fueron tan letales fue 1983, a causa de la sequía y el hambre en Etiopía, según la OMS. Swiss Re dice que 2010 fue el año con mayor mortalidad desde 1976.

Los extremos

Después de que fuertes tormentas de nieve a principios de año -apodadas Snowmageddon- paralizaron a Estados Unidos en la zona del Atlántico, y hubo nevadas récord en Rusia y China, la temperatura se hizo ardiente. Este año va camino de convertirse en el más caluroso en la historia, según la Organización Meteorológica Mundial. La temperatura global promedio hasta fines de octubre fue de 15°C, apenas por encima del récord anterior de 2005, según el Centro Nacional de Datos Climáticos.

Los Angeles tuvo el día más caluroso de su historia el 27 de septiembre pasado, con 45°C. En mayo, los impresionantes 56°C establecieron un récord en Paquistán, la temperatura más elevada registrada en un sitio habitado en todo el mundo.

En el sudeste de Estados Unidos, el año empezó con heladas en Florida que hicieron que las iguanas de sangre fría entraran en estado comatoso y se cayeran de los árboles. Después llegó el verano más caluroso que se haya registrado en esa región. Y ahora, el frío y la nieve volvieron con fuerza, al igual que en Europa.

El norte de Australia tuvo la temporada mayo-octubre más húmeda que se haya registrado hasta ahora, mientras que la zona sudoeste de ese país vivió la mayor sequía de la que se tenga memoria. Y partes de la cuenca del río Amazonas, azotado por la sequía, registraron los niveles de agua más bajos de la historia.

Los más costosos


En 2010 los desastres naturales causaron pérdidas económicas por 222.000 millones de dólares -más que la economía de Hong Kong-, según datos de Swiss Re. Es una cifra mayor de la usual, pero no un récord, dijo Schraft, y esto fue porque las catástrofes naturales de este año azotaron regiones pobres con pocos seguros, como Haití.
Los raros

Un volcán islandés paralizó durante días el tráfico aéreo en Europa y perturbó los viajes de más de 7 millones de personas. Otros volcanes del Congo, Guatemala, Ecuador, Filipinas e Indonesia obligaron a la gente a huir en busca de refugio. La ciudad de Nueva York sufrió un raro tornado. Un granizo con algunas piedras de casi 1 kilo y más de 25 cm de diámetro cayó en julio sobre Dakota del Sur, lo que estableció un récord en Estados Unidos.

En un período de 24 horas, durante el mes de octubre, Indonesia padeció un triplete de terror terrestre: un letal sismo de magnitud 7,7 en la escala de Richter, un tsunami que mató a más de 500 personas y la erupción de un volcán que obligó a más de 390.000 personas a huir. Todo esto después de que las inundaciones, aludes y más terremotos mataran a cientos de personas a principios de año.

Hasta los extremos fueron extremos. El año empezó con una buena oscilación climática de El Niño, que causa toda clase de fenómenos extremos. Después, el mundo tuvo un sistema climático espejo con un fuerte fenómeno de La Niña, que causa otro tipo de situaciones climáticas extremas.

Y en Estados Unidos, la agencia FEMA declaró que se había producido un número récord de desastres naturales importantes: 79 hasta el 14 de diciembre. En un año promedio, se producen 34.

Una lista de desastres día tras día, en 2010, compilada por AP, tiene 64 páginas de extensión.

El asesor en temas científicos de la Casa Blanca, John Holdren, dijo que deberíamos acostumbrarnos a los desastres climáticos o hacer algo con respecto al calentamiento global: "La ciencia establece claramente que debemos esperar la ocurrencia de cada vez más de estos acontecimientos perjudiciales mientras no se reduzcan considerablemente las emisiones humanas de gases y partículas de efecto invernadero".

Bilham dijo que la población del mundo se está mudando a megaciudades más peligrosas, edificadas en zonas con fallas geológicas y proclives a las inundaciones. Calcula que entre 400 y 500 millones de personas del mundo viven en grandes ciudades proclives a sufrir terremotos importantes. Un desastre como el de Haití volverá a producirse, dijo Bilham: "Podría ser en Argelia o podría ser en Teherán. Podría ser en cualquiera de más de una docena de ciudades".

Traducción de Mirta Rosenberg
250.000 murieron en desastres

* Sismos, olas de calor, inundaciones, volcanes, tormentas, aludes y sequías mataron a más personas que el terrorismo en 40 años.

222.000 millones de dólares

* Las pérdidas económicas que causaron las catástrofes fueron más elevadas que lo usual pero no récord, porque ocurrieron en regiones pobres.

20 terremotos de gran magnitud

* En 2010 se produjeron 20 sismos de por lo menos 7 grados Richter. El promedio anual habitual es de 16.

3 tragedias sufrió Indonesia en 1 día

* En 24 horas, el archipiélago asiático sufrió un sismo de magnitud 7,7, un tsunami y la erupción de un volcán.

18 países batieron su récord de calor

* El calentamiento global comenzó a trastornar el clima y a provocar temperaturas extremas en todo el planeta.

LOS OTROS DESASTRES

El año 2010 también fue uno de catástrofes tecnológicas provocadas por el hombre. El estallido de un pozo de British Petroleum vertió 172 millones de litros de petróleo en el Golfo de México. Los desastres en el campo de la minería -con hombres atrapados en las profundidades de la Tierra- provocaron docenas de muertes en trágicos derrumbes en Virginia occidental, China y Nueva Zelanda. Los afortunados mineros chilenos que sobrevivieron 69 días a 700 metros de profundidad proporcionaron la historia conmovedora del año.

* En agosto, las inundaciones provocaron destrozos en la zona central de Paquistán

* En agosto, una ola de calor sin precedente provocó incendios en Rusia

* Un devastador terremoto golpeó Haití en enero y mató a 220.000 personas

* En marzo, Turquía también fue el escenario de un fuerte terremoto

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el dispreciau dice: mientras el mundo humano anda ensimismado en sus afanes diarios, sumergido en rutinas no del todo trascendentes como tampoco útiles a los fines sociales y comunitarios, por ende tampoco contribuyendo al cuidado de la Tierra como suelo único (salvando las excepciones de siempre), no se debe pasar por alto que 2010 está pasando a la historia como el año donde más sismos se han producido, graves, extremos, contínuos, enseñando que además de las temperaturas de las aguas oceánicas, y de los aires, algo más anda muy mal bajo nuestros pies. Desde luego, en estos días nadie quiere escuchar nada acerca de esto ni de otras cosas que acosan la mente rutinaria... nadie quiere atender aquello por lo que no puede hacer nada ya que además de no ser escuchado, nada que diga servirá para cambiar el curso de los hechos. Dicho esto, sí vale la pena tomar consciencia y estar alerta a que algo global, semejante a la calamidad del 26 de diciembre del 2004 se cierne sobre nuestras cabezas, de modo silencioso, trabajando para modificar la faz de la Tierra así como nuestros días. Todo parece indicar que algo está sucediendo fuera de nuestra vista, tanto bajo la Cordillera de los Andes, así como bajo las dos dorsales oceánicas, la Pacífico y la Atlántica... seguramente mucho tiene que ver la minería indiscriminada y el permanente volcado de ácidos de todo tipo a los suelos y a las aguas, mucho más la extracción demencial de hidrocarburos que antes protegían y aislaban los suelos del magma, y sumándole las contínuas alteraciones contaminantes que el hombre le agrega a la atmósfera sin atender ni tampoco entender que las proporciones químicas se desbalancean, saturándose y generando nuevos equilibrios donde el hombre puede no estar ni incluido ni tampoco considerado. ¿Qué hace que las ciencias no lo vean?, una única razón, las ciencias de las conveniencias económicas de pocos angurrientos y ansiosos, cínicos y ociosos, que no escatiman esfuerzos para devorar cuanta cosa encuentran a su paso. Entonces el mundo económico está quebrado y el mundo vivible ya no lo es... entonces, ¿qué le queda al hombre de cara al 2011?... indudablemente, las rutinas vacías consumen. El hombre no se da cuenta que el mundo en el que pasa sus días no da para más, al tiempo que los estados políticos están tan ausentes y sumergidos en sus corrupciones que ni siquiera consideran la posibilidad de una alteración global, ya que de suceder tampoco será atendida como ha sido siempre que ha sucedido algo grave... lo estados nunca están, sí para la foto, no para lo que deben hacer. Finalmente nadie está preparado para una catástrofe global, la que desde mi humilde punto de vista ya se percibe con claridad, aún cuando se me tilde de apocalíptico... Las locuras del hombre pretendiendo apoderarse del agua dulce haciendo represas inútiles o captando silenciosamente aquello que el entiende como fuentes, está dando lugar a nuevas y desastrosas alteraciones que están mezclando "trazas" de importancia química con aquello que hasta ahora estaba a salvo de las estupideces que proporcionan esta visión sesgada de las ciencias. Todo ello apoyado por un periodismo mediático que vive de las mismas conveniencias de silencios que no dejan ver aquello que es importante, prioritario. Y el paisaje está enrarecido y agravándose minuto a minuto... apenas ayer hablábamos de mares gelatinizándose, lo cual es una realidad que sólo pueden negar los necios y los miopes... ya que dicho efecto se revela en el hecho que las especies abisales esán huyendo hacia la superficie en busca de un medio que sea soportable, especies que por otra parte tenían una prolija y definida función en la Tierra de la creación, justo allí donde estaban. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver ni peor sordo que aquel que no quiere oir y así estamos, parados en la playa divisando cómo se nos viene encima el tsunami mientras que los "genios" indican que se trata de un viento acomodándose. Diciembre 29, 2010.-

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