lunes, 16 de agosto de 2010

UNA CUESTIÓN DE HUMANIDAD Y OTRA DE DIGNIDAD


Pakistán ahora enfrenta a otro peligro

Naciones Unidas advirtió que hasta tres y medio millones de niños en Pakistán están en riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el agua como resultado de las devastadoras inundaciones que han afectado el país en las últimas semanas.

La ONU reitera que un aumento urgente en asistencia internacional reduciría significativamente ese riesgo.

Sin embargo, de los US$450 millones iniciales que el organismo ha pedido a la comunidad internacional, solo se ha recaudado una tercera parte.

De repente se convirtió en un desastre nacional de enormes magnitudes. Nos tomó por sorpresa´, hasta ahora nos estamos dando cuenta del tamaño

Elizabeth Byrs, OCHA


A medida que nuevas regiones en el sur de Pakistán caen bajo las aguas desbordadas, la ONU aumenta la urgencia de sus advertencias sobre las enfermedades causadas por su estancamiento, como el cólera.

Funcionarios de la organización aseguran que han tenido mayor acceso a miles de menores de edad y los operativos de asistencia tienen mayor capacidad de respuesta, pero lo importante ahora son los fondos.

La distribución de más agua potable inmediatamente es crucial para salvar las vidas de cientos de miles de niños, pero los llamados de ayuda han tenido una respuesta lenta.

Crisis y vacaciones

La Oficina para la Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Undias (OCHA, por sus siglas en inglés) afirma que de los US$450 millones que se han pedido en asistencia, hasta ahora se han logrado recaudar US$148 millones.

Elizabeth Byrs, portavoz de OCHA para asuntos humanitarios, dijo a BBC Mundo desde Ginebra, Suiza, que a pesar de que todavía faltan unos US$311 millones por recaudar, la respuesta se ha acelerado desde que el secretario general de la ONU Ban Ki-moon visitara la región y reiterara el pedido.


Víctimas de las inundaciones buscan asirse de los escasos recursos.
"Esta mañana estábamos a solo 20% del total, pero después de las exhortaciones de Ban Ki-moon, hemos llegado al 32%", aseguró Byrs.

Sin embargo, el envío de fondos continúa siendo lento si se compara con otros desastres recientes como el terremoto en Haití, donde la respuesta fue mucho mayor y rápida.

Elizabeth Byrs explica que esto se debe a la naturaleza de la tragedia en Pakistán. "No fue algo que sucedió súbitamente", dice.

"Empezamos a escuchar en la prensa sobre las lluvias y algunas inundaciones a nivel regional a finales de julio, de repente se convirtió en un desastre nacional de enormes magnitudes. Nos tomó por sorpresa, hasta ahora nos estamos dando cuenta del tamaño del desastre".

No sucede como en un terremoto o un tsunami, señala la funcionaria de OCHA. "No hay ese shock psicológico cuando todo se destruye y uno ve a todos los muertos y los heridos. Las inundaciones son un proceso más lento".

Una de las preocupaciones de las agencias de socorro es que esta tragedia se da en un momento en el que la gente está de vacaciones, un posible factor en la respuesta limitada de la comunidad internacional.

A esto se añade la crisis económica mundial, en la que muchos de los países donantes están pasando por un período en el que se están apretando el cinturón.

"Lo vemos en todos los programas de asistencia humanitaria. Todos han visto reducidos sus ingresos", declaró Byrs.

Lento pero seguro
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Pero hay otros factores. Aunque Elizabeth Byrs se abstuvo de entrar en el campo de la especulación política, la reciente inestabilidad en Pakistán, con una evidente y violenta insurgencia islámica puede haber distanciado a potenciales benefactores.

Igualmente, la muy criticada gira europea del presidente pakistaní Asif Ali Zardari mientras el mundo veía las imágenes de los damnificados de las inundaciones, dejó la sensación de que los propios líderes del país no estaban muy interesados.

Pero hay otros que se mantienen optimistas ante las perspectivas de socorro.

Si alguien se pregunta '¿qué diferencia pueden hacer unos dólares?', le digo que US$40 pagan por 5.000 tabletas de purificación de agua

Caroline Hickson, Comité de Emergencia para Desastres


En el Reino Unido, antigua potencia colonizadora de Pakistán, el Comité de Emergencia para Desastres (DEC, por sus siglas en inglés) da un parte positivo sobre la recaudación de fondos.

Caroline Hickson, directora ejecutiva interina de una de las agencias afiliadas a DEC, comentó a BBC Mundo que la magnitud del desastre se está haciendo más aparente y, al mismo tiempo, la respuesta del público.

"La asistencia está creciendo día a día", manifestó. "Antes le estábamos llegando a 80.000 personas y, en días recientes, hemos ampliado los operativos a 250.000 personas".

Hickson insiste en que la ayuda sí está llegando, pero se debe reconocer la magnitud de la tragedia y la asistencia debe continuar, no sólo ahora, sino en los años por venir.

"Estamos recibiendo unos US$1,5 millones al día. Y si alguien se pregunta '¿qué diferencia pueden hacer unos dólares?', le digo que US$40 pagan por 5.000 tabletas de purificación de agua. Eso hace una gran diferencia cuando hablamos de la amenaza del cólera", indicó Caroline Hickson.

La funcionaria de DEC afirmó que el público británico está dispuesto a colaborar cuando se trata de un desastre de la naturaleza, no importa de qué gobierno o país se trate.

No obstante, la situación es dramática a corto, mediano y largo plazo. "Tomarán años y cientos de millones para recuperar la economía y tendrá largas consecuencias para la población", se lamentó Elizabeth Byrs de OCHA.
BBC Mundo - Internacional - Pakistán ahora enfrenta a otro peligro

el dispreciau dice: somos muchos los que pensamos, sentimos, percibimos que los organismos internacionales sirven para poco... las evidencias que sustentan las realidades de todos nosotros (raza humana) muestran que mucho se habla, poco se hace, y que aquellos que hacen culto al discurso solidario, compasivo y misericordioso, poco se acuerdan de sus propias responsabilidades comunitarias. Otra evidencia está indicando que el planeta está padeciendo nuestra presencia y se está revolviendo tratando de terminar con la enfermedad que lo aqueja (raza humana)... ni los habladores (discurseros) ni tampoco los organismos internacionales están apreciando seriamente que estamos caminando por el filo de una navaja que es el anticipo de una historia con final anunciado. Las alteraciones climáticas están siguiendo una secuencia que según lo recogido sólo durante el año en curso (2010) demuestra que las cosas están mal y no sólo para los pobres, indigentes, olvidados, marginados y omitidos, ya que el mal de los paquistaníes no es distinto al padecido por los haitianos, chilenos, o a los pre-anuncios (anticipos) que se vienen produciendo en el océano pacífico (sismos secuenciales superiores a 7) y a los que nadie atiende porque todos están preocupados en ver cómo hacer para sostener el falaz modelo económico mundial, que dicho sea de paso también se está consumiendo delante de nuestras narices, eclipsado por discursos de seguridad y de derecho privado, tanto como de ética y bla bla bla interminables. Está ocurriendo algo semejante con las enfermedades que están desmadradas y evidenciando (una vez más) que se ha roto la epidemiología y que todo aquello que era paradigmático se está viendo sometido a una metamorfosis que promete llevarse puesto, mucho antes de lo estimado, a todo vestigio de vida en la Tierra. Detrás de ello (concepto), no faltará quien piense para sus adentros... ¡qué dramático! no es para tanto... por lo que entonces deberé recordarle que dicho concepto es válido en tanto y en cuanto no le toque la calamidad, ya que cuando ella llegue y lo arrase, entonces sí el tema se tornará prioritario. Más allá no hay explicación ni prudente ni tampoco lógica para lo que está sucediendo en Chile donde los sismos superiores a 5 no han cesado desde el violento de 8.8, repitiéndose todos los días... por más que alguien hable de normalidad, el sentido común indica que nada de ello es normal. Tampoco nadie hace referencia a la espontánea aparición de fuentes de agua en las laderas de la Cordillera de los Andes, cosa nunca antes detectada, por ende nunca antes vista, salvo las "despreciables" leyendas que inundan toda la Cordillera en toda su extensión, las que siempre han sido ridiculizadas por una ciencia de conveniencias, donde todo aquello que no es eje de su oportunismo es descalificable... Concreto, algo anda muy mal (ya lo he dicho) y las evidencias se están acumulando, perjudicando a los marginados que no tienen abrigo que los proteja, mientras que los habladores siguen muy ocupados en sus misiones humanitarias de despojo y depredación. Lo que está sucediendo en Pakistán bien puede ser la última advertencia. Nunca antes se vio algo así, cuidado... todo aquello que según los discursos nunca ocurrirá, será justamente lo ocurra y cuando el hecho toma entidad, los llantos y las amarguras no proveen solución alguna. Agosto 16, 2010.-

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