martes, 13 de julio de 2010

Pensando en la calidad educativa - lanacion.com

Editorial II
Pensando en la calidad educativa
Sólo el 31% de los alumnos que comienzan la primaria concluye la secundaria y hay baja oferta escolar en las áreas rurales

Noticias de Opinión: Martes 13 de julio de 2010 | Publicado en edición impresa

En el curso de este año, desde antes de la iniciación de las clases y en los subsiguientes meses, se han ido considerando propuestas de interés que apuntan a una mejora del sistema educativo argentino. Eso ha ocurrido con las valiosas contribuciones publicadas por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), tanto en la Radiografía de la educación argentina como en Invertir para una mejor educación.

También en las declaraciones del ministro de Educación, Alberto Sileoni, y de distintos especialistas se han enunciado conceptos de importancia con respecto a los cambios por introducir a fin de que nuestra enseñanza pueda recobrar el prestigio que supo alcanzar a partir de la ley 1420. Desde luego, la tarea por encarar es intrínsecamente compleja para acceder al objetivo cuantitativo de "una escuela para todos" y a la meta cualitativa de avanzar a una mejor formación educativa cuyo perfil actual de descenso quedó demostrado en los operativos internacionales de evaluación aplicados en los últimos años.

En el aspecto presupuestario de la educación, hay que anotar progresos significativos a partir de la sanción de la ley que creó el financiamiento educativo. Si bien éste es un antecedente de gravitación, la inyección financiera no ha resuelto la brecha de las desigualdades que afectan a los presupuestos provinciales y, por ende, a las escuelas y a la inversión por alumno. Este nudo de inequidad es en buena parte consecuencia de una ley de coparticipación federal de los impuestos cuya arbitraria distribución de recursos requiere ser modificada con criterios de justicia.

Centrando la observación en las escuelas, es evidente que hay claros desniveles de recursos materiales y humanos para atender el proceso de la enseñanza. En ese sentido, han insistido autores, como Juan Llach y Alieto Guadagni. Se ha demostrado que hay notorias desigualdades entre muchos establecimientos y es frecuente que en las comunidades en las que impera la pobreza es mayor la carencia de medios para proveer porque, de lo contrario, la preparación de los chicos no les permitirá salir del círculo de la pobreza que se transmite de generación en generación.

Pueden agregarse otros datos que descubren problemas graves del sistema: sólo el 31 por ciento de los alumnos que comienzan la primaria concluye la secundaria; hay baja oferta escolar en áreas rurales, en ambos niveles y con recursos insuficientes.

Otro factor que conspira contra mejores aprendizajes es la duración del ciclo lectivo, que, si se respeta la ley, debe tener un de por sí exiguo mínimo de 180 días efectivos de clase. No obstante, en la práctica, no se cumple la norma en la mayoría de las jurisdicciones a causa de paros docentes prolongados. Por otra parte, es menester que crezca la extensión de la jornada escolar, especialmente en las escuelas donde los alumnos padecen de mayores necesidades socioeconómicas.

Desde el ministerio nacional se ha hablado de "un nuevo secundario", preocupación mayor porque es en la escuela media en la que se registran los más altos índices de repitencia y deserción. En una reunión reciente de educadores, se insistió en la positiva significación de poner a la escuela en el centro de los cambios, con mayor autonomía para evaluarse y planificar. También se estimó valioso reformular la tarea docente y mejorar la calidad de la formación de maestros y profesores, pues de ellos depende el acceso a los progresos deseables. Se subrayó, además, la necesidad de una gestión educativa federal consensuada que concilie los criterios de autonomía e integración del sistema. Lograr esto exige una continuidad de equipos convencidos de las propuestas, que sigan los pasos de un proceso equilibrado, no olviden el fracaso de reformas cercanas y obren con la suficiente flexibilidad para corregir lo que se demuestre ineficaz y mantener lo que sea positivo.

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Sólo el 31% de los alumnos que comienzan la primaria concluye la secundaria y hay baja oferta escolar en las áreas rurales

lanacion.com | Opinión | Martes 13 de julio de 2010


el dispreciau dice: a veces me pregunto a quién y/o a quiénes le/s sirve tanta pobreza inducida, tanta marginación consecuente con alternativas de vida, correspondientes a mayores consumos de drogas y alcohol, descontroles, violencia y otros tantos atropellos... y como adulto, medio viejo, veo que hay mucha juventud adaptada al tránsito por esta extraña realidad, donde muchas gentes se caen del sistema perverso que domina este mundo hueco (el humano, no la Tierra) donde los discursos son bonitos, a veces motivantes, pero cuyas consecuencias inmediatas se traducen en omisiones, olvidos, vejaciones, y más mentiras... en dicho contexto se duplican algunos esfuerzos y no son pocos los que avanzan agregando valor en muchas y distintas instancias, involucrando a grupos, a entidades, y transformando las voluntades para al menos empujar al conjunto hacia mejores realidades. Lamentablemente, las condiciones sociales que transitamos antes que ser propias de estrategias inclusivas, aparecen como excluyentes por naturaleza, desintegradoras, armadas para expulsar a los más débiles, para los cuáles pareciera que no hay tiempo, tampoco recursos, mucho menos gentes preparadas para asistirlos. Al mismo tiempo, este mismo sistema perverso, premia a los malos y desprecia a los buenos, con lo cual muchos esfuerzos se pierden en la intransigencia de un modelo que no valora lo genuino... Usted dirá que esto es carencia de políticas de estado en la materia educativa, y sí que lo es, pero nuestra Argentina transita esta paradoja desde hace mucho tiempo, y hasta ahora ninguna gestión le ha encontrado en agujero al mate, seguramente porque como siempre dicen y otras tantas se escucha, no hay presupuesto. Lo cual demuestra que nadie sabe cómo fabricarlo (al presupuesto)... como consecuencia de lo dicho, se abre el abismo de las inequidades y en él se caen vidas, familias, hijos y nietos que no encuentran lugar que los contenga ni tampoco nicho que los motive. Repensar el modelo educativo es una de las tantas asignaturas pendientes que tiene nuestra clase política, siempre dedicada a las urgencias que siempre fabrican gracias a sus negligencias y otras impericias. Repensar la escuela primaria y sus contenidos, formando valor a partir de los docentes. Repensar la escuela secundaria, sus contenidos y sus objetivos, reevaluando sus contribuciones para colocar a las personas en escena (de la vida), abriéndole los ojos, para lo que se hace necesario reformar la estructura que asiste a esos adolescentes que hoy se pierden empujados por las propias confusiones que instala el sistema. Repensar la universidad, porque ningún país que se precie de república, democracia participativa, etc., se puede dar el lujo de contener durante más de cinco años a una persona potencialmente sólida atada a currículas diseñadas para 1940, donde la docencia era equivalente a reinados y sus docentes llevaban bajo sus brazos enciclopedias, muchas veces no leídas, muchas otras desconocidas. Indudablemente nuestro modelo educativo atrasa... tanto como atrasa la consideración del mundo docente, desde, para y por el propio estado y sus políticas. Es hora que los legisladores se dediquen a fabricar futuro, y para ello el primer paso es reformar el sistema educativo diseñándolo sustentable y adaptable a las necesidades que impone la sociedad. De lo contrario, las generaciones pasan por aulas, lapidan sus tiempos, para luego estrellarse contra una realidad de puertas hacia afuera que poco o nada tiene que ver con lo que sucede claustros adentro, ni qué hablar de los contenidos... El sistema educativo no es algo destinado a mantener ocupados a niños, adolescentes y jóvenes, sumado ello a los docentes, el sistema educativo eficiente fabrica futuro... ¿cuál es nuestro problema, entonces?... que en nuestra clase política, la idea de "futuro" no existe, ya que se imponen la realidad de las conveniencias y los oportunismos, lo cual impide que se proyecte un país. Julio 13, 2010.-

Nota a quien corresponda: muchas veces he sido perseguido e injustamente denigrado. No me quejo, ni tampoco hago de ello un estandarte. A los que revisan diariamente mis mails, debo decirles que es un trabajo inútil ya que no soy un conspirador, no lo he sido, ni lo seré, ya que mis convicciones circulan en otra dirección. Digo lo que siento. Tampoco me arrepiento de lo que siento. Los que diseñaron el virus para destruirme mi PC, merecen un reconocimiento porque lograron atravesar tres barreras "antivirus", hacerlo con eficiencia, pulverizándome información valiosa (para mí, claro está). Ahora bien, si hay alguien con la idea que ello puede detenerme, muy equivocados están, no lo hice antes, mucho menos ahora. El daño que me han hecho, se podrá reparar o no, los documentos se podrán recuperar o no, pero más allá de ello, a mi me mueve la convicción de pretender vivir en una verdadera democracia, donde impere un modelo equitativo, justo y genuinamente soberano... ¿a Ustedes, qué los mueve?... además de vuestra reconocida capacidad de daño, ¿qué talento genuino han desarrollado?... ¿además de escribirme en chino, que entiendo, qué más saben hacer?... ¿cómo ayudan a construir Argentina?... ya que conocen mi historia, ¿cuán sana es la vuestra?... Por favor, dedíquense a hacer algo útil por la gente. Julio 13, 2010.-

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