Problemas en el interior / Por la caída de la recaudación
El déficit de las provincias ya afecta el pago de sueldos
Cinco distritos abonaron con retraso o en forma escalonada; el rojo fiscal llegaría a $ 11.000 millones
Noticias de Política: Domingo 9 de agosto de 2009 | Publicado en edición impresa
Laura Capriata
LA NACION
Ahogadas por un déficit fiscal que podría superar los 11.000 millones de pesos para este año, las provincias hacen malabares para llegar a diciembre, pero ya hay cinco distritos que no pudieron abonar sueldos de julio o aguinaldos, por lo que debieron posponer pagos o hacerlos escalonados.
Se trata de Río Negro, que sólo pagó aguinaldos a un tercio de los empleados públicos, y Neuquén, que prometió efectivizar la segunda cuota el 21 de este mes. En una situación similar están Tierra del Fuego, que acaba de depositar 2000 pesos en concepto de "adelanto a cuenta del sueldo" de los haberes de julio, y Jujuy, que todavía no dio a conocer el cronograma de pago de los salarios del último mes. También Chaco realizó depósitos escalonados de salarios hasta los $ 4000 y demoró el pago a los contratados.
Pero ésas no son las únicas provincias en problemas y varias ensayan nuevas estrategias para contener las cuentas públicas. Santa Fe tuvo suspendido por 120 días el pago de certificados de obra pública y otras provincias dejaron de cumplir con proveedores y contratistas, o suspendieron las obras.
Mendoza, en cambio, hizo un drástico recorte del gasto. Congeló sueldos, horas extras, postergó licitaciones y compras y hasta limitó el uso de aviones a funcionarios para ahorrar $ 150 millones, mientras en Misiones algunas municipalidades, como Eldorado, pagan parte de los salarios en bonos alimentarios.
El problema fiscal de las provincias obedece a muchas causas, pero en los últimos años se incrementó por la reducción de los fondos que la Nación remite vía coparticipación. Según un informe de la consultora Economía y Regiones, este año el 24,8% de la recaudación de la Nación (incluidos fondos previsionales) irá a las provincias, contra el 30,1% que se destinaba en 2002. Si se hubiera mantenido ese porcentaje, en 2009 hubieran recibido $ 90.675 millones en vez de los $ 74.552 millones que les tocarán.
Esa diferencia -$ 16.123 que queda para la Nación- hubiera alcanzado para que todos los distritos tuvieran superávit fiscal. En cambio, de acuerdo con un relevamiento realizado por LA NACION, 16 provincias podrían terminar el año con sus cuentas en rojo, con un déficit estimado en más de $11.000 millones, casi el cuádruple del déficit que acumularon el año pasado, que fue de 3382 millones de pesos.
Economistas consultados por LA NACION explicaron que en los últimos años los beneficios fiscales no fueron parejos, porque la mayor parte del superávit provenía de impuestos no coparticipables. Esto provocó el deterioro de sus finanzas y dependencia de la Nación, que aumentó las transferencias discrecionales.
"Si se suma la nacionalización de las deudas provinciales, queda un fuerte retroceso del federalismo", opinó Rogelio Frigerio, director de Economía y Regiones.
Entre los distritos más complicados están Buenos Aires (reconoce el gobierno un déficit de $ 5500 millones), Santa Cruz ($ 2042 millones), Capital ($ 1000 millones), Mendoza y Tierra del Fuego ($ 600 millones cada una), Santa Fe ($ 510 millones), y Neuquén y Entre Ríos ($ 400 millones).
Sólo sumando el déficit en esos ocho distritos se llega a $11.052 millones de rojo fiscal. A ese número habría que agregar las provincias que tendrán desequilibrios más moderados, pero sus números podrían compensarse con el superávit de otros distritos.
El problema fiscal quedó ahora en evidencia por la desaceleración del crecimiento de la recaudación tributaria nacional y provincial, producto de la crisis internacional y la caída de la actividad económica y la desaceleración de las exportaciones.
A eso hay que sumar el aumento del gasto público por el año electoral, la presión sobre los salarios públicos, las deudas que arrastran las administraciones locales y la falta de acceso al crédito internacional.
Para Luciana Díaz Frers, directora de Política Fiscal del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el cese de actividad económica "empezó con la crisis financiera internacional, siguió con el parate propio de las épocas de elecciones y se agregó el que provocó la gripe A".
Díaz Frers mencionó el enorme peso de los salarios en las provincias, que desde los 90 deben pagar todos los sueldos del personal de educación, salud, seguridad y Justicia.
"El atraso de lo sueldos es simplemente porque no tienen efectivo para hacerlo hoy. Apuestan a que el Gobierno termine cediendo recursos", agregó Frigerio.
Hacia el futuro, Jorge Colina, economista del Instituto para el Desarrollo Social (Idesa), predijo que "si la Nación no las asiste, las provincias van a volver a los bonos o cuasi monedas para financiarse".
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Cinco distritos abonaron con retraso o en forma escalonada; el rojo fiscal llegaría a $ 11.000 millones
lanacion.com | Política | Domingo 9 de agosto de 2009
el dispreciau dice: el despilfarro discrecional en los feudos provinciales argentinos ya no es noticia, sin embargo este hecho (para nada curioso) deja al descubierto que el poder ejecutivo y sus socios provinciales, luego de haber recibido un terminante mensaje desde las urnas, no sólo no entendió/no entendieron, menos aceptó/menos aceptaron, nunca escuchó/ nunca escucharon, sino que además insiste/n en su estricta persistencia en llevar al país al caos asistiendo por distintos caminos de manera simultánea... ¿por qué?... es evidente que hay segundas y terceras intenciones que se ocultan tras los discursos, las sonrisas, y las eternas declamaciones en contra de la pobreza, la marginación, la inseguridad, el narcotráfico, etc... pero que cada día indica que estamos peor. Alcanza con caminar la Argentina para apreciar cuan mal estamos, ¿peor que nunca podría decirse?... sí, sin duda alguna. El país tiene su estructura productiva quebrada intencionalmente por inducción desde el propio estado, que además ha fabricado una inflación manipulada y donde queda a ojos vista que la "caja" está vacía, definitivamente vacía. El drama es que en la oposición no hay capacidades legítimas para conducir este desastre y en el propio PJ perduran los espasmos del poder jaqueado por la necedad y la sin vergüenza. Pudo haber sido un buen gobierno transitable a mejores estrategias, pero las segundas intenciones enmascaran una conducta destructiva propia de los odios y las venganzas... y que quede claro que en Argentina ya no hay derechos humanos ni tampoco ciudadanos y mucho menos garantía constitucional alguna. El país se licúa ante nuestros ojos y según entiendo, ya son muchos en el mundo que saben plenamente que vamos por muy mal camino... aventados por las miserias venezolanas exportadas e instaladas en Balcarce 50, así como otras miserias importadas desde tierras lejanas donde los fundamentalismos están jaqueados y necesitan operar en zonas más aisladas, financiando operaciones terroristas (aquí el poder político sabe mucho de terrorismo de estado, sencillamente porque lo ejerce) soportados por el nunca más expandido narcotráfico... utilizando todos los mecanismos de corrupción a su alcance e inventando aquellos que aún no fueron creados... Existen sobradas razones para que Estados Unidos de Norteamérica se acerque a Sudamérica porque las evidencias expuestas son tan ciertas como que el Sol está todos los días sobre nuestras cabezas... "pobre Argentina"... "pobres nosotros"... "más pobres los destinos de nuestros hijos"... y los nietos tendrán lugar en el mundo siempre que emigren de esta tierra amada pero amarga por las eternas revanchas que han marcado su historia, manchada de sangre de hermanos indefensos... Agosto 09, 2009.-
El escenario
Historias de espionajes y rupturas en el poder
Por Joaquín Morales Solá
Noticias de Opinión: Domingo 9 de agosto de 2009 | Publicado en edición impresa
El diálogo tambalea. La oposición toma distancia. Los amigos se convierten en adversarios. El Gobierno se abroquela alrededor de sus malas políticas y de sus peores formas. El radicalismo intimará formalmente a los Kirchner en los próximos días para que conviertan en actos los meros gestos dialoguistas. Podría dar por clausurada la etapa de negociaciones con el oficialismo. Los últimos seguidores de Alberto Fernández fueron eyectados del Gobierno después de que el núcleo duro del poder se enteró de reuniones reservadas del ex ministro; accedió a esa información por la constante intervención de los teléfonos de Fernández por parte de servicios de inteligencia o policiales.
"Che, Viviani, ¿cuánto nos durará Cobos a nosotros?" Esa frase, casi golpista, pertenece a un diálogo temerario y amenazante entre Hugo Moyano, líder de la CGT, y el dirigente de los taxistas Jorge Viviani. Estaban rodeados de empresarios y de la presidenta Cristina Kirchner en uno de los primeros encuentros multisectoriales del Gobierno. Los empresarios quedaron estupefactos. La Presidenta también reaccionó mal; sintió que el revólver que empuñaba Moyano andaba cerca. Según la lógica del camionero, Cristina Kirchner también durará el tiempo que Moyano lo permita. Sin embargo, Moyano es el único dirigente que acumula más poder desde el 28 de junio, aunque la central obrera que dirige es una orquesta en la que cada músico hace lo que quiere.
Moyano y los Kirchner son indivisibles. Han estado juntos, con escasos intervalos, durante más de seis años de poder. El ex presidente, sobre todo, tiene una actitud reverencial con el líder sindical. Nadie pudo averiguar nunca si se trata de temor a los conflictos que éste podría desatar o, simplemente, de un modo parecido entre ellos de tratar la política y la vida.
Guillermo Moreno les envió una carta a todos los tamberos del país. Les comunicó que sólo si firman un contrato de adhesión a sus políticas, idéntico al que suscribieron los tamberos considerados traidores por los dirigentes agropecuarios, podrán acceder a un subsidio de 20 centavos por litro de leche. Los tamberos atraviesan el desierto y la penuria. Están firmando ese contrato agolpándose en el despacho de Moreno. Hugo Luis Biolcati, presidente de la Sociedad Rural, ya se arrepintió de haber sido tímidamente componedor con la administración. Ninguna de las tibias medidas que tomó el Gobierno en los últimos días sobre el ruralismo fue conversada, anticipada o negociada con los líderes rurales. Lo de Moreno profundizó la bronca del campo. Eso fue todo lo que pasó , dicen los dirigentes. El peor conflicto de la era kirchnerista sigue abierto.
Alberto Fernández acordó la semana pasada con el vicepresidente Julio Cobos un encuentro reservado mediante mensajes de texto. La intención voluntaria del ex jefe de Gabinete, no explicitada en ningún mensaje, era conversar con Cobos sobre la necesidad de que la oposición no acorrale al Gobierno en el Congreso. Ya había hablado de esos temas con el jefe de los senadores radicales, Ernesto Sanz, en un encuentro casual. Fernández temía, y teme, una monumental crisis política si sucediera una descontrolada presión parlamentaria sobre el Gobierno. A Olivos no llegaron esas intenciones, pero sí los mensajes de texto con los detalles fácticos de la reunión.
El mismo día en que Cobos y Fernández se reunieron, los últimos albertistas en el Gobierno eran gélidamente despedidos de la administración. La viceministra de Justicia, Marcela Losardo, una fiel colaboradora de Fernández desde los primeros tiempos de éste como jefe de Gabinete, se encontró con el inesperado despido.
Un día antes, los máximos líderes parlamentarios del radicalismo, el senador Sanz y el diputado Oscar Aguad, se reunieron con el ministro de Justicia, Julio Alak, y con la propia Losardo, la única funcionaria judicial del Gobierno que contaba con el respeto de los jueces y de la oposición. Todos ellos trataron sobre el Consejo de la Magistratura. Losardo era la que neutralizaba el fanatismo de Kunkel y Conti en el Consejo de la Magistratura , recordó Sanz. Ella es inamovible , les aseguró Alak a los legisladores opositores. Un día después estaba fuera del Gobierno. Con ella partió también otro amigo de Fernández, Nicolás Trotta, un subsecretario que depende del vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, un hombre que practica sucesivas y breves lealtades.
Alberto Fernández venía recibiendo respuestas por e-mail a mensajes que él nunca había mandado. Tuvo en algún momento, también, la borrosa impresión de que sus conversaciones telefónicas eran conocidas por la cresta del poder. Lo que sucedió la semana que pasó lo alejó de cualquier duda: Creo ahora que mis teléfonos y mis correos están intervenidos por el Gobierno , se despachó el hombre que perteneció durante seis años a la más estricta intimidad del matrimonio presidencial. Sospecha también de la Policía Federal.
Si quien fue el amigo más cercano del matrimonio presidencial durante más de un lustro está sometido a semejante espionaje de su vida privada, ¿qué puede esperar el resto de los argentinos con alguna relevancia pública? Nada mejor, ciertamente.
Fernández fue el funcionario que más tiempo gastó en la defensa pública y privada de los Kirchner. El matrimonio presidencial no sabía que, aunque de otra manera, el ex ministro seguía practicando cierta defensa del Gobierno. Por ejemplo, Fernández nunca se resignó desde la derrota electoral a una salida anticipada del gobierno de Cristina Kirchner, aun con sus críticas al kirchnerismo. Dispararon y después preguntaron quién vive , se ofendió el viernes.
Ese mismo día, Alberto Fernández se enteró por la prensa de que había sido relevado de su cargo de representante del Estado en Papel Prensa. Nadie le anticipó nada. Fernández nunca había asumido, en verdad, esas funciones. Los mensajes de morenización del Gobierno no se hicieron esperar: una mujer hiperdisciplinada a Guillermo Moreno, Beatriz Paglieri, fue designada en su lugar en el directorio de la empresa papelera.
Junto con Paglieri, un mensaje encubierto de dureza partió hacia los dos principales diarios de la Argentina, LA NACION y Clarín, accionistas mayoritarios de Papel Prensa. Moreno nunca llega a ningún lado para convivir pacíficamente. Al mismo tiempo, un empresario periodístico de medios audiovisuales, muy cercano al kirchnerismo en los últimos años, ha sido sometido a una férrea investigación impositiva por el delito de traición.
Agustín Rossi recibió la orden de no negociar nada con la oposición sobre las facultades delegadas que el Congreso deberá prorrogar o recuperar el próximo 24 de agosto. Quieren prorrogar todo, las 1900 leyes de poderes extraordinarios, por un año más. Es el trámite anual que se hizo siempre. Sobresale entre esas facultades la de fijar retenciones a las exportaciones, el nudo central del conflicto con el campo. En fin, para los Kirchner no pasó nada. El 28 de junio no sucedió. Sólo se sacudieron el polvo del fracaso y parecen estar intactos de nuevo.
El Gobierno ya ha perdido de hecho la votación en el Senado por la anulación del satelital aumento de las tarifas de gas. Pero encontró formas reglamentarias para amordazar a la oposición. No permite que haya un informe de la comisión respectiva (donde el oficialismo tiene mayoría) y eso condena a la oposición a buscar el debate en el recinto. Sin aquel informe, se necesitan los dos tercios en el recinto. Imposible para la oposición. Una mayoría de senadores, muchos peronistas entre ellos, están dispuestos a anular el aumento, pero no lo puede hacer por las perfectas trampas del reglamento que perpetra el kirchnerismo.
Gerardo Morales, titular del radicalismo, le pedirá en los próximos días una reunión formal a Aníbal Fernández para intimar al Gobierno. Si no hay actos concretos, esta ronda del diálogo habrá concluido , anticipan los radicales. El diálogo es ya una sucesión de fotos superficiales , argumentan. Pasó un mes desde el primer encuentro con la oposición más importante, la de la coalición no peronista, y sus líderes no recibieron más que desplantes como respuestas.
Néstor Kirchner ha dicho, en un increíble encuentro con intendentes bonaerenses (que los intendentes no querían), que ningún diálogo lo hará renunciar a sus convicciones. ¿Cuál es el límite de sus convicciones? ¿Sólo él podrá fijarlos arbitrariamente? ¿Qué clase de incierto diálogo es ése? No hay respuestas. Las únicas noticias que se tienen son las de un Kirchner encerrado en Olivos y empecinado en sus viejas certidumbres.
Las formas de Moyano son, a todas luces, incompatibles con la democracia. Su principal socio político, Kirchner, debe demostrar que en la adversidad él sigue siendo compatible con el sistema político, el mismo que una inmensa mayoría de los argentinos eligió para vivir su vida de contrastes inmemoriales.
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El escenarioHistorias de espionajes y rupturas en el poder
Por Joaquín Morales Solá
lanacion.com | Opinión | Domingo 9 de agosto de 2009
Entrevista con Eduardo Duhalde
"Este gobierno tiene fecha de vencimiento"
En la primera entrevista a fondo que concede desde la derrota oficialista, para la que admite haber trabajado activamente, el ex presidente señala que el PJ y la UCR deben firmar un pacto de gobernabilidad, dice que Kirchner es "un necio con poder" y afirma que Reutemann es el mejor candidato para 2011, pero que "debe definirse lo antes posible"
Por Ricardo Carpena
Noticias de Enfoques: Domingo 9 de agosto de 2009 | Publicado en edición impresa
Foto: MARIANA ARAUJO
A su alrededor hay mucho movimiento, mucho clima de antesala y mucha gente, como suele sucederle a los jefes de Estado en funciones. Su agenda está completa. De su oficina salen y entran dirigentes de todo tipo, empresarios, ex funcionarios, sindicalistas, asesores. Escucha, habla, toma decisiones. Parece -y sabe que lo parece, o que lo es- un personaje central del verdadero poder en la Argentina.
Pero no se llama Cristina Kirchner, como alguien podría sospechar, sino Eduardo Duhalde, el hombre que más ganó en las últimas elecciones aun sin haber participado directamente, el hombre que más triunfó en el mismo minuto en que se confirmó la derrota de su peor enemigo.
Se nota que esperaba ese momento, aunque, en la larga entrevista con Enfoques, la primera que brinda en muchos meses en que prefirió atrincherarse con paciencia oriental, no admitió estar feliz por la declinación política de quien, luego de haber sido bendecido por él para llegar a la Casa Rosada, lo humilló, lo acorraló y se apropió de muchas de sus marcas registradas (desde el PJ bonaerense hasta la lealtad de caciques provinciales). No hacía falta que lo admitiera. Es evidente que es su tiempo de revancha.
Este cronista entrevistó a Duhalde a fines de diciembre pasado, cuando aún no había un horizonte de comicios anticipados, de candidaturas testimoniales y, menos aún, de semejante pesadilla electoral para el oficialismo. Ahora parece otro hombre. No sólo por el pelo extremadamente corto, una consecuencia de su paso por el verano europeo, sino por la forma en que habla y se mueve, con más soltura, con más comodidad, como si presintiera que está ante otra oportunidad de su larga carrera.
Su base de operaciones, la sede del Movimiento Productivo Argentino, en Hipólito Yrigoyen al 1600, tampoco es la misma que hace ocho meses. Ahora, como le sucedió a LA NACION, uno puede cruzarse a la entrada con el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, y a la salida con dirigentes bonaerenses que esperaban su turno, en esta especie de calesita en que se transformó la política argentina poselectoral: muchísimos dirigentes que pasan en estos días por la Casa Rosada luego desfilan discretamente por la oficina de Duhalde, y viceversa.
Sus críticas a los Kirchner, por supuesto, no cambiaron. Quizá son más filosas, como cuando dijo: "Este gobierno, como las botellas de leche, tiene vencimiento, y espero que no pase como con algunos productos que se echan a perder antes". O cuando afirmó que "Kirchner es un necio con poder" y que el Gobierno "no sabe dialogar porque nunca lo ha hecho".
Lo que sí llama la atención es que un ex presidente que se había retirado de la política o, al menos, de las candidaturas, como aclaró ante Enfoques, termine admitiendo que participó activamente en las elecciones. "Ayudé hablando con dirigentes amigos y presentándolos para que empezaran a organizarse para trabajar (...) Yo creía que había que hacerle frente [a Kirchner] en la provincia de Buenos Aires".
Y, más aún, reconoció que ejerció su influencia sobre Francisco De Narváez, un fantasma que se transformó en un tema de campaña y que dio pie a innumerables versiones acerca del malestar duhaldista por la composición de las listas de candidatos. "Con De Narváez hablaba permanentemente -reveló el ex presidente-. Venía a mi casa, yo iba a la de él o él venía acá. Es el mejor candidato a gobernador que tiene la provincia en este momento."
Duhalde tiene una obsesión: su propuesta de que, como considera que el resultado electoral hizo desaparecer las hegemonías en el país, el PJ y la UCR deben sentar las bases de un pacto de gobernabilidad no sólo para la transición hasta 2011, sino para que el próximo gobierno tenga acordadas políticas de Estado y garantías de que quien esté en la oposición acompañará y no desestabilizará a quien administre el país. Todo con apoyo de empresarios, sindicalistas, la Iglesia y los medios de comunicación.
Sobre los posibles candidatos del peronismo, fue contundente: "Scioli no quedó intacto como presidenciable, a Macri no lo veo bien perfilado para 2011 y Reutemann es el que está mejor ubicado, pero tiene que decidirse lo antes posible".
Video: Duhalde:´El Gobierno no sabe dialogar´
-Usted dice que no le gusta hablar mucho del pasado, pero ¿qué pasó en las últimas elecciones? ¿Cuál es su lectura?
-Ya se ha hablado demasiado. La gente votó y todo el mundo sabe lo que pasó. Aunque el Gobierno parece no advertirlo, estamos en medio de una crisis seria, y no quiero agregar nada a la gravedad de la situación. Tenemos que pensar en el futuro: el Gobierno tiene una fecha de vencimiento, como las botellas de leche...
-¿Ya está vencido este gobierno?
-No. Tiene una fecha de vencimiento, que es diciembre de 2011. Espero que no pase como con algunos productos que se echan a perder antes; tenemos que trabajar para que este gobierno concluya, para que vaya entendiendo el mensaje. Estamos presenciando una situación positiva e inédita: han desaparecido los grandes liderazgos que, generalmente en países que tienen una democracia poco sólida, desarrollan algunos rasgos hegemónicos e impiden los consensos. Por primera vez desde 1983, han desaparecido. Ese gran demócrata que fue Raúl Alfonsín tuvo algún rasgo hegemónico con el tercer movimiento histórico; Menem, con la "re-reelección", y, en este caso, con "Kirchner primero, segundo y tercero". Son todos rasgos hegemónicos que no sólo perjudican a quienes están gobernando, sino también a la sociedad y al sistema que debemos fortificar.
-Con Kirchner, aunque la apuesta le salió mal, ¿usted no apostaba a mantenerse en el poder mediante una figura consensuada?
-Para nada. Lo quería la gente; no era una figura consensuada por mí. Yo no hubiese elegido a Kirchner. Yo escuchaba a la gente, que es lo que tiene que hacer un político: se quería algo nuevo. Si alguno piensa que Menem o que Adolfo Rodríguez Saá eran lo nuevo, estaba viendo otro canal, porque en realidad ya habían sido.
-Me gustaría que siguiera hablando de la crisis de los liderazgos...
-Estaba viendo el caso de Santa Fe, que tiene un gobierno socialista, con 375 cargos electivos a nivel de comunas, ¿Sabe cuántos socialistas hay? Sólo ocho en las comunas. No se puede moldear como a la arcilla a los partidos, que están tan profundamente enraizados en la cultura, en el sistema de valores, de sentimiento de la gente. Hay que mejorarlos. Yo celebré cuando el presidente del socialismo estuvo en la convención radical. Porque el socialismo es más viejo que el radicalismo y que el justicialismo, y por primera vez veía una apertura en un partido que se ha caracterizado por no ser demasiado abierto. Y porque es necesario el otro partido, el que posibilite una alternancia esencial para el sistema democrático. Por eso apoyé a Julio Cobos el mismo día en que se votó la resolución 125. En una carta le dije que en torno a él debía nuclearse ese partido histórico. Prefiero que gane mi partido, pero tenemos que estar preparados para que, si gana el otro, lo apoyemos en forma contundente. Y el apoyo contundente no es después de las elecciones; es previo, en los acuerdos, en los pactos que se hagan. Pacto no es mala palabra: la Argentina nace de los pactos preexistentes.
-¿Hay que arrancar ya con estos pactos?
-Por supuesto. La mayoría de los dirigentes, si le pregunta si quiere que haya políticas de Estado, dice que sí. No hay dirigente, desde 1983 hasta ahora, que no haya estado de acuerdo con los pactos de La Moncloa. ¿Por qué no lo hacemos?
-Porque cada vez que llegan al gobierno hacen todo lo contrario...
-La razón fundamental son los grandes liderazgos hegemónicos que creen que pueden hacerlo solos. Ahora no vamos a tener eso. El Lula de hoy, el más importante de los presidentes, tampoco era antes de la elección el que iba a tener esta etapa tan eficaz, tan lúcida. ¿Por qué no creer que un argentino que llegue al gobierno, sea radical o justicialista, pueda resultar así? A esas personas tenemos que ayudarlas, sean quienes sean.
-Y esta ronda de diálogo del Gobierno, ¿también tiene que ver con esos consensos? ¿Es una estrategia dirigida a ganar tiempo?
-Hoy existe la conversación con quienes tendrían que estar conversando permanentemente. Llamar a los gobernadores para preguntarles qué opinan... Dialogar no es hablar radialmente con uno y con otro, sino discutir en mesas grandes cómo se crea y se reparte la riqueza.
-¿No hay real voluntad de dialogar?
-No sé, lo que pasa es que no saben dialogar. No saben porque nunca lo han hecho. Un gobierno que no hace reuniones de gabinete nacional, con ministros que no hacen reuniones de gabinete ministerial, sin un gabinete social donde se discutan los temas sociales y sin un gabinete productivo, que tiene que haberlo también.
-Es raro que el diálogo político parezca algo excepcional, ¿no?
-Fíjese qué le pide la AEA [Asociación Empresaria Argentina] a la Presidenta: son 10 puntos que implican vivir en un país normal, donde el empresario, primero, sea rodeado de prestigio social. Acá parece que a los grandes empresarios hay que desconfiarles, cuando, en realidad, tenemos que lograr tener muchos más grandes empresarios que superen la frontera del país, como hace Brasil, porque el producto bruto brasileño, como el europeo, hoy está incrementado por las remesas que las empresas radicadas en el exterior envían a sus países. Hay que terminar con esto de llevarnos mal con el sector de la producción. Existe una economía financiera, especulativa, rentística, usurera, que le hizo un daño enorme a la Argentina. Y hay un sólo camino para recuperarnos: se llama producción. Y, desgraciadamente, el Gobierno no entiende nada de eso.
-¿Y qué le parece el nuevo ministro de Economía, Amado Boudou?
-No lo conozco. Ni sabía que era economista. Nunca lo había escuchado nombrar. No sé si este hombre tiene algún antecedente de economista. Me parece que es otro hombre que está puesto para hacer caso a lo que decida Kirchner.
-¿La continuidad de Guillermo Moreno le parece una mala señal?
-Moreno, a quien yo no conozco, cumple órdenes y las cumple bien. Con un modo desagradable, agresivo. Pero no aparece en ninguno de los escándalos de corrupción económica. No le achaquemos las políticas. No las resuelve él.
-¿Néstor Kirchner sigue teniendo influencia sobre la Presidenta?
-Total. Es una pareja en la que, desde que yo la conozco, el jefe político es él. Eso se mantuvo y le sigue haciendo daño a Cristina Kirchner.
-El Gobierno parece estar dispuesto a hacer cambios, pero, al mismo tiempo, parece relativizarlo cuando insiste en que la gente no votó contra el modelo kirchnerista.
-Sí, tienen unos análisis y unos relatos esquizofrénicos. Si usted le pregunta a la gente si está en contra de un modelo que produzca más, que exporte más y en el que la gente gane más, ¿quién le va a decir que no? El error de Kirchner es creer que el modelo es el crecimiento. Eso es la consecuencia de una tarea que se hizo, pero, además, del viento de cola que tuvimos durante años. La buena noticia es que lo vamos a seguir teniendo. Pero a eso hay que ayudarlo creando un modelo productivo que no se ha creado no por falta de capacidad de Débora Giorgi, ni de Aníbal Fernández, ni de Carlos Cheppi. Hay un cuento de Leonardo Castellani que dice que no hay nada peor que un necio con poder.
-¿Es una referencia a Kirchner? ¿Usted cree que es un necio con poder?
-Por supuesto. Es tremendo porque todos lo saben. Los que lo rodean son gente inteligente.
-Y en ese pacto que usted imagina, ¿entra este PJ que sigue a la sombra de Kirchner?
-No. Si eso continúa vamos directamente a un desastre electoral. Tampoco es la muerte de un partido perder una elección. Más allá de que gane o pierda el PJ, a los que creemos que hay que actuar con patriotismo debe interesarnos relativamente eso. Quiero terminar con esos mitos arraigados, como el que dice que el radicalismo no puede gobernar. No es cierto. La historia nos dice que el partido que más años gobernó en forma continuada fue la UCR. Si no fuera por el golpe de 1930 hubiese seguido gobernando. Alfonsín gobernó, a Illia le dieron un golpe de Estado...
-Es buena la alternancia en el poder, pero no veo a muchos de sus compañeros aceptando mansamente un mandato de Cobos...
-Ah, bueno... Yo, por lo menos, le escribo mails a todos los amigos que tengo en el radicalismo. Y les digo: "No pierdan tiempo, armen la fórmula y empiecen a caminar". Es una buena noticia que la UCR pueda reorganizarse. La democracia se afirma, se hace más sólida, cuando los partidos pueden ganarse entre sí. Y si no nos mezclamos más. Estas dos últimas experiencias de De la Rúa con "Chacho" Alvarez y esta de Cristina con Cobos demuestran que es lo mismo que River y Boca: no se pueden intercambiar los jugadores.
-¿Sería bueno para la Argentina que en 2011 gobernara el radicalismo?
-Según... No va a gobernar nadie si el dedo lo pone Kirchner. Ese pierde seguro. Pero si el justicialismo se puede desprender de esta conducción tóxica y puede tener una buena fórmula presidencial, vuelve a tener posibilidades.
-¿Sigue pensando que el próximo presidente no será peronista?
-Lo que dije es que con la foto de hace un año era muy difícil. Y esta foto de hoy también es muy difícil [risas]. Porque ellos tienen resuelto su problema. No son zonzos. Los radicales y los socialistas saben discutir. Van a terminar juntos Cobos y [Hermes] Binner, seguro. Es una fórmula fuerte. Han sido gobernadores.
-Su esposa acaba de revelar que usted se reúne mucho con Daniel Scioli. ¿Es así?
-Mucho, no. Que me reúno con Scioli, sí. No mucho, dos o tres veces.
-¿Cuándo fue? ¿Antes, durante la campaña o después de las elecciones?
-Después de las elecciones.
-¿Mantiene el contacto?
-Sí, tratando de ayudar, tengo mucha experiencia.
-¿Quién llamó a quién?
-No tiene importancia. La provincia de Buenos Aires ofrece muchos riesgos. Sobre todo, está desfinanciada. Una provincia a la que la ex senadora y hoy Presidenta le prometió devolverle lo que le corresponde. A la que Néstor Kirchner, hoy diputado nacional de la provincia de Buenos Aires, le prometió devolverle lo que le corresponde. Y ahora viene con la historia de que hay que modificar la coparticipación. No es cierto. Según dicen, él le da por lo menos 20.000 millones de pesos por año en obras. Que le dé los 7000 millones que le corresponde a la provincia para que el gobernador los maneje como le corresponde gobernarlos. No hay ninguna posibilidad de evitar graves conflictos sociales si esta provincia no tiene fondos.
-¿Le pareció que Scioli es sincero en su distanciamiento del Gobierno? Dicen que eso estuvo acordado en Olivos...
-No tengo la más pálida idea.
-¿Usted le creyó?
-No tengo por qué no creerle.
-¿Scioli quedó intacto como un presidenciable del peronismo?
-No. Tiene que trabajar mucho, es un hombre de diálogo que cree que las cosas se pueden solucionar. Tiene una enorme confianza en sí mismo.
-Pero quedó afectado políticamente?
-Sí, es obvio. El sabe que es una carga todo lo que ha hecho, pero ahora tiene una situación muy difícil en la provincia y tiene que exigir que le den todo lo que le corresponde.
-Usted que los conoce, ¿qué pasó con los intendentes? ¿Lo traicionaron a Kirchner?
-No. Los intendentes están 20 puntos por encima de Kirchner en intención de voto. A ellos la gente los conoce. Inmediatamente los cala. El que anda mal, no gana la próxima. En Avellaneda, el primer intendente fue radical, hubo uno del Frepaso que era ex comunista, dos radicales. Van cambiando y los que quedan son los mejores. El mejor intendente, que falleció, fue [Ricardo] Ubieto, que era un vecinalista. Con la boleta chiquita le ganaba a todos. Porque la gente vota al intendente. Se enojaban con [Sergio] Massa en Tigre. No entienden nada de la provincia: si hay un municipio que está acostumbrado a cortar boleta es Tigre, por Ubieto. Si lo quieren a Massa, le van a poner un 10% más.
-Usted alguna vez dijo que el aparato del PJ bonaerense era un mito. ¿Es así o acá funcionó pero en contra de Kirchner?
-Es un mito. ¿Qué es un intendente del Gran Buenos Aires? Es un gobernador de un lugar muy pequeñito, con ingresos de un municipio. Pero ellos se sienten gobernadores. Porque tienen mucha gente. Entonces, tienen estructura de municipio e ingresos de intendente. ¿Sabe cuál es la pretensión de un intendente, sea el presidente De la Rúa, Kirchner o Duhalde? Mantener su gobernación. Y trabajan para eso. Y cuando tienen un presidente que no los ayuda a tirar votos, no se preocupan demasiado y le preguntan a la gente: "Che, ¿querés el voto de este? Si no, te doy el otro". Siempre ha sido así y va a seguir siendo así.
-¿Y usted estuvo atrás de los intendentes, de Francisco De Narváez? Aunque se fue de viaje, siempre se dijo que estuvo armando o alentando una estrategia común.
-Sí, yo ayudé. Ayudé hablando con los dirigentes amigos y presentándoselos [a De Narváez] para que empezaran a organizarse y trabajar.
-¿En contra de Kirchner?
-Claro. Yo creía que había que hacerle frente en la provincia de Buenos Aires, pero sin participar en actos.
-Entonces, ¿usted es el "padre" de la criatura, el padre político de De Narváez?
-No. Si le preguntan algún día a De Narváez, le dirá que nunca le pedí un compromiso. Ni tampoco a Kirchner cuando fue candidato a presidente y lo apoyé. Ni a Felipe [Solá] cuando fue candidato y lo apoyé. Siempre la respuesta fue la misma: yo no tengo compromisos. No es cierto cuando dicen que yo me enojé por tal cosa o tal otra.
-¿Hablaba con él? ¿Le daba consejos?
-Sí, hablaba permanentemente. Venía a mi casa o yo iba a la casa de él, o venía acá.
-¿Le ve futuro político?
-Y... es el mejor candidato a gobernador que tiene la provincia en este momento. Si va por el Pro, tendrá un justicialista que lo enfrente.
-¿Y Mauricio Macri?
-El tiene una carrera de obstáculos, que es la Capital Federal. Ha tenido una mala elección. Yo tengo la impresión de que si seguía un mes más la campaña Pino [Solanas] le ganaba. Sin un peso. Entonces tiene que pensar muy bien.
-¿No quedó bien parado para 2011?
-No, para nada. Si él piensa en el justicialismo, el partido puede llegar a adoptar una figura que está muy pero muy bien, pero tiene que seguir trabajando para consolidarse en Capital porque ese 31 por ciento es muy mala elección para él.
-¿Y su niño mimado, Carlos Reutemann?
-En este mismo diario, Lole relató hace poco algo histórico y cierto... Lo que no tengo es ansias de poder, yo nunca las tuve...
-Por no tenerlas, le fue bastante bien...
-Hay gente que las tiene y gente que no. Yo admiro a la que las tienen. Yo no. Sufro el poder.
-No quizá en un primer plano, pero a usted le gusta estar atrás, manejando todo...
-Esa es otra historia.
-A usted le gusta ser el que define...
-Ayudo. Trato de ayudar. Pero le decía: en ese mismo reportaje, Lole cuenta por primera vez que en 1999 lo fui a ver y le dije: "El candidato no voy a ser yo, tenés que ser vos". Fui a Santa Fe, lo hablé con él, me quedé hasta el otro día y me dijo: "No, ya he sido elegido acá". Después, en 2003, lo busqué nuevamente como candidato. ¿Por qué? El Lole es la contrafigura de los gobiernos que hemos tenido. Es muy trabajador, muy serio, una manera encriptada de hablar, muy parco, pero tiene una rara forma de conducir que pone orden. En Santa Fe teníamos un peronismo que andaba muy mal y él lo pudo manejar...
-¿No lo ve como una suerte de De la Rúa peronista? En el sentido de que medita mucho cada paso, tiene todos estos momentos de abstracción, que se aleja y se recluye...
-Su personalidad es ésa. Pero es un hombre muy serio, muy responsable, es una buena persona, pero ya dos veces no quiso ser candidato.
-¿Y ahora? ¿Ya habló con él?
-No he hablado todavía, pero pareciera que está pensándolo. Tiene que pensarlo rápido porque el justicialismo tiene que plantearse opciones.
-¿Es el mejor que puede ofrecer el PJ?
-Es el que está mejor ubicado desde el punto de vista electoral.
-¿Aceptado dentro del peronismo?
-Sí, no porque sea el mejor, sino porque es el más conocido. Hay otros muchachos jóvenes, que recién empiezan, como los gobernadores del Chaco, La Pampa, Chubut, con condiciones. Hay otros como los de San Luis, Buenos Aires, San Juan y Córdoba. Lole es más conocido, claro. Ya ha sido candidato dos veces gobernador y su carrera deportiva lo ha ubicado en la consideración de la gente. Pero tiene que decidirse. Y lo antes posible. No le queda mucho tiempo. Si no, le haría un daño al partido que le dio mucho a él.
-¿Va a hablar con él en estos días? Si falta tan poco tiempo...
-No es uno o dos meses... Pero, de todas maneras, él tiene que expresarlo. Yo, por supuesto, estoy hablando con los gobernadores.
-¿Con quiénes habla?
-Prácticamente con todos. Para saber qué están pensando, cómo ven el panorama.
-¿Qué le cuentan?
-Lo mismo que plantean los intendentes, en el sentido de que hay escasez de fondos.
-¿Le cuentan si tienen miedo de que Kirchner tome represalias contra quienes lo traicionaron en las elecciones?
- Nadie se preocupa por eso. Sí se preocupan por la parte económica, que les corten los fondos.
-¿Y están cortando fondos?
-No me han dicho eso.
-¿Coincide en lo que dijo Kirchner acerca de que fue víctima de la vieja política?
-Eso es una autocrítica. Lo que lo mató es la política de los 70 [risas].
-¿Y Hugo Moyano? Dijo que a usted lo veía como candidato a conducir el PJ.
-Lo que pasa es que soy el único presidente argentino que surge del movimiento obrero. A veces he hablado por teléfono con él. No lo veo desde el día en que llevamos los restos de Perón a San Vicente. A veces hay cosas que no corresponden.
-¿No ejerce una conducción adecuada?
-No me gusta cómo se está manejando. La CGT es de todos los trabajadores. Esta costumbre de tener a la CGT como apéndice del justicialismo no es buena.
-Pero es lo que ha pasado siempre...
-Con distintos tintes. Siempre hubo gente de otros partidos incorporada. El peronismo tiene las 62 Organizaciones para hacer política.
-¿Es optimista, pese a los Kirchner?
-Si hacen las cosas bien se va a parar la hemorragia y llegamos tranquilamente.
-¿Y si no hacen las cosas bien?
-El país todavía aguanta, pero si hacen las cosas muy mal puede haber problemas. Sobre todo porque hay problemas sociales. No es chiste lo que le está pasando a la gente que no tiene trabajo. Me parece muy mal que no se estén preocupando los gremios por la gente que no tiene trabajo.
-¿Por qué no se pudo solucionar todavía el conflicto con el campo?
- Necedad se llama. Un necio es una persona que, ante la evidencia, sigue insistiendo en lo mismo. Nunca estuve de acuerdo con que hay que superar las retenciones. Sería un error, pero no se pueden descapitalizar a los sectores productivos primarios porque son los que mejor reparten la riqueza en todo el territorio nacional. ¿Qué quieren? ¿Que se forme un cuarto cordón en Rosario, un quinto en Córdoba, un cuarto acá? Si no lo quieren, que dejen que el sistema se capitalice. Capitalizado el sistema, empiezan a trabajar ellos mismos en elaborar los productos primarios y ayudarlos a que los elaboren. No se los puede descapitalizar en una actividad en la que hay dos años buenos y tenés que guardar las reservas por si vienen años malos... Que digan lo que digan: Paraguay vendió más carne que nosotros, y Chile produce más leche que nosotros. Se termina la discusión. Hace 25 años le vendíamos carne a Brasil, y hoy son los principales productores y exportadores. Y quieren duplicar la producción de carne en 10 años. Hacen planes, programas, compran los frigoríficos argentinos, de Australia y de Canadá. Esto es un país que avanza, que progresa.
-¿A usted también le parece sorprendente el aumento patrimonial de los Kirchner?
-A todos nos parece sorprendente. Cuando una persona llega a la presidencia de la República, ¿está pensando en su crecimiento o en hacer empresas? No tiene tiempo. Mucho menos en comprar como han comprado esas tierras. No sé si es un delito, pero no se puede hacer. Estos que se llaman "nueva dirigencia" tienen peores vicios que la vieja dirigencia y pocas de sus virtudes.
-¿Incluye a los Kirchner en esto?
-Sí. En 1973, el 80% de los que entrábamos en la política lo hacíamos para cambiar y el 20 lo hacía para figurar o para salvarse personalmente. Con el tiempo se trastocaron los porcentajes: el 20 o 30% que llega hoy con ánimo de cambiar es absorbido por el sistema.
-Sergio Acevedo dijo que los márgenes de ganancia del 158 por ciento en un año solamente se dan en actividades no lícitas.
-Es un buen análisis. Si me preguntan si es lícito comprar eso, no sé. Es totalmente antiético. Tampoco es razonable que un ex presidente, su hijo y su esposa presidenta conformen una sociedad para inversiones. Esto, en Europa, es un escándalo que termina en un juicio político.
-¿Se disfruta la derrota electoral de un adversario como Kirchner?
-Sí... En realidad, disfrutar... Creía que tenía que tener un sosegate...
-¿Qué cosa?
-Sosegate, palabra de la vieja política [risas]. No fui a festejar ni salí con la banderita a la calle.
-Mire que lo han tratado de padrino mafioso, de lo peor de lo peor...
-La verdad siempre triunfa. Y bueno... la gente irá poniendo a cada uno en su lugar.
-Al final tenía razón Aníbal Fernández, que dijo que usted le había mentido cuando dijo que se iba a retirar de la política...
-Pobre Aníbal...
-Pero es así, usted siguió trabajando.
-Lo que prometí no fue no trabajar en política. Lo que dije es que no iba a ser candidato. No es ningún blasón: mi último acto político fue el lanzamiento de Kirchner en San Vicente, en la quinta de Perón. No puedo evitar que cada vez que yo dé una opinión digan: "Ah, volvió a la política". Entonces quiere decir que me tienen miedo.
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En clave personal
Escritor. "Esta semana me voy a concentrar para terminar dos libros que estoy escribiendo. Uno se llama De Santo Tomás a la renta básica universal , y el otro es Los políticos y la droga, 20 años después . Este libro lo saco para demostrar que todo lo que decía en el 84, hace 25 años, cuando organicé el primer congreso nacional de lucha contra la droga siendo intendente, se fue consolidando. Ya en esa época el país era de consumo incipiente. Me arrepentí de escribir una página en la que decía que había que analizar la pena de muerte para los homicidios causados por bandas de narcotráfico para instalarse o mantenerse en el país."
Hiperactividad. "No tengo tiempo libre. Estoy todo el día acá, todos los días acá, estos libros tengo que tenerlos listos este mes. ¿Qué hago si no trabajo? Voy al club a jugar al tenis, dos veces por semana. Tengo una familia muy grande, con nietos que me enloquecen. Y después tengo compromisos en Europa. Vengo de Italia, donde di una charla en Génova. Y di otra en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, sobre el tema de la crisis financiera internacional y su incidencia en los países en desarrollo. Por supuesto que sigo jugando al ajedrez, pero al rápido, no al ajedrez pensado. Tengo amigos con los que jugamos a las cartas."
Por escrito. "Me sigue gustando enviar cartas manuscritas. Mando y contesto mails, pero lacónicamente, como si fuera un telegrama. No me gusta escribir mucho. Digo gracias y chau [risas].
Lecturas. "Las personas que, como yo, gobiernan desde hace 40 años, se embrutecen. Primero porque no saben manejar nada, ni el teléfono. Le manejan todo los secretarios. Segundo, no tienen tiempo para leer, que es lo que a mí me gusta. Estoy leyendo temas sociales. Me gustan las novelas, pero no las modernas. Admiro la obra de Zbigniew Brzezinski, asesor de Jimmy Carter"
Mano a mano
Se nota que está en su salsa. Una salsa en la que se cocina el futuro del PJ. Y también el futuro del país. Nunca es inocente la reaparición de un político como Eduardo Duhalde. No habla desde hace mucho y ahora lo hace para enviar varios mensajes. El más novedoso es que admite que trabajó y "ayudó" a intendentes y dirigentes a vencer al kirchnerismo en la provincia. Y que solía reunirse con Francisco De Narváez, en un vínculo que confirma que detrás del candidato millonario estaba la mano duhaldista. Es decir, que él tuvo que ver con la derrota K. Todo esto servirá al oficialismo para afianzar la teoría de la "traición" y, en especial, la de "la conspiración". Quizá abonada ahora, intencionalmente o no, con la insistencia de Duhalde en su propuesta de un pacto de gobernabilidad y de la alternancia del PJ y la UCR en el poder, algo que a los desconfiados puede sonarles a una red de contención por si los Kirchner deciden irse antes de 2011. Además, le dio un virtual ultimátum a Reutemann para que se defina, sepultó el proyecto presidencial de Scioli y frenó el mismo plan de Macri. Fue curioso: luego de insistir en que sufre el poder, terminó admitiendo que le gusta ser el gran definidor de la política, pero entre bambalinas. Fueron casi dos horas de una chispeante charla, en la que sólo se alteró cuando le pregunté si el PJ no había sido el responsable de los saqueos de 2001. Dijo creer, además, que De la Rúa no es culpable de los sobornos en el Senado. En diciembre me pareció un hombre más solo. Ahora me dio la sensación de que está cumpliendo lo que soñaba: recibir la larga fila de magullados por Kirchner. Y adueñarse del centro del ring, de los boxeadores y hasta de sus guantes para paladear un knock-out en 2011.
Tres razones para escucharlo
1- El poder permanente
Pueden ganarle o desplazarlo, pero siempre está. Es parte de la corporación política que no conoce de jubilaciones y que ha armado una red de aliados que supera los circunstanciales gobiernos. Su palabra es la de un símbolo del sistema político argentino.
2- El que ayuda y decide
Dice que le gusta "ayudar", pero más le gusta lo que volvió a hacer: convertirse en el eje a partir del cual el PJ resolverá la sucesión de los Kirchner. Vuelve a ponerse en la piel de quien puede diseñar el futuro presidente. Con Kirchner, uno de sus inventos, no le fue bien.
3- Piel curtida, aquí y afuera
Lo han vinculado con la droga y con los peores vicios de la política. Sabe que aquí no tiene una gran imagen pública. Quizá por eso ha desarrollado una intensa actividad internacional, que le dio una mirada más amplia. Es muy respetado por Lula.
abrir aquí:
Entrevista con Eduardo Duhalde"Este gobierno tiene fecha de vencimiento"
En la primera entrevista a fondo que concede desde la derrota oficialista, para la que admite haber trabajado activamente, el ex presidente señala que el PJ y la UCR deben firmar un pacto de gobernabilidad, dice que Kirchner es "un necio con poder" y afirma que Reutemann es el mejor candidato para 2011, pero que "debe definirse lo antes posible"
lanacion.com | Enfoques | Domingo 9 de agosto de 2009
finalmente, el dispreciau dice: no sólo no se fueron todos (2001) sino que se quedaron algunos impresentables... y encima de ello aparecieron nuevos para depredar y persistir en la inteligencia de la "pobreza" que nos rige... poderes legislativo y judicial, además del ejecutivo, por medio. Qué generosa que sos ARGENTINA!... Agosto 09, 2009.-
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