Imágenes asociadas
Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas -- Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe
- Claudinei Stein, porcicultor que produce biogás con los detritos de los 7.300 lechones, que cría hasta que adquieren unos 23 kilos para una empresa productora de carnes porcinas en el sur de Brasil. A su derecha el estanque de biofertilizante, con el estiércol del que se extrajo el biogás en el biodigestor que hay detrás en una caseta. A lo largo del extremo izquierdo, el barracón de las pocilgas. Crédito: Mario Osava/IPS
- La Minicentral Termoeléctrica de Entre Rios do Oeste, que generará 250 megavatios hora, 43 por ciento más que el consumo máximo de todas las instalaciones de la alcaldía, que gracias a la planta eliminará casi toda su factura energética en este municipio del sur de Brasil, en la frontera con Paraguay. Crédito: Mario Osava/IPS
- El gobernador del estado de Paraná, Carlos Massa (en el centro, camisa blanca), inaugura la Minicentral Termoeléctrica de Entre Rios do Oeste, en el sur de Brasil, que utiliza biogás para abastecer a la alcaldía. El pionero proyecto aprovecha los excrementos de los cerdos, para generar electricidad y evita la contaminación de los ríos y la napa freática. Crédito: Mario Osava/IPS
- Una hilera de gasómetros, grandes cilindros donde se almacena el biogás que alimentará la Minicentral Termoeléctrica de Entre Rios do Oeste, que genera electricidad con el gas extraído de los detritos de parte de los 155.000 cerdos que se crían en este municipio del estado de Paraná, en el sur de Brasil, en la frontera con Paraguay. Crédito: Mario Osava/IPS
Alimentación y agricultura, Ambiente, América Latina y el Caribe, Destacados, Economía verde, Energía, La integración y el desarrollo según Brasil, Las elegidas de la redacción, Reportaje especial, Últimas Noticias
Biogás, energía limpiadora en tierras de cerdos en Brasil
- Los cerdos, que ya eran la gran riqueza de este pequeño municipio del suroeste de Brasil,alcanzaron un nuevo valor como fuente de electricidad.
La minicentral termoeléctrica de Entre Rios do Oeste, inaugurada el 24 de julio, usa el biogás que proveen 18 criaderos, en un acuerdo técnico-comercial pionero en Brasil al involucrar porcicultores, la alcaldía, la Compañía Paranaense de Energía (Copel), el Parque Tecnológico Itaipú (PTI) y el Centro Internacional de Energías Renovables-Biogás (CIBiogás).
El proyecto fue ejecutado por el PTI, centro de enseñanza e investigación para el desarrollo de la central hidroeléctrica brasileño-paraguaya Itaipú, y CIBiogás, una asociación sin fines de lucro de 27 instituciones internacionales, nacionales y locales, que opera en la sede del PTI.
La prefectura municipal (alcaldía) de Entre Rios se beneficiará generando la electricidad con el biogás que compra a los agricultores. Esa energía es inyectada en la red de distribución de Copel y se descuenta del consumo de los 72 inmuebles ocupados por oficinas, escuelas y otros servicios municipales.
“Producirá un ahorro que invertiremos en salud y educación”, prometió el alcalde Jones Heiden.
Su municipio, en el oeste del sureño estado de Paraná y en la orilla del embalse de Itaipú que separa Brasil de Paraguay, fue una elección natural para el proyecto, por concentrar cerca de 155.000 cerdos, es decir 35 animales para cada uno de sus 4.400 habitantes.
Además la alcaldía se interesó y ofreció contrapartidas, como el área para la instalación de la minicentral, recursos para su operación y apoyo a los porcinocultores, explicó a IPS en sus oficinas Rafael González, director de Desarrollo Tecnológico de CIBiogás.
De los más de 100 criadores de cerdos del municipio, solo participan los 18 ubicados donde se instaló la red de gasoductos, con el trazado más conveniente y 20,6 kilómetros de extensión, y que aceptaron las condiciones de financiación del biodigestor, que convierte los detritos en biofertilizante extrayéndole el biogás.
“Algunos no quisieron porque les costaría más de 10 años pagar el crédito. Sobraron 19, pero uno desistió, decidió construir su biodigestor y un generador propio”, en un negocio individual, aprovechando su gran producción de estiércol, con 4.000 cerdos en ceba, contó a IPS uno de los participantes, Claudinei Stein.
“Ese fue el comienzo, el segundo paso será la iluminación pública” abriendo oportunidades para otros productores, destacó el alcalde.
Por ahora, la minicentral termoeléctrica, con potencia de 480 kilovatios, puede generar 250 megavatios/hora al mes, 43 por ciento más que el consumo máximo de la alcaldía. Están involucrados 39.000 cerdos que producen diariamente 215 toneladas de estiércol y 4.600 metros cúbicos de biogás.
Stein tiene 7.300 cerdos en sus pocilgas, que llama barracones. Los cría en su etapa “de guardería”, porque los recibe de la “Integradora” Friella con cerca de siete kilos y los devuelve cuando alcanzar 22 o 23 kilos.
Friella es la gran empresa local, que posee tres frigoríficos para procesar y vender la carne fresca o industrializada, además de una fábrica de alimentos para animales y sus propias pocilgas.
Pero terceriza la mayor parte de la cría de sus cerdos, en tres etapas: la cuna, la guardería y el engorde. Hay el costo del transporte entre pocilgas, pero la “integradora” ahorra inversiones en instalaciones, espacio y mano de obra, observó Stein.
Al especializarse en la segunda etapa, en que cada animal produce menos de la mitad del estiércol de la ceba, Stein estima que obtendrá un ingreso de 1.800 a 2.000 reales (375 a 430 dólares) mensuales, suficiente para pagar dentro de ocho años el financiamiento del biodigestor, que le costó 75.000 reales (19.800 dólares).
Pero su integración al proyecto obedece a otras razones: la producción del biofertilizante y la mejora ambiental. La biodigestión elimina el mal olor, los mosquitos y la contaminación de la napa freática por los excrementos en su propiedad de 13 hectáreas y mejora el estiércol para la siembra de maíz y soja.
“Así ahorro gastos con fertilizantes químicos”, explicó. “Además me gustan iniciativas osadas”, acotó el agricultor de 39 años, que desde joven conocía los beneficios de los biodigestores, porque lo había en la finca de un primo donde trabajó.
Pero la minicentral de Entre Rios tuvo un proceso de instalación muy lento y accidentado, pese a las reconocidas ventajas del biogás y su potencial de expansión en el oeste del estado, por la fuerte presencia de la porcicultura y la avicultura.
La idea surgió en 2008, contó a IPS el alcalde Heiden.
Pero la oportunidad de cristalizarla surgió en 2012, cuando la reguladora Agencia Nacional de Energía Eléctricadefinió estrategias y criterios para proyectos de biogás, invitando a la presentación de propuestas.
Los proyectos para Paraná dependerían de fondos que la distribuidora Copel debe destinar a proyectos de investigación y desarrollo, equivalentes a 0,5 por ciento de su facturación.
“Inscribimos el proyecto” de Entre Rios do Oeste, pero el contrato con Copel solo se firmó en 2016, apuntó González.
Vinieron entonces dificultades con regulaciones energéticas y tributarias, por las cuales la alcaldía no podría adquirir el biogás, definido como un bien industrial de transformación, producido por agricultores, recordó el director de CIBiogás.
Fue necesaria una nueva regulación, con una interpretación distinta, que reconoce al biogás como un producto bruto, agrícola, para componer el modelo de negocio de la minicentral termoeléctrica a biogás, que se incluye en el concepto de generación distribuida (en el terreno), practicada por consumidores.
De esa forma el proyecto logró su diseño definitivo, con la alcaldía comprando el biogás de los porcicultores encargados de instalar el biodigestor.
Pero abrir líneas de crédito para financiar ese equipo demandó otras largas negociaciones, para alcanzar el modelo replicable en otros municipios, regiones y con distintos arreglos.
Hubo un antecedente de construcción de una microcentral a biogás, en el municipio Marechal Cândido Rondon, 34 kilómetros al noreste de Entre Rios. En 2009 nació allí el Condominio de Agroenergía para la Agricultura Familiar de la Cuenca del Río Ajuricaba, luego denominado Coperbiogás.
En 2014 empezó a generar electricidad, en otro proyecto de CIBiogás. Pero duró poco tiempo. Hoy solo quedan 15 de los 33 asociados en la cooperativa, se desactivó la microcentral termoeléctrica y el biogás es vendido a una vecina unidad frigorífica de aves de la Cooperativa Agricola Mixta Rondon Limitada (Copagril).
“Fue un proyecto exitoso” y no un fracaso como parece, según González. “Su objetivo no era la viabilidad económica, sino el saneamiento ambiental, limpiar el río”, arguyó.
De hecho era parte del Programa Cultivando Agua Buena, de Itaipú, y buscaba evitar la contaminación de los ríos por las heces que terminarían en el embalse hidroeléctrico.
Las actividades prosiguen, por la red de 25 kilómetros de tuberías se transporta 250 metros cúbicos diarios de biogás a tres gasómetros y un sistema de filtraje le quita el ácido sulfhídrico que provoca corrosión.
Las familias siguen usando el gas en sus casas y algunos en el ordeño, gracias a lo que al menos una de ellas mejoró la calidad de la leche, con el biogás usado en la esterilización, observó a IPS Daiana Martinez, analista de informaciones de biogás en CIBiogás.
En Ajuricaba, a diferencia de Entre Rios, el biogás se hace con el estiércol de vacunos, además de cerdos. Pero la producción a escala y los biodigestores son bastante menores, lo que inviabiliza económicamente la generación eléctrica, sentenció a IPS el propietario de una fábrica local de biodigestores, Pedro Kohler.
Edición: Estrella Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario