La intoxicación de dos británicos con el mismo veneno que Skripal fue un “desafortunado” daño colateral
El ministro de Sanidad de Reino Unido, Jeremy Hunt, descarta que el envenenamiento de Dawn Sturgess y de Charlie Rowley el pasado sábado sea un nuevo intento de asesinato
Londres / Madrid
Un policía patrulla este jueves en el cordón establecido en el parque Queen Elizabeth. AFP
Dawn Sturgess, de 44 años, y Charlie Rowley, de 45, las dos personas de nacionalidad británica que el pasado sábado entraron en estado crítico tras haber estado expuestos al mismo agente nervioso con el que el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron envenenados hace cuatro meses, no sufrieron un nuevo intento de asesinato. El ministro de Sanidad de Reino Unido, Jeremy Hunt, ha dicho este jueves que la intoxicación con el agente nervioso Novichok parece un "desafortunado daño colateral" posterior al ataque del pasado marzo contra Skripal y su hija, ambos ya recuperados tras semanas en el hospital.
"Esto parece un desafortunado efecto posterior de ese incidente, pero afortunadamente no tendrá consecuencias trágicas. En este momento no trabajamos con la hipótesis de que fue un intento deliberado de asesinato, pero tenemos que tener la mente abierta sobre la base de lo que dice la policía", ha dicho el titular de Sanidad.
Sturgess y Rowley fueron hallados inconscientes el pasado sábado en un domicilio de la localidad de Amesbury, a apenas 13 kilómetros de Salisbury, donde los Skripal fueron infectados con el agente tóxico Novichok. En un primer momento, igual que en el caso del exespía y su hija —ambos recuperados—, la policía trabajó con la hipótesis de una contaminación vinculada con el consumo de heroína o de crack, pero precisó que se estaban realizando exámenes adicionales "para establecer la naturaleza de la sustancia que hizo enfermar a estos pacientes".
La unidad antiterrorista se hizo entonces cargo de la investigación. El Gobierno británico, que el miércoles celebró reuniones del comité interministerial de emergencia Cobra, ha vuelto a mantener un encuentro con este comité este jueves para analizar los acontecimientos.
La presencia de agentes y cordones policiales ha traído inevitablemente a los vecinos de la zona inquietantes recuerdos del caso de Serguei y Yulia Skripal. El caso del exespía ruso llevó a la tranquila localidad de Salisbury a los titulares informativos de todo el mundo. El Gobierno británico acusó directamente a Moscú del envenenamiento de Skripal y su hija, llevado a cabo con un agente nervioso de fabricación rusa, según los análisis realizados en el laboratorio militar de Porton Down, situado junto a Salisbury. El incidente desató una grave crisis diplomática entre Londres y Moscú, con una oleada de expulsiones cruzadas de diplomáticos, a la que se sumaron los principales aliados occidentales de Reino Unido.
Varios lugares de Amesbury y Salisbury han sido acordonados como precaución, entre ellos un parque cercano al banco donde quedaron inconscientes los Skripal, y donde Sturgess y Rowley supuestamente estuvieron la noche anterior antes de caer enfermos. Las autoridades de salud pública no consideran que exista un "riesgo sanitario significativo" para el público general, aunque advierten de que la afirmación será "continuamente evaluada, en función de las informaciones que se obtengan", precisó un portavoz.
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