jueves, 8 de diciembre de 2016

SIN COMUNIÓN DE MANOS NO HAY TRIBU || “El voluntariado no es una tarea solo para jubilados” | Planeta Futuro | EL PAÍS

“El voluntariado no es una tarea solo para jubilados” | Planeta Futuro | EL PAÍS

“El voluntariado no es una tarea solo para jubilados”

117 proyectos concurren a los premios de la Fundación Mutua Madrileña para iniciativas solidarias


Dos voluntarios acompañan a personas mayores.
Dos voluntarios acompañan a personas mayores. 

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Son chicos y chicas que están en el ecuador de sus estudios universitarios y no se enfrentan a su primera experiencia en el campo del voluntariado, ni a la última, ya que las tendencias demuestran que seguirán involucrados en actividades de filantropía después de la carrera. Así es el perfil de los 5.200 alumnos que concurren a través de 117 proyectos a los IV Premios de Voluntariado Universitarioimpulsados por la Fundación Mutua Madrileña, cuyo fallo se dará a conocer a partir de enero.
La convocatoria de este año ha marcado un aumento del 14% en el número de candidaturas recibidas, con la participación de 84 universidades, de las cuales 14 se encuentran fuera de España. Los proyectos en competición se centran principalmente en la ayuda a la infancia, los ancianos, las personas con discapacidad y los colectivos en riesgo de exclusión social, beneficiando, directa o indirectamente, a más de dos millones de individuos.
El primer clasificado obtendrá 10.000 euros, mientras que otros cinco ganadores embolsarán 5.000 euros cada uno. Lorenzo Cooklin, director de la Fundación Mutua Madrileña, explica que el objetivo del certamen, además de apoyar económicamente las iniciativas, consiste en dar visibilidad a la acción solidaria de los jóvenes, con especial atención hacia el impacto social, la innovación y la originalidad de los proyectos, así como la colaboración con otras entidades.
Para presentar su candidatura, los proyectos tenían que estar amparados por el departamento de voluntariado de una universidad y desarrollarse bajo el paraguas de una ONG, pero, sobre todo, tenían que comprometerse a un uso transparente y correcto del dinero de un eventual premio.
Los 117 proyectos candidatos benefician, directa o indirectamente, a más de dos millones de personas
En paralelo con el número de candidaturas recibidas, Cooklin considera que crece también la complejidad de los proyectos presentados, ya que este año alrededor de un 30% de entre ellos se lleva a cabo en países menos adelantados. “Se ha pasado de unas acciones muy orientadas a lo social a iniciativas relacionadas con cooperación al desarrollo, más difíciles desde un punto de vista técnico y logístico”, subraya.
“Un noche, pasando por el centro de Madrid, vi a un grupo de chicos y chicas repartiendo comidas a gente sin hogar y pensé que había que buscar una manera para reconocer esta labor”, recuerda Cooklin, que durante su época de estudiante también colaboró como voluntario en un hospital. De ahí surgió la idea de instituir unos galardones “que no sean orientados a premiar, sino a motivar la solidaridad de los jóvenes universitarios y a dejar claro que no se trata de una tarea para jubilados o personas que se encuentren de repente sin trabajo”, aclara. El mismo impulso le llevó a poner en marcha hace siete años también un plan de voluntariado corporativo, en el que está involucrado un 20% de la plantilla.
El 94% de las ONG en España cuenta con voluntarios universitarios entre sus colaboradores, según un estudio realizado por la Fundación en el que han participado 38 ateneos y 70 entidades sin ánimo de lucro. Los centros de estudios superiores se han hecho eco del creciente compromiso de los jóvenes con las causas sociales y este año el 62% de entre ellos ha incrementado el número de proyectos de voluntariado respecto a 2015. Las mujeres representan el 70% de los colaboradores de estas iniciativas.
“Las universidades han entendido que se trata de una iniciativa fantástica para el desarrollo no solamente humano, sino también profesional de los estudiantes”, dice Cooklin. El directivo asegura que las empresas también se fijan en este detalle a la hora de evaluar candidatos para un puesto de trabajo. “Es un tema que hay que tener más en cuenta en el mercado profesional, porque una persona implicada en actividades de voluntariado no solo cuenta con ciertos valores, sino que también ha adquirido unas capacidades de trabajo en equipo para conseguir un objetivo común”.

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