Primero tuit, luego huida a Israel
El periodista argentino que informó primero de la muerte del fiscal Alberto Nisman llega a Tel Aviv y afirma que ha recibido amenazas
NOGA TARNOPOLSKY Tel Aviv 25 ENE 2015 - 23:35 CET
En la tarde del domingo 18 de enero, el joven periodista argentino Damián Pachter fue convocado por una fuente de su total confianza. "Me encontré con él, y también había alguien más. Me dijo que [el fiscal Alberto] Nisman estaba muerto", afirmó al arribar este domingo al aeropuerto Ben Gurión en las afueras de Tel Aviv (Israel).
Nisman, el fiscal argentino encargado del caso AMIA, quien cuatro días antes había acusado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner del encubrimiento de la participación iraní en el atentado de 1994, debía prestar testimonio ante el Congreso la mañana siguiente.
Ya eran las once de la noche, yPachter tuiteó un primer aviso: "Me acaban de informar sobre un incidente en la casa del fiscal Alberto Nisman". Media hora más tarde, escribió: "Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba. Los médicos están allí".
El periodista, quien fue el primero en dar conocer lo que había ocurrido con el fiscal, asegura que tuvo que abandonar el país el viernes pasado tras descubrir que agentes de los servicios de inteligencia lo estaban siguiendo. Viajó primero a Uruguay y desde allí, a Israel (país cuya ciudadanía posee y donde dice que vivió "los mejores años" de su vida) con escala en Madrid.
Argentina vuelve a vivir un grave caso de persecución contra la prensa en medio de la investigación sobre la muerte de Nisman, justo cuando se cumplen 18 años del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, que retrató al empresario Alfredo Yabrán, ligado a casos de corrupción durante el gobierno del presidente Carlos Menem.
Pachter no conoce la razón por la que está siendo amenazado por Twitter y por teléfono al punto de que sintió que su vida corría peligro. Afirma que tenía su teléfono celular pinchado y que fue seguido "por lo menos durante varias horas" por parte un individuo que el periodista cree es un agente de los servicios de la inteligencia argentina.
"Me estoy preguntando desde que pasó esto qué hubiera sucedido si yo no hubiera escrito ese tuit", aseguró Pachter —con un aspecto pálido y cansado tras el largo viaje y días sin descanso— al llegar a Israel por tiempo indefinido. Llevaba solamente una mochila escolar.
"Tal vez ellos tenían otro plan. Y mi tuit, con ciertas horas de anticipación, arruinó el plan de alguien, no sé aún de quién pero voy a intentar descubrirlo. Pienso que tenía que haber algo que encubrir [por parte de las autoridades]. Algo, porque todo queda raro. Es todo raro por todos lados. El Gobierno se contradice de un día tras otro".
En una crónica publicada este domingo por el periódico israelíHa'aretz, Pachter detalló cómo fueron sus últimas horas en Argentina. Fue seguido durante varias horas por un hombre con vaqueros, chaqueta tejana y gafas de sol Ray Ban, que según le aseguró su informante era un agente de seguridad argentino. Patcher dice que incluso porta consigo la fotografía que su fuente le sacó en ese momento con el hombre que le seguía.
El reportero cree que la primicia impidió alterar la escena del suceso
Un hecho de mayor gravedad es que la agencia de noticias estatal, Télam, publicó anteayer una pieza que ilustraba con un billete de avión con las fechas y horas del vuelo que el periodista de la página web del diario Buenos Aires Herald había tomado rumbo a Montevideo y pensaba abordar con regreso a la capital argentina el 2 de febrero y que fue reproducido y subido a Twitter por la cuenta oficial de la Casa Rosada, la sede de la presidencia del país. El Gobierno redobló la apuesta y este domingo ha seguido informando desde la red social del itinerario del periodista, aclarando que su destino final era Tel Aviv.
Pachter había dejado entrever en una entrevista con el portal Infobaeque su primicia podría haber ayudado a que no se pudiera alterar la escena en la que fue encontrado muerto Nisman. "Cuando ya se hizo público el tuit y todo lo que pasó con las diferencias de hora que hay—quién entró, cuándo, cómo y con quién—. Imagínate si mis tuits no hubiesen sido enviados, ¿con qué escena nos hubiéramos encontrado? Ni siquiera me animo a hacer una hipótesis de lo que me podría haber encontrado", afirmó antes de partir hacia el exilio.
Pachter ya había demostrado tener importantes fuentes. El 14 de enero, el mismo día en el que Nisman presentó su denuncia en contra la presidenta, en un tuit enviado a esta periodista, informó que el caso "es muchísimo más grave de lo que salió".
Al día siguiente, le llegó un tuit de una cuenta denominada @InformaCorrecta, en hebreo, que contenía el mensaje "sospeché de que eras traidor pero hoy sé que eres traidor".
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Los otros casos Nisman
El escepticismo con el que la sociedad argentina sigue la investigación sobre la muerte del fiscal se funda en el turbio historial de los servicios de inteligencia
FRANCISCO PEREGIL Buenos Aires 26 ENE 2015 - 02:22 CET
El nombre, la carátula oficial con que la justicia investiga la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que denunció a la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento de terroristas, señala: "muerte dudosa". A pesar de que las primeras pruebas periciales informan de que no hubo intervención de terceros, los investigadores no descartan ni el asesinato ni el suicidio por inducción. Pero muchos argentinos ya emitieron su sentencia: asesinato. El mismo día de su muerte miles de personas salieron a la calle pidiendo justicia con carteles que decían: "Yo soy Nisman".
Dos días después, cuando Leonardo Jmelnitzky, presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), donde en 1994 85 personas murieron en un atentado terrorista —el caso que investigaba Nisman—, mencionó la expresión "muerte dudosa" durante otra concentración que también reclamaba verdad y justicia, varios asistentes gritaron: "¡Asesinato!". Y el jueves, hasta Cristina Fernández aseguró estar convencida de que Nisman no se suicidó.
Defender la tesis del suicidio de Nisman es, cuando menos, impopular para cualquier político argentino. Aunque ninguna prueba haya demostrado hasta el momento lo contrario. Sobre la memoria colectiva del país están muy presentes ciertos casos en los que el poder utilizó los servicios secretos para escuchar, extorsionar o atacar a jueces, periodistas y rivales políticos.
El 25 de enero, se cumplieron 18 años de la muerte de José Luis Cabezas. Era un fotógrafo de la revista Noticias que publicó en 1996 una gran exclusiva: la foto de Hugo Yabrán, un empresario vinculado al presidente Carlos Menem (1989-1999). Todo el mundo hablaba de Yabrán como jefe de una mafia enquistada en la Casa Rosada, pero nadie disponía de su imagen. Hasta que Noticiaspublicó su foto en marzo de 1996. Diez meses después, Cabezas fue hallado muerto dentro de un coche incendiado, con las manos esposadas a la espalda y dos tiros en la cabeza. Yabrán fue considerado el autor intelectual. El presidente Menem prometió aclarar el caso, pero Yabrán se suicidó en 1998. La muerte de Cabezas, donde se vieron implicados los servicios secretos de la policía bonaerense, manchó la década de Menem.
En Argentina, cada fuerza de seguridad dispone de su aparato de espionaje: la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército, la Policía Federal, la Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Gendarmería, la Bonaerense (que depende del gobernador de Buenos Aires) y la Secretaría de Inteligencia (SI). La más poderosa de todas ellas es la SI, que aún se conoce como la antigua SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado). Sus responsables reportan al presidente del Gobierno.
En octubre de 2003, se comprobó la participación de algunos de sus oficiales en varios secuestros. El entonces presidente, Néstor Kirchner, encomendó a la SIDE la investigación de algunos casos vinculados a la Bonaerense. Desde entonces, las luchas entre ambos estamentos son públicas. El último capítulo se saldó el 9 de julio de 2013 cuando 10 policías de la Bonaerense entraron en la casa del espía Pedro Viale, alias El Lauchón, y lo acribillaron a balazos. El Lauchón era un hombre de confianza de Antonio Stiusso, alias Jaime. Y Stiusso era, según Néstor Kirchner, quien más sabía sobre el caso AMIA. Tenía estrechos vínculos con la CIA y con el Mosad y era el principal informador del fiscal Nisman. En diciembre, Cristina Fernándezforzó su retiro y ahora, desde el Gobierno se insinúa que la denuncia de Nisman fue escrita por Stiusso. En 2004, al entonces ministro de Justicia, Gustavo Beliz, le costó el cargo mantener un pulso contra Stiusso. Beliz advirtió a Kirchner:
—Vos podés sentir que si pinchás teléfonos y tenés mucha información vas a ser más poderoso, pero vas a ser esclavo de la persona que hace esas cosas.
—Dejá que de eso me encargo yo.
Kirchner, finalmente, pidió la renuncia a Beliz y el ministro acudió esa misma noche del 25 de julio de 2004 a televisión. Allí mostró por primera vez una foto de Stiusso, lo acusó de "embarrar" la investigación de la AMIA y dijo: "Me echaron por nombrar la palabra maldita de la política argentina: SIDE. Es una especie de agujero negro, se manejan fondos sin rendición de cuentas. Constituye un Estado paralelo, una policía secreta sin ningún control: la maneja un señor al que todo el mundo le tiene miedo porque dicen que es peligroso y te puede mandar a matar. Ese hombre participó de todos los Gobiernos y se llama Jaime Stiusso". Después, Beliz abandonó la política y se marchó a EE UU. Stiusso continuó en su puesto con Kirchner y después con Cristina Fernández.
Hay muchos casos donde directa o indirectamente aparece la SIDE. Su máximo responsable durante toda la década menemista, Hugo Anzorreguy, está procesado por irregularidades durante la investigación del caso AMIA y por encubrir a sus autores. El juicio oral contra él está pendiente.
Otro caso: en 2005, Enrique Olivera, candidato a alcalde de Buenos Aires por el partido ARI, fue acusado de guardar dos millones de dólares en el extranjero. Olivera perdió las elecciones y dos años después su denunciante, el dirigente de la Unión Cívica Radical, Daniel Bravo, reconoció que la denuncia "con datos falsos" había llegado a su poder de forma anónima. Olivera acusó a la SIDE de la operación contra él. Nunca se comprobó cuál fue la mano negra.
Desde que se instauró la democracia hasta ahora, la antigua SIDE y los políticos que pasaron por la Casa Rosada hicieron méritos para que todo el mundo desconfíe de que Nisman, simplemente, pudo haberse suicidado.
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el dispreciau dice: lamentablemente, ARGENTINA ha quedado detenida en el tiempo... una vez más queda plenamente demostrado que la política argentina no es creíble, que sus organismos de su seguridad no existen, que la justicia es injusta por excelencia y corrupta asociativa a la declamación política de turno... por ende, jamás se conoce ni se conocerá la verdad de nada, ya que entre la confusión que aportan los medios periodísticos que dan pena, y las acciones políticas que dan más pena aún, todo desagrega valor y aporta terror a todo aquello que en las rutinas de cada uno de los 40 y tantos millones de argentinos no se resuelve nunca...Nisman es una víctima más de todo lo que en la ARGENTINA está demasiado mal... porque queda en evidencia que hay una ARGENTINA muy retrógrada, que necesita de la perversidad de los setenta y de las infamias de los noventa, a efectos de sembrar el miedo y sostener el terror social y económico en lo más alto... por eso, al país le cuesta avanzar arrastrando tanta mediocridad y tanta miseria humana...
Nisman es una víctima más del atentado a la AMIA gestado durante la década más infame de la historia argentina (1990-1999)... pero es una de las tantas víctimas de las que jamás se sabrá su verdadera suerte, ya que los servicios de inteligencia del mundo entero, son socios para el mal y no más que eso, todos, sin excepciones, ya que crean paralelismos de estados que las miopías políticas no perciben jamás, y que las cegueras políticas habilitan a que dichas geometrías negocien con lo peor de cada sociedad, de allí que haya tanto narco, tanta trata, tanta corrupción carcelaria, tanta miseria humana que ningún político ve... porque su incapacidad es manifiesta, sea del oficialismo o sea de la oposición...
una vez más... los estamentos políticos la han chingado fiero, porque fueron incapaces de ver lo evidente, tal como siempre sucede, donde la ideología de la mentira y la trampa superan a cualquier versión oficial, insultando la inteligencia social y pública de una sociedad argentina harta de la mentira repetida siempre con el mismo guión y con el mismo libreto, sea de oposición o sea oficialismo... en realidad, la política ha decidido que ningún problema de fondo sea resuelto, y entonces siempre se regresa a los setenta con versiones raras de un cuento de hadas donde todos los intérpretes mueren asesinados por sus capacidades humanas, para nada...
Nisman es una víctima más de un atentado que, si bien fue padecido por una entidad judía, afectó a la sociedad argentina en su conjunto, y desde mi humilde saber y entender, se trató de un atentado a la humanidad, equivalente a cualquier otro donde los inocentes pagan los platos rotos del poder idiotizado...
la causa AMIA es una mentira desde su hora cero... por entonces fue una operación política asociada con servicios de inteligencia y de allí que todo se haya embarrado como para que nunca se sepa nada, tal ha sucedido con la mayoría de los hechos de la historia argentina, cada vez más mentida descaradamente... la cuestión aquí es que esta muerte destroza al gobierno que se viene creyendo su propio cuento en muchos ámbitos... léase, como ciudadano puedo y de hecho tengo credibilidad en las capacidades de Cristina Fernández, no así de su entorno, y no hay capacidad humana para estar en todos los agujeros del poder, supervisando lo que pasa, por ende los huecos superan a la masa, y terminan devorando la intención de cada quién, transformándola en negligencia e impericia...
la jabonería de Vieytes, allá por el mil ochocientos del siglo XIX sirvió como fuente de conspiraciones... conspiraciones que terminaron haciendo de la historia argentina una larga lista de víctimas propiciatorias, desde Mariano Moreno, Belgrano y hasta el propio San Martín, por mencionar sólo algunos excluídos del paisaje miserable que viene desde la gran aldea... queda claro que la jabonería de Vieytes hoy pertenece a una masonería deformada por la carencia de códigos, donde todos se traicionan a todos por una pedazo de poder... llevando al país al abismo de siempre... el de los azules y colorados... el de Arturo Frondizi... el de Arturo Illia... y hasta el del propio René Favaloro, cuyo suicidio sirvió para lavar las manos de numerosos políticos involucrados hasta el tuétanos, pero siempre sueltos de libertades, de antojos y de culpas...
insistiré con algo que he repetido muchas veces... los militares de los años setenta no agregaron valor a la sociedad argentina... curiosamente el peronismo sin Perón de entonces, tampoco fue capaz de agregar valor a la sociedad argentina... peor aún, los montoneros no sólo no agregaron valor sino que contribuyeron a instalar la tragedia irresuelta... y junto con ellos el "erp" procediendo de la misma forma despreciativa de la sociedad argentina...
los noventa destruyeron lo que quedaba de la ARGENTINA, mal que le pese a quien sea... y la historia le pasará factura a los involucrados de semejante calamidad que arrasó con pueblos enteros, con fuentes de trabajo, con casas y campos hipotecados, y con la economía de una país potencialmente rico que quebró a manos de miserables que se decían economistas... socios de la buitrada extraña a estas tierras, los fabricadores de una deuda que jamás tuvo fundamentos de realidad...
la corporación periodística venía buscando la artimaña para colocar el futuro entre las cuerdas, y Nisman ha terminado de ser su comodín... esto es que se repone la triste circunstancia AMIA, se le da plena vigencia atemporal, y encima se le agrega una víctima y un millón de dudas... suficiente como para destrozar el futuro, una vez más...
el gobierno debería haber blindado la justicia... pero su necedad política no se lo permitió... la clase política es directamente responsable de la vigencia de los estados narcos tanto en gobernaciones como en intendencias, del mismo modo que es responsable de las tratas y sus redes, del mismo modo que lo es de todo aquello que no se resuelve para ocultar las telarañas del poder... y ARGENTINA una vez más va para atrás, fiero... de la clase política opositora no se salva uno... y del oficialismo sólo se salva Cristina Fernández, ya que los demás son una réplica triste de una ARGENTINA que vive imponiendo mediocridades fundadas en muchas palabras y muchas más mentiras, que contribuyen a que no se resuelva nada...
Nisman, finalmente, es un aporte mayor a la tragedia nacional, tema no menor de cara al futuro...
¿vendrán ahora los que destrozarán a los jubilados / retirados?... ¿vendrán ahora los que quitarán las casas a los pobres?... ¿vendrán ahora los nuevos cultores del cartón y el villaje?... ¿vendrán ahora los devaluadores que alimentan a los traidores a la patria?... ¿vendrán ahora los promovedores de deudas públicas con destinos privados?... ¿vendrá nuevamente una clase sindical devoradora de puestos de trabajo?... la política siempre se acomoda al de turno, siempre en contra del país y su sociedad de mortales... da pena... mucha... cuando la ignorancia abunda, el negocio siempre es de muy pocos, curiosamente todos conocidos, actores de una misma obra de teatro, la tragedia argentina... bastante parecida a la griega, la épica. ENERO 26, 2015.-
¿vendrá una nueva triple A a perseguir judíos?...
¿vendrá una nueva versión montonera a negociar con el narcotráfico fehaciente?...
¿vendrá una nueva versión de fuerzas de seguridad acomodada a intereses foráneos con la promesa de una nuevo proyecto Cóndor?...
¿qué vendrá?...
que el espíritu de Nisman guíe el voto del pueblo argentino... teniendo en cuenta que antes que judío, Nisman era un argentino más.
una vez más... el pan y circo... no han servido para tapar el Sol con las manos.
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