MSF solicita a GSK y Pfizer que reduzcan el precio de la vacuna de neumococo a 5 dólares por niño | MSF - Médicos Sin Fronteras
20.01.2015
MSF solicita a GSK y Pfizer que reduzcan el precio de la vacuna de neumococo a 5 dólares por niño
Un nuevo informe de MSF revela las dificultades de los países ante unos precios de las vacunas disparados en un mercado farmacéutico marcado por la opacidad.
Médicos Sin Fronteras (MSF) reclama a las compañías farmacéuticas GlaxoSmithKline (GSK) y Pfizer que rebajen los precios de la vacuna contra el neumococo a 5 dólares (4.35€) por niño en los países en desarrollo. Esta petición tiene lugar días antes de una importante conferencia de donantes para vacunación que se celebrará en Berlín el 27 de enero. MSF pública hoy la segunda edición de su informe sobre el coste de las vacunas, ‘La mejor vacuna: por un acceso sin barreras a vacunas asequibles y adaptadas’ que muestra cómo, en los países pobres, el precio de la vacunación a niños es hoy 68 veces más alto que en 2001. Esto se traduce en que muchos países no pueden pagar el alto coste de vacunas como las que se emplean contra las enfermedades neumocócicas que causan la muerte de alrededor de un millón de niños al año en todo el mundo.
“El precio por proporcionar el paquete completo de vacunas a un niño es hoy 68 veces más caro que hace tan solo una década, fundamentalmente porque las grandes compañías farmacéuticas han aumentado los precios a donantes y países pobres de aquellas vacunas con las que ya ganan miles de millones de dólares en los países ricos”, explica Rohit Mapani, director de Políticas y Análisis de la Campaña Acceso a medicamentos esenciales de MSF. “Pedimos a los donantes que pongan sobre la mesa una suma adicional de 7.500 millones de dólares (más de 6.000 millones de euros) para poder pagar las vacunas de los países pobres durante los próximos cinco años, teniendo en cuenta, además, que un tercio de esta cantidad irá destinada a sufragar los elevados precios de una sola vacuna: la antineumocócica. Baste el ejemplo para reflexionar sobre cuanto más dinero de los contribuyentes podría traducirse en más niños vacunados si las vacunas fueran más baratas. Creemos que es momento de que GSK y Pfizer pongan de su parte para hacer las vacunas más accesibles y durante más tiempo, ya que los descuentos que a día de hoy ofrecen estas compañías no son suficientes”
Solo la vacuna antineumocócica supone el 45% del total del coste de la vacunación completa de un niño en los países pobres (el paquete completo de vacunación supone la protección contra 12 enfermedades). GSK y Pfizer ya han vendido más de 19.000 millones de dólares de la vacuna contra el neumococo desde su lanzamiento.
En este sentido, MSF urge a GSK y Pfizer a reducir el precio de la vacuna ante el neumococo a 5 dólares (4,35€) por niño (incluyendo las tres dosis). Este es solo un poco inferior al precio de 6 dólares (5,2€), 2 dólares (1,7€) la dosis, anunciado por el fabricante indio Serum Institute de su versión de dicha vacuna y que tiene prevista lanzar al mercado en los próximos años.
El informe de MSF –único hasta el momento que hace un análisis comparativo de los precios de las vacunas- arroja luz sobre el secretismo de la industria farmacéutica sobre las vacunas y destaca la llamativa falta de información pública sobre el precio de las mismas. Los presupuestos de salud de los países se incrementan como consecuencia de los altos precios de las vacunas y estos responden, a su vez, a que la información sobre las negociaciones con las compañías farmacéuticas es muy limitada, la industria oculta deliberadamente los precios, falta competencia en los mercados y las compañías farmacéuticas cobran precios muy dispares por el mismo producto.
“Nos encontramos situaciones irracionales en las que países en vías de desarrollo como Marruecos y Túnez pagan por la vacuna contra el neumococo un precio mucho más caro que Francia”, revela Elder Kate, asesora de Políticas de Vacunas de la Campaña de Acceso de MSF. "Debido a los costes astronómicos de las nuevas vacunas, muchos gobiernos se enfrentan a la difícil decisión de elegir las enfermedades mortales ante las que pueden proteger a sus hijos”.
Más de una cuarta parte de los países que actualmente son susceptibles de recibir fondos de los donantes a través de la Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización, (GAVI, por sus siglas en inglés), perderán este apoyo a partir del próximo año, lo que implica que dejarán de pagar los casi 10 dólares (8,6 euros) por niño para la vacuna contra el neumococo, lo que la convertirá en inaccesible para muchos estados. GAVI estima que el precio de la vacuna antineumocócica puede aumentar hasta seis veces para aquellos países que se encuentren esta situación.
Angola es uno de los países que se verá afectado por la pérdida de esta subvención en menos de un año. Solo en 2014, más de la mitad de los subsidios de GAVI para nuevas vacunas en el país africano se destinaron a la vacuna antineumocócica. Se estima que una vez que el país pierda la subvención, los costes de las nuevas vacunas aumentarán más del 1.500%. De la misma manera, alrededor del 60% de los subsidios ofrecidos por GAVI en Bolivia está directamente vinculado al coste de la vacuna para el neumococo, por lo que el gobierno boliviano sufrirá un incremento de un 700% al dejar de recibir el apoyo de la Alianza. En la misma circunstancia se encontrará Indonesia donde el coste de dicha vacuna aumentará un 1.547%.
“Los gobiernos necesitan ejercer presión sobre las compañías para que ofrezcan mejores precios a GAVI y a los países que apoya”, afirma Elder. “Necesitamos situar la salud pública por delante de los beneficios económicos; las vacunas que salvan la vida de niños no deberían ser un gran negocio. En una semana, los donantes se reunirán en Berlín para prometer más dinero para vacunas, por ello pedimos a GSK y Pfizer que se den prisa y reduzcan el coste de la vacuna neumocócica antes de esta fecha”.
Marruecos paga 63,70 dólares (55,41 euros) y Túnez 67,30 dólares (58,53€) por la vacuna de neumococo (PCV) mientras que para Francia tiene un coste de 58,40 dólares (50,45€). Los precios de Marruecos y Túnez son aquellos que se sufragan en hospitales e instituciones públicas; el precio de Francia es el coste de manufacturación (antes de entrar en la red de distribución al por mayor y al detalle). Los precios recogidos son los de la vacuna PCV13 de Pfizer. Estos datos están publicados en el nuevo informe de MSF: ‘La mejor vacuna, rompiendo barreras para las vacunas asequibles y adaptadas’, un amplio análisis sobre el acceso a las vacunas, disponible en formato digital: www.msfaccess.org/rightshot2
Cada año, los equipos de MSF vacunan a millones de personas, proporcionando respuesta a epidemias de enfermedades como sarampión, meningitis, fiebre amarilla o cólera. MSF también facilita apoyo a campañas rutinarias de inmunización en proyectos de salud materna-infantil. Solo en 2013, nuestros programas suministraron más de 6,7 millones de dosis de vacunas y productos inmunológicos. MSF está ampliando sus actividades de vacunación dando prioridad a la mejora de sus campañas de inmunización rutinaria, así como a la ampliación del paquete de vacunas en casos de emergencias humanitarias. En los años 2012 y 2013 MSF aumentó en un 60% el número de dosis administradas en sus proyectos.
el dispreciau dice: he pertenecido a la industria farmacéutica durante 47 años... es decir una vida profesional entera... estoy viejo y ya soy parte de la historia de la misma (industria farmacéutica) habiendo cumplido distintas funciones y ejercido distintos roles en muy distantes lugares del mundo... insisto con que prefiero las ciencias aplicadas en Europa a las ciencias negociadas en la América del Norte, porque las ciencias no deben ser prenda de cambio de conveniencias corporativas, aún cuando esta prenda produzca cientos de miles de millones de euros, dólares, rupias o lo que se te ocurra... haber pertenecido a la industria farmacéutica me obliga y desde luego, me siento obligado porque mi vida se desarrolló profesionalmente desde y por la industria y lo que ella invirtió en mi persona, en mi perfeccionamiento, en mis estudios, una inversión que regresó en frutos diversos propios a mi manera de ser, de pertenecer, y esencialmente a mis convicciones... desde luego, y como siempre me lo digo y me lo repito para quien lo quiera escuchar, la historia recoge más derrotas que triunfos y en realidad, los triunfos no son tales, nunca, y las derrotas tampoco son tales, nunca, siempre sales hecho, aún cuando las circunstancias te lo hagan ver o apreciar de otra manera...
la época en que pertenecí al grupo alemán tenía códigos de éticas, códigos de palabras y códigos de hechos... los mismos se evaporaron durante la década de los noventa, cuando alguien descubrió que era bueno fabricar en China a costo cero, mirando para el costado en numerosos aspectos que hacen a lo financiero pero no a las ciencias médicas... desde luego, durante los noventa las ciencias médicas se convirtieron en un negocio, al igual que los pacientes y sus necesidades, siempre la sesgada visión política que nunca ve lo que no le conviene, y sí lo que favorece sus miserias humanas...
léase, las ciencias médicas avanzaron en un sentido pero retrogradaron en otros... de allí la diferencia que hay entre las medicinas internas de unos países respecto de los otros, en especial de aquellos donde los protocolos se manipulan según las mezquindades personales de las autoridades y de la propia profesión médica depreciada... no obstante dicha realidad propia del burn-out ejercido por administraciones contables que no entienden nada de medicina, ni de ninguna otra cosa que sea conveniencias de pocos, los médicos no lograron aglutinar sus reclamos hacia direcciones ciertas, y ello favoreció que la medicina como ciencia se viera envuelta en una tragedia de médicos sin recursos y de pacientes sin respuestas... en medio de ello, el aumento en el precio de los medicamentos se tornó, tal como se lo determina hoy día, catastrófico, palabra calificativa a la que agregaría el término "dramático"...
no me rasgué las vestiduras antes y tampoco lo haré ahora... aquí no es cuestión de buscar culpables sino de asumir realidades, no más que eso...
la industria farmacéutica de investigación y desarrollo... sigue haciendo costos tal lo hacía en los albores de esta industria, en los años posteriores a la pérdida de la patente/negocio de la penicilina, donde aún reinaban los escrúpulos entre los médicos/bioquímicos/farmacéuticos que estudiaban medicina en serio... no fue la única patente que se perdió, pero ello habilitó a descubrir el importante y angular negocio de la enfermedad... un aspecto poco científico de cualquier realidad... triste pero real...
dado que he trabajado mucho en investigación, sé bien de qué te estoy hablando, y al hacerlo no estoy quebrando ninguno de mis contratos que me atan al conocimiento científico hasta mi muerte... traducido, no hablo de lo que no se debe, pero sí lo hago de los hechos que afectan a las personas...
la industria farmacéutica de hoy tiene mucho título... mucho argumento... pero no tanta ética... y ello le hace perder perspectiva sobre las realidades que siguen siendo hoy tan financieras como en los noventa, cuando el negocio descubrió la arista que retroalimentaba cualquier investigación, condicionándola a cambio de beneficios monetarios que superaban largamente a cualquier solución de enfermedades de las personas... allí, los daños a los sistemas de coberturas sociales comenzaron a ser catastróficos, y para los países sin recursos, el daño pasó a ser cataclísmico, creando un desastre epidemiológico planetario que es, técnicamente, un disparate científico inadmisible porque no sólo afecta a la humanidad, sino que afecta a todas y cada una de las especies, desbordadas de antibióticos innecesarios, que han producido daños que superan cualquier razón humana... creando y estableciendo un verdadero cataclismo que se vive hoy mismo... mucha intoxicación, mucha contaminación, mucho envenenamiento que no figura en ningún libro...
lo que ha sucedido con las vacunas es apenas un ejemplo de esta tragedia de precios, pero que se ubica mucho más allá de los precios, ya que epidemiológicamente hablando, los no vacunados o los deficientemente vacunados son portadores de mutaciones virales que nadie conoce, al menos no por el momento. aún cuando algunas ya han comenzado a manifestarse... y curiosamente, el universo de no vacunados tiene capacidad de/para alterar los estados de salud de los sí vacunados... generando una sopa de consecuencias imprevisibles... un estudio incipiente realicé junto con un grupo de profesionales farmacéuticos en los albores de los años dos mil, en la mismísima ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, en nuestra amada Argentina... documentos que están debidamente registrados en todos los lugares donde debían serlo, incluyendo la legislatura de la propia ciudad de Rosario...
podría decirse que las agencias regulatorias han sido responsables de este desmadre... también podría decirse que la culpa la tienen las administraciones... o quizás podría asegurarse que el silencio de las sociedades científicas no ha contribuido a mejorar las cosas, sino antes bien a empeorarla... como sea, no está bueno andar cazando brujas cuando las consecuencias del problema han asumido características de tsunami en una sola Tierra y en una misma humanidad... no es bueno para nada... porque la humanidad no tiene para donde escaparse...
por consiguiente, aquí el punto es que todo el mundo, sí TODO EL MUNDO, humano... debe estar vacunado a un costo posible para cualquier persona o estado... y no ser imperio de intereses de salud para pocos tal proponen algunos idiotas devenidos en funcionarios de esta industria farmacéutica que supo tener mejores mentes y muchos más escrúpulos y estados de moral social y pública... traducido, lo que expresa Médicos Sin Fronteras es tan real como lo que expresa el Vaticano en sus "hechos" de ética de la salud humana... no se puede hacer negocio con la pobreza de los otros... no sirve porque degrada la calidad y condición humanas de los investigadores, de los involucrados en cualquier ángulo de la gestión farmacéutica, desagregando valor a una necesidad netamente social, global, que amerita una refundación de los principios científicos que movieron a los "profesores" originarios a crear mecanismos para resolver cuestiones de vida afectadas por hechos de guerras...
hoy, de ello depende el futuro de la humanidad... y para que te quede claro, no puede haber gentes que no reciban vacunas y otras que sí las reciban... si este es el sentido del negocio, algo anda muy mal en el coco de los nuevos funcionarios de la industria farmacéutica, que habría dejado de ser una industria de investigación, para ser reemplazada por otra de oportunismos financieros. Si esto es así, es el fin de las ciencias, y un claro insulto a las consciencias de las personas. Éticamente inaceptable. ENERO 22, 2015.-
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