domingo, 11 de marzo de 2012

NADA ► Donde reina la nada más absoluta | elmundo.es

Donde reina la nada más absoluta | elmundo.es


JAPÓN | Un año del terremoto y el 'tsunami'

Donde reina la nada más absoluta

Foto de Yuriague (Natori), donde solo se ve una casa en pie. | Fotos: D. JiménezFoto de Yuriague (Natori), donde solo se ve una casa en pie. | Fotos: D. Jiménez
  • Un año después, las ciudades devastadas por el 'tsunami' siguen siendo solares sobre los que llevará una década reconstruir
Si se fija en la fotografía que acompaña este artículo, en la lejanía verá una casa. La única que queda en pie. En el mismo lugar solía haber cientos. También escuelas y hospitales. Casas de té y restaurantes. Parques y barrios centenarios. El mar lo engulló todo el 11 de marzo de 2011, convirtiendo esta ciudad en una postal del fin del mundo. Un año después, sigue siéndolo.

Una tras otra, las localidades de la costa de la región japonesa de Tohoku fueron reducidas a la nada más absoluta por la fuerza del 'tsunami'. En muchos lugares era y sigue siendo difícil creer que hubiera existido vida. Meses de trabajos sólo han logrado despejar la chatarra y los escombros, poniendo las bases para una reconstrucción que llevará una década y que a los supervivientes se les hace dolorosamente lenta.
La mayoría de los vecinos han decidido abandonar para siempre Yuriage, esta comunidad costera de la municipalidad de Natori. Otros se sienten atados al lugar donde nacieron, incluso ahora que no es más que un solar. "Vengo para recordar cómo era todo. Tengo miedo de olvidarlo y sé que no viviré para ver su reconstrucción", asegura Sato, un anciano que todas las semanas otea el horizonte desde el pequeño monte de Yuriage, donde ramos de flores homenajean a las víctimas.

Mochilas y trofeos a la entrada de una escuela abandonada de Natori.Mochilas y trofeos a la entrada de una escuela abandonada de Natori.
La localidad tenía 7.000 habitantes, de los que un 90% salvaron la vida gracias al aviso que recibieron de las autoridades. No pudieron hacerlo muchos ancianos y niños. Mochilas y trofeos cubiertos de polvo yacen apilados en la entrada de una escuela abandonada. Un cartel pegado en la entrada recuerda que algunas cicatrices no cerrarán nunca: "Masato. Bebé de ocho meses, 70 centímetros de altura y 9 kilos de peso. Dos dientes pequeños. Lo perdimos en Yuriage. Si alguien sabe algo...".

Japón sabe lo que es volver a empezar. Lo hizo tras la II Guerra Mundial, convirtiéndose en la segunda economía del mundo en apenas tres décadas de desarrollo imparable. Y tras los terremotos de Tokio en 1923 y Kobe en 1995. Pero, ¿mantiene el país el espíritu de unidad y la capacidad para el sacrificio colectivo que lo hizo posible en aquellas ocasiones? Algunos vecinos de Yuriage lo dudan. Los jóvenes ya no tienen la paciencia para quedarse y tratar de levantar la comunidad de nuevo. Prefieren marcharse a Tokio y buscar un empleo. Quienes apuestan por revivir Yuriage lamentan que la burocracia y el papeleo estén retrasando proyectos esenciales.

Todo se hace a la manera japonesa: con orden, acogiéndose a la ley y sin atajos no regulados. La idea del Gobierno no es construir rápido, sino mejor. Las autoridades hablan de levantar urbes ecológicas y modernas, más protegidas y con nuevas industrias. La gente quiere una casa, un trabajo y un lugar donde llevar a los hijos al colegio. Cuanto antes.

Irabu, un comerciante de 36 años, escapó de las olas por poco cogiendo una de las motocicletas que tenía a la venta en su concesionario, acelerando por las avenidas donde todo iba desapareciendo tras él. Se dio cuenta de que el mar le atraparía y se subió a un tejado. Al día siguiente se despertó en el hospital con varias costillas rotas. Ahora ha vuelto para recoger las últimas cosas en una casa que sigue en pie a duras penas en mitad de una inmensa explanada. "El Gobierno se ofrece a destruirla, pero dice que volverla a construir es cosa mía. ¿Con qué dinero?", se pregunta Irabu. "Tenemos que empezar de cero".

el dispreciau dice: la NADA es implacable... y se va apropiando del mundo humano a la medida de la naturaleza atropellada por el hombre y sus desidias, y ello va dejando a humanos perdidos en sus frustraciones y en sus soledades inducidas por el permanente "ninguneo" de los estados ausentes, esos mismos que tienen discursos rápidos pero de palabra muerta, esos mismos que guardan lapiceras rápidas para firmar decretos y resoluciones que jamás se cumplirán... la función de los estados es negar a los ciudadanos y ello es lo único que se cumple a rajatabla... todos los ejemplos envuelven al mundo humano y establecen la evidencia del desprecio. El mundo deshumanizado ya no tiene lugar para el ser humano, mucho menos para su humanismo, ni qué hablar de los valores evaporados o de las tradiciones exterminadas. Los estados apurados por las urgencias que ellos mismos promueven, olvidan rápidamente a las víctimas y las convierten en ecos inaudibles de un concierto de clamores inatendibles... el poder está ciego y sordo... y el olvido y la ausencia dominan el paisaje, devorando a los prójimos. Y los prójimos se suman, una y otra vez, y ya son tantos... que el mundo no es más que un prójimo negado. Marzo 11, 2012.-

No hay comentarios: