Algunas claves de un fiasco popular
El PP perdió la fuerza demostrada el 20-N en las provincias más pobladas: Cádiz, Málaga y Sevilla
El País Madrid 26 MAR 2012 - 13:53 CET1
Tras las elecciones andaluzas y asturianas celebradas ayer, algunas claves apuntan al porqué de la derrota del PP. Son estas:
La victoria/derrota del Partido Popular
El Partido Popular cosechó en Andalucía el mejor resultado de toda su historia en unas elecciones autonómicas tanto en porcentaje de voto (40,64%) como en número de escaños (50). Pero fue un espejismo si se buscan las referencias más próximas en el tiempo con otras contiendas electorales o si la comparación se hace en número de votos. La cita más cercana fue la de las elecciones generales del pasado 20-N donde el PP logró en Andalucía 425.925 votos más que ayer y un 45,57% de apoyos, 4,93 puntos más que ayer. Si el pasado 20 de noviembre el PP arrasó en siete de las ocho provincias andaluzas (solo Sevilla resistió la marea azul de cambio), ayer hubo tres provincias donde el PSOE recuperó su hegemonía (Sevilla, Huelva y Jaén). El PP perdió la fuerza demostrada el 20-N en las tres provincias más pobladas de Andalucía: Sevilla, Málaga y Cádiz.El peso de la corrupción no propició el cambio
Las elecciones andaluzas han sido, con diferencia, las que han sufrido más los efectos de la corrupción. Mientras el candidato del PP, Javier Arenas, recordaba cada día de campaña el escándalo de los ERE, la juez que instruye el caso no dejaba de tomar decisiones que ampliaban la magnitud del escándalo. Hasta el punto de que en plena campaña electoral se produjeron los dos autos donde se recogían las mayores imputaciones de delitos del caso a dos de los principales encausados, el ex director general de Empleo y su exchófer, que pese a que el caso llevaba más de un año instruyendo testificaron en medio de la campaña electoral para arrojar más sombras de sospechas sobre distintos dirigentes del Gobierno andaluz. Y pese a ese protagonismo, el PSOE resistió el castigo de las urnas —el segundo más duro que han recibido en democracia; el primero se registró en 1994— con un resultado suficiente para poder gobernar con IU. Y además, en el epicentro de todo el caso de corrupción —Sevilla—, los socialistas mantuvieron su hegemonía autonómica con 80.000 votos y ocho puntos más que el PP.Más castigo en Andalucía que en Valencia
A diferencia de la Comunidad Valenciana, donde el grave escándalo de corrupción del caso Gürtel apenas afectó al Gobierno de Francisco Camps —que revalidó su mayoría absoluta sin apenas desgaste—, en Andalucía, los socialistas han perdido la mayoría absoluta, casi 600.000 votos y nueve escaños respecto a las elecciones de 2008. Han dejado de ser la primera fuerza política en el Parlamento andaluz después de 30 años. Pese a ello, la corrupción valenciana acabó con la dimisión del presidente Francisco Camps solo unos meses después de ser investido. En el caso andaluz, Griñán repetirá como presidente si IU apoya y no parece probable que dimita por el escándalo de los ERE. En la Comunidad Valenciana, la instrucción judicial del caso no estuvo presente en campaña electoral; en Andalucía, la efervescencia en el juzgado fue notable.IU aprovecha el desgaste del PSOE, pero no del todo
IU ganó ayer casi 120.000 votos respecto a 2008; pero el PSOE perdió casi 600.000. IU creció cuatro puntos en porcentaje de voto; pero el PSOE perdió casi nueve. IU aumentó seis escaños en la Cámara andaluza, pero el PSOE perdió nueve. La izquierda (PSOE más IU) sumó ayer el 51% de los votos, pero cuatro años antes juntó el 55% de los votos. IU obtuvo un magnífico resultado (11,35% de los votos) que se queda muy lejos aún del 17,81% de 1986; del 19,14% de 1994; y que no mejora los registros de otras dos convocatorias (1990 y 1996) aunque supera lo cosechado en las tres últimas elecciones autonómicas. La izquierda venció a la derecha una vez más en Andalucía, y van nueve, pero la distancia se acortó al máximo. Y pese a todo, los socialistas pueden agradecer que IU se haya beneficiado de su sangría para lograr los escaños suficientes con los que evitar una mayoría absoluta del PP.Los beneficiarios de la baja participación
Separar la convocatoria de las elecciones andaluzas de la fecha de las elecciones generales siempre tiene un efecto sobre la participación. En este caso, la abstención subió al 38%, 12 puntos por encima de la registrada en 2008, la última convocatoria que coincidió con los comicios generales. Aunque tradicionalmente se interpretaba que la baja participación perjudicaba a los partidos de izquierda porque la derecha tenía más capacidad de movilización de sus votantes, un dirigente socialista señalaba ayer: “No es una verdad absoluta, depende de las circunstancias. Cuando hay pulsión de cambio, siempre hay una participación muy alta. Y hoy no ha sido el caso”. La participación bajó en todas las provincias andaluzas pero, principalmente, en aquellas donde el PP perdió más votos respecto a la convocatoria del 20-N.Asturias se complica
El órdago de Francisco Álvarez Cascos enredó mucho más la situación política de Asturias. Si antes de las elecciones, el exdirigente del PP sumaba junto a sus antiguos compañeros del PP 26 de los 45 escaños, ahora suma solo 23 (uno por encima de la mayoría absoluta) y por los pelos. Si el voto de los residentes ausentes, que se cuenta el próximo miércoles, favorece a los socialistas, como anuncian, habrá un empate a 22 escaños entre la izquierda asturiana y la derecha cuyo árbitro sería UPyD. Tras disolver el Parlamento asturiano por su incapacidad de llegar a acuerdos con sus excompañeros de partido, ahora Cascos (que ha perdido en este viaje tres escaños) pretende recuperar la relación para mantener su cargo de presidente autonómico. En este camino, el PP no se ha movido aunque ha cambiado de candidata.UPyD araña en la derecha asturiana
La formación de Rosa Díez logra entrar por primera vez en el Parlamento asturiano con un diputado. Mientras que la izquierda (IU y PSOE) han aumentado su porcentaje de voto respecto a las elecciones de 2011, la derecha ha perdido algo más de tres puntos. UPyD subió 1,3 puntos, que parecen proceder de esa parte del electorado que dio la espalda a Cascos y al PP.Con una pensión comen todos
La paga del abuelo se convierte para muchos hogares en la última barrera contra la exclusión
Más de 300.000 familias con todos en paro conviven con un mayor
Volver a la casa de los padres no es solo un paso atrás en el
proyecto vital de cualquier persona. Supone también un foco de
conflictos que puede incendiar la convivencia familiar y convertirse en
el germen de un sinfín de problemas. Hace cinco años, al comienzo de
esta crisis que parece no tener fin, solo el 6% de los hogares
sustentados por un mayor de 65 años tenían a todos sus miembros en paro.
Este porcentaje se disparó en 2011 por encima del 18%. Hoy, más de
300.000 familias españolas en las que no trabaja nadie conviven con un
jubilado.
No es solo cuestión de la fría estadística. Los que día a día tienen que lidiar con esta realidad en la calle confirman los datos. “Veo casos en los que una pensión ínfima que antes se destinaba solo a las necesidades del mayor tiene que alimentar ahora a una familia numerosa. El problema, además, no es solo económico. A la situación de los ancianos se unen los conflictos de los hijos. Peleas, inadaptación de los más pequeños, malos tratos... Es una cadena que se viene abajo cuando cae la estructura más sólida, que era el núcleo familiar”, explica Teresa Vinós. Esta trabajadora social de Zaragoza reconoce que por primera vez en sus 25 años de carrera se encuentra situaciones que no sabe cómo afrontar. “Esta es ya la tercera crisis que vivo. Pero nunca me había enfrentado a casos tan extremos”, añade.
Emilia Escudero es una de las mujeres con las que Vinós trata a diario. Tras quedar viuda y con muchos esfuerzos, sacó adelante ella sola a sus 13 hijos. Cuando ya había logrado una relativa tranquilidad y tiempo para descansar, hasta cuatro hijos volvieron con cuentagotas por culpa de la burbuja inmobiliaria. Todos los varones trabajaban como albañiles, y ahora tiene que dar de comer a tres con su pensión de 600 euros. ¿Cómo lo hace? “Pues comprando lo más barato y si sobra pan un día, lo pongo al día siguiente”, responde con lógica aplastante.
Miguel Laparra, profesor de Política Social en la Universidad de Navarra, se declara sorprendido por las diferencias que él y su equipo han constatado sobre el impacto de la crisis en los hogares con ancianos y sin ellos. “La tendencia a vivir con el abuelo es mayor donde la situación es más precaria. La estrategia de supervivencia consiste en aferrarse a ellos”, dice. Así, las pensiones suponen no solo una forma de garantizar unos mínimos estándares de vida a los más ancianos, sino que se convierten en una especie de cemento con el que asegurar la cohesión social.
“La familia tradicional está siendo capaz de soportar los demoledores efectos de la crisis sobre cientos de miles, millones de españoles. Pero a costa del extraordinario sufrimiento de una generación que alimentó sus sueños de progreso poniendo sus esperanzas más en sus hijos que en ellos mismos. A las penurias económicas hay que añadir el sufrimiento que representa la frustración de ver regresar a sus hijos derrotados y con un futuro más que incierto y menos prometedor que el que ellos mismos tuvieron”, asegura Gustavo García, director del albergue de transeúntes de Zaragoza y miembro de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. “Ahora estoy más nerviosa que cuando estaba sola. Tengo que volver a la carga. A hacer la compra, lavar, planchar...”, se lamenta Escudero.
Pero el sufrimiento no viene solo de parte de los padres, que ven cómo sus hijos pierden lo que tanto les había costado. Los que vuelven a casa —o que aunque no vuelvan dependen del dinero que les pasan sus progenitores— viven como una humillación dormir de nuevo, cuando ya han pasado los 30, en la habitación que ocuparon de adolescentes. En muchas ocasiones, además, llevan sus propios hijos al hogar paterno. “Es un pequeño trauma. La convivencia es buena, pero al haber tan poco dinero, cuando llega la factura de la luz o el agua, se nota la tensión en casa. Y a veces surge alguna discusión”, asegura José Miguel, el hijo de 28 años de Emilia, que volvió con su madre hace un año y medio. Las fases por las que pasan los que sufren esta situación se parecen a las de los enfermos de ciertas enfermedades. Primero viene la negación. Luego la vergüenza. La ostentación se había convertido en un síntoma de bienestar y si eso se viene abajo, es un fracaso para ambos, padres e hijos.
Alfonso Novales, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Complutense, detecta una tendencia muy peligrosa: “En España no hay pobreza absoluta. Pero está aumentando mucho la relativa y la desigualdad social. Y eso es muy grave, porque tiene efectos negativos en indicadores relacionados con la educación y la sanidad”. El reparto entre toda la familia de una exigua pensión logra evitar situaciones de exclusión, pero hace que la pobreza relativa se extienda como una mancha de aceite, afectando a todos los miembros del hogar.
Vinós señala, además, un efecto indeseado del retorno de los hijos al hogar. “Me he encontrado situaciones en las que, encima de tener que volver a mantener al hijo, al jubilado se le retira alguna ayuda que tenía por convivir con alguien que no sea dependiente. Y es muy habitual los que tienen que pagar la hipoteca del hijo, porque le avalaron y si no, se quedan todos sin casa”, explica esta trabajadora social, que pone un ejemplo muy gráfico de cómo han aumentado las situaciones precarias con la crisis: “En mi centro antes llevábamos unas 50 rentas básicas de inserción, ahora más de 200”.
Esa es la cuestión. Cuánto se podrá estirar la solidaridad familiar sin que se funda algún plomo. “Me pregunto cuánto tiempo van a poder nuestros mayores suplir las carencias en protección social del Estado. Porque el día que ellos fallen, y resulta difícil imaginar que puedan seguir soportando mucho más esta situación, estaremos al borde del precipicio, pero ya sin red”, concluye Gustavo García.
Este efecto se hace muy evidente al comparar las tasas de riesgo de pobreza de los mayores de 65 años y del conjunto de la población. Si en plena expansión económica más del 30% de los ancianos sufrían riesgo de pobreza —término que equivale a tener unos ingresos que no lleguen al 60% de la mediana de la renta nacional disponible—, este porcentaje cayó el año pasado por debajo del 22%. 2011 fue, además, la primera ocasión en los últimos años en los que los mayores de 65 años tenían un riesgo de pobreza menor que la población tomada en su conjunto. Este desfase habla por sí solo del daño que cinco años de crisis ha hecho en el bienestar de los españoles.
José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, se fija también en los perjuicios que está sufriendo el sector de las residencias sociales. “Muchas familias sacan a los mayores de las residencias y asumen ellos el cuidado. Por primera vez está cayendo el número de plazas en los centros, que es un sector que crea mucho empleo, sobre todo entre las mujeres. Por cada dos personas en la residencia, tenemos un trabajador. Corremos el riesgo de generar una especie de economía sumergida con el cuidado de los mayores”, asegura.
el dispreciau dice: las gentes de la ESPAÑA acaban de enviar un durísimo mensaje a todos los poderes de TODA la EUROPA MEDIEVALIZADA... la fórmula del PP de hacer oídos sordos a los reclamos de necesidades ciertas, así como de atender a las demandas de los intereses bancarios y económicos que se escudan tras el FMI y las estupideces humanas de los dueños de corporaciones vacías... tanto como la atención preferencial a las negligencias de otros estados europeos conducidos desde la peor de las cegueras (las de los criterios sociales integrados)... no será admitida ni tampoco permitida de cara al futuro. Los atropellos que conducen al empobrecimiento social masivo ameritan un repudio así como un rechazo generalizado. "INACEPTABLE" es la palabra que retumba en las cabezas vacías de una clase política perimida que no tiene capacidad de lectura de las realidades contiguas, y pretenden imponer a los pueblos criterios medievales de diezmos móviles que implican que "todo lo tuyo es mío y sólo mío, según mis antojos", aplicativo a una teoría eclesiástica que terminó con la inquisición... y que para la Europa, derivó en el conflicto de la Segunda Guerra Mundial del siglo pasado con todas sus atrocidades, cuyos verdaderos responsables perduraron sueltos y libres de sus responsabilidades genocidas. Curiosamente esos mismos "genocidas" son los que proponen el actual modelo de una Europa arrasada por recetas económicas perversas. Una vez más, los imperios, los reinados y sus reyes, los virreyes devenidos en inútiles al servicio de sus respectivas majestades, los príncipes sin principados, los duques y los condes, no son más que patrañas de los atropellos económicos de otros tiempos, esos mismos que no tienen lugar en estos que cursan (tiempos)... y de allí que las sociedades hartas de tanta idiotez, hayan pegado semejante cachetazo a las miserias humanas que portan las clases políticas y sus socios... el que tenga ojos que vea, y el que tenga oídos que oiga... antes que la Revolución Francesa del Siglo XXI tome entidad y los devore (a esta clase política y sus socios incapaces). Marzo 26, 2012.-
No es solo cuestión de la fría estadística. Los que día a día tienen que lidiar con esta realidad en la calle confirman los datos. “Veo casos en los que una pensión ínfima que antes se destinaba solo a las necesidades del mayor tiene que alimentar ahora a una familia numerosa. El problema, además, no es solo económico. A la situación de los ancianos se unen los conflictos de los hijos. Peleas, inadaptación de los más pequeños, malos tratos... Es una cadena que se viene abajo cuando cae la estructura más sólida, que era el núcleo familiar”, explica Teresa Vinós. Esta trabajadora social de Zaragoza reconoce que por primera vez en sus 25 años de carrera se encuentra situaciones que no sabe cómo afrontar. “Esta es ya la tercera crisis que vivo. Pero nunca me había enfrentado a casos tan extremos”, añade.
Emilia Escudero es una de las mujeres con las que Vinós trata a diario. Tras quedar viuda y con muchos esfuerzos, sacó adelante ella sola a sus 13 hijos. Cuando ya había logrado una relativa tranquilidad y tiempo para descansar, hasta cuatro hijos volvieron con cuentagotas por culpa de la burbuja inmobiliaria. Todos los varones trabajaban como albañiles, y ahora tiene que dar de comer a tres con su pensión de 600 euros. ¿Cómo lo hace? “Pues comprando lo más barato y si sobra pan un día, lo pongo al día siguiente”, responde con lógica aplastante.
Miguel Laparra, profesor de Política Social en la Universidad de Navarra, se declara sorprendido por las diferencias que él y su equipo han constatado sobre el impacto de la crisis en los hogares con ancianos y sin ellos. “La tendencia a vivir con el abuelo es mayor donde la situación es más precaria. La estrategia de supervivencia consiste en aferrarse a ellos”, dice. Así, las pensiones suponen no solo una forma de garantizar unos mínimos estándares de vida a los más ancianos, sino que se convierten en una especie de cemento con el que asegurar la cohesión social.
“La familia tradicional está siendo capaz de soportar los demoledores efectos de la crisis sobre cientos de miles, millones de españoles. Pero a costa del extraordinario sufrimiento de una generación que alimentó sus sueños de progreso poniendo sus esperanzas más en sus hijos que en ellos mismos. A las penurias económicas hay que añadir el sufrimiento que representa la frustración de ver regresar a sus hijos derrotados y con un futuro más que incierto y menos prometedor que el que ellos mismos tuvieron”, asegura Gustavo García, director del albergue de transeúntes de Zaragoza y miembro de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. “Ahora estoy más nerviosa que cuando estaba sola. Tengo que volver a la carga. A hacer la compra, lavar, planchar...”, se lamenta Escudero.
Pero el sufrimiento no viene solo de parte de los padres, que ven cómo sus hijos pierden lo que tanto les había costado. Los que vuelven a casa —o que aunque no vuelvan dependen del dinero que les pasan sus progenitores— viven como una humillación dormir de nuevo, cuando ya han pasado los 30, en la habitación que ocuparon de adolescentes. En muchas ocasiones, además, llevan sus propios hijos al hogar paterno. “Es un pequeño trauma. La convivencia es buena, pero al haber tan poco dinero, cuando llega la factura de la luz o el agua, se nota la tensión en casa. Y a veces surge alguna discusión”, asegura José Miguel, el hijo de 28 años de Emilia, que volvió con su madre hace un año y medio. Las fases por las que pasan los que sufren esta situación se parecen a las de los enfermos de ciertas enfermedades. Primero viene la negación. Luego la vergüenza. La ostentación se había convertido en un síntoma de bienestar y si eso se viene abajo, es un fracaso para ambos, padres e hijos.
Alfonso Novales, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Complutense, detecta una tendencia muy peligrosa: “En España no hay pobreza absoluta. Pero está aumentando mucho la relativa y la desigualdad social. Y eso es muy grave, porque tiene efectos negativos en indicadores relacionados con la educación y la sanidad”. El reparto entre toda la familia de una exigua pensión logra evitar situaciones de exclusión, pero hace que la pobreza relativa se extienda como una mancha de aceite, afectando a todos los miembros del hogar.
Vinós señala, además, un efecto indeseado del retorno de los hijos al hogar. “Me he encontrado situaciones en las que, encima de tener que volver a mantener al hijo, al jubilado se le retira alguna ayuda que tenía por convivir con alguien que no sea dependiente. Y es muy habitual los que tienen que pagar la hipoteca del hijo, porque le avalaron y si no, se quedan todos sin casa”, explica esta trabajadora social, que pone un ejemplo muy gráfico de cómo han aumentado las situaciones precarias con la crisis: “En mi centro antes llevábamos unas 50 rentas básicas de inserción, ahora más de 200”.
Esa es la cuestión. Cuánto se podrá estirar la solidaridad familiar sin que se funda algún plomo. “Me pregunto cuánto tiempo van a poder nuestros mayores suplir las carencias en protección social del Estado. Porque el día que ellos fallen, y resulta difícil imaginar que puedan seguir soportando mucho más esta situación, estaremos al borde del precipicio, pero ya sin red”, concluye Gustavo García.
Cuanto peor, mejor para el jubilado
La crisis tiene un curioso efecto estadístico sobre la posición que los jubilados ocupan en el escalafón social. Cuando las cosas van bien, ellos lo pasan algo peor. Y cuando el desempleo arrecia y la sociedad en su conjunto se empobrece, los ancianos aguantan mejor el chaparrón. “No tanto porque hayan mejorado sus pensiones, sino porque su posición relativa mejora ante el desgaste del resto de indicadores”, señala el catedrático Miguel Laparra.Este efecto se hace muy evidente al comparar las tasas de riesgo de pobreza de los mayores de 65 años y del conjunto de la población. Si en plena expansión económica más del 30% de los ancianos sufrían riesgo de pobreza —término que equivale a tener unos ingresos que no lleguen al 60% de la mediana de la renta nacional disponible—, este porcentaje cayó el año pasado por debajo del 22%. 2011 fue, además, la primera ocasión en los últimos años en los que los mayores de 65 años tenían un riesgo de pobreza menor que la población tomada en su conjunto. Este desfase habla por sí solo del daño que cinco años de crisis ha hecho en el bienestar de los españoles.
José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, se fija también en los perjuicios que está sufriendo el sector de las residencias sociales. “Muchas familias sacan a los mayores de las residencias y asumen ellos el cuidado. Por primera vez está cayendo el número de plazas en los centros, que es un sector que crea mucho empleo, sobre todo entre las mujeres. Por cada dos personas en la residencia, tenemos un trabajador. Corremos el riesgo de generar una especie de economía sumergida con el cuidado de los mayores”, asegura.
el dispreciau dice: las gentes de la ESPAÑA acaban de enviar un durísimo mensaje a todos los poderes de TODA la EUROPA MEDIEVALIZADA... la fórmula del PP de hacer oídos sordos a los reclamos de necesidades ciertas, así como de atender a las demandas de los intereses bancarios y económicos que se escudan tras el FMI y las estupideces humanas de los dueños de corporaciones vacías... tanto como la atención preferencial a las negligencias de otros estados europeos conducidos desde la peor de las cegueras (las de los criterios sociales integrados)... no será admitida ni tampoco permitida de cara al futuro. Los atropellos que conducen al empobrecimiento social masivo ameritan un repudio así como un rechazo generalizado. "INACEPTABLE" es la palabra que retumba en las cabezas vacías de una clase política perimida que no tiene capacidad de lectura de las realidades contiguas, y pretenden imponer a los pueblos criterios medievales de diezmos móviles que implican que "todo lo tuyo es mío y sólo mío, según mis antojos", aplicativo a una teoría eclesiástica que terminó con la inquisición... y que para la Europa, derivó en el conflicto de la Segunda Guerra Mundial del siglo pasado con todas sus atrocidades, cuyos verdaderos responsables perduraron sueltos y libres de sus responsabilidades genocidas. Curiosamente esos mismos "genocidas" son los que proponen el actual modelo de una Europa arrasada por recetas económicas perversas. Una vez más, los imperios, los reinados y sus reyes, los virreyes devenidos en inútiles al servicio de sus respectivas majestades, los príncipes sin principados, los duques y los condes, no son más que patrañas de los atropellos económicos de otros tiempos, esos mismos que no tienen lugar en estos que cursan (tiempos)... y de allí que las sociedades hartas de tanta idiotez, hayan pegado semejante cachetazo a las miserias humanas que portan las clases políticas y sus socios... el que tenga ojos que vea, y el que tenga oídos que oiga... antes que la Revolución Francesa del Siglo XXI tome entidad y los devore (a esta clase política y sus socios incapaces). Marzo 26, 2012.-
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