SOLIDARIDAD | 21 retratos anónimos piden paz y justicia
Fotografías de los 'héroes sin fronteras' ocupan las barriadas de Medellín
Más de 20 fotos piden paz. | Reuters
Efe | Bogotá
Actualizado miércoles 01/02/2012 04:14 horas
Con el objetivo de evitar que los niños terminen siendo reclutados por grupos armados, una barriada de la ciudad colombiana de Medellín apareció esta semana con 21 retratos gigantes de los llamados "héroes sin fronteras", que son simples ciudadanos que reclaman el fin de la violencia.
Se trata de una iniciativa del Programa Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín y la Secretaría de Educación, una campaña que busca exaltar la historia de vida de los habitantes de la Comuna Uno, uno de los asentamientos más pobres de esa urbe.
Sonrisas de niños que quieren crecer en paz y miradas fijas que reflejan la tristeza de ancianos aparecen en algunas de las imágenes gigantes en blanco y negro que han invadido ese barrio.
La iniciativa es hacer parte de un proyecto de prevención de reclutamiento, que incluye talleres en los que participan desmovilizados que comparten testimonios y pruebas de superación.
"Aquí en la ciudad tenemos una particularidad, a los niños no siempre los obligan a ingresar a un grupo armado, a veces ellos eligen estar ahí porque consideran que pueden satisfacer su proyecto de vida, por condiciones económicas o por reconocimiento", explicó Lina Álvarez, psicóloga del proyecto.
Los talleres pretenden que esos jóvenes atraídos por grupos armados opten por vivir lejos de la violencia del barrio y dediquen su tiempo a trabajar en la resolución de conflictos y la superación de los efectos de la guerra.
La campaña asimismo busca terminar con estigma del que ese barrio es uno de los más violentos de Medellín y mostrar, través de las imágenes, "héroes cotidianos, personas comunes y corrientes, gente sencilla, trabajadora y honesta que sí son un ejemplo de vida para los niños y la ciudadanía", aseveró Álvarez.
"Cuando estas personas van a pedir un trabajo, no pueden decir que son del barrio popular porque se lo niegan", aseveró, al insistir en que todos esos jóvenes han sido "muy golpeados por la violencia".
La idea fue inspirada en el fotógrafo y activista francés JR, quien hizo un trabajo similar en otras ciudades, como Río de Janeiro, donde revistió varias fachadas de la favela de Morro de Providencia con rostros de mujeres en blanco y negro.
En Colombia, la idea fue acuñada por el fotógrafo Felipe Meza, quien ha vivido en esa comuna varios meses y ha logrado retratar "la historia de vida de la gente buena del barrio, que son un modelo y ejemplo de vida para los niños y jóvenes", argumentó Álvarez.
"Las amas de casa, mamás, son ejemplares porque son líderes comunitarios, porque tienen en su vida condiciones admirables, a pesar de estar inmersas en un contexto violento", añadió.
No es en vano que el proyecto se desarrolle en Medellín, el lugar donde más niños se reclutan en Colombia y donde sólo en 2010 murieron unos 3.000 menores y jóvenes en hechos violentos.
Las fotografías, colgadas en fachadas y techos de las viviendas, estarán expuestas durante seis meses.
Se trata de una iniciativa del Programa Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín y la Secretaría de Educación, una campaña que busca exaltar la historia de vida de los habitantes de la Comuna Uno, uno de los asentamientos más pobres de esa urbe.
Sonrisas de niños que quieren crecer en paz y miradas fijas que reflejan la tristeza de ancianos aparecen en algunas de las imágenes gigantes en blanco y negro que han invadido ese barrio.
La iniciativa es hacer parte de un proyecto de prevención de reclutamiento, que incluye talleres en los que participan desmovilizados que comparten testimonios y pruebas de superación.
Terminar con el estigma de un barrio
Busca además generar capacidades y estrategias para que los niños y jóvenes, que un día formaron parte de las organizaciones ilegales, no vuelvan a caer en la tentación."Aquí en la ciudad tenemos una particularidad, a los niños no siempre los obligan a ingresar a un grupo armado, a veces ellos eligen estar ahí porque consideran que pueden satisfacer su proyecto de vida, por condiciones económicas o por reconocimiento", explicó Lina Álvarez, psicóloga del proyecto.
Los talleres pretenden que esos jóvenes atraídos por grupos armados opten por vivir lejos de la violencia del barrio y dediquen su tiempo a trabajar en la resolución de conflictos y la superación de los efectos de la guerra.
La campaña asimismo busca terminar con estigma del que ese barrio es uno de los más violentos de Medellín y mostrar, través de las imágenes, "héroes cotidianos, personas comunes y corrientes, gente sencilla, trabajadora y honesta que sí son un ejemplo de vida para los niños y la ciudadanía", aseveró Álvarez.
"Cuando estas personas van a pedir un trabajo, no pueden decir que son del barrio popular porque se lo niegan", aseveró, al insistir en que todos esos jóvenes han sido "muy golpeados por la violencia".
Una iniciativa de Felipe Meza
Por eso las fotos hacen creer que "el barrio tiene un futuro distinto de la violencia", agregó la psicóloga.La idea fue inspirada en el fotógrafo y activista francés JR, quien hizo un trabajo similar en otras ciudades, como Río de Janeiro, donde revistió varias fachadas de la favela de Morro de Providencia con rostros de mujeres en blanco y negro.
En Colombia, la idea fue acuñada por el fotógrafo Felipe Meza, quien ha vivido en esa comuna varios meses y ha logrado retratar "la historia de vida de la gente buena del barrio, que son un modelo y ejemplo de vida para los niños y jóvenes", argumentó Álvarez.
"Las amas de casa, mamás, son ejemplares porque son líderes comunitarios, porque tienen en su vida condiciones admirables, a pesar de estar inmersas en un contexto violento", añadió.
No es en vano que el proyecto se desarrolle en Medellín, el lugar donde más niños se reclutan en Colombia y donde sólo en 2010 murieron unos 3.000 menores y jóvenes en hechos violentos.
Las fotografías, colgadas en fachadas y techos de las viviendas, estarán expuestas durante seis meses.
el dispreciau dice: ¿es acaso Colombia el problema?... no, está lejos de serlo... sucede que a "alguien" o "algunos" le/s conviene este modelo perverso que consume la vida de inocentes y anónimos que siempre son "los otros" dentro de las conveniencias mediáticas. El mundo humano está envuelto, atrapado por las corrupciones políticas que protegen a bandas organizadas que contribuyen a sostener las cajas negras judiciales (a efectos que no haya justicia alguna) y las cajas negras políticas (a efectos que la descalificación de las víctimas habilite a enaltecer y luego proteger a los victimarios), todos unidos en una sociedad maldita que beneficia a los criterios carcelarios del "patrón" de la vereda, confiriendo un poder infinitesimal que da forma al mundo que se vive hoy, día tras día, rodeados de razones irracionales, de palabras vacías, de funcionarios con rostros de "feliz cumpleaños" y caras de piedras. La red de perversidades es demasiado grande, tanto que desborda y facilita la confusión... en dicho esquema la vida humana deja de tener sentido y por ende pierde su valor intrínseco, se vuelve descartable para aquellos estados ausentes que luego hablan de derechos humanos y de los otros ciudadanos, asumiendo que los dos son manipulables y que en el fondo, habiéndose quebrado el estado de derecho as nivel global, ninguno de los dos (derecho ciudadano y humano) existen. Pruebas, evidencias son las que sobran... y ello habilita a que se trunquen destinos según el antojo de las mentes vacías de una sociedad que habiendo perdido sus valores, protege a los asesinos y a los traficantes para imponer el modelo del miedo, consecuente con la necesidad de encerrar para luego esclavizar. ¿Cuántos inocentes han sacrificado sus vidas para que las bandas tengan propia "vida"?... ¿cuántas judiciales han sido entorpecidas por los propios jueces con mecanismos perversos que protegen a los victimarios permitiéndoles ganar tiempo?... ¿cuántos inocentes han desaparecido para justificar expiaciones de circunstancias?... no hay respuestas porque los estados ausentes son protectores de todo aquello que quiebra el derecho ciudadano... y la prueba más estúpida se coloca a la vista de quien la quiera ver, cuando los anónimos se ven sometidos a todo tipo de atropellos y vejaciones por los antojos del poder de turno, hasta un hecho mínimo como puede serlo el sacar una tarjeta magnética para poder viajar. ¿Es acaso Colombia el problema?... no, el problema real es padecido por inocentes colombianos, mexicanos, bolivianos y hasta argentinos o de cualquier otra nacionalidad, incluyendo en ellas el primer mundo todo... ya que la vida humana y ciudadana no vale nada en ninguna parte, y así lo hacen saber los estados ausentes a través de sus políticos negligentes e incapaces de entender nada que vaya más allá de su conveniencia, de su avaricia y de su angurria, nada distinto a lo que elucubra la mente de un asesino liberado por raras conveniencias, nada distinto a lo que pergeña la mente de un violador o de un delincuente común, sabiéndose protegido por un estado incapaz de resolver "nada", mucho menos si trata de las legítimas necesidades de los otros, esos que siempre están demás en las estadísticas oficiales. Penosa visión del mundo humano por estas horas... penosa visión que habilita a creer en un final estrepitoso, semejante a aquella deformada Revolución Francesa que asoló una Europa medievalizada por reyes de barro... nada diferente a los estados ausentes que arrasan las comarcas humanas hoy mismo, mientras las gentes están indefensas en zonas liberadas para la "caja negra" de cualquier estado "negador". Febrero 01, 2012.-
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