Jueves 08 de septiembre de 2011 | Publicado en edición impresa
En la Villa 31 / Las ratas, fuente de parasitismo en los chicos
El 92% tuvo roedores en su casa
Es lo que reveló una encuesta realizada durante una iniciativa comunitaria que reunió a científicos y niños
Mientras efectuaban un relevamiento de las especies de ratas presentes en la villa 31, de Retiro, los integrantes del Laboratorio de Ecología de Roedores Urbanos, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, tomaron contacto con los médicos del Centro de Salud del lugar: "Nos comentaron que había una gran cantidad de casos de parasitosis en chicos en edad escolar. Entonces, nos interesó estudiar el rol que juegan los roedores en la transmisión de algunos parásitos. Particularmente la rata parda, que es la más abundante en la villa 31", cuenta la doctora Olga Suárez, investigadora del Conicet y directora del Laboratorio.
Esa pregunta disparó una experiencia comunitaria inusual que reunió a científicos y chicos, y reveló un dato preocupante: el 92% de los vecinos consultados había tenido ratas en su casa en el mes anterior a la consulta.
El estudio, financiado por el Programa de Subsidios "Exactas con la Sociedad", consistió en la captura de roedores en el ámbito domiciliario y peridomiciliario, para analizar el contenido estomacal de esos animales y determinar la presencia de parásitos. "En las ratas encontramos distintos tipos de parásitos intestinales que son frecuentes en los chicos y en los animales domésticos -observa Suárez-. Ante esos resultados, decidimos armar una campaña de educación para concientizar a las familias acerca del riesgo", añade.
Considerando que los niños en edad escolar son el principal vehículo tanto para incorporar comportamientos de prevención como para transmitir información al hogar, la campaña de educación sanitaria consistió en capacitar a los alumnos del 7º grado de una escuela a la que concurren los chicos de la villa sobre los riesgos para la salud que acarrean las ratas, las condiciones que favorecen su presencia y la manera de detectar los lugares donde es probable que existan roedores, entre otros temas.
Después, los investigadores les entregaron planillas para efectuar un relevamiento ambiental y una encuesta a los vecinos. Debían organizarse en grupos de cinco alumnos, cada uno de los cuales trabajaría en un área definida del barrio YPF de la villa.
Una semana después, los alumnos entregaron el trabajo práctico y los científicos analizaron esa información. A modo ilustrativo, las 184 encuestas procesadas indicaron, por ejemplo, que un 92,1% de los vecinos manifestó haber tenido roedores en su casa en los 30 días previos; si bien el 86,8% de los encuestados sabía que los roedores pueden transmitir enfermedades, apenas el 17,1% podía nombrar alguna enfermedad. Sin embargo, ninguno mencionó las ratas como posibles transmisores de parásitos intestinales.
Con los datos analizados, los científicos volvieron a la escuela y les hicieron una devolución a los pibes.
"Finalmente, les pedimos a los chicos que respondieran un cuestionario de conocimientos sobre roedores, idéntico a uno que habían respondido el primer día, antes de realizar esta experiencia. Luego hicimos un análisis estadístico acerca de cómo habían evolucionado sus conocimientos antes y después de nuestra intervención y los resultados fueron muy satisfactorios, porque comprobamos que habían comprendido los riesgos y que estaban en condiciones de concientizar a sus familias acerca de cómo corregir conductas para reducir la transmisión de enfermedades por roedores", señala Suárez.
"Fue una experiencia espectacular para los chicos, para los profesores y para nosotros mismos, porque vimos reflejado nuestro trabajo en algo concreto", confiesa entusiasmada.
Los resultados de la experiencia dieron lugar a la tesis de licenciatura del biólogo Diego Hancke y a un trabajo científico que será publicado en la revista Helminthologia .
En su tesis, Hancke afirma que "esta investigación demuestra la necesidad de introducir la problemática de las ratas como potenciales transmisores de parásitos zoonóticos [que pueden transmitirse de los animales a los humanos] en los programas de control de roedores. En particular, los resultados presentados evidencian que en la villa 31 [?] se estaría favoreciendo la diseminación de parásitos intestinales".
TESTIMONIOS
"Se me metió una en el negocio y me hizo un agujero. A un vecino, una le mordió los pies y estuvo internado tres días."
Nicanora Miñarr
Dueña de una despensa de la Villa
"Es una vergüenza; compro veneno, pero es imposible controlarlas. Son del tamaño de un conejo. A la noche, comen el plástico de los caños."
"Tia" Celia
Vecina de la Villa de 57 años
"Siempre hubo ratas porque estamos cerca del puerto y de la Junta de Granos, pero ahora hay más porque estamos adoquinando."
"Chacho" Mendoza
De la cooperativa Unión y Trabajo
Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas, UBA.
El 92% tuvo roedores en su casa - 08.09.2011 - lanacion.com
El 92% tuvo roedores en su casa - 08.09.2011 - lanacion.com
el dispreciau dice: cuando las ratas no alcanzan la vivienda, el hogar, el pasar de aquellos que dicen manejar las políticas públicas, se convierten en un "paisaje ajeno" cuyos males no tienen por qué ser atendidos... esa es la señal, bien precisa, que baja desde los desprecios del poder de cualquier lugar de la Argentina donde la pobreza es reina y señora y las ratas acompañan su séquito de atrasos y barbaries. La clase política no sabe de pestes, de enfermedades e infecciones, de hospitales y sus urgencias, de los males expandidos por imprevisiones sobre hechos absolutamente evitables... y Argentina se protege bajo un Dios que tiene mucho trabajo porque los de aquí abajo no atienden, no les importa, emplean discursos para dar argumentos falaces sobre cuestiones simples. Buenos Aires es un espanto de atrasos y dejadez "vestidas de novia", siempre con cara de feliz cumpleaños y explicaciones de hechos injustificables. Pero no es la única... vaya a donde vaya las ratas dominan el mundo de las pobrezas inducidas y de las marginaciones que alimentan el poder político desde los noventa hacia aquí (para no ir más lejos). Es evidente que las conductas políticas se condicen con aquella que expresan las ratas, andar tras las alcantarillas para ver qué depredar o cómo convivir con las calamidades que se han instalado en la rutina nacional sin que nadie atienda los problemas de fondo o haga foco en las necesidades ciertas de las gentes... si Usted anda por la avenida 9 de Julio de Buenos Aires (ciudad autónoma) en la madrugada podrá apreciar a los habitantes roedores por miles corriendo de un lado al otro... ni qué hablar de las áreas de los ferrocarriles, Palermo y sus bosques, áreas cercanas al Río de la Plata o cualquiera de los arroyos entubados... sí, hay más ratas que gentes (doble sentido) ciudadanas trasladando a cuestas sus derechos... en muchos aspectos nuestro país se parece cada vez más a ciertos lugares de la India, y curiosamente ello no la hace mejor, no mejora su calidad de vida, ni tampoco aporta o agrega valor a sus habitantes. Sin embargo, deja en claro que a la clase política les encanta vivir entre las "ratas"... y como ellas, hasta que la peste nos separe. Septiembre 08, 2011.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario