jueves, 12 de marzo de 2009
Una imagen vale más que mil palabras
Hoy me preguntaron cómo representaría a la clase política Argentina... sencillo dije, tal la imagen que presento. Es un barco a la deriva, encallado, oxidado, derruido por el agua salada, sin vida, pero que mantiene aún a su tripulación a bordo vendiendo servicios como si navegara con toda su potencia y capacidad.
En el puente está el capitán entrenado en el PJ-FVP dando órdenes a una segunda línea de obsecuentes que le recitan a cada momento que todo está perfecto, que el viento sopla a babor a 10 nudos y que se marcha a toda máquina... mientras el primer oficial se encarama tras un atril diciendo una y otra vez la importancia de las retenciones para que ellos puedan seguir lapidando los recursos que ya no existen... mientras tanto, los demás holgazanean en sus camarotes y sonríen burlonamente viendo a los náufragos que desde la playa observan azorados las "locuras" de los fantasmas resumidos en una oposición tan inexistente como la propia tripulación.
Muchos rieron por la analogía.
Les dije, muchachos, esto no es para reír... es para llorar, porque los náufragos somos nosotros.
El dispreciau: historiador de naves fantasmas y otros triángulos con y sin bermudas. Marzo 12, 2009. 11-M 125 ARGENTINO, el día después del año después... y seguimos sin oir, sin entender, sin bajarnos del caballo...
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