CUANDO TE PIDAN EL ALMA...

Evangelio según San Lucas, capítulo 12, versículos del 13 al 21
20 de Octubre de 2008

Semana XXIX del Tiempo Ordinario


13. Entonces uno del pueblo le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que parta conmigo la herencia".
14. Jesús le respondió: "Hombre, ¿quién me ha constituido sobre vosotros juez o partidor?".

EL RICO INSENSATO


15. Y les dijo: "Mirad: preservaos de toda avaricia; porque, la vida del hombre no consiste en la abundancia de lo que posee".
16. Y les dijo una parábola: "Había un rico, cuyas tierras habían producido mucho.
17. Y se hizo esta reflexión: "¿Qué voy a hacer? porque no tengo dónde recoger mis cosechas".
18. Y dijo: "He aquí lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré unos mayores; allí amontonaré todo mi trigo y mis bienes.
19. Y diré a mi alma: Alma mía, tienes cuantiosos bienes en reserva para un gran número de años; reposa, come, bebe, haz fiesta".
20. Mas Dios le dijo: "¡Insensato! esta misma noche te van a pedir el alma, y lo que tú has allegado, ¿para quién será?".
21. Así ocurre con todo aquel que atesora para sí mismo, y no es rico ante Dios".
FUENTE: www.aciprensa.com

NOTA DEL BLOG: El industrialismo que ha dado de comer a tan pocos y ha provisto de riquezas a muchos menos, pero que al mismo tiempo ha excluido a muchos y ha devastado el planeta, que es aún nuestra casa, se está desmoronando bajo nuestros propios pies. Muchos recitan en un fugaz disimulo que no verán caer el sistema. Otros, se escudan diciendo que no está a su alcance hacer nada por el otro. Muchos reclaman la herencia que no merecen, sencillamente porque no hicieron nada por ella. Otros ocultan sus bienes y se enseñan como pobres cuando su única pobreza es la del alma. Algunos recuerdan tiempos mejores... pero la única verdad es que el momento para reclamar el alma de uno es simplemente "cualquiera", tanto como sucede con el alma de muchos o hasta quizás de TODOS. El tiempo del SEÑOR no se corresponde con el tiempo humano y sus planes tampoco condicen o contemplan la continuidad eterna de imperio alguno, mucho menos de los "poderes" circunstanciales de algunos pocos. Ya no hay tiempo ni para siembra ni para graneros... la TIERRA ENTERA SERÁ SEGADA al tiempo que las almas han sido cegadas para no percibir lo que viene.