El asesinato político se impone en la montaña de Guerrero
Una lideresa regional del PRI apareció ejecutada en la parte trasera de un coche. En los últimos cuatro días han sido asesinados un precandidato del PRI y del PRD en la zona de Chilapa. Los expertos prevén un repunte de la violencia a medida que se acerquen las elecciones
Dulce Nayeli Rebaja IMAGEN ELECTORAL
México
Por segunda vez en cuatro días una mujer y aspirante político de Guerrero, en la costa del Pacífico mexicano fue asesinada.
El cuerpo de Dulce Nayeli Rebaja, de 28 años, y dirigente territorial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) apareció metido en la parte de atrás de un vehículo en la región de Chilapa.
Junto a Nayeli estaba el cuerpo de su primo Crescencio Rebaja, suboficial de la Policía Estatal, confirmaron las autoridades de Guerrero.
Nayeli Rebaja, dirigente territorial y aspirante a diputada local, había sido secuestrada horas antes con su primo, de 30 años. Posteriormente fueron asesinados con arma de fuego y escondidos en la cajuela del vehículo. Además, su tía, está desaparecida.
Rebaja se registró como aspirante a la candidatura del PRI, pero la comisión de procesos internos, nombró a Alicia Zamora, expresidenta municipal de Chilapa y ex-Secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Héctor Astudillo.
En compensación, el partido nombró a Nayeli, que trabajaba también en una fábrica de aire acondicionados, presidenta del Movimiento territorial del PRI en Chilapa, un cargo que asumió ayer sábado en un acto público en la sede del PRI en Chilpancingo. Un cargo en el que no ha podido estar ni 24 horas.
Según el informe policial ambos cuerpos estaban “en la caja de carga de una camioneta Nissan tipo Frontier, cabina y media color blanca, con placas de circulación HF09750 del estado de Guerrero, según datos proporcionados por su hermano de nombre Rigoberto Rebaja Bello”.
Apenas hace cuatro días ahí en Chilapa fue ejecutada por dos hombres la precandidata del PRD (Partido de la Revolución Democrática), Antonia Jaimes Moctezuma, en el restaurante que administraba, Toreo.
Jaimes Moctezuma formaba parte de la corriente del expresidente del Congreso de Guerrero, Bernardo Ortega; fue regidora y presidenta del PRD en Chilapa.
El asesinato político y la violencia del tráfico de drogas se entremezclan en la convulsa zona de Guerrero, compuesta por 160 municipios y unos 35.000 habitantes, donde las tragedias se suceden.
En las cercanías del restaurante Toreo donde fue asesinada Jaimes Moctezuma se localiza el agujero donde fueron encontrados los cinco cuerpos desmembrados de cinco artesanos veracruzanos, a principios de febrero. Meses atrás, en octubre de 2017 fue hallado el cadáver de otro líder político y fundador del PRD en Guerrero, Ranferi Hernández Acevedo.
El político viajaba junto con su familia rumbo a Chilapa. Su cuerpo fue calcinado junto con su esposa, su suegra y su chófer.
Las autoridades apuntan como causa de la violencia al enfrentamiento entre los carteles predominantes en la región ‘Los Ardillos’ y a ‘Los Jefes’, antes ‘Los Rojos’. En el último año los asesinatos han vivido un importante ascenso en el último año.
En 2016, se registraron 85 homicidios dolosos en este municipio, en 2017 rebasaban los 160. Solo en el primer mes de este año se registraban 22, según las cifras oficiales.
A medida que se acerquen las elecciones presidenciales del 1 de julio, los expertos prevén un aumento en el número de homicidios con tinte político. Una frontera difícil de definir en las zonas rurales de Guerrero, donde crimen organizado y política caminan de la mano.
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