Tiempo de reformas
Superado el bloqueo, es hora de hablar de los retos a los que nos enfrentamos
Manifestación en Madrid de estudiantes contra las reválidas, el 26 de octubre. G. JULIEN AFP
Estamos viviendo un tiempo político excepcional. A una crisis económica y financiera de una intensidad sin precedentes en nuestra historia reciente hemos sumado una profunda crisis de representación política. El nivel de vida de los españoles ha retrocedido una década y la desigualdad ha aumentado al mismo tiempo que conquistas sociales que los españoles consideraban irreversibles han sido puestas en cuestión. Y en lugar de dar una respuesta rápida y eficaz a las necesidades de la ciudadanía, las instituciones, sobre todo los partidos políticos, se han mostrado inoperantes y anquilosados, cuando no presos de la corrupción o de las divisiones internas. No es de extrañar que en el caldo de cultivo facilitado por el desempleo, la desigualdad y la corrupción, la desafección se haya extendido entre la población.
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Al efecto encadenado de esas crisis —económica, política y social— hemos añadido una situación de bloqueo político que, al prolongarse durante casi un año, ha impedido que se pudieran adoptar las decisiones necesarias para garantizar que la recuperación económica no deje a nadie atrás, y, a la vez, crear el espacio para una discusión sobre cómo enfrentarse a los grandes retos que tenemos en el horizonte más inmediato.
Aunque España puede enorgullecerse de haber logrado poner fin a la violencia terrorista y, a diferencia de nuestro entorno, de estar libre de la lacra de la extrema derecha xenófoba, la lista es tan larga como desmoralizadora: al deterioro institucional hemos añadido la pérdida de la calidad en el empleo, el cuestionamiento de la viabilidad del sistema de pensiones, el deterioro de la calidad del sistema educativo o la emergencia del desafío secesionista en Cataluña, todo ello en un contexto europeo e internacional sumamente frágil en el que España se ha volatilizado como actor.
Por eso, cuando está a punto de ponerse fin al bloqueo político que nos ha atenazado durante el último año, EL PAÍS quiere lanzar desde sus páginas una serie de debates que nos permitan analizar a fondo los retos a los que nos enfrentamos. Se trata de que levantemos la mirada del día a día y juntos intentemos entender cómo se están transformando nuestras sociedades.
Cómo nacemos, vivimos, aprendemos, trabajamos, producimos, consumimos, nos informamos, emparejamos, enfermamos, jubilamos y morimos: no hay orden de nuestra vida que no esté sometido a una profunda revolución. Sabemos mucho sobre lo que necesitamos hacer (volver a conectar a la ciudadanía con la política, crecer inclusiva y sostenidamente, contribuir a diseñar un mundo más justo, libre y seguro) pero muy poco sobre cómo hacerlo. Solo sabemos que nada será igual y que el pasado no nos va a servir de guía, excepto en un sentido: el de recordarnos que los mejores logros de este país han sido resultado de los acuerdos y de las reformas; y los peores fracasos, consecuencia de las divisiones y las rupturas.
En la España de los últimos años ha habido demasiados recortes y pocas reformas, muchas tensiones y pocos acuerdos. Es tiempo de mirar hacia adelante, es tiempo de reformas.
el dispreciau dice: podrías suponer que los problemas son todos españoles, no es así... podrías suponer que los problemas son todos chinos, rusos, indios, o asiáticos en general, pero no es así... podrías suponer que los problemas son todos europeos, pero no es así... podrías suponer que todos los problemas son latinoamericanos, pero no es así... podrías suponer que el problema se llama Trump, pero no es así, ni por casualidad... el problema del mundo humano consiste en el divorcio entre la sociedad humana y la clase política, cada vez más degradada e incapaz... asimismo, el problema del mundo humano consiste en que el problema de cualquiera en cualquier parte, te afecta, a veces mucho, a veces no tanto, pero siempre te alcanza y te afecta... por ende, creer que estás a salvo de los dramas ajenos es un terrible error propio de las mezquindades, de las miserias humanas y los desprecios... tanto es así, que la clase política europea no se da cuenta del daño que está infringiendo a la humanidad como raza, sólo por negligencia y necedad de no querer dimensionar el tsunami de los daños... tanto es así, que la tendencia política mundial, asociada a la temible negligencia corporativa, es agrandar la grieta social a como sea, al sólo efecto de sostener los beneficios a costillas de los miles de millones que van siendo devorados por las deudas de un sistema perverso que promete no dejar nada en pié... entonces, creer que ARGENTINA es una isla, es propio de las miradas sesgadas y de las falsas lecturas que carecen de razonamiento crítico para prever lo que sucederá como consecuencia de los desatinos de la gestión presente...
EUROPA está sumida en un desconcierto que preanuncia una tragedia global en ciernes... pero dicha tragedia no difiere de la que cursa en cualquier rincón del Asia, ni del África... porque la humanidad es la misma, una sola, con más o menos necesidades insatisfechas e irresueltas... lo propio cursa en la América Latina respecto de la del norte... la lectura política de Trump acumula errores de apreciación consecuentes con la soberbia de pretender de que hay un genio único y que todo el resto son idiotas útiles funcionales a los antojos del poder, y que Estados Unidos de Norteamérica transita un mundo afin a los años setenta, donde los planos de equilibrio pasaban por otros ejes... que no sólo ya no existen, ni a los que se puede regresar, ya que el tiempo hace mierda todo lo que toca, y no hay posibilidad alguna de modificar los conciertos a medida que estos son interpretados...
de allí el desastre que transitan las corporaciones que entienden que la única salvación la concede el lavado de activos financieros y/o la producción de productos que nadie consumirá, justamente, porque no hay con qué, y tampoco para qué consumirlos...
2017 viene anunciando una necesidad urgente de reformas globales que desmantelen el sistema perverso de los bancos y sus entrañas económicas podridas... al tiempo que viene anunciando una necesidad urgente de derribar fronteras para unificar a la humanidad, resolviendo sus problemas esenciales, básicos, atinentes todos ellos a los derechos humanos y ciudadanos necesarios para dar forma a una humanidad unificada... al no entenderse esto, el poder atropella derechos y los pulveriza sin solución de continuidad, sin dimensionar que toda causa lleva consigo impuesta una consecuencia, y que esta viene tejiendo una especie de revolución francesa de alcances globales donde la sociedad humana toda va en contra del poder en cualquiera de sus formas... político, económico, nazi, sionista, o el que se quiera ver...
el mundo político habla de superación pero no cree y hasta desconoce los modelos superadores... por el contrario pretende escudarse en los conflictos y sus dramas, en las guerras sembradas e inducidas, en los avasallamiento de los derechos de las personas, y en el atropello común a las miserias humanas que se arrastran desde el industrialismo hacia el neoliberalismo, un sistema dinosáurico que necesita matar para sentirse vivo...
la sociedad humana ve y entiende necesario un cambio de fondo y no de forma... la clase política atrasa tanto que no ve ni la necesidad de cambiar algo, y tampoco sabe cómo hacerlo, justamente porque está llena de incapaces, discurseros, denunciadores, blableros de huecos y vacíos... entonces el cambio que permanece detenido por la máquina de impedir, toma dimensión prometiendo destruir la represa política, ahogando a todo y a todos los que encuentre a su paso una vez que la estructura sea rota o que la cota sea superada...
la humanidad padece una crisis de representación donde los políticos no representan a nadie... más que sus propios intereses... más que sus propias conveniencias... siempre en contra de aquellos que los apoyaron y también de los otros, esos que no los eligieron, entendiendo que estas democracias y estas repúblicas están caducas y viciadas de nulidad... camino a estrolarse contra la realidad paradojal donde los pocos se benefician a costillas de los estragos que sufren los muchos...
en ARGENTINA, esta gestión, en un año calendario ha desactivado el país... ha afectado a la sociedad como un todo... y pretende seguir por la misma senda de daños directos y colaterales, asumiendo la ceguera que impide ver, y la inconsciencia que impide apreciar lo que va quedando por el camino... esto deja en claro, para quien lo quiera ver, que el modelo no sólo no es superador sino que atrasa tanto que conduce hacia una colisión social grave, que se podrá traducir en el corto, mediano o largo plazos, por etapas, o explosivamente...
de no existir una corrección del curso de colisión que se trae, la colisión está asegurada, y la catástrofe, también... no verlo, es propio de la necedad política y la negligencia común a la soberbia de los cínicos. DICIEMBRE 12, 2016.-
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