Este espacio nace para contar los cambios que está aportando la mujer a un mundo en transformación, para detectar desigualdades y para albergar debates bajo esta premisa clave: una sociedad desarrollada y libre no puede funcionar si no permite idénticas oportunidades a la mitad de la población.
Hombres y mujeres sois bienvenidos.
SOBRE LOS AUTORES
Tenemos diferentes puntos de vista, distintas edades, diversos perfiles. Somos un grupo de periodistas, especialistas y colaboradores coordinado por Ricardo de Querol y Ana Alfageme.
De los sueños de Nassima a los de Malala
El año pasado una representación del Gobierno afgano tuvo que rendir cuentas ante Naciones Unidas de la situación de las mujeres. Intentaron justificar la labor realizada por el gobierno pero con poco éxito. El documento hablaba de 167 “incidentes” que afectaban a la educación, de los que el 49% se atribuyeron a grupos armados, incluidas las fuerzas de los talibanes, el 25% a fuerzas progubernamentales y el 26% a autores no identificados. Diversos grupos armados perpetraron ataques contra escuelas, lo que incluyó la utilización de artefactos explosivos improvisados y ataques suicidas, la quema de escuelas y el secuestro y la matanza de personal docente. Varios grupos armados también fueron responsables de actos de intimidación, amenazas contra maestras y alumnas y cierres forzados de estos centros.
Ante estos hechos nos deberíamos preguntar qué ha cambiado en Afganistán y en las zonas de Pakistán dominadas por los talibanes. La respuesta es poco, muy poco, a pesar de la dura guerra vivida y de la cantidad de muertos que han caído por el camino.
Las niñas y las mujeres poco se han beneficiado de la guerra, de los cambios de gobiernos o de que lo talibanes no estén en el poder. No tienen la presidencia del gobierno pero dominan la calle. Y la pregunta que nos deberíamos hacer todos, y especialmente los que tienen poder, es ¿tanto miedo dan mujeres que sepan leer y escribir, que tengan formación?
En el único lugar en donde las niñas han visto mejorar algo su capacidad de poder ir a la escuela en Afganistán es en las grandes ciudades. Cinco millones de niños y niñas no están escolarizados, de los cuales el 37% son niñas. Insisto, eso en las grandes ciudades como Kabul.
Pero el desprecio y odio hacia la mujer llega también a las agresiones físicas como le ocurrió a Aisha Mohammadzai, conocida como Aisha Bibi. En 2009 esta joven de 19 años fue sacada violentamente de su casa por los talibanes. Tras permanecer cinco meses encerrada en una cárcel, un tribunal rural la juzgó y determinó que debía servir de ejemplo para otras mujeres, por lo que a modo de condena, la envió de regreso con su marido. Este la llevó a las montañas, le ató sus manos y pies, y le dijo que como castigo le cortaría la nariz y las orejas. Y así lo hizo, dejándola abandonada en las montañas.
Según relató al programa "Daybreak" de la cadena británica ITV, tras el ataque Aesha logró llegar hasta la casa de su abuelo, desde donde fue trasladada hasta un centro médico estadounidense, lugar en el que permaneció por 10 meses. Posteriormente, fue llevada a un refugio secreto en Kabul y luego viajó a Estados Unidos, gracias a la ayuda de una organización humanitaria.
Según relató al programa "Daybreak" de la cadena británica ITV, tras el ataque Aesha logró llegar hasta la casa de su abuelo, desde donde fue trasladada hasta un centro médico estadounidense, lugar en el que permaneció por 10 meses. Posteriormente, fue llevada a un refugio secreto en Kabul y luego viajó a Estados Unidos, gracias a la ayuda de una organización humanitaria.
En 2010, la revista Time publicó la fotografía de Aesha sin su nariz en la portada de su edición de agosto. La imagen, que fue tomada por la fotógrafa Jodi Bieber en un centro de mujeres maltratadas de Afganistán, fue elegida como la mejor de ese año en los premios World Press Photo. En la actualidad, Aesha vive en Maryland, Estados Unidos, donde una pareja cuida de ella.
Pero por qué le ocurrió eso a Aisha: pues simplemente porque su padre, cuando la niña tenía 12 años prometió darse a un combatiente talibán como compensación por un asesinato que un miembro de su familia había cometido. A los 14 años ya estaba casada y sometida a constantes abusos hasta que a los 18 años intentó huir. Y esa fue la razón de su mutilación facial.
En Pakistán solo se dedica un 1% de su presupuesto a educación (especialmente para varones) mientras que gastan un 30% en armamento. Mientras tanto, jóvenes como Malala, Aisha o Nassima tendrán que seguir soñando y jugándose sus vidas por una vida mejor para las mujeres.
el dispreciau dice: la humanidad está compuesta por seres humanos... nada más... penes o vaginas, vaginas o penes no son condición de desprecio... sí desde las mentidas escrituras medievales... sí en el seno de sociedades ignorantes... sí en el seno de los fundamentalismos que promueven las conveniencias de las tratas, las redes y las ventas que someten a los débiles y sus inocencias...
toda la humanidad proviene de madre... sin ella, la humanidad no existe, o no lo haría...
Dios no es varón... tampoco es hombre... en todo caso está impregnado de la dualidad eterna...
los derechos humanos son intocables, tanto como los ciudadanos... de no ser así, se reinvindica la esclavitud y el campo de concentración como mecanismo para denigrar al prójimo, tal ha hecho la Iglesia Católica fabricando pobres desde sus comienzos, o tal ha hecho el judaísmo que ha negado a la mujer bíblicamente... pero la humanidad, para superarse, necesita comprender que es una sola, compuesta por mujeres y varones, indisolublemente, y al pesar de algunos o de muchos que sostienen en alto las violencias propias de las ignorancias, erigiéndose por sobre los demás por sus fuerzas antes que pòr sus capacidades, de allí que haya tanta degradación humana inducida desde la droga y el alcohol que fomentan la trata y la red...
pero la humanidad deshumanizada se encamina a su extinción, la que cada día que pasa está cada vez más cerca... implacablemente.
FEBRERO 26, 2014.-
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