Los camioneros de Argentina convocan un paro nacional
La huelga afectará a la distribución de combustibles, víveres, dinero en cajeros y recogida de basura
Francisco Peregil Buenos Aires21 JUN 2012 - 06:07 CET154
Era un choque de trenes peronistas que se veía venir. Por un lado, la presidenta Cristina Fernández y por otro el sindicalista más poderoso, Hugo Moyano, el líder de los camioneros. El Gobierno va a por todo y los camioneros también afirman que van a por todo. Fernández declaró al asumir su segundo mandato que no estaba dispuesta a aceptar ni chantajes ni extorsiones. Y Moyano dejó bien sentado que no iba a pasar por el aro de aceptar unos convenios salariales del 18% como propone el Gobierno cuando él cree que la inflación ronda el 25%. A lo largo de varios meses Moyano pidió ser recibido por la presidenta. Pero solo obtuvo de ella la misma respuesta que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, cuando llamaba a las puerta de la Casa Rosada: el silencio.
Los camiones iniciaron el miércoles pasado paros de 72 horas limitados solo al sector de combustibles. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo,respondió al golpe firmando una denuncia penal contra Moyano y su hijo Pablo, también sindicalista, por delitos que generen "una situación de peligro que impida o entorpezca el normal funcionamiento de los transportes". Y Moyano aumentó la apuesta con un paro a escala nacional vigente a partir de hoy y con una movilización que concluirá en los próximos días con miles de camioneros en la plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. En medio de los dos grandes trenes peronistas pueden quedar atrapados millones de ciudadano, sin gasolina, sin productos en los supermercados, sin dinero en los cajeros automáticos o sin servicio de recogida de basura...
Olvídense de los cacerolazos en las calles de Buenos Aires provocados por los impedimentos para comprar dólares; olvídense de los tímidos paros en el sector agrario que se convocaron hace dos semanas; olvídense incluso de la expropiación de YPF que se produjo el 16 de abril y no ha tenido apenas ninguna resonancia en la cumbre del G-20 que acaba de celebrarse en México. Esta era la única gran batalla que Fernández podía perder en Argentina. Y acaba de iniciarse. Por eso la presidenta adelantó su regreso desde la cumbre de Río de Janeiro. En un país donde el primer partido de la oposición, el del socialista Hermes Binner, quedó a un remotísimo 16% frente al 54% de los votos que obtuvo Fernández en las presidenciales de 2011, el verdadero opositor es el delegado general de la Confederación General de los Trabajadores y líder de los camioneros, Hugo Moyano.
No fue casual que Moyano anunciara anoche la convocatoria de la huelga durante una entrevista en el canal Todo Noticias, perteneciente al grupo Clarín, empresa a la que el Gobierno considera su mayor enemiga. "A partir de este momento se declara el paro nacional de Camioneros en todas las actividades", anunció Moyano cuando le comunicaron que el Gobierno había iniciado el trámite de una denuncia penal contra él y su hijo Pablo, secretario adjunto del sindicato de Camioneros. "Pablo no tiene nada que ver. Señor ministro Randazzo, déjelo a Pablo de lado. Yo soy el único responsable. Si son capaces de llevarme preso, que lo hagan", retó al ministro.
A partir de ahí, Moyano se despachó a gusto contra la presidenta: “La soberbia le hace creer que es la dueña y señora de todo el país. Cree que el 54% le dio la potestad de hacer lo que le dé la gana”. Aclaró que si Fernández hubiese querido dialogar la situación sería muy distinta. “El Gobierno quiso fijar los salarios en 18% [de aumento sobre la inflación]. Si esto lo hubiera conversado… quizás se podría haber llegado a un acuerdo. Ahora, imponerlo…. Este es el resultado”. Moyano reclama un incremento del 30% en los salarios además de otras medidas de desgravación de impuestos.
Durante el discurso que pronunció Fernández ante el Congreso el pasado 1 de marzo al asumir su segundo mandato como presidenta lanzó un mensaje a Moyano que fue interpretado como una abierta declaración de guerra dentro del peronismo: “Parece ser que en la Constitución peronista de [Arturo] Sampay no estaba el derecho de huelga. ¿Podrá ser posible? No creo. Ah, no había conflicto con Perón. ¡Mirá qué bien! ¡Ay qué bueno está esto! O sea, que cuando estaba Perón no había derecho a huelga... Digo por lo que lo reivindican a Perón y nos critican a nosotros; con nosotros derecho de huelga hay; pero derecho de huelga, no de chantaje ni de extorsión”.
Tras la denuncias contra Hugo y Pablo Moyano queda claro que Fernández no considera que los camioneros estén ejerciendo un derecho legítimo, sino el simple y sencillo chantaje.
el dispreciau dice: el argentino medio suele no aprender lección alguna, de hecho la sociedad argentina, aún sonriendo, está desbordada de frustraciones inducidas por el estado ausente, un estado que se ha convertido desde hace mucho tiempo (décadas) en una máquina de impedir, y lo hace, atropellando derechos ciudadanos y otros humanos, aún cuando no lo acepte y reniegue de ello... junto, el sindicalismo argentino tampoco ha aprendido nada, y sostiene las mismas recetas que lo caracterizan su historia, paro, agresión, violencia, oportunismo, y cualquier artilugio adecuado para tomar ventaja de las debilidades de las gestiones con las que le ha tocado cruzarse... Argentina no está pasando por un buen momento, tal vez sí en los papeles de la Casa Rosada, pero no en la calle... una calle donde los funcionarios empujan sus propias confusiones, impulsando medidas antojadizas que no guardan ni sentido ni razón, y que sólo invocan a la desazón social. Dólares sí, dólares no (no tengo ni uno, dicho sea de paso)... que esto sí, que lo otro no... que Usted, como ciudadano, no puede lo que el funcionario político sí puede... y la apuesta al todos contra todos avanza de la mano de lo que no se hace, lo que se omite, lo que se deja de hacer porque no es el momento político, y numerosos etcéteras que caen como fichas en esa máquina de destruir inventada por el estado y usada y abusada hasta el hartazgo por un empresariado corporativo que atrasa tanto como cualquier otro ángulo de la sociedad. ARGENTINA está retrocediendo, envuelta en las ausencias del estado, en la obsecuencia de funcionarios que no van a ninguna parte y que no hacen nada por nadie (a pesar de los anuncios y sus discursos), y desde luego, atrapada en recetas sindicales que no llevan a parte alguna, que no resuelven nada y que prometen más y más anarquía... qué ha hecho el estado en estos últimos meses de gestión?... nada, la inseguridad crece de la mano de lo que no se hace, de lo que se niega, de lo que se omite, de lo que se burla, de lo que se deforma, lo que se tergiversa, de lo que se descalifica, de lo que se... pero jamás se resuelve... ¿que sucede lo mismo en el resto del mundo?... sí, es verdad... este mundo atrasa, pero no es buena razón para justificar el retroceso por negligencia... sin embargo, el problema no es endilgable a la Presidente de la Nación, ya que el problema es social, tan acostumbrados estamos a "decir una cosa y hacer otra distinta" que nos hemos vuelto "impredecibles" y de tan "impredecibles", nos hemos vuelto "nefastos"... alcanza con asomarse a la ventana y ver las declaraciones de comisarios policiales que parecen sacados de un pozo, sin capacidad alguna para articular dos palabras y transformarlas en un concepto... nada distinto a lo que ocurre con secretarios, ministros y socios del poder... tanta es la mentira que ya no se acuerdan a quién mintieron diciéndole qué cosa... y así nos va... no se pueden comprar dólares, salvo que sea funcionario "amigo" de la clase política. No sirve. Las lecciones que no se aprenden se repetirán como errores agravados... y Argentina es buena muestra de ello. NO SIRVE!... Dicho sea de paso, entiendo que el sindicalismo es el heredero natural del cambio que la clase política necesita... pero en estas condiciones, podría decirse "otra vez sopa"... "más de lo mismo"... y eso no sólo no es bueno, antes bien es muy malo. Este paro de uno de los sindicatos más importantes que tiene el país, no lleva a ninguna parte, aún cuando se obtenga algún resultado positivo, y Hugo Moyano, a estas alturas de la civilización, ya debería saberlo... JUNIO 21, 2012.-
Los camiones iniciaron el miércoles pasado paros de 72 horas limitados solo al sector de combustibles. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo,respondió al golpe firmando una denuncia penal contra Moyano y su hijo Pablo, también sindicalista, por delitos que generen "una situación de peligro que impida o entorpezca el normal funcionamiento de los transportes". Y Moyano aumentó la apuesta con un paro a escala nacional vigente a partir de hoy y con una movilización que concluirá en los próximos días con miles de camioneros en la plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. En medio de los dos grandes trenes peronistas pueden quedar atrapados millones de ciudadano, sin gasolina, sin productos en los supermercados, sin dinero en los cajeros automáticos o sin servicio de recogida de basura...
Olvídense de los cacerolazos en las calles de Buenos Aires provocados por los impedimentos para comprar dólares; olvídense de los tímidos paros en el sector agrario que se convocaron hace dos semanas; olvídense incluso de la expropiación de YPF que se produjo el 16 de abril y no ha tenido apenas ninguna resonancia en la cumbre del G-20 que acaba de celebrarse en México. Esta era la única gran batalla que Fernández podía perder en Argentina. Y acaba de iniciarse. Por eso la presidenta adelantó su regreso desde la cumbre de Río de Janeiro. En un país donde el primer partido de la oposición, el del socialista Hermes Binner, quedó a un remotísimo 16% frente al 54% de los votos que obtuvo Fernández en las presidenciales de 2011, el verdadero opositor es el delegado general de la Confederación General de los Trabajadores y líder de los camioneros, Hugo Moyano.
No fue casual que Moyano anunciara anoche la convocatoria de la huelga durante una entrevista en el canal Todo Noticias, perteneciente al grupo Clarín, empresa a la que el Gobierno considera su mayor enemiga. "A partir de este momento se declara el paro nacional de Camioneros en todas las actividades", anunció Moyano cuando le comunicaron que el Gobierno había iniciado el trámite de una denuncia penal contra él y su hijo Pablo, secretario adjunto del sindicato de Camioneros. "Pablo no tiene nada que ver. Señor ministro Randazzo, déjelo a Pablo de lado. Yo soy el único responsable. Si son capaces de llevarme preso, que lo hagan", retó al ministro.
A partir de ahí, Moyano se despachó a gusto contra la presidenta: “La soberbia le hace creer que es la dueña y señora de todo el país. Cree que el 54% le dio la potestad de hacer lo que le dé la gana”. Aclaró que si Fernández hubiese querido dialogar la situación sería muy distinta. “El Gobierno quiso fijar los salarios en 18% [de aumento sobre la inflación]. Si esto lo hubiera conversado… quizás se podría haber llegado a un acuerdo. Ahora, imponerlo…. Este es el resultado”. Moyano reclama un incremento del 30% en los salarios además de otras medidas de desgravación de impuestos.
Durante el discurso que pronunció Fernández ante el Congreso el pasado 1 de marzo al asumir su segundo mandato como presidenta lanzó un mensaje a Moyano que fue interpretado como una abierta declaración de guerra dentro del peronismo: “Parece ser que en la Constitución peronista de [Arturo] Sampay no estaba el derecho de huelga. ¿Podrá ser posible? No creo. Ah, no había conflicto con Perón. ¡Mirá qué bien! ¡Ay qué bueno está esto! O sea, que cuando estaba Perón no había derecho a huelga... Digo por lo que lo reivindican a Perón y nos critican a nosotros; con nosotros derecho de huelga hay; pero derecho de huelga, no de chantaje ni de extorsión”.
Tras la denuncias contra Hugo y Pablo Moyano queda claro que Fernández no considera que los camioneros estén ejerciendo un derecho legítimo, sino el simple y sencillo chantaje.
el dispreciau dice: el argentino medio suele no aprender lección alguna, de hecho la sociedad argentina, aún sonriendo, está desbordada de frustraciones inducidas por el estado ausente, un estado que se ha convertido desde hace mucho tiempo (décadas) en una máquina de impedir, y lo hace, atropellando derechos ciudadanos y otros humanos, aún cuando no lo acepte y reniegue de ello... junto, el sindicalismo argentino tampoco ha aprendido nada, y sostiene las mismas recetas que lo caracterizan su historia, paro, agresión, violencia, oportunismo, y cualquier artilugio adecuado para tomar ventaja de las debilidades de las gestiones con las que le ha tocado cruzarse... Argentina no está pasando por un buen momento, tal vez sí en los papeles de la Casa Rosada, pero no en la calle... una calle donde los funcionarios empujan sus propias confusiones, impulsando medidas antojadizas que no guardan ni sentido ni razón, y que sólo invocan a la desazón social. Dólares sí, dólares no (no tengo ni uno, dicho sea de paso)... que esto sí, que lo otro no... que Usted, como ciudadano, no puede lo que el funcionario político sí puede... y la apuesta al todos contra todos avanza de la mano de lo que no se hace, lo que se omite, lo que se deja de hacer porque no es el momento político, y numerosos etcéteras que caen como fichas en esa máquina de destruir inventada por el estado y usada y abusada hasta el hartazgo por un empresariado corporativo que atrasa tanto como cualquier otro ángulo de la sociedad. ARGENTINA está retrocediendo, envuelta en las ausencias del estado, en la obsecuencia de funcionarios que no van a ninguna parte y que no hacen nada por nadie (a pesar de los anuncios y sus discursos), y desde luego, atrapada en recetas sindicales que no llevan a parte alguna, que no resuelven nada y que prometen más y más anarquía... qué ha hecho el estado en estos últimos meses de gestión?... nada, la inseguridad crece de la mano de lo que no se hace, de lo que se niega, de lo que se omite, de lo que se burla, de lo que se deforma, lo que se tergiversa, de lo que se descalifica, de lo que se... pero jamás se resuelve... ¿que sucede lo mismo en el resto del mundo?... sí, es verdad... este mundo atrasa, pero no es buena razón para justificar el retroceso por negligencia... sin embargo, el problema no es endilgable a la Presidente de la Nación, ya que el problema es social, tan acostumbrados estamos a "decir una cosa y hacer otra distinta" que nos hemos vuelto "impredecibles" y de tan "impredecibles", nos hemos vuelto "nefastos"... alcanza con asomarse a la ventana y ver las declaraciones de comisarios policiales que parecen sacados de un pozo, sin capacidad alguna para articular dos palabras y transformarlas en un concepto... nada distinto a lo que ocurre con secretarios, ministros y socios del poder... tanta es la mentira que ya no se acuerdan a quién mintieron diciéndole qué cosa... y así nos va... no se pueden comprar dólares, salvo que sea funcionario "amigo" de la clase política. No sirve. Las lecciones que no se aprenden se repetirán como errores agravados... y Argentina es buena muestra de ello. NO SIRVE!... Dicho sea de paso, entiendo que el sindicalismo es el heredero natural del cambio que la clase política necesita... pero en estas condiciones, podría decirse "otra vez sopa"... "más de lo mismo"... y eso no sólo no es bueno, antes bien es muy malo. Este paro de uno de los sindicatos más importantes que tiene el país, no lleva a ninguna parte, aún cuando se obtenga algún resultado positivo, y Hugo Moyano, a estas alturas de la civilización, ya debería saberlo... JUNIO 21, 2012.-
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