CHINA | Aparece ahorcado en extrañas circunstancias
Hallan muerto a un destacado activista encarcelado tras la revuelta de Tiananmen
Li Wangyang, a la izquierda, fotografiado junto a dos amigos en Shaoyang. | Afp
Li Wangyang, destacado disidente chino encarcelado después la sangrienta revuelta que tuvo lugar en la Plaza de Tiananmen, de la que acaban de cumplirse 23 años, ha sido hallado muerto en extrañas circunstancias, según han informado su familiares y grupos en defensa de los derechos humanos.
La víctima ha aparecido con un vendaje alrededor del cuello en una habitación de hospital de la ciudad de Shaoyang, en la provincia de Hunan. Las autoridades chinas han señalado que el opositor, que fue excarcelado hace un año y posteriormente condenado a otros 10 años por "incitar a la subversión", se ahorcó en el hospital donde estaba siendo tratado de una afección cardíaca y de diabetes.
La familia, que ha tomado una fotografía en la que el cadáver aparece suspendido a dos metros del suelo, rechaza esta versión. "Estuvo en prisión durante más de 20 años y no murió; pero después el resultado ha sido éste", ha declarado una hermana de Li a una televisión de Hong Kong.
"Era una persona con una voluntad muy fuerte", ha indicado un amigo del disidente. "Nunca creía que quisiese quitarse la vida."
El Centro de Información para los Derechos Humanos y la Democracia en China, con sede en la antigua colonia británica, ha señalado en un comunicado que el personal de seguridad podría haber simulado un suicidio después de haber golpeado a Li.
El legislador y activista local Lee Cheuk-yan, que ha tenido oportunidad de hablar con la familia de Li tras su muerte, ha declarado que el disidente había estado constantemente vigilado por guardias de seguridad y que estos podrían haber abortado fácilmente cualquier intento de suicidio. "Las circunstancias son muy sospechosas", ha apuntado Lee.
Li se significó en la defensa de los derechos de los trabajadores en Shaoyang durante las protestas de 1989. Fue condenado a 22 años de prisión por cargos que incluían propaganda contrarrevolucionaria e incitación.
La semana pasada Li había dicho en una entrevista televisada que nunca había lamentado su lucha por la justicia. "El incidente del cuatro de junio (nombre en clave de la protesta) debe ser oficialmente revindicado. Las almas de los mártires merecen encontrar por fin un poco de paz", demandó.
La víctima ha aparecido con un vendaje alrededor del cuello en una habitación de hospital de la ciudad de Shaoyang, en la provincia de Hunan. Las autoridades chinas han señalado que el opositor, que fue excarcelado hace un año y posteriormente condenado a otros 10 años por "incitar a la subversión", se ahorcó en el hospital donde estaba siendo tratado de una afección cardíaca y de diabetes.
La familia, que ha tomado una fotografía en la que el cadáver aparece suspendido a dos metros del suelo, rechaza esta versión. "Estuvo en prisión durante más de 20 años y no murió; pero después el resultado ha sido éste", ha declarado una hermana de Li a una televisión de Hong Kong.
"Era una persona con una voluntad muy fuerte", ha indicado un amigo del disidente. "Nunca creía que quisiese quitarse la vida."
El Centro de Información para los Derechos Humanos y la Democracia en China, con sede en la antigua colonia británica, ha señalado en un comunicado que el personal de seguridad podría haber simulado un suicidio después de haber golpeado a Li.
El legislador y activista local Lee Cheuk-yan, que ha tenido oportunidad de hablar con la familia de Li tras su muerte, ha declarado que el disidente había estado constantemente vigilado por guardias de seguridad y que estos podrían haber abortado fácilmente cualquier intento de suicidio. "Las circunstancias son muy sospechosas", ha apuntado Lee.
Li se significó en la defensa de los derechos de los trabajadores en Shaoyang durante las protestas de 1989. Fue condenado a 22 años de prisión por cargos que incluían propaganda contrarrevolucionaria e incitación.
La semana pasada Li había dicho en una entrevista televisada que nunca había lamentado su lucha por la justicia. "El incidente del cuatro de junio (nombre en clave de la protesta) debe ser oficialmente revindicado. Las almas de los mártires merecen encontrar por fin un poco de paz", demandó.
domingo, 10 de julio de 2011
EL ANÓNIMO - Tiananmen - La Gaceta
Tiananmen - La Gaceta: "TEMA LIBRE
Tiananmen
Domingo 10 de Julio de 2011 |
Juan Manuel Montero
Editor de LA GACETA
jmontero@lagaceta.com.ar
Twitter: @sabuesotuc
La pregunta es siempre la misma: ¿quién es? Se hizo famoso el 5 de junio de 1989. Con una bolsa de plástico en cada mano se paró frente a decenas de tanques para evitar que avanzaran sobre la plaza de Tiananmen. Y se convirtió en el símbolo de la resistencia. Nunca se supo quién era. Algunos dicen que días después el Gobierno chino ordenó su ejecución. Otros que aún sigue vivo, pero que se niega a contar su historia.
Desde hace más de tres años hay un grupo que reclama lo que es justo. Que exige que se le pague lo que valen. Que demanda que, si la salud de todos está en sus manos, merece no ser menos que quien cobra un plan social. Ese grupo de personas, los Autoconvocados, decidió pararse delante de los tanques. Y la reacción oficial, a minutos nada menos del Día de la Independencia, fue cobarde. Una horda de patoteros pagados por alguno de los funcionarios de turno creyó que la fuerza era más intimidante que la honestidad. Y con balines 'mataron' un globo en el que pedían nada más, ni nada menos, que diálogo. Ayer hubo pocas banderas argentinas en el festejo patrio. Prevalecieron caras y colores identificados con candidatos. Cuando el gobernador pasó, los Autoconvocados decidieron enmudecer. Tal vez conocían las palabras de ese luchador por la paz que ayer fue acribillado en Guatemala. Facundo Cabral había dicho: 'el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso'. Bien que lo supo aquel hombre de Tiananmen.
el dispreciau dice: perdón al autor de la nota, no me podía permitir editarla en el blog, sin incluir la foto que, por entonces, se transformó en un ícono... tanto como otras de la guerra de Vietnam, algunas de los conflictos de Indochina, Camboya, África, y cuántos etcéteras que se han ido diluyendo en la historia, atropelladas por nuevas y peores realidades. En todo conflicto hay héroes anónimos, héroes que no reciben medallas, que no reciben el Nobel, que ni siquiera reciben la consideración pública... bien lo sabemos los argentinos con los nuestros, esos que pisaron Malvinas para ser regresados en la noche de los tiempos, ocultando las miserias sociales que nos caracterizan. No importa quién fue aquel anónimo, soldado desconocido de la paz perdida... China es un ejemplo ancestral de los genocidios, un ejemplo que se reitera y se traduce en personas que están hartas de ser avasalladas en derechos humanos que salen en la foto, pero en que la práctica no existen. No ha sido el único, las circunstancias nos enseñan que estamos rodeados de únicos que destellan una vez y desaparecen, dejando un mensaje que los medios corporativos suelen tapar, de modo de asegurar otras conveniencias. Recuerdo las tristes horas de la invasión soviética a Checoslovaquia, y la ansiedad de las gentes por parar los tanques rusos... finalmente el muro de Berlín cayó, pero la humanidad política, empresaria y eclesiática siguen sin aprender lección alguna, insistiendo en modelos perversos que se sustentan en el atropello ciudadano. Hoy, ya no es tiempo de tanques ni de represiones explícitas... hoy es tiempo de guerras a escalas, biológicas, terrorismo biológico se lo llama, donde en una gota de agua se puede ocultar una fuente de exterminio de las voluntades desconocidas de aquellos anónimos que apenas si tienen capacidad para vivir sus días. No hay espacio para esos actos heroicos y anónimos como los de Tiananmen, de allí que la clase política mundial exacerbe sus incapacidades, sus negligencias atroces y atropelle sin misericordia al ciudadano común... La globalización ha permitido a la humanidad transitar un lapso de realidades compartidas en tiempo y forma, prescindentes del mediatismo de conveniencias que imponen los periodismos amarillos y sus socios del infierno, los basurólogos (esos que juntan basura humana para venderla al morbo social que ha invadido el planeta)... Hoy, los anónimos pesan más que cualquier corporación y hasta se pueden dar el lujo de cambiar el curso de la historia, simplemente ocupando una plaza (15M). Indudablemente el mundo humano se encamina a una nueva revolución francesa, distinta de aquella, sin guillotinas, quizás más violenta, vaya a saber... sí está claro que este sistema de consumir almas, para beneficiar a inútiles y oportunistas, no da para más... sí está claro que este sistema de fabricar pobres para luego vender sus esclavitudes, está comenzando a ser rechazado por el inmenso universo de excluidos que recolecta la Tierra (2/3 de la humanidad). Pero el ser político, siempre carente de contenidos, asegura que jamás aprenderá lección alguna. Ellos nacieron para "usar" y "depredar", apenas eso. Ser político se traduce como la más clara expresión de la escoria humana... los ejemplos son muchos, demasiados, hartantes... dan la vuelta al mundo saliendo en cuanta foto hay, para luego sumergirse en sus mentidas democracias a elucubrar cómo hacer para destruir a los espíritus legítimos. El diablo anda suelto, sí, y los anónimos ya no se paran frente a los tanques de la plaza Tiananmen... es más, las plazas ya son utópicas tradiciones que apañan los vacíos de las gestiones. Julio 10, 2011.-
Tiananmen
Juan Manuel Montero
Editor de LA GACETA
jmontero@lagaceta.com.ar
Twitter: @sabuesotuc
La pregunta es siempre la misma: ¿quién es? Se hizo famoso el 5 de junio de 1989. Con una bolsa de plástico en cada mano se paró frente a decenas de tanques para evitar que avanzaran sobre la plaza de Tiananmen. Y se convirtió en el símbolo de la resistencia. Nunca se supo quién era. Algunos dicen que días después el Gobierno chino ordenó su ejecución. Otros que aún sigue vivo, pero que se niega a contar su historia.
Desde hace más de tres años hay un grupo que reclama lo que es justo. Que exige que se le pague lo que valen. Que demanda que, si la salud de todos está en sus manos, merece no ser menos que quien cobra un plan social. Ese grupo de personas, los Autoconvocados, decidió pararse delante de los tanques. Y la reacción oficial, a minutos nada menos del Día de la Independencia, fue cobarde. Una horda de patoteros pagados por alguno de los funcionarios de turno creyó que la fuerza era más intimidante que la honestidad. Y con balines 'mataron' un globo en el que pedían nada más, ni nada menos, que diálogo. Ayer hubo pocas banderas argentinas en el festejo patrio. Prevalecieron caras y colores identificados con candidatos. Cuando el gobernador pasó, los Autoconvocados decidieron enmudecer. Tal vez conocían las palabras de ese luchador por la paz que ayer fue acribillado en Guatemala. Facundo Cabral había dicho: 'el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso'. Bien que lo supo aquel hombre de Tiananmen.
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