ASISTENCIA | 4.500 beneficiarios en 20 provincias
Unidades móviles para atender a personas sin hogar
La UME de Córdoba durante una atención. | Cruz Roja.
- Los atendidos casi se han duplicado durante este último año
- Escucharles es la principal 'receta' para hacerles visibles
Es última hora de la tarde y los equipos empiezan a moverse. Cargan en los vehículos café, comida, ropa y materiales de higiene y de primeros auxilios. También ellos se preparan. Los voluntarios y trabajadores sociales planifican su ruta, siempre nocturna. Es cuando pueden actuar porque la situación que es invisible de día, se visibiliza por la noche.
Estas son las pautas de trabajo de los integrantes de las Unidades Móviles de Emergencia (UMES) de Cruz Roja. Realizan labores de asistencia cada noche. Buscan, detectan y se acercan a quienes viven en la calle. Actualmente, cuentan con unos 4.500 beneficiarios directos.
El servicio comenzó en 2004, pero como consecuencia de la crisis se ha reforzado para atender la creciente demanda, que solo en un año prácticamente se ha duplicado. Su puesta en marcha coincidió con la decisión del Ministerio de Asuntos Sociales de validar la financiación con cargo al IRPF. Con esta medida, Zaragoza y Valladolid iniciaron, como pioneras, el proyecto UMES.
Desde entonces han sido muchas las provincias que se han sumado al programa hasta llegar a la veintena. Varias de ellas apoyadas en este sistema de financiación y otras, combinándolo con aportaciones privadas.
Las UMES están constituidas por un equipo interdisciplinario integrado por trabajadores sociales, técnicos asistenciales, grupos de voluntarios capacitados especificametne para esta actividad y conductores. En total, el proyecto cuenta con 614 personas repartidas en las distintas provincias, que dedican unas 153.000 horas al año en la colaboración.
"Su gran aporte es ofrecer a los que no tienen hogar un servicio de proximidad que garantice una respuesta rápida 'in situ', frente a situaciones de emergencia social, actuando como puente entre la calle y la red de atención". Así resumió su labor Fernando Cuevas, responsable de Programas contra la Pobreza y Exclusión Social de Cruz Roja.
La atención de Cruz Roja no finaliza en la calle. Tratan de fidelizarles con otros proyectos de asistencia que se adecuen a sus necesidades.
La organización ha detectado que han aumentado los niveles de 'autopercepción de fracaso'. Disminuye la autoestima de estos colectivos y dejan de relacionarse con otros. Pasan a ser 'invisibles' para el resto y es importante darles voz de nuevo.
El número de personas que se ha visto obligada a esta situación ha aumentado, y sigue haciéndolo. "Hace tiempo que hemos constatado la elevada y creciente incidencia de la exclusión residencial entre las personas que atiende Cruz Roja, tres veces superior al que sufre la población en general, y las UMES son una parte pequeña pero necesaria de nuestra respuesta asistencial a estas personas", resalta Cuevas.
El aumento de la demanda del servicio es un reflejo del deterioro de la situación económico-social. El 2011, se atendieron a unas 2.500, frente a las 4.500 que se atiende hoy. Los atendidos casi se han duplicado en un año.
"El perfil de los usuarios ha cambiado. Ya no sólo en los que atendemos, sino en los que llaman a nuestra puerta pidiéndonos ayuda. Muchos creían que nunca tendrían que hacerlo", añadió. Muchas de las razones tienen que ver con los desahucios y la incapacidad del pago de la vivienda. Esto ha llevado a personas que antes tenían una 'situación normalizada' a la calle.
La Cruz Roja quiere aumentar los dispositivos UMES. Tienen el objetivo de que, al menos, haya una en cada provincia, ya que cubren sólo la mitad de las necesidades. Respecto a 2011, las UMES han llegado a ocho provincias más.
En la última convocatoria para los Presupuestos (el año pasado), no se recortó el fondo público del proyecto. En total, el presupuesto fue de 815.653 euros. De hecho, debido a la tendencia al alza de la demanda se aumentó.
Sin embargo, este año se prevé una reducción, ya que podría haber una menor recaudación de lo que se obtiene del IRPF. "Se recauda menos dinero, por lo que se repartirá menos también", según explicó el representante de Cruz Roja.
Cuevas resaltó la importancia de marcar la casilla, en la declaración de la renta, para destinar el 0.7% de los fondos a fines sociales. "A la gente no le cuesta dinero. Simplemente eligen que sus fondos se destinen a financiar eproyectos como éste para quienes más lo necesitan".
"Hoy, si detectamos una necesidad de asistencia mayor, llevamos a las personas a hospitales. Para septiembre, que será cuando se aplique la medida, tendremos que prepararnos".
La nueva disposición impedirá que los inmigrantes sin papeles reciban asistencia sanitaria.
Mientras tanto, las 22 unidades que hay en funcionamiento en España siguen haciendo su ruta cada noche.
el dispreciau dice: comienza a evidenciarse el crecimiento de las personas libradas a su suerte, sin hogar, con destino incierto, marginados por el propio estado "ausente e inductor" de males mayores... EUROPA comienza a sentir los efectos de la propia medicina que ha impuesto al "tercer mundo" con forma de Latino América... y mientras las gentes van cediendo (perdiendo) derechos ciudadanos legítimos, la clase política se regocija con discursos que no dicen nada, prometiendo lo que jamás se cumplirá. mayo 28, 2012.-
Estas son las pautas de trabajo de los integrantes de las Unidades Móviles de Emergencia (UMES) de Cruz Roja. Realizan labores de asistencia cada noche. Buscan, detectan y se acercan a quienes viven en la calle. Actualmente, cuentan con unos 4.500 beneficiarios directos.
El servicio comenzó en 2004, pero como consecuencia de la crisis se ha reforzado para atender la creciente demanda, que solo en un año prácticamente se ha duplicado. Su puesta en marcha coincidió con la decisión del Ministerio de Asuntos Sociales de validar la financiación con cargo al IRPF. Con esta medida, Zaragoza y Valladolid iniciaron, como pioneras, el proyecto UMES.
Desde entonces han sido muchas las provincias que se han sumado al programa hasta llegar a la veintena. Varias de ellas apoyadas en este sistema de financiación y otras, combinándolo con aportaciones privadas.
Las UMES están constituidas por un equipo interdisciplinario integrado por trabajadores sociales, técnicos asistenciales, grupos de voluntarios capacitados especificametne para esta actividad y conductores. En total, el proyecto cuenta con 614 personas repartidas en las distintas provincias, que dedican unas 153.000 horas al año en la colaboración.
"Su gran aporte es ofrecer a los que no tienen hogar un servicio de proximidad que garantice una respuesta rápida 'in situ', frente a situaciones de emergencia social, actuando como puente entre la calle y la red de atención". Así resumió su labor Fernando Cuevas, responsable de Programas contra la Pobreza y Exclusión Social de Cruz Roja.
La atención de Cruz Roja no finaliza en la calle. Tratan de fidelizarles con otros proyectos de asistencia que se adecuen a sus necesidades.
La 'receta' de Cruz Roja: escucharles
Pero además les escuchan. Sobre todo, escucharles. Es una de las principales necesidades que Cruz Roja ha detectado. En el trabajo de aproximación, ésta es la 'receta' clave para el tratamiento de los usuarios. "Son personas que necesitan hablar, comunicar qué les preocupa y qué les agobia", según dijo Cuevas.La organización ha detectado que han aumentado los niveles de 'autopercepción de fracaso'. Disminuye la autoestima de estos colectivos y dejan de relacionarse con otros. Pasan a ser 'invisibles' para el resto y es importante darles voz de nuevo.
El número de personas que se ha visto obligada a esta situación ha aumentado, y sigue haciéndolo. "Hace tiempo que hemos constatado la elevada y creciente incidencia de la exclusión residencial entre las personas que atiende Cruz Roja, tres veces superior al que sufre la población en general, y las UMES son una parte pequeña pero necesaria de nuestra respuesta asistencial a estas personas", resalta Cuevas.
El aumento de la demanda del servicio es un reflejo del deterioro de la situación económico-social. El 2011, se atendieron a unas 2.500, frente a las 4.500 que se atiende hoy. Los atendidos casi se han duplicado en un año.
"El perfil de los usuarios ha cambiado. Ya no sólo en los que atendemos, sino en los que llaman a nuestra puerta pidiéndonos ayuda. Muchos creían que nunca tendrían que hacerlo", añadió. Muchas de las razones tienen que ver con los desahucios y la incapacidad del pago de la vivienda. Esto ha llevado a personas que antes tenían una 'situación normalizada' a la calle.
La Cruz Roja quiere aumentar los dispositivos UMES. Tienen el objetivo de que, al menos, haya una en cada provincia, ya que cubren sólo la mitad de las necesidades. Respecto a 2011, las UMES han llegado a ocho provincias más.
En la última convocatoria para los Presupuestos (el año pasado), no se recortó el fondo público del proyecto. En total, el presupuesto fue de 815.653 euros. De hecho, debido a la tendencia al alza de la demanda se aumentó.
Sin embargo, este año se prevé una reducción, ya que podría haber una menor recaudación de lo que se obtiene del IRPF. "Se recauda menos dinero, por lo que se repartirá menos también", según explicó el representante de Cruz Roja.
Cuevas resaltó la importancia de marcar la casilla, en la declaración de la renta, para destinar el 0.7% de los fondos a fines sociales. "A la gente no le cuesta dinero. Simplemente eligen que sus fondos se destinen a financiar eproyectos como éste para quienes más lo necesitan".
La 'polémica sanitaria'
En cuanto al debate sobre la situación sanitaria que se aproxima, la asociación se está preparando. Las UMES únicamente tienen capacidad para pequeñas curas y asistencia sanitaria básica. En los equipos, no va personal médico, aunque el personal está preparado para practicar primeros auxilios."Hoy, si detectamos una necesidad de asistencia mayor, llevamos a las personas a hospitales. Para septiembre, que será cuando se aplique la medida, tendremos que prepararnos".
La nueva disposición impedirá que los inmigrantes sin papeles reciban asistencia sanitaria.
Mientras tanto, las 22 unidades que hay en funcionamiento en España siguen haciendo su ruta cada noche.
el dispreciau dice: comienza a evidenciarse el crecimiento de las personas libradas a su suerte, sin hogar, con destino incierto, marginados por el propio estado "ausente e inductor" de males mayores... EUROPA comienza a sentir los efectos de la propia medicina que ha impuesto al "tercer mundo" con forma de Latino América... y mientras las gentes van cediendo (perdiendo) derechos ciudadanos legítimos, la clase política se regocija con discursos que no dicen nada, prometiendo lo que jamás se cumplirá. mayo 28, 2012.-
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