El Papa rechaza la cultura de la exclusión
Francisco asegura en su primer viaje internacional que un pueblo solo tiene futuro si cuenta con los jóvenes y los ancianos
Pablo Ordaz En el vuelo del Papa 22 JUL 2013 - 17:38 CET2
El papa Francisco saluda a las azafatas de Aitalia antes de emprender viaje hoy desde Roma a Río de Janeiro, donde presidirá la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud Católica / EFE
Cuando aislamos a los jóvenes hacemos una injusticia. Les quitamos la pertenencia: a una familia, a una patria, a una cultura, a una fe… No debemos aislarlos de la sociedad
También ahora, de camino a Brasil, el Papa quiere atraer la atención de los focos hacia quienes, por jóvenes o por viejos, por culpa de la crisis internacional o por egoísmo de un presente que no mira al futuro ni se acuerda del pasado, se están quedando en la cuneta. “Este primer viaje”, advierte Francisco, “es para encontrar a los jóvenes, pero en el tejido social, no aislados de la vida”. “Cuando aislamos a los jóvenes”, explica el Papa, “hacemos una injusticia. Les quitamos la pertenencia: a una familia, a una patria, a una cultura, a una fe… No debemos aislarlos de la sociedad. Ellos son el futuro de un pueblo pero no solo ellos. Ellos son el futuro porque tienen la fuerza, son jóvenes, van hacia adelante. Pero en el otro extremo de la vida, los ancianos son también el futuro de un pueblo. Pienso muchas veces que estamos cometiendo una injusticia con los ancianos. Y por eso os digo que voy a Río a encontrar a los jóvenes, pero en su tejido social, principalmente al lado de los ancianos”.
En este vuelo hacia la periferia, que es el destino preferente de su papado, Bergoglio no habla de Dios ni de la Iglesia, sino entre quienes “creyentes o no” sufren en carne propia a gran injusticia de la desigualdad.
“Leí la pasada semana” dice Jorge Mario Bergoglio, “el porcentaje de jóvenes sin trabajo. Pensad que existe el riesgo de tener una generación sin trabajo. Y del trabajo viene la dignidad de la persona. La dignidad es ganarse el pan. En este momento, los jóvenes sufren especialmente la crisis. Y nos estamos acostumbrando a la cultura del descarte. Con los ancianos se hace demasiado a menudo. Pero también ahora con tantos jóvenes sin trabajo. Debemos eliminar esta costumbre de descartar. No. Debemos ir hacia la cultura de la inclusión, del encuentro. Tenemos que hacer un esfuerzo por llevar a todos a la sociedad. Este es el sentido que yo quiero dar a este encuentro con los jóvenes”.
el dispreciau dice: vaya a saber por qué fue elegido Papa... Francisco es un sacerdote del llano o de la montaña, de los mares o de las playas, hombre primero, sacedote después, sencillo y simple, siempre... en lo personal tengo mis diferencias con los jesuitas, como también las tengo con los franciscanos, con los dominicos, o con los agustinos, así como con las caridades que han vivido a costillas de los pobres, creados para enaltecer una mentida misericordia, por siglos, comportándose igual que lo hicieron los romanos con los cristianos iniciadores, con los judíos, y hasta con los musulmanes, dividiendo según el criterio y la estrategia política de los reinos, de los virreinos, los ducados y todos los demás "ados" que han contribuido a envolver a la Tierra en un "pecado" que se carga sobre los muchos, pero que es patrimonio de muy pocos. Durante más de mil años la Iglesia se separó de sus fieles, castigándolos con culpas inconcebibles, sumiéndolos en "pecados" de conveniencias... hasta saturar a las gentes y producir una huída generalizada ya que cuando el ejemplo no desciende, la inteligencia social se retira y crea sus propios salvaguardas... El mundo de estas horas merece un replanteo profundo, una refundación urgente que termine con los fasos mesías y sus peores mesianismos... el primer culpable es la Iglesia, pero no el único... ya que los estados ausentes y las políticas perversas y los políticos cínicos han hecho el resto, protegidos por el poder corporativo, que se caracteriza más por sus vacíos que por sus "contenidos". Me limitaré a decir que todos, los nombrados y los no nombrados, han contribuido a dar foirma a una deuda monumental de ellos para con la sociedad humana... que tiene un Dios distinto al provisto por cualquiera de las sagradas escrituras, y más distinto aún al contenido en los templos y en las órdenes. Una vez más, no es bueno vivir de los "pobres"... porque el resultado de la tarea se enaltece cuando el "pobre" deja de serlo... cosa que no ha sucedido hasta hoy. La cultura de la exclusión se ha venido exacerbando desde hace siglos, y se ha marcado definitivamente, como estrategia, desde el Siglo pasado hasta hoy... evidentemente no sirve... sus resultados son catastróficos y representan en sí mismos, un delito de lesa humanidad, que no ha sido juzgado como tal como las justicias han dejado de ser tales, para ver sus balanzas invertidas por las mismas razones antedichas. Poco puede hacer el Papa, que puede acudir sólo a su voluntad y a su esfuerzo... la humanidad necesita repensarse a sí misma, partiendo de hombres y mujeres contenidos en sus propias consciencias, algo que aparece como utópico, ya que los valores han sido tirados por la borda del mediatismo corporativo para dar vida a realities que poco y nada tienen que ver con la "vida" y sus funciones. Si los poderes guardaran una pizca de juicio íntimo, deberían reunirse a acordar la necesidad de la perdurabilidad de la raza, cosa que está en tela de juicio a partir de las aberraciones cursadas... y para ello asumir al menos diez decisiones que muevan hacia el cambio necesario que asegure:
- el respeto a los derechos humanos contenidos en los destinos.
- el respeto a los derechos humanos contenidos en los dones.
- el respeto a los derechos humanos contenidos en los talentos.
- el respeto a los derechos humanos contenidos en las gracias.
- por ende, el respeto y la garantía de los estados políticos asegurando a los ciudadanos el disponer de educación, formación, protección a su salud, dignidad laboral y el tener un hogar propio, no hipotecable ni embargable...
Si la humanidad no termina con sus miserias humanas, y con las pobrezas consecuentes, indefectiblemente se extinguirá... con o sin Papa... con o sin gentes comprometidas. JULIO 22, 2013.-
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