Papa Francisco
A la venta con EL MUNDO
La corrupción según Francisco
El Papa se dirige a un grupo de alumnos en el Aula Pablo VI del Vaticano. | Efe
- En 'Corrupción y pecado' el propio Pontífice analiza el perfil del corrupto
- EL MUNDO lanza esta obra sobre un tema clave en la reforma de la Iglesia
- 'El pecado se perdona; la corrupción, no puede ser perdonada', dice Bergoglio
EL MUNDO | Madrid
Actualizado sábado 22/06/2013 03:20 horas
"La corrupción no es un acto, sino un estado personal y social en el que uno se acostumbra a vivir". Estas palabras tan vigentes en la sociedad actual las escribió el propio Papa Francisco cuando todavía era cardenal de Buenos Aires.
El libro del Pontífice estará a la venta a partir de mañana –domingo 23 de junio– con cada ejemplar de EL MUNDO por sólo 5,95 euros. Se trata de una obra inédita en España en la que a lo largo de 72 páginas –encuadernadas en tapa dura– el lector podrá conocer la opinión del Papa sobre uno de los males que acechan a la Iglesia.
'Papa de los pobres', contra los corruptos
- "Toda corrupción crece y -a la vez- se expresa en atmósfera de triunfalismo"
- "El corrupto tiene cara de yo no fui"
- "Ante cualquier crítica el corrupto descalifica a la persona"
- "El corrupto se erige en juez de los demás"
- "El corrupto se siente un ganador"
- "El corrupto no conoce la amistad, sino la complicidad"
- "El corrupto no tiene esperanza. El pecador espera perdón"
- "La corrupción lleva a perder el pudor que custodia la verdad"
- "El corrupto no conoce la fraternidad o la amistad, sino la complicidad"
Como en una premonición, Francisco se adelantó a su destino al escribir en 2005 'Corrupción y pecado', una obra en la que profundiza precisamente en el gran reto de su Pontificado: la limpieza de la Curia, donde él mismo ha reconocido la existencia de un 'lobby gay'.
Respecto a los religiosos, Bergoglio asevera: 'Corruptio optimi, pessima' (no hay nada peor que la corrupción de lo mejor). "Esto puede aplicarse a la corrupción de las personas consagradas. Que los hay, los hay. Que los hubo, basta con leer la Historia", recalca Bergoglio en el libro.
En esta obra, Bergoglio desentraña los falsos 'tesoros' -–dinero, poder, lujuria-– que corrompen el corazón humano y que lentamente se apoderan de las personas e instituciones provocando la destrucción de los valores que conducen a Dios.
La edición especial realizada por EL MUNDO cuenta con una presentación elaborada por el padre Ángel García, presidente de Mensajeros de la Paz y Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, que al igual que Francisco es conocido por su humildad y sencillez.
En este análisis de la corrupción el Papa emplea un lenguaje llano y didáctico para explicar la diferencia entre pecado y corrupción. "El pecado se perdona; la corrupción, sin embargo, no puede ser perdonada", advierte.
el dispreciau dice: no hace falta ser Papa para comprender cuánto daño produce la corrupción, sea en lo social, sea en lo grupal, sea en lo individual... tampoco hace falta ser miembro de Iglesia alguna para comprenderlo... las conductas humanas desviadas, lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo, justificándose como herramientas del poder, o bien para ejercerlo despreciando a los otros, a los muchos, a los necesitados, a los pobres (a los que luego fabrican), pero los desvíos se han vuelto tan comunes que las sociedades humanas los asumen como "naturales"... a sabiendas que de alcanzar el poder, ellos harán lo mismo con sus prójimos... porque así es la cosa. Este invento bien corporativo, bien político europeo, bien eclesiático, bien militar, bien macro-económico, bien bancario, ha ido denigrando la condición humana de los marginados para conceder lugar de poder a los oportunistas de la política y/o del mismo poder en cualquiera de sus formas. De este modo, pocos tiene mucho, y muchos no tienen nada... al tiempo que la humanidad está padeciendo el peor deterioro de su historia, ya que hoy por hoy los estados ausentes, son meros agentes recaudadores sin función social alguna, en cualquier lugar del planeta, bajo cualquier bandera, y dentro de cualquier frontera, incluyendo en ellas las destacadas de aquellos que se han autointitulado: "desarrollados", a efectos de diferenciarse de los "aprendices" aspirantes al poder. La humanidad viene perdonando a los corruptos que han creado décadas infames en todo el orbe humano... pero la corrupción en sí misma es un delito de lesa humanidad, equivalente a un genocidio, porque su daño es brutal, dramático, inaceptable... y lamentablemente irreversible, ya que nadie devuelve a nadie los destinos sacrificados para favorecer las avaricias y las angurrias de los escasos de alma. JUNIO 22, 2013.-
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