CLIMA | Informe de la OCDE
La temperatura global puede subir hasta seis grados para finales de este siglo
Foto de archivo de una central de carbón en las afueras de Pekín. | Reuters
La tendencia actual hará que la temperatura aumente entre tres y seis grados centígrados al final del siglo sobre los niveles preindustriales, un escenario de cambio climático de graves consecuencias, también económicas, que todavía se pueden evitar con un coste de acción limitado.
Este es el principal mensaje de un informe sobre el cambio climático divulgado hoy, en vísperas de la conferencia de Durban que comienza la semana próxima, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que pidió a los gobiernos que se impliquen para lograr un acuerdo internacional.
"Los costes económicos y las consecuencias medioambientales de la inacción política del cambio climático son significativas", advirtió el secretario general de ese organismo, Ángel Gurría, con ocasión de la presentación del estudio, que cifra también el cambio de las políticas actuales para mitigar el calentamiento de la tierra a dos grados centígrados, lo que se considera una hipótesis de efectos asumibles.
Impacto económico
Los datos de aumento posible de la temperatura toman como referencia los que había antes del comienzo de la era industrial. En concreto, las medidas para modificar sobre todo el panorama energético que se augura para 2050 y reducir las emisiones de efecto invernadero en un 70% sería del 5,5% del Producto Interior Bruto (PIB).Una cifra que los autores del informe relativizaron en conferencia de prensa, al subrayar que significaría que el crecimiento de la economía mundial en los cuatro próximos decenios sería del 3,3% anual en lugar del 3,5%, un recorte de dos décimas.
Pero sobre todo pusieron el acento en que no alterar las políticas actuales entrañaría desarreglos medioambientales que afectarían mucho más a la economía. El informe Stern de 2006 había anticipado pérdidas permanentes del consumo por habitante superiores al 14%.
La OCDE advirtió de que sin nuevas políticas de contención de las emisiones de efecto invernadero, las energías fósiles seguirán manteniendo su peso relativo actual, un 85% del total.
Eso conduciría a un volumen de concentración en la atmósfera de 685 partes de dióxido de carbono (CO2) o equivalentes por millón, muy lejos de las 450 que los científicos consideran que permitirían limitar el calentamiento climático global a dos grados centígrados.
Tiempo limitado
El conocido como el 'Club de los países desarrollados' afirmó que "todavía es posible" cambiar esas oscuras perspectivas, pero también que "la ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente".A ese respecto, señaló que aplazar la toma de medidas a 2020 sin ir más allá de lo convenido en las conferencias internacionales de Copenhague y Cancún, o esperar a la llegada de tecnologías más eficientes "sería más costoso" porque "incrementaría el ritmo y la escala de los esfuerzos necesarios" a partir de entonces, con un mayor riego medioambiental.
Para la OCDE, un punto relevante es establecer "un precio significativo" de las emisiones de CO2 para inducir al cambio tecnológico, pero también la fijación de objetivos de disminución de emisiones "claros, creíbles y más restrictivos" con los que se tienen que comprometer "todos los grandes emisores, sectores y países".
Una alusión a los países emergentes, de los que se espera que venga el grueso del aumento de los gases de efecto invernadero en los próximos decenios.
Por ahora, en cualquier caso, la media de emisiones de CO2 por habitante era de 10,6 toneladas al año de media en la OCDE en 2008, con grandes diferencias en su interior: de las más de 20 toneladas en Luxemburgo o en torno a 18 en Australia y Estados Unidos, a los menos de cinco toneladas en Chile, México y Turquía.
En cuanto a los principales países emergentes, en 2008 China tenía 4,9 toneladas de emisiones de CO2 por habitante y la India 1,2 toneladas.
el dispreciau dice: la guerra de Vietnam le regaló al mundo humano la capacidad de modificar el clima a partir de acciones científico-militares, produciendo lluvias intensas o sequías imposibles, y Vietnam y Camboya y alrededores lo padecieron y aún lo hacen... los conflictos subsiguientes demostraron que dicha capacidad estaba lejos de preveer las consecuencias. Hoy las padece el mundo entero, afectado además por actividades irracionales de las corporaciones y sus empecinados intereses que no reparan en esfuerzos para arrasar con cuanto encuentran a su paso... y el que paga el pato es el planeta Tierra, única casa habilitada para los pasajes y transcurrires humanos. Los seis grados (límite de quiebre) ya han sido rotos y aquello que avisora para fin de este siglo está a la vuelta de la esquina de numerosas regiones habitadas y otras tantas deshabitadas de una Tierra golpeada por los demencialismos de los pocos. Mientras a las corporaciones les importa cómo salvar a empresas quebradas y a economías manipuladas hasta el hartazgo por variables intrascendentes para la vida humana en el planeta... mientras las clases políticas se corrompen a favor de principios sociales vacíos... el clima se ha quebrado prometiendo desesquilibrios mayores, irreversibles y de consecuencias intangibles, aunque seguramente malas para la vida en sí misma. "El SOL quema", expresan los lugareños que viven a cuatro mil metros de altura o más, sí, es verdad, pero a aún a dos mil metros la cantidad de radiación solar que llega a la Tierra es significativamente dañina para la salud de la piel, para el metabolismo endocrino humano y por ende para cualquiera de las especies... debajo de dichas alturas, la polución es un hecho innegable y con una alta capacidad de daño. El hombre del poder parece no darse cuenta de la que se viene encima de él y encima de la raza humana... cree que eso está bien porque hay otras prioridades más convenientes a sus intereses. Pasa por alto la catástrofe del 26 de diciembre de 2004 y todas y cada una de las subsiguientes, ignorando algo tan evidente como que hay un calor de superficie que asciende rápidamente, al tiempo que hay otro que está emanando por defecto desde el centro del propio planeta, al tiempo (otra vez) que a ello se agrega la brutal radiación solar que está ingresando por toneladas a un planeta cada vez más débil, debilitado por las actividades de los empecinamientos humanos de los pocos. Mientras tanto, los discursos se elevan po doquier y miles de palabras vacías llenan horas de medios vacíos de contenidos ciertos, intentanto manipular la consciencia pública y conducirla a focos de escasa trascendencia. Lamentable. Lo que está en juego aquí es, nada más y nada menos, que la vida humana en la Tierra, su continuidad... y todo lo que ello implica. Tema no menor. Noviembre 24, 2011.-
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