Premio a dos destacados científicos
Son Carlos Lanusse, experto en farmacocinética de antiparasitarios en bovinos y ovinos, y Hugo Ortega
Martes 26 de julio de 2011 | Publicado en edición impresa
Hugo Ortega, premio estímulo a jóvenes científicos. / Marcelo Araujo
Nora Bär
Uno en Tandil y el otro en Esperanza, Santa Fe, los doctores en ciencias veterinarias Carlos Lanusse y Hugo Ortega recibieron no hace mucho una llamada telefónica inesperada que los dejó de una pieza: según les comunicó el jurado de la Fundación Bunge y Born, Lanusse y Ortega fueron los elegidos para recibir la distinción 2011, que este año se entrega a investigadores sobresalientes en esa disciplina.
Ortega, que recibirá el Premio Estímulo a Investigadores Jóvenes 2011, explica: 'La selección se hace de forma totalmente secreta'.
'Fue una sorpresa extraordinaria -agrega Lanusse-. Recibí otras distinciones durante mi carrera, pero ésta tiene un sabor muy particular, especialmente porque la veterinaria es un área de la ciencia que en el país cultivan muchos otros destacados investigadores.'
El Premio Fundación Bunge y Born es una de las distinciones más importantes que se otorgan a la actividad científica, y se confiere ininterrumpidamente desde 1964, cada año a una disciplina diferente.
Entre sus consideraciones, el jurado subrayó que Lanusse, de 52 años, no sólo se destaca por sus aportes científicos, sino también por su compromiso con la formación de recursos humanos y su capacidad para conducir un equipo de investigación, hacer estudios básicos y también transferencia tecnológica. Ortega, por su parte, fue distinguido por su producción científica, y su labor docente de grado y posgrado.
Oriundo de Orense, Tres Arroyos, Lanusse nació y se crió en el campo. 'Fui a Tandil a estudiar veterinaria con la idea de trabajar en la producción -cuenta-, pero, a medida que avanzaba en el estudio, la ciencia me fue atrapando.'
Doctorado en la Universidad Nacional de La Plata y posdoctorado en la Universidad McGill, de Montreal, Canadá, Lanusse volvió al país en 1992. Fue entonces cuando comenzó a reunir a su equipo en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
'El grupo tiene actualmente 20 personas y una relevancia internacional que nunca hubiera soñado -confiesa-. Hoy lideramos la investigación científica de las drogas antiparasitarias en el mundo. Estamos en la frontera del conocimiento en este tema.'
Especialmente en sistemas de producción ganadera 'a campo', el parasitismo causa enormes pérdidas económicas.
'Son de una magnitud enorme, sobre todo en la producción de carne y de leche -dice Lanusse-. El impacto no sólo se mide por lo que se deja de producir, sino también por el costo de las medicaciones.'
Y enseguida, agrega: 'Todavía no hay vacunas contra estos patógenos, por eso se los controla principalmente a través de agentes químicos [fármacos]. Nosotros estudiamos cómo optimizar el tratamiento antiparasitario a través de la comprensión de cómo la droga ingresa en el animal; cómo pasa de la sangre a los tejidos; qué cambios le introduce el metabolismo para poder excretarla, y cómo se acumula en el microorganismo'.
Lanusse y su grupo hacen ciencia básica en el nivel molecular y transfieren ese conocimiento a la industria farmacéutica y, también, a los veterinarios que trabajan en el campo.
Ortega, de 39 años, nació en Santo Tomé, cerca de Santa Fe, y estudió en una escuela agrotécnica de Esperanza, donde luego se dedicaría a las ciencias veterinarias en la Universidad del Litoral.
Allí montó un laboratorio de biología molecular para investigar la enfermedad quística ovárica, un problema reproductivo que padecen las vacas después de parir.
'Por estrés [calor, hacinamiento] o alta producción, afecta a alrededor del 30% de los animales y alarga el intervalo en que pueden volver a quedar preñadas -explica-. La vaca de tambo, que es una «fábrica» que produce entre 30 y 40 litros de leche por día, tiene manifestaciones de estro permanente, lo que hace que se gaste más en inseminaciones que no logran la preñez, porque no ovula.'
Gracias a sus investigaciones, Ortega y sus colaboradores encontraron que este cuadro puede deberse a cambios en los receptores hormonales y acaban de evaluar un tratamiento a campo con buenos resultados.
El premio, que se entregará el 12 de septiembre, consiste en una importante suma de dinero, un diploma y una medalla de oro, en el caso de Lanusse, y de plata, para Ortega .
'Toda distinción es siempre un estímulo para continuar -concluye el primero-. Pero también permite difundir en la sociedad qué hace la ciencia local.'
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